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Yoongi vio como Jungkook estacionó el auto a unas casas de la de su novio y suspiró pasando su mano por su cien.
—No te obligaré a hacerlo si no quieres– Susurró Jungkook tocando su muslo con su mano.
—Quiero hacerlo– Afirmó sin dudarlo.—Solo que no sé que decirle–
Jungkook guardó silencio, viendo a Yoongi pensativo mirando la calle frente a él y como la oscuridad estaba cubriendo lentamente el cielo.
—Vale– Suspiró abriendo la puerta del automóvil. —Espera aquí–
Jeon asintió, bajando la ventanilla para seguir mejor a Yoongi con la mirada hasta la puerta de Namjoon.
Lo vio tocar el timbre y valancear su peso de un pie al otro, hasta que Namjoon le abrió la puerta.
Kim abrió los ojos sorprendido y lo hizo pasar al instante, haciendo que no pueda ver más a Yoongi.
Chasqueó la lengua al ver que dejó sus llaves con el regalo de Jimin de defensa personal en el auto, pero suspiró aliviado al ver que se había llevado el móvil consigo.
Cualquier cosa, lo llamaría.
Jungkook alzó la mirada del móvil cuando oyó la puerta anotarse y los apresurados pasos de Yoongi acercarse al auto.
Lo vio subirse al asiento del copiloto y sintió la ira recorrer sus venas cuando lo vio limpiarse las lágrimas y como su nariz estaba totalmente roja.
—¿Qué mierda pasó?– Gruñó Jungkook apretando los puños por instinto.
—Vámonos, por favor– Suplicó Yoongi. —No quiero quedarme aquí–
Jungkook chasqueó la lengua y encendió el motor, llevando el auto a la esquina de la cuadra para que Yoongi deje de ver la casa de Namjoon, pero se detuvo para voltearse a verlo.
—Yoongi, dime que pasó– Fue una orden.
—Le dije que quería romper con él por lo que te hizo en el juego– Confesó apoyando su cabeza en el asiento. —Me dijo que sabía que lo engañaba, que era una perra y una puta, y que no podía usar mi "Condición" para justificar que soy un asco de persona– Dijo haciendo las comillas con sus manos. —Lo llamé homofóbico, le dije que no tenía los huevos para reconocer que tratar a un chico de "Su novia" estaba mal, y que asumiera que soy virgen solo por como me veo, y que debería salír del closet antes de que todos lo odien–
Jungkook tenía el ceño fruncido y las uñas clavándose en las palmas de sus manos mientras veía a Yoongi aguantar el llanto.
—Dijo que prefería ser un gay de closet a tener el culo tan abierto como el mío – Acabó cubriendo su rostro con sus manos.
Jungkook no respondió. Bajó del auto y azotó la puerta, haciendo que Yoongi se asuste y baje tras él para sostenerlo del brazo.
—No lo golpees, Kook– Pidió pero el rostro de Jungkook no mostraba ni un ápice de duda.—No lo vale, amor–
—Me importa una mierda que lo hayas engañado– Espetó molesto. —Eso no le da derecho a juzgarte por tu vida sexual y decirte todas esas mierdas–
—Ya pero hay otras maneras, Koo– Soltó abrazándolo por la cintura. —No lo golpees, no te metas en problemas por esto–
—Arrojarle mierda a la cara a la gente no está socialmente aceptado– Dijo haciendo reír entre dientes a Yoongi. —Tengo una idea– Susurró volteándose para verlo. —Ve al auto, ponlo en marcha y abre la puerta del copiloto –
Yoongi frunció el ceño confundido pero asintió y se alejó lentamente, subiendo al auto y obedeciendo lo que le pidió Jungkook.
Vio por el retrovisor como Jungkook tocaba el timbre y Namjoon abría la puerta.
Abrió los ojos y la boca sorprendido cuando vio que Jungkook le escupió en el rostro a Kim.
Abrió mejor la puerta cuando vio a Jungkook correr al auto, siendo seguido por un molesto Namjoon que intentó atraparlo antes de que se suba al auto y fallando en el intento.
