Escena eliminada de Obsesión, porque en la idea original Él iba a tener un cómplice en la línea para la que trabaja Alejo. Al bajar la idea al manuscrito no ví la necesidad de ponerle un cómplice de su fechoría, además el psicópata por lo general actúa en soledad.

Disclaimer: me reservo el derecho de tomar las escenas y ponerlas en algún otro libro/cuento/secuela (?). Si la ven en otro lado, que sea bajo mi usuario, sino hay tabla.

Reflejos

Ella era observada por Él. Pero no por los ojos de Él, sino por otras dos tazas de café.

Él la observaba suspirar fastidiada, con la cabeza contra la ventanilla, deseando poder ubicarle un correctivo al infante que no paraba de revolcarse en el asiento de adelante.

Él la observaba achinar ojos de cansancio, parpadeando mil veces para lubricar sus dos tazas de café rojas.

Él la observaba revivir del cansancio, sonreír y reír como desquiciada con los mensajes que sus amigos enviaban a su móvil.

Él la observaba cantar sin emitir sonido, solo moviendo sus labios, con la mirada perdida en algún punto de la calle.

Él la observaba despeinarse mil veces y un millón más. Frustrada. Ansiosa. Cansada. Restregando sus ojos antes de arruinar un peinado que murió horas atrás.

Él la observaba morderse las uñas. Morderse el labio. Morderse la lengua con las muelas, permitiendo el paso de más oxígeno por su boca levemente abierta.

Él la observaba arrugar los labios reprobando a la doña, que con su mirada reprobaba la bella jovencita que se disponía a bajar.

Él la observaba preocuparse por la copiosa lluvia que golpeaba su ventanilla, lamentándose de no llevar paraguas.

Él la observaba cada vez que podía a través de esas dos tazas de café que oficiaban de espejo, a través de las detalladas descripciones que su amigo le enviaba a su teléfono en cada semáforo, entre boleto y boleto expendido. Era el espejo que apuntaba a otro espejo para reflejar esa imagen que no podemos ver.

Él no estaba ahí para verla, pero igual la veía. La imaginaba en todas esas acciones que le describían a detalle, la sentía cerca a pesar de tenerla lejos, la sentía suya lo que durara el viaje. Porque Él mandaba a otro a que la cuide en su lugar, aunque sabía que su corazón ya tenía dueño, aunque era consciente de que se la estaba cuidando a otro. Por un momento se permitía imaginar que Ella iba a su encuentro, porque mientras estuviera bajo la tutela de su amigo, Ella era de Él.

Y de nadie más.

Obsesión es uno de los dos adelantos actualmente publicados de Historias Para Viajar, lo encuentran en mi perfil.

La hermosa portada hecha por JM_Roy