Hola, soy yo.

-Y después fuimos por pastel, le di mi número en un papelito porque se le acabó la pila del teléfono y la llevé a casa, su mamá me invitó un vaso de agua y volví, ese fue mi día- desde su padre hasta la pequeña Lily escucharon el relato del único hijo varón de la casa dejando de lado la comida, el fin de la plática fue silencioso al igual que un funeral, nadie se atrevía a decir ni una sola palabra, el silencio incómodo sonó al igual que revoloteos de mariposas, sin nada que hacer o decir la primer persona en dar su opinión fue...

-¡¿POR QUÉ NO DIJISTE QUE TE CONSEGUISTE NOVIA?! ¡Y VAYA NOVIA! ¡TIENES QUE TRAERLA! ¡YA!- las características de Rose dichas por Lincoln sumadas al tipo de persona que ella era encantaron a la familia y popor supuesto mucho más a Lola, la princesa de la casa.

-Oye Lola tranquila, no tengo novia ni nada parecido, solo es una buena amiga que acabo de hacer, es bonita pero...

-¿Qué tan bonita?- claro que si a alguien le interesaban las relaciones amorosas de su familia era a la tierna y noble modista, Leni.

-Muy bonita, es muy divertida y después de que "alguien" hizo un escándalo por tratar de ser amable el conocerla me alegró el día.

-Oh por dios hermano eres un gran bobo- Luna, una mujer muy directa no soportó quedarse callada -tuvieron "a date" y no te diste cuenta.

-Oh vamos Luna no creo que sea para tanto- en realidad si lo pensó, se hizo ilusiones de que en realidad tuvo una cita con una chica tan linda que espera volver a frecuentar pero para ello debe resolver una gran incógnita -¿Cómo hago para volverla a ver?- a Lincoln también le pareció una gran persona que fácilmente podría gustarle, una decisión mutua y silenciosa que nunca se esperó.

-Oye Lincoln no quisiera arruinarte el día pero... ¿Y Ronnie Anne?- la genio del hogar le recordó a todos un punto de suma importancia.

-Oh por supuesto- al igual que siempre y sin desanimarse Lincoln contestó con una gran sonrisa -hace meses que dejó de responder mis mensajes, según Lori ella y Bobby están muy bien así que no sé, creo que simplemente es alguien que quedó en el pasado ¡Pero no importa! No hay nada mejor que seguir viendo hacia el futuro.

-Y con tu nueva amiguita aún más verdad jajajaja- el comentario de Luan, tan elocuente como siempre, hizo reír a todos incluyendo al mismo Lincoln aunque la idea de tratar de congeniar más con aquella chica no parecía ser mala salvo un minúsculo detalle...

-¡No, no, no, no! ¡NO! ¡Haiku no puede ser! ¡Lo perdí!

-¿De qué rayos estás hablando?

-¡Linky me dió su número en un papelito! ¡Y LO ACABO DE PERDER! Lo tenía en mi bolsillo pero creo que se me cayó ¿Dónde lo dejé?- en efecto y como podrías darte cuenta Rose es una persona un poco distraída, es muy feliz pero suele distraerse con suma facilidad y vaya que le ha traído problemas al igual que hoy; busca con gran desesperación el papel con el número de su nuevo amigo.

-Vaya que eres tonta.

-¡Tú eres su amiga! ¿Crees que me puedas conseguir su número?

-Uno, ya te dije que no somos amigos, dos, no, no quiero.

-¡Por favor! ¡Y prometo irme todas las tardes! O al menos todas las que mamá me deje ¡Ándale! ¿Si?- los tiernos ojos de cachorro de la linda chica que rogaba trataron de cautivar a Haiku... Pero esa misma mirada recibió un piquete -Ouch ¡Eso me dolió!

-Jajajaja se supone que fuera eso, está bien, veré que puedo hacer pero cumplirás tu palabra de dejarme sola el resto de las tardes ¿Entendido?

-¡Claro que si primita hermosa, preciosa!

-No digas eso, es extraño.

-Oh claro, lo siento- tal vez un pequeño error fuera de sus manos, un inocente error que de verdad trató de enmendar pero aquella noche un chico se quedó esperando algún mensaje de un nuevo contacto en su teléfono, mensaje que jamás llegó.

