009. Solo malas noticias
TaeHyung madrugó, ya llevaba una semana completa haciendo la misma rutina; levantarse, preparar el desayuno, convencer a su madre para que comiera y alistarse para salir en búsqueda de algún trabajo, no importaba si era pesado, de madrugada e incluso si tenía que hacer horas extras gratis. Él lo haría porque la forma en la que estaban viviendo no le gustaba. Mas allá del gusto era la necesidad de conseguir dinero, por su madre.
La condición de la mujer no era nada buena. No quería comer, no quería moverse y solo pasaba llorando mientras estaba acostada en la cama. TaeHyung no encontraba una solución a aquello, su madre estaba cayendo en depresión.
La gente ya había preguntado el porqué esa semana no se había hecho alguna reunión y los rumores ya volaban por toda la residencial. A TaeHyung no le importaba, pero a su madre la enfermaba de más. ¿Cómo podía un niño de apenas 19 años confrontar todo eso?. Además, cuando su padre había decidido irse, se llevó con él todas las cosas de valor, incluso las propias de TaeHyung. Con costo y tenía una computadora vieja de escritorio dónde se comunicaba con su primo para pasar las tareas y el celular que ya necesitaba un cambio.
Estaba desesperado.
Sin embargo, y para el peor de sus pesares, ese día tenía que cumplir con un maldito examen final de literatura, estaban a nada de la graduación y empezar la universidad, a la que TaeHyung (después de todo lo que pasó) no asistiría. Se despidió de su madre con un beso en la frente y un adiós en susurro para no despertarla, dejando un post it en la mesita donde reposaba su desayuno.
Saliendo a paso rápido se fue tomando dirección a la escuela, el camino era corto así que no tenía porqué demorar tanto en llegar. Terminando su horario escolar, iría en busca de trabajo.
Cuando llegó a la escuela lo primero que vio, fue a Jin de la mano de un hombre que parecía mayor que él. Se imaginaba, que quizás era una relación formal dado que andaban exhibiendo, por lo tanto no le habló, prefería hablar a solas y no estaba de humor para conocer gente. Con pasos veloces llegó a la dirección de la institución. Necesitaba hablar con la rectora.
La señora decidió recibirlo, con una mirada llena de lástima le dijo: —Ya hemos escuchado los rumores, TaeHyung. Lo sentimos mucho.
Para el pequeño castaño aquello era el colmo. Tanta gente chismosa, seguramente toda la gente de la escuela ya sabría, sin embargo no podía importarle menos.
—Tu primo SeokJin nos explicó como pasó todo...—el rostro de TaeHyung se deformó—Y de hecho nos pidió un descuento, considerando que este es tu último año y siempre fuiste puntual con tus mensualidades, sin embargo con todo y la reducción, los gastos siguen siendo grandes.
TaeHyung entendía todo aquello, pero a pesar de comprender bien la situación no se iba a dejar vencer.
—Pero señora Choi, yo estoy en búsqueda de un trabajo, y estoy bastante seguro de que cuando lo encuentre podré pagar lo de mi graduación y las últimas mensualidades. Es solo cuestión se tiempo. Casi rogó. La señora solo asintió.
—Mira hijo, es que no me la pones fácil. Si por lo menos fueras uno de los mejores estudiantes yo podría darte una media beca para que terminaras, pero ni eso. Yo quisiera ayudarte pero ni siquiera has conseguido un trabajo.
TaeHyung no podía creerlo, sus padres siempre ayudaban para cualquier actividad estúpida donde se tuviera que gastar millonadas en tonteras. No podía creer que ahora la misma escuela le diera la espalda en el momento que más lo necesitaba.
—¿Y por qué no puede dármela?—Reclamó—Mis padres siempre apoyaron en todo a esta escuela ¿y ahora no pueden ayudarme?—TaeHyung empezaba sentir su sangre hervir, si no se calmaba iba a gritar y le importaba una mierda si a la señora no le gustaba.—Mi madre está postrada en una cama, cayendo en depresión. Papá se llevó todas las cosas de valor que teníamos y yo apenas soy un jovecito que está saliendo de preparatoria recién... ¿Por qué no puede entenderme?
La señora Choi resopló y se levantó de su lugar.
—Mira, TaeHyung. Yo no soy tu enemiga, yo te estoy ayudando con lo que puedo. Lamento mucho la situación por la que estás pasando pero yo no puedo solucionarlo...
—Pero puede ayudarme—Interrumpió TaeHyung.
—Lo siento. Lo único que puedo hacer es darte el descuento y hacer un arreglo de pago para esperar a que tengas un trabajo fijo.
TaeHyung asintió mientras se levantaba, con todas las ganas de llorar deteniéndose por su labio magullado de tanto morderlo y salió de ahí. No dijo gracias, esa señora no se lo merecía.
[…]
Cuando TaeHyung llegó hasta el pabellón continuo a dirección, soltó todo el aire que estaba reteniendo. Se sentía frustrado. Antes de salir completamente de esa área, había tenido que pasar por caja, recordando cuánto debía y de cuánto sería el gasto completo de su graduación. Su única opción era no subir, recibir su diploma al día siguiente, en la limpieza del lugar. Así no gastaría en el traje que debían usar debajo de la toga, ni tampoco los arreglos, la música, el lugar donde iban a celebrar, pero tampoco podía asistir como invitado de alguno de sus compañeros, según la rectora todo era por no ser cruel con él.
