VI. Juicio
Quedaba un mes para que Hyunjin cumpliera el plazo como tutor. En ese tiempo, todo había transcurrido con relativa calma; los hermanos de Felix no mostraban signos de querer otra pelea, la venta de los perfumes iba de maravilla, el oijverde había aprendido a controlar su ansiedad cada que Hyunjin lo tomaba de la mano o lo besaba y su relación tomaba rumbo lento.
Faltaba que ambos encontraran una manera de que Felix pudiera tener más control sobre su propia compañía para variar, porque habría ocasiones que el rubio no podría trabajar diariamente; siempre ha sido difícil ser tu propio jefe, así que la idea de tener un socio es una excelente maniobra para evitar caer en burn-out... Pero, y pensando esto con todo el amor del mundo, ¿cómo podría lograr que Felix fuera autosuficiente para manejar las exigencias de su clientela?
Hyunjin aún estaba en el lio resolutivo, pero su relación amorosa con el ojiverde opacaba su concentración.
Desafortunadamente – o afortunadamente, según el punto de vista –, notó eso un día que estaba trabajando con Chris.
Estaban cerrando cuentas mensuales antes de empezar a renovar algunos contratos. Ambos hombres se hallaban en la oficina principal de la mansión, trabajando a la mitad de los contratos, teniendo la asesoría legal para fundamentarlos. Hyunjin estaba acomodando todo en carpetas, bajo llave, agradeciendo entusiasta a Chris por seguir apoyándolo.
El abogado sumió sus labios, metiendo sus manos en sus bolsillos. Claramente no tenía calma en su mente. Cosa que notó el otro.
— ¿Todo bien, amigo? —preguntó. —Te has quedado como estatua ceñuda
—... Falta un mes para el primer juicio —puntualizó caminando en círculos. —Desde mi punto de vista, has sido un excelente tutor, mejor de lo que hubiera creído
—Estás por decir que hay un "pero", ¿cierto?
Chris asintió. —Pero no creo que el juez esté conforme
— ¿De qué hablas?
—Escucha Hyunjin, sé que adoras a Felix. Me quedé muy sorprendido después de que me comentaste sobre su relación, lo respeto, de verdad; pero desde un punto de vista imparcial y fiscal, te pedirán pruebas reales de que Felix es capaz de dirigir su negocio con tu ayuda...
El abogado encogió sus hombros, suspirando con pesadez. —Objetivamente hablando, no he visto nada de progreso
—Pero la empresa tiene buenas ganancias y las ventas se han mantenido estables —replicó el rubio, confundido. —Felix ha estado aquí conmigo para decidir los perfumes a los que se les invierte más y siempre es acertado
—Eso lo hace porque tú lo guías —observó Chris. —La condición de permitirle continuar siendo el jefe de su empresa familiar es que él demuestre un nivel de independencia y esté realmente consciente de su papel como líder. Tú como tutor solo lo puedes aconsejar. Seamos sinceros: Felix solo puede entender a su empresa gracias a ti, pero es mucho peso sobre sus hombros todavía
— ¿Qué estás diciendo?
—Solo pienso, desde una opinión profesional, que aun con tus esfuerzos como tutor, Felix no sería capaz de ser el líder que la empresa requiere. Y antes de que lo tomes personal, su relación no tiene nada que ver, pero debes comprender que su capacidad de aprendizaje y percepción difícilmente le brindará un desempeño óptimo.
Hyunjin idolatraba a Felix, pero la realidad lo golpeaba. Ninguna corte aceptaría que Felix dirigiera una compañía si no era capaz de elegir entre un logotipo para sus envases de perfume, o de diseñar encuestas de satisfacción y hacer contratos de publicidad. El rubio estaba seguro que, de no ser por su conocimiento y experiencia en la compañía de su padre, él tampoco podría entender los requerimientos básicos para liderar.
Escuchaba atentamente a Chris intentando encontrar una solución al respecto... Pero no quería herir la sensibilidad de Felix, no ahora que estaba floreciendo un romance lleno de la más pura inocencia y amabilidad. Sin embargo, sus buenas intenciones no podrían aleccionar al azabache para defenderse.