Al siguiente día un hermoso martes iluminó Michigan con un bello Sol de primavera, una nueva alarma de marchas fúnebres estaba lista para arrancar a Haiku del bello mundo de pesadillas en el que solía descansar pero en su lugar una canción animada, llena de ruidos alegres y tonadas divertidas fue la que le quitó el sueño -¡Ahhh! ¡¿Qué rayos es eso?!- Haiku saltó de la cama hacia el suelo, su alarma jamás había sonado tan fuerte en toda su vida, nunca necesitó de tanto ruido como para despertarse. Al abrir los ojos unos terribles ronquidos rompían sus tímpanos de manera tan abrumadora que se enfureció en un instante -¡¿Cómo es posible que no te despiertes con esos berridos?!- pero claro, la persona que roncaba como oso en invierno ni se inmutó con los gritos de Haiku -esto no me puede estar pasando- en silencio, despeinada y enfadada caminó directo hacia su baño, un pequeño vaso de plástico guardaba su cepillo de dientes, sacó el cepillo y llenó de agua el vaso para después caminar directo hacia el pequeño sofá donde dormía Rose -esto es por despertarme de esa forma- metió la mano en el vaso, con su mano mojada salpicó bastante agua en la cara de su prima.

-¡Ya desperté! ¡Estoy aquí! ¡Ay Haiku! Estaba soñando con un pastel- Rose apenas y si reaccionó con el agua, una chica de sueño pesado al parecer.

-Si vuelves a despertarme así créeme que te haré sufrir.

-Lo siento, suelo tener el sueño muy pesado.

-Ya lo noté pero no hace falta que pongas una alarma, si quieres que te despierte lo haré pero con la mía basta y sobra.

-Pero es que quería seguir visitando la ciudad contigo y pensé en prepararme desde ahora para que me dé tiempo.

-¿De verdad te tardas horas para estar lista?

-¡Obvio! Esta chica no puede verse mal de ningún modo.

-Y sobre todo si quieres estar lista para el bobo de Lincoln.

-¡Oye! No lo digas así... Es lindo... Pero también quiero conocerlo.

-Si, eso me lo habías dicho ayer pero tengo una pregunta- a pesar de ser una damisela de la noche habida de oscuridad también era una persona hambrienta de curiosidad -¿Eso es lo único que te pareció? ¿Acaso solo es "lindo"?- la cara escurrida de saliva, recién levantada y hasta despeinada de Rose se coloreó de rosa al escuchar la pregunta de su prima.

-Oh... Oye... ¡Que lindo piso tienes! ¿Es de cerámica?

-Mi piso está hecho de piso pero no te confundas, dime Rose no es posible que te haya gustado un chico de la noche a la mañana ¿O si?

-Bue... Bu... Bueno... "Gustar" es muy fuerte... Pero es atento, lindo, tierno y muy divertido ¡No sé cómo es que a ti nunca te llamó la atención! No lo sé pero... Creo que si comienzo a sentir algo no me negaría a nada Haiku.

-Jajajaja ¿Yo con Lincoln? Ni en un millón de años Rose pero creo que un raro como él con una chica como tú es más creíble.

-¡¿En serio lo crees?!- los ojos de Rose se iluminaron al igual que un árbol de navidad.

-Claro aunque debo de recordarte que de vez en cuando estaré con él, necesito información muy importante y solo él me la puede dar.

-¿De qué información estamos hablando?

-Creo que le gusto al mejor amigo de Lincoln- tan solo escuchar a Haiku decir eso hizo que Rose diera un grito tan fuerte que su oscura prima terminó en el suelo del espanto que le provocó.

-¡NO PUEDE SER! ¡POR SUPUESTO QUE ES MUY IMPORTANTE! ¡NO TE PREOCUPES YO TE AYUDARÉ! ¡AMBAS SALDREMOS CON ELLOS EN CITAS DOBLES!

-¿Qué? ¡No! Él no me gusta- al igual que si la hubieran mojado con un balde de agua helada Rose dejó de hacer ruidos extraños de emoción -de hecho es todo lo contrario, quiero buscar la manera más amable para rechazarlo.

