Ya no llores

A veces la vida no es más que dolor, súplicas y llanto cuando la suave brisa de lluvia de la vida se convierte en una borrasca helada y tormentosa llena de vientos tan cortantes como dagas ¿Cuánto dolor puede soportar una persona? ¿Cuánto dolor es capaz de doblegar hasta el alma más fuerte de todas?... ¿Qué dolor... Es el que mata el alma?... ¿Qué dolor... Es el que destroza al corazón?... ¿Cuánto dolor nos causa el de perder al ser querido? Sufrir por amar es vivir el final de una historia, las cosas que no se dijeron en vida anhelarán ser escuchadas en el más allá resonando en los llantos de la muerte que ignora el sufrir del mundo pero... En algún lugar... Tal vez alguien nos recuerda, nos cobija con cada suave brisa que acaricia nuestro cuerpo y nos cuida con cada respiro que damos y por ello... Aquel que sobrevive en la tempestad se ríe con la brisa pero ¿Qué hay de aquellas personas que han vivido tempestad tras tempestad? Un corazón destrozado... ¿Puede volver a amar?...

Once de la noche en un hospital de Michigan... La muerte se cobija como pocas veces... Una joven de cabellos negros camina en círculos dentro de la temible sala de espera, sus dedos sangran de las mordidas que se ha dado a ella misma buscando calmar su ansiedad y eso apenas es el comienzo. En el quirófano... La muerte ha terminado su visita...

-¡Uno, dos, tres! ¡DESPIERTA!- un RCP inservible que solo flagela la débil ilusión del control mismo -¡EL DESFRIBILADOR! ¡ENFERMERA DÉMELO YA!

-Pero doctor...

-¡YA! ¡ESTÁ MURIENDO!

-Oye...

-¡GUARDA SILENCIO! ¡PUEDO HACERLO! ¡RESPIRA POR FAVOR!

-Ya dejala...

-¡NO, NO, NO! ¡TU HIJA TE ESPERA! ¡ES UNA BEBITA HERMOSA! ¡ES RUBIA Y DE OJOS PEQUEÑOS!... Es regordeta y su bella carita tiene mejillas rosadas... Tú la viste... ¡Es perfecta...! Aún hay tanto por lo que vivir...

-Doctor...

-No, no tú no...

-Doctor respire por favor...

-¡AÚN TIENE PULSO! ¡SI NADIE VA A AYUDAR VÁYANSE AL CARAJO!- pese a la cruda verdad nos resistimos a la terrible idea de afrontar la realidad, realidad que al verla solo nos lastima.

Once y media de la noche y la chica aún sigue dando vueltas acompañada de sus seres queridos.

-Lucy...

-Ella estará bien, confía en ellos...

-Llámala...

-No hasta que alguno salga del quirófano.

-Yo no creo que ella sobreviva- cada palabra destroza a una mujer de cabello castaño que llora en la sala de espera, aquella mujer trata de hacer entrar en razón a su hermana -ya déjala descansar en paz.

-No puedo...- el tiempo mismo se congeló cuando una mujer de lentes y voz seseante salió de urgencias -¡Lisa!- la misma mujer de cabello color carbón ilusiona su esperanza al ver a su hermana -¡¿Cuándo podremos verla?!... ¿Lisa?- su rostro sin lentes muestra los pequeños ojos irritados que llaman a sus lágrimas, su hermana mayor no puede creer lo que ha sucedido.

-No... No... Tú dijiste que...

-Llámala...- no es una chica genio sin sentimientos la que habla sino una persona en duelo -Lynn ayúdame... Él... Ella murió desde hace media hora y él (sniff) sigue tra... Tra... Tratando de reanimarla...

-¿Puedo entrar?- pese al dolor que está viviendo sabe que nadie sufre más que él, sus llantos retumban más fuerte que los poderosos tambores de batalla, sus lágrimas causan más inundaciones que la translación misma.

-Sólo por esta vez... ¿Y Leni?

-Sigue anestesiada en el auto...

-Que Luna le de la noticia.

-¿Qué hay de... Eso?

-¡ELLA IDIOTA! ¡ES ELLA! Y... Está bien, es una niña fuerte y sana, es hermosa... Y muy tierna... Es igual a su mamá...