—¡¿Le escupíste en la cara?!– Preguntó conteniendo una carcajada mientras aceleraba el automóvil.
—Y estoy muy orgulloso de decir que hasta moco tenía ese escupitajo– Soltó haciendo a Yoongi reír sin poder contenerse.
—¿Podemos parar un rato?– Preguntó Yoongi con la mirada fija en el camino.
—¿Ahora?– Preguntó Jungkook viendo a los costados. —No hay nada en kilómetros –
—Lo sé– Soltó Yoongi sonriendo de lado, viendo de reojo a Jungkook que sonrió en respuesta.
Jeon asintió sin dudarlo y arrojó su cabello hacia atrás mientras Yoongi estacionaba el auto a un lado del camino, suficientemente alejado como para que no se viera.
Quitó las llaves del auto y las dejó en el cenicero para subirse sobre los muslos ajenos y llevar sus labios a los de Jungkook, que correspondió gustoso, pasando sus manos por su trasero.
—¿Que tal si bajamos?– Preguntó Jeon entre besos.
Yoongi asintió y quitó el seguro, dejando que Jungkook lo tome en brazos y lo baje del auto.
Yoongi tenía las piernas abiertas, la mano izquierda sobre el capot del auto y la derecha se encargaba de empujar tres dedos en su interior.
Jungkook estaba de pie a un metro de él, con el pantalón abierto y la mano dentro de sus boxers acariciando su erección con la mirada fija en el menor.
Min aún tenía su sweater pero se había quitado los pantalones y los boxers, junto con sus zapatillas, dejando las medias blancas y la peluca.
—Kookie– Llamó en un gemido alzando las piernas. —Hazme el amor–
Jungkook no esperó más. Se quitó la camiseta para que no interfiera y se acomodó entre sus piernas, viendo como la entrada rosada se contraía cuando el castaño retiró los dígitos.
Lamió sus labios y tomó la base de su miembro para comenzar a presionar su glande contra aquel delicioso y apretado paraíso que tan bien conocía.
Vio los labios de Yoongi separarse susurrando su nombre cuando entró lentamente pero sin detenerse y se inclinó sobre él para poder lamerlos a gusto.
Apretó su trasero, viendo como Min alzaba más las piernas y arqueaba la espalda, dándole una súplica tácita para que se comenzara a mover.
La cadera de Jeon comenzó a moverse bruscamente, sin titubear. A Yoongi le gustaba duro y a él le encantaba complacerlo.
Tomó las manos de Yoongi y las alzó sobre su cabeza, envolviendo su puño en su mano mientras la otra clavaba sus uñas en su trasero.
—Oh Dios– Gimió sintiendo como el frío del auto desaparecía contra su caliente piel. —Sigue, sigue–
Jungkook llevó sus labios a su cuello y aumentó la velocidad, logrando que Min ponga los ojos en blanco y rodeé su cintura con sus blancas piernas, intentando mantenerse firme mientras la dura polla del azabache lo embestía con bestialidad.
—Viviría dentro de ti– Gruñó Jeon contra su lóbulo, haciéndolo estremecer de excitación. —No necesito nada más que oírte gemir mi nombre para volverme loco, Yoongi –
Yoongi giró la cabeza para verlo a los ojos, con solo escasos centímetros separando sus rostros cuando una sonrisa ladina se dibujó en sus labios.
—Jungkook~
Jeon sintió un cosquilleo en su vientre y comenzó a empujarse más duro, más rápido, más profundo dentro de él, sin apartar la mirada de los ojos ajenos que no rompieron el contacto visual pese a sus gemidos de placer rozando el orgasmo.
—Voy a correrme, Kookie– Susurró lamiendo sus labios. —Lléname, soy tuyo–
Jungkook no tuvo tiempo de meditarlo, cuando la descarga de electricidad invadió su cuerpo directamente hasta su miembro, corriendose dentro del menor hasta quedar vacío.