Frustrado y con sus manos en su cabello llevó la vista hacia en frente, dando al relajante campo donde a veces se jugaban partidos importantes. Su susto fue grande cuando de largo divisó a su primo, SeokJin con un cigarrillo en la mano y con la pandilla de los chicos más vagos de todo el centro.
¿Qué hacía Jin allí?
TaeHyung iba a ir, iba a llevárselo. Iba a empezar a caminar cuando una mano que lo jalaba de la camisa lo detuvo.
—Aún no, TaeHyung. Espera un poco más...—le susurró el rubio viendo en dirección al otro rubio.
—¿De qué estás hablando? ¡Tengo que ir allá! ¡Suéltame, Suéltame!—Empezó a retorcerse sin lograr nada.
—No... Mira, mira.
Ambos chicos miraron al decente SeokJin ser devorado por uno de esos chicos. Era alto y cabello color morado, tenía un largo tatuaje en el cuello y traía en su mano una botella de lo que parecía ser alcohol.
TaeHyung no lo podía creer... Ese no era su primo, ¿Por qué estaba allí? Jin nunca haría eso. Jin nunca hacía eso, algo grave le había ocurrido seguro.
—Yo te lo dije, te dije que no te confiaras en el tonto rubio ese, te lo dije TaeHyung. Pero ¿Quieres saber algo más interesante?—Jimin catgaba su mejor carita de niño sabio—Lo mejor es que eso lo hace desde que empezamos este año escolar.
—Eres un mentiroso...—le susurró TaeHyung, aún sin creer lo que sus ojos estaban viendo—Él siempre estaba conmigo, él no tenía tiempo para nada de eso.
Jimin se carcajeó, ese TaeHyung era un completo ingenuo.
—¡No puedo creer que aún sigas creyendo que tu primito es un alma pura y sin secretos que esconder! Un día te darás cuenta de lo que verdaderamente Jin es... Y por cierto ¿Cómo vas con todo eso de tus padres?
TaeHyung de inmediato giró su cabeza para verlo directo.
—No, no me veas así. Tu primito fue el que anduvo soltando el chisme, de hecho quería que hiciéramos una recolecta para pagar tu graduación, pero ya los conoces a todos...—pasó sus brazos por los hombros de TaeHyung, quedando muy cerca—...Nadie quiso soltar ni un solo peso.—su cuello medio giró y se puso en punta, Jimin—¿Te he dicho alguna vez como me encanta que seas más alto que yo?—le susurró muy cerca de la boca contraria, casi rozandose. A pesar de todo, TaeHyung lo apartó.—Pero yo...—prosiguió hablando el rubio—como tu buen Hyung, he pagado todas tus mensualidades. Solo tienes el gasto de la graduación y la fiesta.
Jimin sacó el recibo de la bolsa, demostrándole a TaeHyung que no mentía.
TaeHyung lo ojeó, era claro que había pagado y sin descuento.
—¿Y qué esperas?—dijo rompiendo el recibo—¿Que te de las gracias? ¿Que te aplauda? Porque ninguna de las opciones antes mencionadas van a pasar.
Jimin volvió a carcajearse.
—Me encanta esa actitud de perra empoderada que te cargas. Si tan solo fueras activo dejaría a mi Sugar daddy solo por ti. Incluso si nos muriéramos de hambre.—Se acercó hasta TaeHyung quedando muy cerca, pegándolo contra la pared sin tener escapatoria.—No niegues esta química sexual que tenemos. Yo te pongo y tú me pones, TaeHyung.—Jimin se retorció, haciendo que su bulto medio arriba, chocara con el de TaeHyung por sobre el pantalón. Ambos gimieron.
TaeHyung estaba enojado, el era un mojigato y lo peor era que no podía negar esa química que de repente sentía al estar cerca de Jimin. Quizás ese Hyung era el mismo diablo.
—¿Qué quieres de mi... Jimin?—Dijo TaeHyung a como pudo, entre gemidos sofocados.
—Quiero que aceptes la propuesta...—susurró mientras mordía el lóbulo de este—acéptala y verás que te sacará de pobre. Le darás a tu madre el mundo en bandeja de plata y tú... Quizás en un futuro yo se tu Daddy.
TaeHyung al recordar a su madre lo apartó de un solo golpe. Jimin se cayó al suelo por el empujón tan grande pero solo sonrió de lado. Estaba dispuesto a conseguir a TaeHyung para JungKook, costase lo que costase.
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Ufff.... Eso estuvo tan mal...
Díganme, ¿les molesta que meta tanto shipp para TaeHyung? O sea, que le salgan a TaeHyung muchos pretendientes... Porque si les molesta no voy a incluir a más gente.
Por otro lado, el MinV me re puede so... ƪ(˘⌣˘)ʃ
Y Jin, él no es tan malo como parece.
Ya pronto se viene YoonGi pal pueblo.
Btw. Agradezcanle y denle su amor a SyalValshe
Ella me dejó mucho amor en mi whatsapp por actualizar 😚🌸❤
Mañana les traigo otro capítulo.
Cualquier error, discúlpenme. A veces soy muy distraída.
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