-Sé que es tu proyecto pero...- una furia inminente hizo reaccionar a Lisa la cual derribó a su hermana de una patada en el estómago -¡NO LE LLAMES ASÍ! ¡"ESO" TIENE PADRES! ¡TIENE UNA TÍA QUE LA AMA Y QUE...! Que mató a su madre... Lynn... Yo la maté...

-No...

-¡Yo la maté! ¡Yo asesiné a la madre de mi sobrina! Yo... Asesiné a mi hermana...

-Tú no lo hiciste, fue ese estúpido... Por su culpa terminamos de esta manera.

-Preocuparnos por él no hará la diferencia pero por favor ayúdame con "ya sabes quién"- sus rostros empapados en lágrimas reflejan el dolor de la muerte, algo que vemos imposible pero que sucede en menos de un suspiro, un colibrí aletea más lento en comparación a la cantidad de personas que mueren en un día... Las hermanas entran al quirófano mientras varios médicos y enfermeras les abren paso...

Y ahí dentro... Un hombre de cabello blanco llora al lado de un cadáver...

Cuando las hermanas entran las recibe con una mirada distinta de cualquier otra que jamás hayan visto en él, el dolor le hace regalar falsos sentimientos.

-¡¡¡POR QUÉ!!! ¡¿POR QUÉ TUVE QUE MATARLA?! ¡¿QUIÉN ME ENVÍO A QUITARLE LA VIDA?!- aquel niño destrozado corre hasta caerse frente a Lisa arrodillándose en el suelo -¡¿POR QUÉ... (Sniff)... Por qué Lisa...?! ¿Por qué la maté?

-Yo lo hice...

-¡YA NO MIENTAS! Ella... Sostuvo mi mano hasta el último segundo...- a Lynn le duele que el último adiós fuese de forma tan atroz pero Lisa tiene razón... Alguien más lo necesita.

-Vamos deja que alguien más se encargue.

-¿Qué haces?- llorando a cántaros Lynn lo toma por la espalda llevándolo fuera -¡NO, NO, NO, DÉJAME! ¡ELLA ME NECESITA!

-¡ELLA YA NO TE NECESITA!

-¡ELLA... ELLA!

-¡ELLA ESTÁ MUERTA!

-¡NO! ¡¡LORI!! ¡¡¡LORI!!!- si... Lincoln mismo es el hombre que patalea al igual que un pequeño niño haciendo berrinche con una leve diferencia la cual podemos preguntarnos: ¿De verdad podemos compararlos? ¿Entendemos el dolor empático?

-¡LINCOLN CÁLMATE!

-¡NO ME PIDAS QUE ME CALME! ¡TENGO QUE AYUDAR A LORI!

-¡NO!

-¡TENGO QUE SALVARLA! ¡MI HERMANA ME NECESITA!

-¡TÚ YA NO TIENES QUE AYUDARLA!

-¡DÉJAME SALVAR A MI HERMANA! ¡POR FAVOR LYNN DÉJAME AYUDAR A MI HERMANA! ¡DÉJAME SALVARLE LA VIDA!- el resto de las personas que ahí estaban eran testigos de cómo un hombre sonriente, honorable y seguro se convertía en un pequeño pétalo marchito de una vieja rosa, los gritos inauditos duelen hasta los huesos, fuera lo que estuviese sucediendo definitivamente el dolor era lo menos destacable de ello.

-¡TU BEBÉ TE NECESITA! ¡SALVA A TU BEBÉ!- esa fue la única manera de hacer que se quedara quiero, el miedo de perder a la que puede ser su hija lo obliga a pensar mejor las cosas observando un mejor panorama de la situación -los médicos la llevaron a una incubadora.

-Eso solo pasa cuando el bebé necesita ayuda ¡¿DÓNDE ESTÁ?!

-¡Tú trabajas aquí idiota! ¡Deberías de saberlo!- aún estando muerto en vida la única esperanza que mantiene cuerdo a Lincoln es la pequeña bebé que duerme plácidamente saludando al mundo; corre desesperado por los pasillos del hospital pero el ver a sus padres lo detiene, su madre llora con una linda sonrisa adornada con lágrimas sin oportunidad de adivinar cuál es el sentimiento que clama en su corazón.

