#3
-Oye hyung -escuché decirle Jungkook a Yoongi mientras yo comía un tazón con cereales untados en leche- ¿Qué fue lo que Jiminie te dijo cuando íbamos saliendo de la sala de ensayos ayer? -que curioso andaba el maknae, pensé masticando mis cereales.
-Nada -respondió cortante, con esa actitud tan hostil que demanda que alguien lo golpee muy fuerte en el rostro, y ojalá fuese yo.
-No puedo haber sido nada -insistió Jungkook-, noté como cambió la expresión en tu rostro, de un momento a otro te pusiste serio
-Siempre estoy serio, mocoso -gruñó y me observó por el rabillo del ojo, yo fingí que ignoraba lo que estaban hablando echando otra cucharada de cereal a mi boca.
-No, hablo enserio hyung, creo que hasta podría decir que estabas triste, o molesto -quise reír, realmente tenía muchas ganas de reír en estos momentos, pero debía intentar ignorar el tema.
Ok, no pude.
Y no pasé desapercibido.
Park Jimin, el de la risa de foca con deficiencia hacia acto de presencia en la mesa del living-comedor del departamento de Bangtan.
-¿Y tú de qué te ríes? -preguntó Yoongi con rudeza, obviamente él sabía.
-Yo... -dejé todo al aire y seguí riéndome mientras me levantaba a dejar el tazón en el lava-vajillas y caminaba con leves cojeos hasta mi habitación.
Me encontraba en mi habitación, echado sobre la cama con el celular en mano conversando con mamá por whatsapp, cuando escuché mi puerta abrirse y cerrarse.
-Suga hyung, puedes irte -dije sin siquiera observar de quien se trataba, obviamente era él.
-Jiminie... ¿Te burlas de mí? -preguntó indignado, despegué mi vista del celular para saber que expresión tenía y evité sonreír al ver un puchero marcado en sus labios delgados.
-Eres tú el que se burla de mí, hyung -dije volviendo mi atención al celular-. Eres un idiota
-Hey, detén esos insultos, soy tu superior -gruñó.
-Me importa una mierda, así como a ti te importó una mierda si me caí o me dolió o algo -realmente me sentía molesto al respecto.
-De hecho... venía a verte para saber si tu pie estaba mejor, realmente lamento eso, pero sabes que...
-Claro, claro -rodé los ojos-. Suga y Yoongi son personajes distintos, y Suga el rudo no puede permitirse ni siquiera preguntar si me encuentro bien luego de un accidente, eso arruinaría su gran imagen -me senté y dejé mi celular a un lado para prestarle más atención.
-Jimin, eso no es verdad
-Por supuesto que lo es -dije seguro-, ahora, sal de mi habitación
-Pero -
-Mi pie está perfectamente bien, ¿qué acaso no me viste cojear denante? -pregunté con sarcasmo, rodó los ojos y bufó.
-No se puede hablar contigo, me largo
-Bien, como quieras
-Jiminie... -suspiró-. No quiero que estemos peleados -mordí mi labio inferior con algo de fuerza, yo tampoco quería pelear, pero estaba harto de todos sus malos tratos frente a los demás.
-Pues no parezco importarte tanto frente a los chicos -revolvió su cabello con frustración y se acercó a mí, tomando mis muñecas y tirando de mí hasta rozar nuestras narices.
-Te quiero, Jimin, de verdad lo hago -y todo se fue al carajo. Nunca me había dicho que me quería, y yo realmente, repito, realmente necesitaba besarlo en esos momentos.
-Yoongi... -suspiré sobre sus labios-. Sigues estando castigado -susurré.
-¿Qué quieres decir? -preguntó con el ceño fruncido, besándome nuevamente antes de dejarme hablar.
-Hyung, sigues siendo un idiota, ayer te lo dije -mordió su labio inferior y asintió.
-Lo tengo, me olvido de tu trasero -dijo de mala gana y volvió a besarme, no pude evitar sonreír-. Te demostraré que voy en serio
-Cuando dejes de ser tan idiota conmigo frente a los demás, creeré en tus palabras, Min Yoongi -nos miramos durante minutos que parecieron eternos, y volvimos a devorar nuestros labios con hambre.
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