Los chicos nuevos habían llegado y me irritaba su presencia.

Claro, podía comerme a besos a mi hyung en casa y disfrutar de bromas y alguna que otra caricia frente a los chicos sin ser regañados, pero toda esa libertad que habíamos adquirido hacía apenas un par de semanas se esfumó con su llegada.

Eran siete insoportables chicos de más o menos nuestra misma edad, pero simplemente no me podían agradar, no si de una forma indirecta van a interferir con mi relación.

-Vamos, Jiminie... no seas infantil -dijo Yoongi acariciando mi brazo, lo miré de soslayo y negué con la cabeza.

-Quiero tomarte de la mano -me giré a mirarlo de frente-. Quiero estar a tu lado sin que nadie interfiera

-Yo lo sé, pero por ahora no es posible, debemos esperar a que debuten bebé -se acercó y me rodeó con sus brazos la cintura.

-Me cuesta creer que eso vaya a suceder algún día con lo fastidiosos que son -farfullé abrazándolo por el cuello.

-Lo dices porque no haz querido hablarle a ninguno -rió y comenzamos un suave vals.

-¿Y para qué? Si los odio que se note para que se vayan -rodó los ojos y me robó un pequeño beso que logró en mí una sonrisa.

-Dales una oportunidad, son simpáticos 

-¿Qué? -Me sentí indignado en ese momento ¿Cómo se atrevía a pedirme tal idiotez?

-Si somos sus amigos nos guardarán el secreto ¿O no? -aquel comentario finalmente me hizo reír y nos besamos sintiendo la sonrisa el uno del otro.

-Te amo mucho -susurré sobre sus labios y le mordí el labio inferior cuando sentí el fuerte y atrevido apretón de sus manos en mi trasero.

-Te amo más -murmuró y a tropezones llegamos a la cama.

(Ok que cursi, no puedo con esto, yo a mi pololo (pareja/novio, cómo le llamen) le digo "Oye br0")