-Hijo- le dijo abrazándolo al llorar por lo que acaba de suceder -la acabo de conocer...

-¡¿Dónde está?!

-Tranquilo (sniff) ella está bien, mírala, está ahí dormidita ¿Cómo pude odiarla?- detrás de un vidrio una bebé con poco más de media hora de vida duerme envuelta en una sábana rosa, sus mejillas rojizas, su buen peso y el gran tamaño que tiene indica que es una bebé completamente sana.

-Eso es lo que Lori y yo siempre nos preguntamos...- Lynn había mentido y la bebé se encuentra sana y salva en un cuarto rodeada por otros bebés recién nacidos.

-Fue la única niña, los demás son hombres- aún destrozada Rita tiene frente suyo a su hija... El reflejo viviente de Lori... Su corazón late, sus pulmones respiran y su esperanza es infinita... La vida se va y viene... Ahora lo comprende.

-Ella es especial- su débil voz comienza a desgarrarse cuál frágil papel que sucumbe ante la lluvia que azota contra el suelo -es más bonita que su mamá.

-Lisa ya nos contó sobre Lori...

-Ay mamá... ¿Qué voy a hacer?

-¡Cuidar de ella!- gritó Luan detrás suyo -¡Cuida y ama a esa bebé hasta que te mueras!... Pidieron un nombre momentáneo para identificarla y (sniff) me tomé la libertad de llamarla Lori Loud por ahora.

-Es perfecto... Pero Lori... Le dió un bonito nombre al nacer... Y gracias a Luan quiero que mi hija se llame Loan Lori Loud (sniff) la pequeña que crecerá sin madre- una vez más Lincoln cayó al suelo llorando frente a su madre -¡¿POR QUÉ ELLA?! ¡ELLA NO MERECÍA ESTO!

-Hijo por favor...- su padre el ahora convertido en abuelo no sabe qué hacer, el dolor que siente dentro de sí mismo es inimaginable pues alguien que pierde a su pareja se convierte en viudo o viuda, un pequeño que pierde a sus padres es huérfano pero... ¿Cómo se le podría llamar a un padre que pierde a su hijo? Eso... No tiene nombre, ningún padre debería de enterrar a sus hijos pero hay veces que la dama voluble denominada muerte es caprichosa con los que guía...

-¿Por qué papá...?- pregunta Lincoln llorando desde el suelo aferrado al dolor -¿Por qué mi hermana tuvo que morir?, ¡¿Por qué no nos apoyaste con la bebé?! ¿Por qué se llevaron a Lori lejos de nosotros? Lejos de Loan...

-La muerte no tiene ojos porque lloraría con cada persona que se lleva, no tiene oídos para evitar que los lamentos de los vivos la lastimen (sniff), no tiene piel para no sentir el triste tacto de los muertos que extrañarán a los que aman y por último... No tiene corazón para no sentir el dolor que le provoca ser la muerte...- esta vez las palabras de Lucy no vienen solas, toda su familia acompaña a Lincoln en su duelo con excepción de Leni, Lana y Lily quienes no tienen otra opción más que llorar encerradas en un automóvil, Lucy también se arrodilla en el suelo abrazando a su hermano -hay momentos en la vida más duros que la muerte y lamento decirte que no tenemos tiempo de llorar por Lori (sniff) la guerra vendrá después del novenario y no tienes tiempo de llorar así que responde Lincoln... ¿Qué quieres hacer con la pequeña? ¿Estás seguro que te sientes listo para ser padre tan joven?

-No... Lucy no quiero ser padre... Pero quiero ser un papá para mi hija, juro que le daré todo lo que tengo a Loan, crecerá feliz y fuerte al igual que Lori... ¡ELLA SERÁ LA NIÑA MÁS FELIZ DEL MUNDO! Y por Dios juro que trataré de hacerlo... Seré su padre y madre a la vez...- el esfuerzo de cambiar su vida completamente por el accidente que lo llevó a ello es necesario no para Lincoln sino para la pequeña que espera por él... Por su padre... Pero la lluvia siempre viene de la mano de terribles tempestades...

-¡Usted no puede entrar! ¡SEGURIDAD!- un hombre alto, delgado y moreno ha entrado por la sala de emergencias a la fuerza, la seguridad del hospital no está cerca así que entra sin ninguna dificultad.