Mierda, debía ser más estricto y no dejarse llevar por sus esmeraldas o sus tiernas palabras. Ojalá fuera sencillo de hacer.
—El juicio está programado a las 10:00 am. Espera mi confirmación unos días antes —continuó Chris, tomando su saco.
— ¿La corte tendría algún problema si les cuento de mi relación sentimental? —preguntó el nórdico antes de que el abogado saliera del estudio.
—Técnicamente, no. Pero lo catalogarían como conflicto de interés. Depende de ti si lo quieres mencionar
Acto seguido, Chris cerró la puerta, dejando a Hyunjin demasiado pensativo.
-o-o-o-o-
Al día siguiente, durante el horario de "trabajo", Hyunjin y Felix estaban terminando de revisar algunos cálculos para los insumos del siguiente lote de perfumería. Vale, Hyunjin lo revisaba, Felix solo estaba tomando las manos de su novio en cada oportunidad que el rubio no sostenía un bolígrafo.
—Tal vez podríamos incrementar las ganancias si formulamos una fragancia que recuerde al caramelo, o algún dulce. A la mayoría de las personas les encantan los postres. ¿Qué piensas, Felix?
El azabache asintió, pero no mencionó ideas concretas. Estaba entretenido con el porte serio que Hyunjin adoptaba cuando estaba concentrado.
Por más que al mayor le agradara la compañía, debía obtener una respuesta. Tomó ambas manos de Felix, besando sus nudillos y soltándolas.
—Me encantaría poder hacerlo más sencillo para ti, pero de verdad necesito una opinión de parte tuya Felix —pidió. —Eres el director de una compañía, la corte debe saber que tus ideas son funcionales
El ojiverde hizo un "oh" silencioso, cruzó sus brazos y miró con extrañeza al otro.
—Quiero ir al jardín. ¿Podemos? —dijo para desviar la conversación.
—No, Felix. Esta decisión es importante, la tenemos que tomar para determinar si cerrar y reabrir contratos para finales de mes y visitar las instalaciones de la compañía de perfumes. Debes conocer a tus empleados
—Quiero ir al jardín —levantó un poco la voz.
—Iremos, pero no ahora. Recuerda que tus padres confiaban para ti para ser un excelente líder, y personalmente pienso que puedes lograrlo, pero para eso necesito que enfoques tu atención aquí
Hyunjin intentaba sonar sereno porque el ojiverde tenía esa vena de la impaciencia manifestándose, lo notaba en su voz y sus manos temblando.
— ¡Quiero ir al jardín! —explotó Felix, levantándose de su silla.
—No tienes que gritar, y lo siento, pero no vamos al jardín hasta que no terminemos de trabajar
— ¡Trabajar es una tontería! ¿Por qué no simplemente dejar que alguien más decida esas cosas? Me gustan los perfumes porque huelen bien, no porque me den dinero. Y, y, y no entiendo qué de malo hay en querer ir al jardín... Hacer cuentas, tener juntas, firmar contratos, una y otra y otra y otra vez. No para jamás —soltó Felix con franco enfado. —Estamos aquí, pero no te siento aquí Hyunjin... Me frustra mucho
El rubio enderezó su postura, notando la mala disposición del otro en continuar con una charla de negocios. Era claro que el azabache no estaba cómodo con asumir un papel de líder, pero ¿de qué otra forma podía ayudarlo? Precisamente su trabajo como tutor era asegurarse que no perdiera su patrimonio por...
¿Ser como era? ¿Por tener autismo?
—Lo lamento, Felix —se disculpó más por el pensamiento que pasó por su mente que por la situación en sí. —Quiero intentar ser un tutor para que puedas conservar la empresa que te heredaron tus padres. Sé que me dejo llevar por el trabajo, pero es porque me importa que durante el juicio demuestres que conoces tus materiales de trabajo
El ojiverde frunció el ceño. Claramente había interpretado aquello de forma equivocada. Él estaba asustado de ver a Hyunjin hablar tan serio; él no es así, él lo abraza y le pequeños besos en la frente cuando están juntos.
