EXTRA

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Era medio día de un día caluroso, estaba muy ocupado haciendo unos cuantos ajustes a un diseño de casa que tenía que entregar. Estaba muy estresado, no debía traer trabajo a casa los fines de semana, lo sabía, a mi esposo no le gustaba y últimamente estaba muy sensible por el embarazo, pero lo ameritaba, era un cliente potencialmente influyente para mí constructora.

-Amor, deja de pasearte por todo la habitación , te ves perfecto así - dije al ver como Jimin arrojaba la quinta camiseta al sillón.

-No me gusta como se me ven y son mis favoritas - pataleó como niño y yo alcé una ceja - mis pantalones no me cierran y no quiero ir a la fiesta de Jungkook y Hoseok en pantalones deportivos.

Rodé los ojos, solo llevaba dos meses, su abdomen solo estaba ligeramente hinchado.

-Agarra una de mis playeras o una camiseta mía, te encanta ponerte mi ropa - dije sin mirarlo, muy ocupado en la computadora.

-Claro, ahora quieres que vaya vestido de Tontin a la fiesta, felicidades Min, me has hecho sentir mejor - dijo quitándose la ropa.

Giré los ojos y estaba a punto de replicar, pero algo me hizo cerrar la boca.

Jimin estaba en ropa interior.

Pero una que no había visto; era una ligera y muy transparente braga color azul que dejaba al descubierto la mitad de su trasero. La boca se me había agua de solo observar cómo se metía entre sus glúteos.

Amaba a Jimin en bragas.

Mi alfa ronroneó cuando recorrí con la mirada lo redondo que era su trasero, tan firme y grande; la curvatura de su columna marcada; sus perfectos hoyuelos marcados antes del elástico de la prenda; su delgada y bronceada espalda que deseaba ser besada, al descubierto; sus muslos, oh, tan perfectos y gruesos; y sus caderas, tan curvadas que hasta mi hermana se sentía envidiosa.

Era muy afortunado, había logrado tener a Park Jimin solo para mi.

- Mira mis pechos, están hinchados - dijo llorando en el espejo - me duelen - pataleó - para mañana quiero que consigamos algo para que deje de doler - lloriqueó - también crema humectante para mis masajes recomendados y... ¿Yoongi?

Se giró hacia mí y fue cuando me di cuenta de que me había perdido en mi mundo.

-M-mande - dije aturdido, mirando la forma en que la parte baja de su vientre se veía con esas bragas. Casi no le cubrían nada.

Era tan perfecto, me lo quería comer.

- ¡Di algo! - me gritó irritado.

- Como quieres que diga algo cuando andas solo en tus lindas bragas - dije señalando.

Dejó de lloriquear y se sonrojó sonriendo de lado.

Oh, Jimin.

Avanzó hacia la cama y arrebató la computadora de mi regazo para tomar su lugar. Instintivamente tomé su cintura, clavando mis dedos en la parte baja de su espalda.

- ¿Te gustan? - dijo tomando el elástico de la pieza azul - las compré por ti. Estuve pensando mucho en ti.

Gruñí en su pecho y él ronroneó.

- Me encantan - dije tocando y deslizando mi mano por sus muslos suaves.

-Ya pasó mucho tiempo, Yoonie - dijo con un puchero, acercándose a mi cuello - te extraño dentro de mí - susurró bajito.

Cerré los ojos acariciando mi nariz con la suya. Era muy dramático.

-Solo pasó una semana, amor.

-No te quejabas en la universidad.

Reí fuertemente, pero luego jadee al sentir a mi omega moverse encima de mi.

Cambie de posición, haciendo que quede debajo mío. Él río y enredó sus piernas en mis caderas.

- Son tu color favorito, ¿no quieres verlas de cerca? - dijo alzando sus caderas, sacándome un gemido ronco.
Estaba tan duro en este preciso momento.

- ¿Y si me dejas verlas tiradas en el piso? - gruñí en su oído.

Río cuando pase mi nariz por detrás de su oído y me empujó para que quedara al final de la cama. Mordiéndose los labios se bajó las bragas de forma provocativa y luego arqueó la espalda abriendo las piernas exponiéndose a mí. Mi alfa jadeo al ver lo sensual que era mi esposo.

Jesucristo, no podía ni respirar.

- Ahí las tienes, sexy chico - dijo y me las aventó.

Apreté la pieza entre mis manos y las las lancé a cualquier parte de la habitación. Me puse sobre él y besé sus labios con fuerza, él sonrió con emoción.