-¡Louds!- grita feroz imponiéndose frente a ellos -ya sé lo que pasó, por respeto a Lori los abogados permitirán que se le dé sepultura pero pasado el novenario me llevaré a mi hija conmigo.

-Ella es mi hija- desde el suelo Lincoln encaró al que alguna vez fue su hermano -¡No dejaré que te lleves a mi bebé! ¡EL ÚNICO QUE PUEDE DARLE UNA VIDA DE CALIDAD A MI HIJA SOY YO!

-¿De qué sirve el dinero en un sujeto asexual, solo y que trabaja todo el tiempo? Esa niña necesita una verdadera familia y como su padre le daré la vida que necesita, la corte jamás le daría la custodia a un sujeto que podría hacerle daño en cualquier momento, ¿Qué pasará en quince años? Un hombre mayor y una adolescente sin supervisión en un departamento completamente solos.

-¡CÁLLATE!- Lynn arde en furia, nadie nunca la había visto tan furiosa como hasta ahora y esa misma furia le grita que mate al maldito que está parado frente suyo.

-¡Sí, golpéame! Así la corte verá la clase de neandertales con los que podría vivir la bebé- Lynn se detiene golpeando el suelo con todas sus fuerzas justo cuando la seguridad del hospital se lleva al hombre con ellos -¡Recuerden! ¡ESA BEBÉ ES UNA SANTIAGO!

-¡ESE MALDITO IDIOTA! Todo esto es su culpa... Si Lori no se hubiera casado con él...

-De nada nos servirá quejarnos del pasado Lynn... ¿Lisa, es verdad lo que Roberto dijo?- siendo el hombre que es Lincoln no puede dar marcha atrás.

-Lamento decirte que es cierto, no es tan fácil hacer que la corte falle a favor de un padre soltero y Roberto ya tiene a esa perra pero... A un matrimonio formalizado... Un médico capaz y responsable avalado por el estado de Michigan es más fiable confiar la custodia de una pequeña.

-¿Estás diciendo que me consiga una esposa?

-No esposa eso sería ridículo pero quizá una prometida, ¿Qué hay de...?

-¡No! Ella jamás nos ayudaría, no es así...

-¿Y esa chica de la escuela de medicina?

-Sólo tuvimos un par de citas pero no hay tiempo para eso... Tengo que hacer mucho papeleo...

-Hermano no tienes que hacerlo, podemos pedirle a alguien más que lo haga.

-La corte usará cualquier cosa para quitarnos credibilidad, no me arriesgaré a perder a Loan- un último esfuerzo por dar su declaración junto a Lisa sobre la recién operación fallida... La primera en su carrera...

Fuera de la sala de espera Lucy sigue llorando en los brazos de una de sus hermanas, el crujido de su corazón resuena fuerte en todo su ser, aquella mujer fuerte que siempre cargó con su familia se ha ido para no volver... Y para alguien como Lucy que ama la oscuridad hoy necesita luz.

-¿Tía Lucy?- una tierna pequeña de cinco años llama su atención tomándola de la mano -¿Dónde está mamá? ¿Por qué lloras?

-Por nada cariño (sniff) no te preocupes; vi a tu mami con el tío Lincoln pero por ahora están ocupados ¿Por qué no regresas a dormir con Leni? Hace frío.

-Si pero...

-Querías saber qué estaba pasando- la pequeñita asintió con mucha pena bostezando del sueño -no está bien espiar a los grandes y hoy la familia está triste mi vida, por favor regresa con tu tía Leni, prometo enviarte a Luan cuando pueda y si puedes dile a tu papi que venga ¿De acuerdo? El tío Lincoln lo necesita para hablar un poquito.

-Si tía Lucy- cabizbaja la pequeña camina de regreso al auto de su familia dejando a la oscura chica con sus destrozadas emociones llorando en la esquina de un cuarto blanco. Los minutos pasan y los sollozos de toda su familia retumban en sus oídos, la cólera de la culpa carcome su oscuro corazón al hacerse una y otra vez la misma pregunta:

¿Por qué no pasé más tiempo contigo?