-Oh y me supongo que no quieres perder su amistad- Haiku asintió con la cabeza dándole la razón a Rose -lo lamento mucho Haiku, de verdad que es difícil pensar por lo que estás pasando pero temo decirte que cometes un grave error, bueno en realidad dos; no puedes rechazar a alguien de manera amable, siempre habrá dolor y te sentirás culpable de no poder corresponder a sus sentimientos como quisieras, el dolor incluso te hará pensar en obligarte a quererlo pero ni eso podría cambiar tus sentimientos y el otro problema es que no creo que estés segura o de lo contrario ya lo habrías rechazado ¿Entonces por eso necesitas a Linky?

-Exacto, él es su mejor amigo así que...

-¡Que él puede decirnos la verdad! ¡Haiku eres una genio!- de nuevo Rose intentó darle un abrazo brincando del lugar donde estaba durmiendo pero a Haiku le bastó darse media vuelta para que Rose terminase en el suelo.

-Te dije que no me gustan los abrazos.

-¡Eso es porque no conoces los míos! ¡Te abrazaré Haiku y te gustará quieras o no!

-En tus pesadillas rosita.

-Jajajaja ya lo veremos- por sorprendente que pareciera a Haiku no le incomodaba tanto como creía la estancia de su prima, claro que era un dolor de cabeza o una patada en el trasero pero tener a alguien con quien hablar y sobretodo en quien confiar respecto a las diversas situaciones de la vida era algo más que bienvenido.

La escuela fue la misma de siempre con excepción de que Lucy se disculpó con Haiku durante treinta largos minutos.

-Lucy te perdonaré a cambio de algo.

-¿Qué quieres? Lo que necesites Haiku.

-Dame el número de Lincoln- con escuchar aquellas extrañas palabras proviniendo de Haiku le dieron miedo y hasta pesadillas a Lucy y no en el buen sentido.

-Haiku... Sabes que eres mi mejor amiga y por ello quisiera preguntar... ¿En serio Lincoln? Es una idea muy rara.

-¡No es para mí! Es para Rose, la muy tonta perdió el papel dónde tu hermano le escribió su número.

-Haiku te voy a pedir que dejes de hablar a medias, un día me vas a matar de un susto de muerte, jugar con esas cosas no es divertido.

-Lucy créeme ni aunque Lincoln fuera el último hombre en la Tierra saldría con él.

-Pero ya saliste con él una vez.

-Cállate Lucy- el día escolar transcurrió como siempre, sin sorpresas y sin pesares, el único problema era que dos personas no querían que el día fuese de esa manera, deseaban volver a ver a ese alguien peculiar que los hizo pensar durante toda la noche, por un lado el chico de cabellos blancos y enorme sonrisa estuvo esperando aquel mensaje durante horas, revisó su teléfono una y otra vez incluso durante clases, subió el volumen de su aparato y aún así no recibió nada salvo las crueles noticias del clima, sus esperanzas se vieron nubladas por la triste realidad en la que pensó que estaba viviendo, sin más que desdicha en su mal día decidió ir con su mejor amigo para seguir ayudando en un plan que según palabras del propio Clyde: "¡Jamás podría fallar!"; Rose por otro lado no pudo acompañar a su prima a la escuela por haberse tardado horas arreglándose, pensó que estaría lista para cuando las clases terminaran pero justo un minuto antes de salir habiéndose preparado tanto física como mentalmente su madre le pidió que fueran juntas por víveres, por supuesto que Rose se negó una y otra vez, le rogó, suplicó que la dejara ir con su prima por lo menos ese día para tratar de obtener el número de Lincoln (claro que esa última parte no se la dijo) pero por muchos que fueron sus esfuerzos no consiguió nada excepto una dona que su madre le compró para subir sus ánimos. En casa, cuando Haiku regresó por la tarde después de haber estado con Lucy un largo rato se sorprendió de lo que encontró pues ahí no había nada, exacto ¡Nada! Ni un sonido irritante, un grito de éxtasis azucarada o algún indicio de la molestia rosada que cohabita con ella en su propia habitación -esto es extraño y eso que apenas llevo un día con ella- sin nadie más en casa Haiku se aventuró a su habitación donde el silencio era palmable tal y como a ella le gustaba pero sabía que algo anda mal, no podría ser que algo así estuviera pasando con su prima dentro, sin tocar o dar aviso de su llegada decidió entrar y lo que encontró no solo la dejó sin palabras sino que también causó algo nuevo en ella... Empatía.