Acaricié su cintura para deslizar mis manos en sus piernas y alzarlas a mis caderas mientras nos besábamos. El acarició la parte de atrás de mi nuca y abrió la boca para dejar pasar a mí lengua. Gimió bajito mientras yo mordía su labio inferior.

-Estas muy vestido, amor - gimió jalando mi playera con fuerza hacia arriba.

-Tranquilo - susurré sentándome en sus caderas, tomando la parte baja y quitándome la camisa.

-Mi alfa es tan sexy - dijo Jimin mordiéndose el labio inferior y pasando sus manos por mis abdominales; yo solo le guiñé un ojo.
Me quité los pantalones cortos y el bóxer con mucha dificultad ya que aún tenía las piernas de Jimin enredadas. Cuando logré estar completamente desnudo, empecé a besar el pecho de mi esposo con ansias mientras él se desvivía en gemidos agudos.

-¿Dónde te dolía, Minnie? -dije siguiéndole el juego.

-Aquí - gimió señalando sus pezones con los ojos cerrados.

Lamí y chupé sus pezones con ansias, hasta dejarlos ligeramente irritados. Jimin solo jadeaba y jalaba mi cabello. Toqué su vientre inconscientemente.

-Eres perfecto - susurre sobre su pezon derecho.

Supe cuanta era su desesperación cuando lo sentí empezar a restregarse contra mí con fuerza. Mientras lo besaba, metí un dedo dentro de su entrada.

Muy húmedo, perfecto.

Empecé a mover mi dedo dentro, podía sentir su desesperación en el lazo.

-Q-quiero más, por favor - susurró sobre mis labios. Obedecí su petición metiendo dos dedos más de un tirón.

-¿Así? - jadee.

Él negó y tomó mi dureza entre sus manos.

Saqué mis dedos y bombee mi ereccion con fuerza, Jimin besaba mi mandíbula, mordiéndola ligeramente. Me empujó con sus manos en mi pecho hasta que quedé acostado con la cabeza contra la punta de la cama.

-Todo mío, alfa - dijo sonriendo ladinamente.

Se subió encima de mi, moviendo las caderas, puse mis manos detrás de la cabeza sonriendo engreídamente; Jimin se movía muy bien, clavaba sus dedos ligeramente sobre los laureles (su tatuaje favorito) y golpeaba ligeramente mi ereccion hasta que ya no pude más; lo guié hacia donde quería que esté y poco a poco fui ayudándolo, entrando en él. Ambos jadeamos al sentir la cercanía, mi alfa interno se sentía tan pleno al tener a su omega en esta posición, tan cerca.

-Yo-Yoongi - empecé a moverme hacia arriba, obedeciendo a su petición muda.

Él puso sus manos sobre mi pecho y empezó a dar saltitos sobre mi.

-Mío - gruñí hechando la cabeza hacia atrás cuando empezó a embestirse más profundamente.

Lo escuchaba jadear ligeramente y bajar el ritmo; gruñí tomando sus cadera para dictar el paso.

-T-tan grande - susurró con los ojos cerrados.

Lo embestí rápidamente al sentir un ligero cosquilleo en mi estómago. Lo cambié de posición, quedando su pequeño cuerpo debajo de mí. Lloriqueó.

-N-udo, bebé, te puedo lastimar - balbuceé cuando él se empezó a quejar, jadee agarrando las sabanas a los lados de la cabeza de Jimin, quien tenía los ojos en blanco sujetándose de mis hombros y gimiendo en mi cuello. Cuando mi nudo se construyó, abrí más las piernas de Jimin jadeando sobre él.

Sentí como mi vientre era manchado al mismo tiempo en que Jimin gemía alcanzando su propia liberación.
Después de un momento mi ritmo cardiaco se estabilizó; besé su frente y quité el cabello que se pegaba a su mejilla izquierda.

-Te amo, mi perfecto Omega - dije acomodándonos de modo que quedara a lado de mi, para que las olas de semen fueran vaciándose más cómodamente dentro del él. Él sonrió cansado, alzando una pierna para acercarse más a mi, quejándose ligeramente.

-Tuyo, siempre, te amo - susurró besando mi pecho.

-¿Contento? - pregunté acariciando su espalda.

Asintió, cerrando sus ojos.

-Te mentí - susurró.

-¿Sobre qué?

-Aún me entra mi ropa, solo quería una excusa para pasearme desnudo frente a ti - confesó. Reí acariciando su mejilla con ternura.

-Lo imaginaba, pero funcionó - susurré.

Acaricié su cabello hasta escuchar su suave respiración que indicaba que se había dormido.

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