Yoongi soltó un fuerte gemido al sentir como aquél caliente y espeso liquido mojaba lo más hondo de sus paredes y caía por su trasero cuando Jungkook no detuvo sus movimientos. Liberándose contra su vientre duro y marcado, manchandolo de aquél color blanquecino que tan bien quedaba contra la bronceada piel de Jeon.
Yoongi bajó del auto luego de estacionarlo en la entrada, siendo seguido por Jungkook pero se detuvo al notar que este no llegó a la entrada junto a él.
—¿Qué ocurre?– Preguntó Yoongi volteándose a verlo.
Jungkook estaba de pie en el camino a la entrada de los Min, con la mirada gacha y las manos en sus bolsillos sin atreverse a verlo.
—Creo que necesitamos espacio, Yoon– Soltó viendo de reojo su casa vacía.
—¿Qué?– Preguntó Yoongi acercándose a él.
—No, no, necesitamos tiempo para hacerlo funcionar, no espacio–
—Yoon– Susurró con todo de súplica. —No hagas esto más difícil –
—Pero, Kook, te amo– Dijo tomando sus manos.
—No quiero perderte, no puedo perderte–
—Yoon– Repitió con voz más firme, logrado que el mencionado guardara silencio pese a los ojos cristalizados de ambos. —Será poco tiempo, te lo juro–
—Pero ¿Por qué?– Preguntó con el entrecejo alzado y un hilo de voz.
—Tu necesitas dejar de verme como tu mejor amigo– Susurró quitando sus manos de las ajenas. —Y yo necesito aprender a vivir sin ti–
—Pero...– Murmuró sintiendo sus mejillas volverse a mojar por sus lágrimas saladas.
—Dame hasta el verano, Yoongi, te lo pido por favor– Susurró cerrando los ojos. —Estaré si me necesitas, pero necesito ser capaz de decirte que no si me pides que mate a alguien por ti–
Yoongi bajó la mirada viendo el anillo en su dedo y lo quitó sintiendo su pecho doler como nunca en su vida cuando se lo dio a Jungkook nuevamente.
—Dámelo cuando quieras regresar– Murmuró con la voz entrecortada. —Estaré esperándote–
Jungkook sintió su corazón deshacerse de dolor en su pecho cuando vio a Yoongi tenderle el anillo pero juntó valor y lo tomó con sus manos tamblorosas.
—Será más pronto de lo que crees– Susurró con dificultad.
—Esperaría mil años por ti, Jungkook – Confesó.
Jeon suspiró y lo abrazó con fuerza mientras las lágrimas caían en silencio por las rojas mejillas de ambos.
—No hagamos esto tan feo, Yoon– Susurró tomándolo del rostro para limpiar sus lágrimas con una suave sonrisa. —Te veré el lunes en la escuela, sigo viviendo frente a ti, no me mudaré del otro lado del país –
Yoongi rió entre dientes y asintió, secando el rostro ajeno con sus pulgares antes de dejar un beso rápido en sus labios.
—Solo no olvides que esta casa siempre será tu hogar– Susurró apoyando su frente en la ajena.
—Y tu no olvídes que siempre seré tu leal caballero– Murmuró separándose lentamente.
Yoongi asintió, siguiéndolo con la mirada y caminando sin voltearse hasta chocar con la puerta de su casa.
Vio a Jungkook entrar y lo imitó al mismo tiempo, regalándole una triste sonrisa antes de aue ambos cerraran las puertas.
Yoongi dio dos pasos después de dejar la llave en la entrada, cuando su madre apareció con una sonrisa que se esfumó al instante al ver el rostro de su hijo.
—¿Yoon?– Preguntó Chaerin preocupada.
Yoongi no pudo responder, solo comenzó a llorar a mares, cayendo en los brazos de su madre que, preocupada, gritó en busca de su esposo.
Jungkook por su parte, se dejó caer contra la puerta de la entrada, empuñando el anillo de su mejor amigo y soltando un grito de dolor, golpeando su cabeza contra la puerta y sin poder ponerse de pie.
Era lo mejor, pero ¿Por qué dolía tanto?
3/3
Falta una parte y terminamos
🤭
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