-¿Estás bien Rose? Estás con la luz apagada- su prima no respondió, se encontraba de cara a la cama de Haiku sin emitir ningún sonido -¿Pasó algo?- fue entonces que la misma chica tenebrosa hizo algo fuera de sus estándares... Con una mano tocó la cabeza de Rose a manera de consuelo, la chica rosada lo sintió, un suave toque como pocos que le hizo reaccionar con un rostro triste.

-Haiku... Yo quise hablar con él, de verdad que lo intenté pero mamá no me dejó ir contigo a la hora que saliste... No me gusta pero quería tener por lo menos un amigo para no molestarte, alguien que me siguiera dando un día sólo para mí porque disfruta de estar a mi lado. Prima, sé que no es tu estilo pero... ¿Podrías darle mi número por mí? He visto que mis esfuerzos se quedaron en vano, mis planes nunca funcionan... Intenté hacer de todo para no perder la casa (sniff) hice tareas, vendí dulces, trabajé repartiendo periódicos y hasta cuidando niños... No es justo... Intenté hacer de todo para estar bien, hice miles de cosas para no caer en nada, mi vida era pacífica hasta que mi padre la arruinó... Odio que apueste ¡Odio que nunca piense en nosotras! ¡Si no gana no es hombre! ¡SIEMPRE DICE ESAS IDIOTECES! ¡NUNCA HE PODIDO DISFRUTAR DE UN CUMPLEAÑOS PORQUE SIEMPRE TIENE QUE PAGAR SUS APUESTAS! ¡SÉ QUE SOY UNA ASQUEROSA PERSONA PERO TAMBIÉN MEREZCO UN BUEN CUMPLEAÑOS! He vivido tropiezos uno tras otro... Lo único que quiero es poder estar en paz por un largo tiempo, que mis esfuerzos se vean reflejados no en algo grande pero si en pequeñas cosas como dormir bien, sonreír sin ninguna razón... Yo... Yo quiero ser feliz- tal vez no fuera el tipo de persona favorita de Haiku pero hasta ella entendió las razones de Rose para llorar. Hay momentos en la vida que duelen más de lo que nunca pudimos imaginar, nos destrozan desde dentro mermando nuestras fuerzas poco a poco hasta que un simple soplido es capaz de quebrantar nuestro espíritu, Rose vivió por ello y Haiku lo entendió sin necesidad de hablar, odiaba hacerlo pero en ese momento mientras veía a su familia llorar supo que tenía que hacerlo... Haiku abrazó a Rose sosteniendo su cabeza entre sus brazos.

-Lamento mucho lo que te pasó, no fue tu culpa, hiciste todo lo posible por conservar tu vida... Y no eres una molestia, al menos no cuando duermes- Rose río un poco por las palabras de Haiku -pero puedes estar tranquila, somos familia, ayudarnos es lo que hacemos, desde ahora eres bienvenida a mi casa.

-Haiku... Gracias...

-No lo menciones o sino dormirás afuera.

-Jeje te dije que te iba a abrazar.

-Si pero sigue sin gustarme ¿Te parece si lo dejamos como un empate?

-Genial por mí, Haiku- a veces las personas necesitan un abrazo, sentir un consuelo después de las penumbras siempre será bien recibido porque incluso el roble más fuerte de todos necesita la suave brisa de las nubes para vivir. Después de media hora dónde Rose le contó a Haiku todo lo que había sucedido con su vida y su padre por fin lograron estar en paz.

-Por cierto Rose- dijo Haiku -no sé si esto ayude pero tengo algo para ti, te lo daré después de la cena, consideralo como un regalo de bienvenida.

-¡Yes! ¡Gracias primita!- a Haiku se le ocurrió la maravillosa idea de darle una gran sorpresa a Rose de la que estaba segura que le devolvería por lo menos una sonrisa.

-Odio hacer esto, de verdad que no pensé en hacerlo jamás pero hace rato me dí cuenta que tampoco me agrada ver a Rose desmoronarse frente a mí... Odio los sentimientos- Haiku sabía lo que debía hacer para que Rose se sintiera mejor, lo que no sabía era si tenía la fuerza para hacerlo. Después de la cena se encuentra sola en su cuarto, le pidió a su prima que se alejara un rato para darle su regalo y vaya que se estaba esforzando en dárselo.