La pregunta más dolorosa en tiempos de tristeza, lo que menos necesita una persona que vive sin un ser querido son ánimos, la comprensión y el apoyo no son suficientes pero un tonto intento de mejorar el ánimo de alguien que sufre solo demuestra la falta de empatía que se puede entregar... Y no hay nadie más que sepa cómo es el duelo que el alma que ayuda a recordar con dolor a los que se han ido, quizá la persona que más podríamos odiar para conocer pero sin duda el saber que después de la muerte nuestro cuerpo tendrá los honores y el respeto que se merece nos hace sentir que podemos dar una última atención a quien más nos hace falta... Aquella persona que conoce el fin del cuerpo y el inicio de la eternidad, aquella persona es una mujer delgada de cabellos oscuros resplandecientes, ojos grandes y profundos como dos enormes estelas que brillan en el firmamento, una bella voz que calma hasta el alma más adolorida cortesía de su trabajo. La vida quizá no ha sido gentil con su historia pero sus decisiones la han lastimado, ella sabe que sus acciones han mermado sus sentimientos pero lo acepta con gusto, lento pero seguro ha de remendar sus errores ¿Por qué? Por la razón misma que en su pasado lastimó tanto a quién más ha amado que lo único que espera es una oportunidad para pedirle perdón ¿Aún lo ama? Tal vez, de vez en cuando lo mira desde las sombras preguntándose cómo sería su vida si hubiera cuidado su amor ¿Él la ama? No lo sabe, por su culpa derramó tantas lágrimas que podrían llenar el mar dos veces con ellas pero desde la última vez que se vieron ella notó que la chispa aún está en ellos... Y por eso quiere empezar de nuevo ofreciendo lo mejor que puede... Espacio y comprensión. Sabe lo que acaba de pasar, gracias a su mejor amiga conoce la historia de la pequeña que hoy ha perdido a su madre, cree que es noble que "él" quiera hacerse cargo de la pequeña. Al entrar al hospital puede sentir cómo la tristeza la corroe desde dentro hacia afuera, sabe a quién debe dirigirse en este trágico escenario, sin palabra alguna abraza a su mejor amiga arropando su frío dolor -ya no llores- le pide tratando de no llorar justo como su amiga lo hace.

-Haiku... Ella... Se fue... ¿Qué voy a hacer sin mi hermana?- como pocas veces miró a su mejor amiga llorar a cántaros en sus brazos con su corazón en la mano.

-Ya no podemos hacer nada por Lori pero aún podemos velar por su bebé, ella es el recuerdo eterno que la vida nos regaló antes de su prematura partida.

-La extraño... Nunca la abracé lo suficiente...

-Entonces abraza y ama su bebé, la persona que más amó en vida.

-Loan... Su mamá la nombró así segundos antes de morir, es rubia al igual que ella, es regordeta, pesó un poco más de tres kilos y Lisa dijo que es un par de centímetros más alta que el promedio (sniff) sus cachetitos son rosados y sus manos son suaves o eso me dijeron...

-Suena increíble... ¿Dónde está?

-Con el resto de los bebés, fue la única niña que nació hoy, los demás son niños.

-Es especial, me imagino lo orgullosa que se sintió Lori al tenerla, creo que no hay amor más (sniff) más puro que el amor de madre.

-Haiku... ¿Cómo le dices a una niña que su mamá murió?- una pregunta quebrantó el duro semblante de Haiku, no podía imaginar el dolor que Lucy podría estar sintiendo, la que alguna vez pudo ser su cuñada ahora descansa en paz... Paz pasajera al estar al tanto de los inmensos problemas que el nacimiento de esa niña les traerá en el pronto futuro, Haiku se disculpa al no saber la respuesta, no puede darle una explicación a una criatura que apenas llegó al mundo, una bebé que no conoce el odio, la tristeza o el dolor y que hoy solo tiene a su padre.

-Sé que no será buena idea pero... ¿Cómo está Lincoln?

-Él fue quien la operó... Él junto a Lisa le dieron los primeros auxilios desde casa pero su salud no les ayudó, sabíamos lo que pasaría pero no estábamos listos para vivirlo, ambos se culpan diciendo que son sus asesinos; está con Loan justo ahora, por favor no lo lastimes más.