—Quiero a mi Hyunjin-novio. Detesto a Hyunjin-tutor —expresó, cruzándose de brazos.
—Felix, sigo siendo tu novio, pero también tengo responsabilidades docentes.
—No quiero
—Por favor —dijo con voz más blanda. —Me catalogarán como un mal tutor si no aprendes a dirigir tu empresa. Necesito tu cooperación
El corazón del azabache se estrujó ante la declaratoria. Felix no dijo nada, sumiendo sus labios y apretando sus dedos contra sus brazos cruzados.
—Entonces la cuestión de todo este embrollo es calificar cuanto puedes enseñarle a alguien como yo —dijo más en tono de decepción que como reclamo, dejando más que claro que estaba a punto de llorar. —Es lo único que importa al final del día, ¿verdad? ... No puedo cambiar, Hyunjin, tengo austismo. No-no me sirve conocer mi empresa si lo único que deseo es estar contigo, no un montón de papeles... Yo-yo-yo de verdad me he esforzado en qu-que me ames como yo a ti.
Al finalizar la frase, el azabache tomó paso veloz hacia la puerta sin voltear, aunque Hyunjin lo llamara, siguiéndolo hasta su habitación, en la que se encerró para ignorar la voz de su novio. Estaba lastimado por sus palabras y la frustración confundiéndolo. ¿Hyunjin lo quería o no? ¿O estaba enamorado de una pila de papeles y archivos en una laptop? Ojalá le prestara tanta atención a él como al montón de transacciones y contratos que decía manejar.
-o-o-o-o-
El rubio llevaba quince minutos llamando a la puerta de Felix, preocupado que pudiera lastimarse al querer golpearse la cabeza en una crisis de ansiedad, a pesar de haberlo visto más calmado al salir del estudio que otras veces cuando el estrés lo abrumaba. Al menos no había escuchado ruidos secos o manotazos.
Sin embargo, no podía confiar que el ojiverde estuviera quieto, él era su novio y tutor por todos los dioses. Era su responsabilidad cuidarlo... Aunque, minutos atrás, el argumento del menor llevaba la razón. Nornas, estaba consciente que Felix tenía una personalidad y mentalidad caótica, pero desde el principio había aceptado esa realidad; en primer lugar, se enamoró de él por la pureza y honestidad en su pensamiento. La condenada tutoría no debía interferir. Si en serio se preocupaba por él, a esas alturas ya debía saber que Felix no pedía aprender para qué sirven los balances o los indicadores de desempeño y productividad; el pedía la compañía y cariño del novio que tanto anheló, independientemente si había un juicio de por medio.
Oh.
De acuerdo, Hyunjin. La liaste gorda, muy gorda.
El mayor cubrió su mano con su cara, convencido que era mejor darle su espacio a Felix por ahora, bajando por las escaleras y encontrando a Emily con los brazos cruzados y golpeando el piso con su tacón en señal reprobatoria.
— ¿Qué carajo fue todo ese escándalo? —preguntó la chica con una ceja levantada. —Quiero empezar a oír una explicación y más vale que sea una creíble
—Dioses, Emily. ¿Cuánto tiempo has estado ahí?
El rubio, exasperado, caminó de largo evadiendo la pregunta de su amiga.
—El suficiente par-... Hey, ¡vuelve acá, Hyunjin Hwang! —reclamó la rubia, siguiendo sus pasos hasta el jardín. — ¡No creas que te has librado de mí!
El otro se detuvo y pisó fuerte el pasto, mirando hacia la ventana que daba directo a la habitación de Felix. Ahí estaba, en la ventana, mirando hacia abajo como si estuviera castigado. Cuando ambos se miraron, el ojiverde volteó su rostro y recorrió las cortinas para ignorar a Hyunjin.
Por su parte, el nórdico se sentía fatal de haberlo visto llorar.
