#8

Bien, era completamente imposible tratar de tranzar un punto con Namjoon hyung. O hacía berrinche y rompía todo, o tocaba las cosas y finalmente rompía todo.

Agh, era estresante, casi como ver un niño ¿Por qué era nuestro líder?

Ahora no teníamos mesa ¿Cómo diablos íbamos a comer sin mesa?

-Por el momento sería bueno que cada uno coma en su habitación, así evitamos el mal olor en el linvig ¿No? -habló Jinn hyung y todos asintieron menos Yoongi y yo.

-¿Y ustedes qué? -preguntó Hoseok frunciendo el ceño pero manteniendo su sonrisa.

-¿No puedo simplemente salir a algún local? -gruñó Yoongi, Namjoon negó.

-Sabes que es imposible 

-Bien, a mí me da igual -dije suspirando, la verdad no quería dormir en un lugar apestado a comida, Yoongi hizo una mueca y al final cedió, cosa que impresionó a todos. Bueno, algo así como que los confundió.

-Sí, acataré las ordenes, pero cocina rápido -aquello fue prácticamente una orden e iba dirigida a Jin hyung, pero este prefirió asentir y apresurarse que negarse y regañar; Y es que todos sabíamos que Yoongi era capaz de salir sin autorización y hasta sin disfraz a la calle con tal de no comer en la habitación.

Cuando la comida estuvo lista hicimos una hilera en espera de que llegase nuestro turno y podamos servirnos a nuestro gusto. Luego cada uno con sus platos llenos nos dirigimos a nuestras habitaciones. 

Pronto Yoongi apareció en mi habitación con su plato con comida y se sentó a piernas cruzadas sobre mi cama.

-¿Tu pie ya mejoró por completo? -asentí con mis mejillas llenas y sonrojadas. Que vergüenza me ha dado que me vea así.

-¿Hyung? -hablé después de tragar.

-¿Sí?

-¿Por qué estás siendo tan sumiso? -pregunté jugando con la comida en el plato a la espera de su respuesta.

-Es mi método para demostrar que realmente quiero cambiar... -murmuró comenzando a comer.

-¿Por qué?

-Por ti -susurró mirándome fijamente.

-Hyung, te amo -dije dejado mi plato sobre el escritorio y sentándome junto a él, comencé a acercarme más, quería besarle.

-Sabes que yo también... -susurró dedicándose por completo a observar mis labios aproximándose a los suyos.

-Santísima mierda... -salté lejos de Yoongi cuando ambos escuchamos aquella voz ajena, y me giré con rapidez hacia la puerta econtrándome con Jungkook, quien nos miraba a Yoongi y a mí con gran asombro-. Ustedes están... -nos apuntó en silencio y mordió su labio inferior, luego bajó su mano, bajó su mirada, se dio media vuelta y cerró la puerta detrás de sí.

-Mierda, mierda y más mierda -dijo Yoongi levantándose con el plato en mano y saliendo rápidamente de mi habitación. 

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