-Tranquila Lucy le daré lo único que puedo... Mi apoyo- Haiku sabe perfectamente dónde se encuentra, han pasado meses desde que no se ven por cuenta propia salvo las preparaciones de un posible funeral, las pisadas que da llenan de miedo su corazón al imaginar la reacción de Lincoln al tenerla frente a frente ¿Será que recordará lo que pasó la última vez? Aquella noche fue la más mágica y hermosa que haya tenido jamás, incluso fue y gastó cientos de dólares en un salón de belleza y todo hubiera marchado en mejor dirección de no haber sido por los problemas que comenzaron a ahogarlo en el vaso de su propia miseria... Pero no puede culparlo, trató de ayudarlo a diferencia del pasado cuando se alejaba al igual que una cobarde -¡No!- exclama en voz alta -esta vez quiero ayudarte, te debo más de lo que puedo pagar, por mí te desgraciaste la vida, por mi culpa te alejaste del mundo y de tu familia ¡Pero hoy no! Este día prometo darte la mano que siempre esperaste de mí...- un par de segundos después lo observa mientras él mira en completo silencio a través de un cristal la gran habitación llena de recién nacidos, con pequeños pasos se acerca hasta estar a su lado nerviosa por su atención.

-Hola Stephanie- una voz sin vida le saluda de una manera no tan cariñosa señalando de una manera cortés que se vaya.

-Hola Lincoln... Veo que sigues usando mi nombre...

-Recuerdo cuando me pediste que te dijera así... Que día tan loco ¿Recuerdas?

-Si, lo recuerdo con tristeza.

-No mientas, hoy no creo soportar las mentiras.

-Linc no estoy aquí para hablar del pasado... Lamento tu pérdida.

-Deberías de decirle eso a la pequeña que duerme ahí dentro... ¿Puedes verla? ¿No te parece linda?

-Lucy dijo que fue la única niña que nació el día de hoy, es estupendo.

-¿Estupendo? ¿Te parece estupendo nacer y ser huérfana a los cinco segundos? ¡¿Te parece estupendo perder a tu madre sin haberla conocido?! ¡ESO TE PARECE ESTUPENDO! ¡¡A MÍ NO, YO DEBERÍA DE ESTAR MUERTO!! ¡A MÍ ES A QUIEN LA MUERTE DEBIÓ DE HABERSE LLEVADO! ¡YO NO MEREZCO VIVIR...!- en un parpadeo fue silenciado con un tierno abrazo robado, Haiku se aferró a su pecho hundiendo su cabeza en el mismo, lo abrazó tan fuerte que no pudo safarse pese a que intentó hacerlo pero ella nunca lo soltó -no me importa si eres grande, delgado, gordo o fuerte... Te vi y supe que necesitabas un abrazo, no te reprimas y llora, llorar está bien, prometo guardar el secreto de tu llanto entre nosotros dos...

-No es justo que me digas eso- la tristeza lo está matando pero el tierno abrazo con el que lo han cobijado es tan especial que no puede rechazarlo y mucho menos si proviene de ella -Haiku... ¿Qué se supone que haga? Me tengo que convertir en padre hoy mismo y lo peor es que estoy aterrado (sniff) no tengo idea de cómo se cuida correctamente un bebé, he olvidado cómo se cambia un pañal y si recorto mis horas de trabajo no podría darle una vida de calidad a mi hija... Haiku... Estoy desesperado y no sé qué hacer... Sé que no es tu estilo pero por favor... Ayúdame... Ayúdame...

-¡Basta de eso! ¡Odio a mi antigua yo! Odio a la que te dió la espalda en el pasado... Hoy...

-¿Me vas a ofrecer ayuda si la necesito?

-No, la propuesta no es para ti, sé cuánto amas ayudar a los demás y por eso cualquier cosa que necesite Loan puedes contar conmigo... Ambos pueden- el corazón de Lincoln se sintió un poco mejor con el abrazo y el apoyo de la que alguna vez amó con toda su alma, tal vez el dolor despejó su mente pero en su interior se pregunta si de verdad alguna vez ha dejado de amarla -me haré cargo del velorio de Lori y será completamente gratis, tu familia no se preocupará por nada respecto a ella, tendrá las mejores atenciones en su último adiós...

-No podríamos hacer eso.