—Oye, no estoy pintada. Me dirás qué está pasando y después irás a disculparte con Felix, sea tu culpa o no
—No es eso Emily
—Oh, entonces ¿qué es? Felix te admira y te quiere mucho. ¿Cómo explicas que esté encerrado evadiéndote?
—Tal vez le dije que no sería visto como un buen tutor si él no aprende a dirigir su compañía —confesó rascando su nuca.
— ¡¿Hiciste qué?! —apuntó sorprendida la chica. —Oh, por todos los dioses, Hyunjin. ¿Tienes esporas o garbanzo en la cabeza? Felix jamás ha querido ser el líder de su empresa.
¿Qué estaba diciendo?
—Felix nunca ha querido dirigirla —continuó. —Solo repite lo que sus padres estipularon en su testamento, pero la realidad es que los perfumes son solo un pasatiempo. Es un genio descubriendo nuevas fórmulas y por eso sus padres lo consentían, para obtener esa información. ¡Agh, no debiste decirle eso! Ahora se sentirá que es poca cosa frente a ti.
—Pero eso no es cierto
—Él no lo sabe. Creí haberte dicho que Felix se toma muy literalmente todo lo que le dicen y si tu insistes que debe ser el líder, le impones una responsabilidad que él no quiere y terminará frustrado por intentar complacerte... Un tutor es una fachada: tanto Felix como Chris saben que colocar tu nombre bajo un acuerdo legal, será un equivalente a entregarte la compañía. Tú serás el verdadero dueño
¿Ser el dueño? Pero era imposible. Hyunjin no había considerado esa laguna legal, es decir, ¿no había represalias por hacer eso? Y lo más importante de todo: ¿sería buena idea que él administrara una empresa que, esencialmente, no era suya? Parecía un poco injusto a la memoria del difunto matrimonio Lee.
Por más que Hyunjin quisiera darse el tiempo de analizar la situación legal, estaba más pendiente de hacer las paces con Felix. Nadie tenía culpa de nada y el hecho de continuar un legado familiar detonaba estrés, incluso siendo criado y preparado para el puesto, Hyunjin lo comprendía a la perfección. Deseaba darle un respiro al azabache y no cargarle más responsabilidad; y decirle cuánto lo quería, por supuesto.
—Discutiremos luego sobre mi puesto como director de la empresa. En este momento solo quiero ir con Felix —excusó el rubio, pasando a un lado de Emily para subir de nuevo las escaleras.
La chica quedó unos minutos en el jardín, con la mirada hacia la ventana de Felix, de la cual se abrieron las cortinas a los pocos minutos. Notó, con ojo chismoso, la "discusión" entre la pareja. Sabía que la convivencia con Felix no era sencilla, pero si el nórdico estaba poniendo todo su esfuerzo para que funcionara, no debía temer; las relaciones de pareja, por más sanas que fueran, jamás serían miel sobre hojuelas todo el tiempo. Siempre hay dificultades y tropiezos, pero el verdadero reto es afrontarlo como equipo.
Su semblante se calmó al ver que Felix cedía ante un abrazo del bobo rubio y éste tomaba su mentón para darle un beso suave.
Poco le duró su emoción de amiga-fanática-del-amor pues llamaron a la puerta, y al momento de atender, suspiró exasperada ante la desagradable visita.
—Emily, no esperábamos verte aquí
La voz de John y su asquerosa y pretenciosa barba de candado la sacaron de quicio. Andrew estaba a lado su como siempre.
—Vivo aquí
—Lo sé, preciosa, pero no por mucho tiempo —interrumpió John. —Verás, hemos estado asesorándonos durante estas semanas y recibiendo noticias muy interesantes de lo que sucede aquí. Tendremos que adelantar el juicio de Hyunjin
— ¿De qué hablas?
John caminó a un lado de la puerta para que Emily notara con inquietud que había dos patrullas de policía con oficiales esperando afuera de la mansión.
—Ante la sospecha de un posible conflicto de interés, Andrew y yo tenemos el derecho a solicitar un juicio precoz porque, ya sabes, sería una lástima que hubiera un plan prefabricado para quitarnos nuestro preciado patrimonio
—Y como sabemos lo cooperativo que es mi hermano, solicitamos apoyo de una unidad especial para poder contenerlo, en caso de que quiera morder a John de nuevo —agregó Andrew, colocando un mechón de su plateado cabello tras su oreja.