-Vamos, vamos Haiku tú puedes ¡No debería de ser difícil! Aunque en retrospectiva jamás lo he hecho antes... ¿Cómo sonará mi voz? ¿Y si mejor le escribo? ¡No! No creo que responda un simple mensaje con todo el ruido que siempre hay en su casa y Rose quiere hablar con él lo más pronto posible... ¡Pero no puedo! Además un tonto como él no merece que lo llame ¡Pero Rose seguirá llorando! Detesto que llore y detesto más sus tontos abrazos... Me deberás una grande Rose- las acciones siempre dicen más que mil palabras ¿Pero qué era lo que planeaba Haiku? Nada excepcional salvo llamar a cierto chico albino para darle el número de Rose; ella es consciente acerca de sus dificultades para comunicarse pues las personas silenciosas como Haiku suelen ser opacadas e incluso ignoradas al no poder darse a entender como quisieran, las palmas de sus manos le sudan, su corazón palpita de la vergüenza por llamar a un chico pues pese a ser una "mujer muerta" como ella misma se ha denominado sigue siendo una joven que aún continúa descubriendo la vida y sus consecuencias -¡No pienses Haiku! Es como dijiste aquella vez que te subiste a la montaña rusa ¡O te subes o te quedas sin hacer nada! ¡Esta vida es para hacer algo!- y fue entonces que Haiku tecleó en un parpadeo el número que Lucy le había dado, colocó sin dudar el teléfono en su oreja sin detenerse a meditar lo que estaba haciendo -Oh no... Esto fue un error- la pequeña frase de arrepentimiento en la que pensó Haiku no fue suficiente pues en menos de lo que esperaba el tono de la línea telefónica comenzó a sonar -¡Demonios!- y si, ya no pudo detener su cometido, en casi tres tonos alguien contestó el teléfono:

-¿Bueno? ¿Quién habla?- la voz aguda de un chico sonó del otro lado -¿Eres tú Rusty? ¿De nuevo borraste tus contactos?- pese a la insistencia del chico nadie respondió, fuertes suspiros respondían en lugar de alguna voz -esto es extraño... ¿Será un número equivocado?

-¡No!- ¡Al fin! Haiku contestó ante el peligro de terminar la llamada -¿Eres tú Lincoln?- buena pregunta y un tímido saludo sorprendieron a quien estaba escuchando al otro lado de la línea.

-Si... ¿Quién habla?

-¿En serio no reconoces mi voz?

-No, no había escuchado a nadie con una voz tan suave... Aguarda... ¡¿Rose!! ¡¿Eres tú?!

-¡No tonto! ¡SOY HAIKU! Y si, tenemos un tono de voz parecido pero tampoco te alarmes sólo es una llamada... No tengo una voz así de viva.

-Oh claro lo lamento es que nunca te había escuchado por teléfono... Pero no te deberías de molestar, creo que tu voz por el teléfono no suena mal sino todo lo contrario- claro que esas palabras tuvieron un efecto sobre Haiku pero no las que él esperaría al halagarla.

-¡Deja de decir tonterías! Como sea presta atención que esto es muy importante, Rose perdió tu número de celular y Lucy me lo dió esta tarde, escucha muy bien bobo, mi prima tuvo un muy mal día, descubrí que no me desagrada del todo y me gustaría que antes de las vacaciones del fin de ciclo escolar seas su amigo ¿Entendido?

-Creo que no puedes obligar a nadie a ser amigo de otro.

-¡Eso no me importa! A mi prima le agradas mucho así que no te vayas a portar como un patán con ella o de lo contrario me verás en tus pesadillas por el resto de tu vida- la voz de Haiku titubeó al hablar, Lincoln lo escuchó, se dió cuenta que algo había cambiado en su tono de voz pero al ser por el teléfono existía la posibilidad de que solo fuera el pésimo servicio de su compañía telefónica.

-Si, no te preocupes, mu... Muchas gracias Haiku por decirme esto- el problema con la llamada fue que Lincoln pensó que cortar de inmediato sería descortés así que ideó hacer la conversación un poco más larga -si es como Lucy le gustará hablar de sus problemas- pensó antes de hablar con Haiku -¡No te preocupes!- respondió al teléfono -si no es mucha molestia ¿Me podrías enviar el número de Rose? Así no te molestaré más.

-Por supuesto ese era mi plan desde el principio.