-Necesitas dinero para Loan, ella necesita a su papá más que a nada en el mundo.

-¿Por qué haces esto? (Sniff) no lo hagas.

-¿Por qué no?

-Siempre te vas, nunca enfrentas los problemas y hoy sufro como no tienes idea, me das un poco de paz pero no lo suficiente, si huyes de nuevo no sé lo que podría pasarme.

-No quiero seguir huyendo, soy una pobre cobarde que teme de todo pero cuando me abrazas siento que justo aquí a tu lado puedo enfrentar lo que sea.

-Dime... ¿Aún queda algo de cariño dentro de ti?

-Cariño hay poco... Pero para ti tengo el de todo el mundo... Te lo dije desde la última vez tú eres muy especial para mí. ¿Qué hay de ti? ¿Recuerdas nuestra última cita?

-Pensé que había sido una junta de negocios.

-Tan elocuente como siempre...

-No puedo contestar eso ahora, no sé cómo confiar en ti.

-No lo hagas, sólo permíteme ayudarte, déjame estar a tu lado una última vez.

-No... Esta vez no estoy solo, mi pequeña estará siempre a mi lado de ahora en adelante.

-Te lo dije Linc mi oferta es para ella- pese al dolor que él estaba viviendo Haiku besó su mejilla poniéndose de puntas mientras acariciaba suavemente la mano que tantos sentimientos le hace despertar -fuera de nuestro pasado y de lo que pasó la última vez que nos vimos quiero decirte que te quiero, eres un gran hombre y esa niña es afortunada de tener a alguien como tú cuidándola.

-Soy un pobre diablo que no tiene idea de lo que pasa, sigo siendo un niño que llora cada vez que algo sale mal- Lincoln se desploma en el suelo sosteniendo su cara con sus manos encogiendo su cuerpo en posición fetal rogando por ayuda -¡Soy un imbécil que mató a su propia hermana! ¡Ella confío su vida en mí y la defraudé! ¡YO LA MATÉ! ¡YO Y  MI TERQUEDAD LA MATARON! De no haber sido yo...

-La hubiesen abandonado, nadie habría trabajado tan duro para salvarle la vida como tú lo hiciste, no pude verte en el quirófano pero estoy segura de que hiciste todo lo humanamente posible.

-Fallé... Al terminar la operación sólo era un idiota más con la sangre de una inocente en sus manos...

-No es así Linc, ¿Fallaste? No puedes ir en contra de la naturaleza así que ceder ante algo invencible no es fallo, ¿Un idiota? Eres una gran persona con lindos sentimientos, no trato de hacerte sentir mejor pero puedo ofrecerte mi hombro para llorar- lo quiere, ella sabe que lo quiere y odia verlo así, desde su primer beso odia ver lágrimas caer en sus mejillas, antes creía que ver a un hombre llorar era símbolo de debilidad pero al pasar el tiempo se dió cuenta que en realidad un hombre sensible es único y tierno, su desesperación hace que se siente a su lado inclinando su cabeza sobre su hombro.

-Creí que tú querías prestarme tu hombro.

-Eres muy alto incluso para mí pero igual es lindo.

-No quiero confiar en ti, no de nuevo.

-No lo hagas, ¿Quieres que me vaya?

-No... Quédate (sniff) por favor quédate conmigo.

-Aquí estoy Lincoln y no pienso irme, estaré aquí todo el tiempo que me necesites.

-¿Y si te vas? Lamento decirte que no es tan fácil creer esas palabras.

-Prometo que es verdad...- un sincero gesto bastó para romper la poca fuerza de Lincoln, un tierno beso en su mejilla y una caricia en el corazón lo hicieron volver a llorar -te quiero, aún te quiero y por este cariño prometo quedarme aquí todo el tiempo que me permitas estarlo- ya fuera por debilidad o necesidad verdadera Lincoln entrelazó su mano con la de ella recargando su cabeza encima de la de Haiku -llora Linc, este será nuestro secreto...

- Perdóname Lori... Lo lamento mucho...- se repetía una y otra vez en llantos casi inaudibles con Haiku dándole el cariño que tanto le hace falta pero como ella había dicho... El amor de madre siempre es el más sincero...

-Cuídala por mí...

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