—Estamos seguros que no quieres contradecir a la ley —burló John.
Las alarmas mentales de Emily iniciaron fuego en su cabeza; oh, mierda, esto no pintaba como un acuerdo amigable, no con más de seis oficiales y un par de enfermeros en una ambulancia aparcada a lo lejos. Hubiera rebatido los argumentos, pero Chris había mencionado que era una posibilidad que ocurriese ese escenario; el hecho de contener a Felix por sí mismo alteraba las cartas a favor de sus hermanos bajo la excusa que era violento.
—Al menos, permítanme explicarle la situación a Felix —pidió con indignación. —Él está tranquilo y saber esto lo alterara bastante.
—Es natural, no creo que sepa lo que le conviene cuando se trata de negocios familiares
—No hablaba de la empresa —respondió la rubia. —Cualquiera se altera si un par de cavernícolas lameculo se paran en la puerta de tu casa tirando un montón de mierda por la boca. Felix tiene poca tolerancia a estar cerca de ustedes dos.
-o-o-o-o-
De camino a los tribunales, Hyunjin había contactado con Chris para aclarar todo el embrollo. Esperaba una jugada sucia de parte de los hermanos de Felix, pero no tan pronto, ni tan agresiva. Sabía que ese par tenía a parte de la policía y los jueces comprados, y quizá no hubiera un juicio justo en el estricto sentido de la palabra, pero eso no importaba; lo realmente importante era permanecer a lado del azabache en todo momento.
Al llegar a las oficinas, Hyunjin ofreció su brazo para que Felix caminara a su lado en la gran sala. Sería la segunda situación estresante del día para su pareja y no estaba seguro de cómo actuaría al respecto. Después de todo, apenas se habían reconciliado de su pelea matutina.
Eso poco importaba para John y Andrew pues estaban impacientes por empezar la parte "jugosa" del juicio. Habían contratado a un abogado de apellido Malekith para ser sus ojos y oídos para las declaraciones que se hicieran; se conocía que aquel hombre tenía un carácter escrupuloso y nefasto, además de dejarse sobornarse seguido.
Después de que Chris llegara al llamamiento, dieron comienzo a la apresurada cita. Al inicio solo habían sido meras formalidades entre los abogados para aclarar el contexto frente al juez encargado de emitir veredictos junto a un pequeño juzgado, pero ahora mismo habían empezado a llamar a los involucrados, comenzando por el mismo Hyunjin.
—Comenzaré formalmente con las preguntas, señoría —anunció Malekith, caminando frente al estrado donde estaba sentado el rubio. —Dígame, señor Hwang, de acuerdo con la lectura de los términos del testamento de los Lee, usted está asumiendo el papel de tutoría, pero no era allegado de la familia antes. ¿Cómo fue que se le autorizó su participación?
—Felix fue quien lo solicitó —respondió el nórdico. —El testamento no especificaba nombres y yo acepté con gusto. Conozco a Felix desde que éramos niños
—Entiendo, y según el acuerdo que se firmó, su deber sería única y exclusivamente guiarlo, ¿cierto? ¿Quisiera recordarnos cuánto tiempo tenía de prueba para demostrar que era un tutor adecuado?
Hynjin miró hacia el ojiverde para animarse. Odiaba las preguntas. —Guiarlo, sí, es mi deber guiarlo, pero también comprenderlo y ayudarle en lo que me pida. Tenía y tengo una responsabilidad con Felix y estaba acordado que serían seis meses.
Malekith alzó una ceja. —Según las condiciones, usted podría quedarse como tutor legal y permanente de Felix Lee, pero al mismo tiempo ser muy allegado a él
—... ¿Y?
