FINAL

Tres años después

- Baekhyun no corras, mi amor - dijo Jimin cerrando la puerta del auto y colgando la mochila de su hijo en su hombro.

El pequeño ignoró completamente a su padre, chilló emocionado al ver el carro de su otro padre en la cochera y volteó asombrado a Jimin; caminó hacia la puerta, jalando del hilo especial para él que hacía que esta se abra, hizo una seña de silencio a lo que Jimin río bajo. Cuando llegó a la recámara principal sigilosamente abrió la puerta, viendo a Yoongi quien estaba concentrado escribiendo en la computadora.

El pequeño Baekhyun era el niño más hermoso del planeta - o al menos eso decían sus padres -, con su cabello semi-ondulado y sus grandes ojos almendrados que dejaban a Yoongi hipnotizado casi tanto como los de Jimin. Era el consentido de las abuelas y también de los tíos, su forma tan linda de ser dejaba a todos encantados, pero sobre todo esa sonrisa de hoyuelos marcados que daba cuando lo mimaban.

Yoongi se volvió todo un muro de protección desde el primer momento en que lo vió, lo amaba tanto que quería protegerlo de todo, tanto, que a veces le desesperaba no saber qué hacer para contener ese sentimiento.
Justo ahora el niño entró gateando hasta quedarse pegado al lado derecho de la cama. Yoongi trataba de contener la sonrisa que amenazaba con salir de sus labios al ver a su hijo tratando de darle una sorpresa.

Baekhyun miró por la orilla de la cama a Yoongi quien seguía escribiendo, para luego agacharse y caminar hasta adelante y aventarse de pecho sobre el colchón.

-¡Boo! - gritó y Yoongi hizo cara de susto.

-Dios, Baekkie; ¡me diste un susto, mi amor! - dijo el pelinegro sonriendo y dejando la computadora en la mesita de a lado para tomar a su bebé y colocarlo sobre sus piernas.

-Soy un puma sigiloso - dijo frunciendo la nariz.

Su padre sonrió enormemente al ver lo adorable que era su hijo.

-El más silencioso de todos - dijo y el niño asintió feliz.

-Sí y también el más sucio - dijo Jimin entrando a la habitación y mostrando una camisa escolar manchada de color rojo - Minseok reclamó que su alumno favorito manchó a sus compañeros de pintura.

El niño entrecerró los ojos a Jimin, para luego hacer ojos de perrito a Yoongi.

-¿Hiciste eso, Baekhyun? - pregunto Yoongi con una ceja alzada, acariciando su cabello. El niño solo se pegó a su pecho y abrazó su torso.

-Ellos son malos conmigo - susurró con un puchero. No era la primera vez que llegaban quejas de pleitos con sus compañeritos. El pelinegro suspiró ruidosamente mirando a Jimin quien rodó los ojos y se acercó a dar un beso a su alfa.

-Amor... - susurró Jimin al ver que Yoongi pasó a esconder sus labios en su cuello. El alfa gruñó, luego de un momento se levantó acomodando a su bebé sobre su cadera.

-Después hablamos - dijo besando una vez más al ojimiel - mientras vamos a llevar a mi hermoso hijo a comprar su helado de chocolate.

-¡Sí, chocolate!- dijo Baekhyun entusiasmado. Jimin lo miró mal, eso era tan normal, Yoongi consintiendo a manos llenas a su hijo. Era viernes y sabía que esos días su esposo llegaba temprano a casa y regularmente no tenía mucho trabajo que hacer, por lo que le gustaba llevar a su hijo a pasear y comer en su restaurante favorito.

-Bien, vamos a cambiarte y luego nos vamos - dijo Jimin tomando a su hijo y llevándolo a su habitación. El niño le hizo seña con la mano de adiós y Yoongi sonrió haciendo lo mismo. Ya todos listos subieron al carro familiar y fueron directo a la heladería favorita de Jimin, donde estuvieron como media hora esperando a que su pequeño retoño escogiera.

- ¿Qué vas a querer, mi amor? - dijo Jimin cansado alzando a su hijo sobre el mostrador para que viera los sabores. El niño golpeó su nariz con su dedo índice (algo que también hace Yoongi) y luego señalo el de pistache; Yoongi agradeció a Dios y pidió amablemente el suyo y el de su hijo.

-Y para usted, señor ¿qué le ofrezco? - dijo el muchacho a Jimin con una sonrisa, una que le pareció muy coqueta al alfa. Yoongi frunció el ceño y miró expectante a Jimin, quien ignoraba lo demás mientras se acomodaba los lentes y miraba sobre la vidriera los sabores. El pelinegro discretamente tomó de la cintura al omega.

-Dame uno de vainilla con chocolate, por favor - dijo volteándose con una sonrisa amable. El chico guiñó un ojo y anoto el pedido, lo cual hizo que Yoongi gruñera bajo, extrañando a su omega, quien le apretó el brazo exigiendo una respuesta.

-Ese imbécil puberto que te guiña y habla bonito ¿qué se cree? - dijo indignado. Jimin lo miró para luego sujetar mejor a su hijo y acomodarle la chaqueta, mientras tanto contenía la sonrisa estúpida que amenazaba con salir, amaba cuando Yoongi hacía eso sin razón alguna y admitía que le calentaba.

-Aquí están sus helados - dijo el muchacho. Antes de que le diera el de Jimin, el alfa lo tomó con una mala mirada y se lo entregó al omega.

-Gracias - dijo secamente.

-¡Nos vemos! - gritó Baekhyun saliendo de la mano de Jimin.

-Recuérdame no traerlos aquí hasta que despidan a ese idiota - gruñó Yoongi al castaño, tomando su mano. El ojimiel lo miró riendo y besó su mejilla.

