Taehyung rió entre dientes al ver la notificación de Jungkook y como este se sonrojaba viendo la foto que Yoongi le había enviado.

-Sigue diciendo que no son pareja- Dijo Taehyung rodando los ojos. -Fingiré creerte-

-No suele hacer esto- Susurró mordiendo su labio inferior. -Pero está pasando por algo complicado, no quiero que se inhiba por esto-

Taehyung hizo una mueca mientras veía a Jungkook darle la espalda para poder responderle a Yoongi sin que este lo vea.

-Muy hetero de tu parte- Dijo Taehyung viéndolo por sobre su hombro, haciendo que Jungkook lo golpee en las costillas guardando el móvil.

-Vamos de una vez- Gruñó entrando a la tienda.

-¿Cómo le explicarás al dependiente que quieres anillos de boda que no sean necesariamente de bodas pero que funcionen como unos aunque no sean para una?- Preguntó Taehyung siguiéndolo hasta el mostrador.

-¿Escuchó lo que dijo?- Le preguntó al empleado, señalando a Kim sin verlo.

El empleado asintió algo pensativo y Jungkook sonrió volteandose al contrario.

-Ya lo has hecho tu- Dijo guiñandole el ojo.

Taehyung rodó los ojos y se apoyó en el mostrador viendo como Jungkook sacaba el anillo del bolsillo.

-Uno es de este tamaño y el otro es para mi- Dijo viendo al empleado tomar el anillo.

-¿No eres muy joven?- Preguntó el hombre divertido con la escena.

-Y muy hetero- Susurró Taehyung ganando un golpe en su pierna.

-Será un casamiento simbólico- Dijo Jungkook sonriendo.

Yoongi apoyó el teléfono en el borde de la bañera, con la vista fija en la pantalla mientras el hombre del video embestía al otro rápida y bruscamente.

Cerró los ojos cuando su mano rodeó su miembro y soltó un suspiro excitado comenzando a masturbarse al son de los gemidos impropios.

Abrió las piernas y trabó sus talones con la bañera, arqueando la espalda y jadeando con ojos entrecerrados y la vista en el techo.

Extrañaba tanto esa sensación de sentirse de otro, de sentirse entregado y sumiso ante un itro que le daría un placer primitivo y sucio.

Aunentó la velocidad y soltó un gemido gutural, mordiendo su labio inferior cuando la imagen de ese vientre marcado tan conocido y esa erección que tanto había sentido, se pasó por su mente.

-¡Dios!- Gimió sentandose para cubrir su boca con su mano.

Tenía los ojos abiertos de par en par ante la sorpresa de aquella imagen en su mente, cuando el orgasmo lo golpeó, vieniendose en el agua enjabonada y tibia.

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