—Señoría, eso me parece un serio conflicto de intereses —declaró el abogado. —Y esa es la razón por la que mis clientes han solicitado esta audiencia prematura. Si el señor Hwang aquí presente está cumpliendo el papel de tutor, ¿qué nos asegura que no lo hace por mera conveniencia? Él podría estar sacando ventaja de la estima que le tiene el señor Lee para quedarse con el patrimonio de mis clientes
— ¡Objeción, señoría! Está especulando —intervino Chris desde el otro lado. —No puede asumir que el señor Hwang hace esto con fines lucrativos. Él ni siquiera tiene un sueldo
—Pero sí una visa de trabajo abalada por la compañía Lee que expiraría de inmediato si se declarara que Felix es incompetente para manejar su propia empresa —rebatió Malekith.
— ¡Retráctese de lo que dijo ahora mismo! —gritó con enojo Hyunjin. —Felix es perfectamente capaz de hacer lo que se proponga, incluso si hay personas que continúan diciendo que él debería relegarles la responsabilidad a sus hermanos
El juez golpeó un par de veces con su martillo en la base de madera para imponer orden.
—Suficiente de alegatos —demandó. —Señor Malekith, a menos que tenga pruebas palpables de que el señor Hwang asume la tutoría para quedarse con la empresa, no hay razones para este juicio.
La audiencia guardó silencio un par de segundos, pero el abogado miró fijamente al nórdico y sonrió de lado.
—No, señoría. No tengo evidencia que respalde que el señor Hwang quiera quedarse con el negocio de mis clientes. —dijo caminando hacia su portafolio. —Pero hay un estatuto que dicta que para la aprobación de una tutoría legal el que sea tutor debe proveer guía y tomar responsabilidad para que su protegido sea funcional para la sociedad. Bueno, no creo que estar besando y mimando sean sinónimo de tutoría
En seguida, Malekith mostró varias fotos – producto de evidente espionaje – a la corte, explicando que la relación que sostenían Hyunjin y Felix se podía catalogar como conflicto de interés bajo el argumento de que el autismo del azabache era incapaz de distinguir emociones, y, por tanto, no estaría dando su consentimiento de lo que estaba pasando.
—Dicho de otra manera, eso sería llamado abuso —finalizó dirigiéndose a Hyunjin.
—Eso es absurdo —rebatió el rubio. —Felix siempre expresa cuando algo le molesta y puedo asegurar que nuestra relación no es abuso. Es ridículo pensar que su autismo lo limita a ser amado, señoría. Claramente es una treta para que yo renuncie a la tutoría, puedo asegurar que desde que llegué, el par de hermanos imbéciles de Felix no han hecho más que causarnos problemas
—Entonces admite que tiene una relación sentimental con el señor Lee
—Sí, la tengo —declaró. —Felix y yo somos novios, pero eso no tiene que ver con el testamento. No me interesa si el jurado lo considera imposible o creen que miento. Puedo jurarle que no tengo necesidad de apropiarme de la compañía de nadie; estoy aquí porque quiero estar con ese ángel —dijo, refiriéndose obviamente a Felix.
Después de un par de preguntas más, Hyunjin bajó del estrado.
Estaba cabreado con ganas. El par de malnacidos de John y Andrew estaban ganándose un par de puñetazos en sus horribles rostros, pero debía estar sereno o el teatrito de mierda tardaría más. Había sido una estrategia muy baja inculparlo de abuso en primer lugar y catalogar todo como un conflicto de intereses.
Cuando regresó a su asiento, Felix lo abrazó en seguida.
—Qué horribles personas, diciendo todas esas cosas. Nunca me has obligado a nada
—Lo sé, Felix, pero lo más importante es no tenerles miedo. Creen que son mejores que tu solo porque la sociedad lo considera "funcionales".
Un par de martillazos llamó la atención de todos los presentes.
—Tomaremos diez minutos de receso para reconsiderar las declaraciones del señor Hwang y las demandas de los hermanos Lee. Al regresar continuaremos con el interrogatorio de Felix Lee
¡Denle un respiro, por amor a los dioses! Pensó Hyunjin mostrándole el dedo medio a John y Andrew cuando los miraron de vuelta.
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Todos los créditos a la autora original @CentauroZafiro
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