-Te amo - le contestó.

Ya en casa y después de un día largo, Jimin miraba como su esposo le leía un cuento a su ya dormido hijo quien estaba rodeado de un mundo de peluches, sonrió inconsciente y entró cuando vio que cerraba el libro y modulaba tenue la luz de la lámpara.

-Ama que le leas cuentos, es su parte favorita del día - comentó en voz baja mientras Yoongi dejaba un beso sobre la nariz del niño.

- También en mi parte favorita - dijo el con una sonrisa ladeada, se giró a su esposo, y lo tomó de la cintura para luego bajar sus manos a su trasero.

-Estoy preocupado por lo que pasa en el kínder - dijo Jimin mirando a su bebé dormir.

Yoongi frunció el ceño y asintió.

-Tranquilo, no va a pasar nada, ya lo solucioné - dijo.

-¿Qué tú que?- dijo y Yoongi le tapó la boca y lo jaló hacia su recámara.

Ya adentro, Jimin se soltó y le dió una mirada molesta, poniendo las manos sobre su cintura y esperando una respuesta.

-Habla - demandó.

-Digamos que le hice una llamada al director que, ¡oh vaya! Es mi amigo, él me contactó con la maestra y ella me contó quienes eran y qué le hacían a mi hijo, junto con ella y el director, hicimos arreglos para que Baekhyun no esté en el mismo salón que sus compañeritos molestos - dijo rascando la parte de atrás de su cuello.

Jimin lo miró serio durante un tiempo.

- ¿A quién cambiaron? - preguntó.

-A los niños, mañana se les notificarán a sus padres - dijo nervioso el pelinegro.

Jimin alzó las cejas y se acercó a su esposo, pasó sus manos por la ahora corta cabellera de su esposo y sin esperárselo jaló de su cabello con fuerza ligera.

-¡Por qué hiciste eso! Yoongi, eso no se debe de hacer, debemos hablar con sus padres o algo así, no uses tu autoridad para estas cosas, amor - reprendió mientras el alfa hacia mueca de dolor.

Era una escena graciosa de ver, ya que Jimin era tan bajito que el pelinegro se tenía que inclinar un poco.

-Yo solo quería que mi hijo estuviera bien, no iba a permitir que él estuviera sufriendo - contestó y Jimin lo soltó - no entiendes lo que sentí cuando me dijo la maestra que mi bebé era víctima de burlas, Jimin, nuestro hijo es el niño más hermoso en el mundo y el más educado, no iba a permitir que deje de ser feliz, no como sucedió conmigo, no lo permitiré.

Jimin tragó seco. Su esposo había sufrido un poco de burlas durante su niñez, ya que al ser un alfa se esperaría que fuera un niño violento o algo por el estilo, pero no, era todo lo contrario, era tranquilo y muy delicado, casi como su pequeño Baekkie.

-¿Por qué, mi amor? - preguntó y el otro lo alzo por la cintura para que quedara a la altura.

Yoongi pasó su nariz por aquella marca en el cuello de su esposo y después lo apretó un poco más hacia sí mismo.

-Lo amo demasiado, Jimin - susurró y el otro estaba a punto de largarse a llorar - él y tu son lo más importante, nada más.

- Eres el mejor padre que pudo tener mi bebé- dijo mirándolo con adoración - y también el mejor esposo y alfa de todos.

Justo cuando estaban a punto de unir sus labios, un "Papi Yoongi" se escuchó desde el cuarto de su bebé haciendo que Jimin riera y el pelinegro sonriera antes de negar y poner en sus pies a su omega.

-Iré a ver qué pasa - dijo y salió de la habitación.

*

Cinco minutos después regresó a la habitación muy tranquilo y miró como Jimin estaba acostado de su lado de la cama viendo televisión, se acomodó entre sus almohadas y el omega instintivamente se acercó más a su esposo para que este lo enrollara cerca de su pecho.

-Solo un mal sueño - susurró cuando Jimin estuvo a punto de preguntar.
Se acomodaron para mirar una película mientras Jimin le contaba su día en el trabajo.

- ¿Sabes? Creo que a él le hace falta algo de compañía, no lo sé - comentó Jimin después de un rato, escuchando el corazón de su esposo latir.

- ¿Un amiguito? - dijo el pelinegro tomando el libro de la mesita de a lado.

- No, no, algo más cercano, como...no lo sé, ¿un hermano? - dijo casual Jimin, captando completamente la atención del alfa.

Yoongi abrió los ojos emocionado.

-¿U-un hermanito? ¿Otro bebé? - dijo sorprendido.

-Hmm - asintió hacia él.

- Eso sería genial, creo que ya es tiempo - estuvo de acuerdo y sonrió. Jimin le dió una sonrisa enorme antes de cruzarse sobre su esposo con dirección a la mesa de noche.

-Qué bueno que dices eso - canturreó mientras hondeaba tres pruebas de embarazo.

El alfa quedó en shock y abrió la boca al tomarlas entre sus manos y ver todas positivas.

-No me cayó mal la cena ayer - explicó - y quería comprobar mis sospechas de que sucedía, y bueno resulta que...

- Vamos a ser papás - completo en un susurró sin dejar de ver las dos líneas de todas las pruebas. Miró a su omega con ojos llorosos y luego tomó su rostro para darle un profundo beso.

-Mi amor, ¡Otro bebé! ¡Vamos a ser papás! - gritó y abrazó fuertemente a Jimin quien solo rió y dejó que Yoongi tocara su pancita casi inexistente.

"Quizá y sea un loco de celos, pero es el mejor hombre que tuve la bendición de conocer, ese es mi esposo, mi alfa y el padre de mis hijos" pensó Jimin antes de darle un beso y susurrarle un te amo.

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