Estaban frustradas, su marido a los pocos años de los miles que estuvieron juntos, había caído en una "depresión" por su castigo, solo ver desgracia, ver las consecuencias de sus actos.
Lo habían dejado y separado de el, se sentían frustradas, despechadas. El maldito de Lucifer solo le pudo dar una hija a una de ellas, Charlie, hija de Lilith.

Querían volver al cielo, el infierno ya no les proporcionaba los placeres de antes, querían volver con Adam, no por amor, no por arrepentimiento por lo que habían echó, por haberlo abandonado y maldecido, si no por interés, nunca hubo amor.

Y para ello utilizarían a la hija de Lilith y Lucifer, Charlie, la ingenuidad de la misma para así conseguir su objetivo. Con Adam, definitivamente estarían mucho mejor con su ex-esposo que con el enano llorón de Lucifer.

Sin saberlo, algo ocurría en el cielo. Una reunión entre ex-señor y ex-exorcista estaba ocurriendo, junto con un invitado especial.

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Hola mí pequeñín - Dijo Vaggie con una sonrisa tranquila agarrando al "hijo" de su ex-señor en un fuerte abrazo. Mientras que este solo miraba, tranquilo por la interacción de los dos al frente suyo, su hijo siempre estaba decaído, esperando a la mujer que consideraba su madre, en parte el tenía la culpa por hacerlo creer en eso.

Adam... -

Si?, Mí Polilla? - En ella solo apareció un leve tinte rosa en sus mejillas, el noto eso y le pareció gracioso, parece que algunas cosas nunca cambian.

Sabés que no puedo quedarme para siempre...?, verdad? -

Si... -

Pero... -

¿...? - Estaba confundido, ver los ojos indecisos de su ex-exorcista puso curioso.

Yo quiero seguir viéndolo -

A él o a mí? - Preguntó divertido, ver su vergüenza nuevamente era una acaricia a su dañada alma.

A los dos... -

... -

... -

Se quedaron en un silencio cómodo por algunos minutos viendo como la pequeña masa rosada con vida y zapatitos rojos a la cual Adam bautizó como Kirby se quedaba dormido lentamente en los brazos de Vaggie.

¿Nunca me olvidaste...? - La repentina pregunta de Vaggie lo había tomado por sorpresa, pero respondió lo más rápido posible.

Nunca lo hice... y nunca lo habría echó, incluso si en verdad me hubieras abandonado... -

... -
¿Sigues amando a...? -

Ellas dos tomaron su decisión en querer estar con Lucifer y aunque no sienta odio por ellas, tampoco siento lo mismo que sentía en vida y nunca lo volveré a sentir algo por ellas... -

¿Por qué no sientes odio...?, literalmente te traicionaron y te pusieron una maldición - Al último el tono de Vaggie era de molestia, molestia por esas dos perras.

Créeme, traté de odiarlas con todo mí ser por demasiado tiempo, pero... -

¿Pero...? -

Solo quiero avanzar y el odio no me permitirá hacerlo -

... -

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Había vuelto al infierno, pasar tiempo con el primer hombre era muy agradable para ella, casi olvidaba lo que se sentía cuando fue exorcista y pasaba tiempo con su ex-señor.
Pero cuando volvió al hotel su novia, Charlie, empezó una discusión con ella.

¿!Por qué no me avisaste que ibas al cielo¡? - Preguntó muy molesta la princesa del infierno. Mientras que su novia la veía sorprendida.

Pero si te avise que me llamaron del infierno así tuviera una reunión con Adam -

¡No, no lo hiciste!, ¡y más encima me estás diciendo que tuviste una reunión con el tipo que trató de matarnos!, ¿!acaso sabés lo preocupada que estaba por ti¡?, ¿pensé que te había pasado algo malo! -

Cariño... - Trató de tranquilizarla pero esta seguía molesta.

¡Estuviste una semana en el cielo!, ¡Parece que siempre es lo mismo contigo, nunca me dices nada! -

¡Pero si te digo las cosas, tu nunca escuchas lo que te digo! -

Por la fuerte discusión que estaba teniendo la pareja, todos los empleados del hotel incluida la madre y tía de Charlie fueron a ver lo que ocurría.
Algunos como Angel Dust, Nifty, Alastor y Eva disfrutaban del drama y chisme.

Mientras que Husk, al gato borracho no le importaba un carajo, solo estaba molesto, no le dejaban beber en paz. Y Lilith, bueno, ella solo veía seria la discusión de pareja, pensativa, trataba de ver cómo esto se le sería de utilidad en su plan.

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Vaggie estaba en su habitación, deprimida, su relación con su novia por el pasar de los años y el proyecto de la misma de fue desgastando.
Para distraerse vió lo que le regaló Adam, o mejor dicho, le devolvió, era un traje especial.
Recordó la vez que el la hizo aprender algunas cosas.

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M-mí señor no creo que sea lo adecuado -

Tonterías, esto se les será de utilidad, por eso las traje a todas aquí, tienen que aprender a bailar, las ayudará en el combate -

¿Pe-pero por qué el traje señor? -

Es tu recompensa, obtuviste un record impresionante, más de seiscientos pecadores eliminados, te lo mereces -

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Gracias mí señor... -

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Vió su traje con una sonrisa, recordar a Adam hacía que sus problemas desaparecían.

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Mí señor...

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Espero que les guste el capítulo de hoy, cualquier sugerencia que tengan siempre será bien recibida, los quiero.

5: Problemas...