-¡Que bien! Por cierto ¿Dices que Lucy te dió mi teléfono?

-Claro, se disculpó conmigo por lo de ayer y como favor se lo pedí pero la muy tonta pensó que se lo estaba pidiendo para mí.

-¿Y eso qué tiene de malo?

-Que jamás te hubiera llamado por mi cuenta.

-Jajaja oh vamos ¿Qué tal si un día necesitas algo? Por lo menos ya tienes el número de dos Loud.

-Borraré tu número de mi celular si sigues haciendo chistes malos.

-Veo que en realidad te molestan.

-Si, son algo tontos pero creo que un mal chiste debe de ser ingenuo y desapercibido, créeme cuando los escuchas desde que tienes memoria como yo dejan de ser divertidos.

-¿En serio Haiku? ¿No recuerdas a mi hermana Luan? De seguro la conociste.

-¡ESA ARPÍA! ¡MIS CEJAS TARDARON TODO UN MES EN CRECER!

-Me disculpo por ello, Lucy de verdad pensó que te perdonaría al entrar a nuestra casa el día de los inocentes.

-Lo sé, Lucy pasó toda una semana disculpándose por ello, incluso me regaló una gran libreta con forro y pasta gruesa, no ayudó a que mis cejas crecieran pero disfruté mucho de su regalo.

-Jajaja creo que hubiera sido mejor de haber conservado tus cejas.

-Ja creo que por primera vez estoy de acuerdo contigo.

-¿Lo ves? Por lo menos ahora congeniamos, muy poco pero lo hacemos.

-Supongo que no puedo negarlo, creo que no eres una patada en el trasero como pensaba.

-Y creo que tú tienes más vida de la que pensé jajajaja.

-Por cierto ya que nos acabamos de conocer de nuevo es importante mencionar que no me gustan las sonrisas.

-¿Pero por qué? ¡Las risas son lo más divertido del mundo! Reír nos hace sentir vivos.

-Yo preferiría ser un espíritu molesto dentro de una biblioteca.

-¿Por qué una biblioteca?

-En toda la historia las personas han dejado legados, detrás de su vida existen miles de millones de conocimientos, cosas por descubrir, temas que saber e historias por amar; desearía ser un fantasma para pasarme leyendo por toda la eternidad, jamás me aburriría de aprender, conocer los secretos de la vida, desde la filosofía de platón hasta la creación del universo además claro de molestar a los transeúntes que cohabiten conmigo.

-Creo que nunca había escuchado algo tan profundo y tan gracioso al mismo tiempo.

-Los raros como tú sólo escuchan cosas raras, yo creo que la profundidad de una persona se mide en cuánto desea las cosas que ama, además aunque no lo parezca tengo un gran sentido del humor.

-Jajajaja no te niego eso Haiku, he aprendido más de filosofía en una llamada contigo que con los libros que Lisa me obliga a leer.

-¿Eso es un cumplido?

-Creo que sí.

-Jaja ¿Crees o estás seguro?

-Estoy seguro si no te molesta, si te molesta entonces no estoy seguro.

-Jaja creo que te juzgué un poco mal, no eres tan molesto.

-Gracias Haiku, es bueno saberlo- Lincoln sabía la razón por la cual debía de acercarse a Haiku, la había olvidado casi por completo pero en nombre de la amistad con Clyde tenía que hacerlo -por cierto Haiku no sé si te incomode pero ¿Recuerdas a Clyde?

-Por supuesto que lo recuerdo, somos amigos pero últimamente se ha portado muy raro ¿Sabes si está bien?- Haiku captó la pequeña intención de Lincoln para hablar del susodicho, al ser su propio plan sabía que debía de ponerse en marcha también.

-Oh claro que está bien pero... Digamos que no se encuentra en sus cabales y quiere quitarme mi título como el hombre del plan.

-Jajajaja ¿Te has autodenominado como " el hombre del plan"?

-Jajaja suena raro pero si, me hago llamar así, mis planes son infalibles.

-Lo creeré cuando lo vea Lincoln o debería de decir ¿"Linky"? Me enteré por ahí que Rose te llama así- y sin darse cuenta Haiku olvidó el plan, su interés dió un giro de lograr su cometido a disfrutar de la pequeña conversación.

-Oh por supuesto jajajaja es que Rose escuchó una llamada que tuve con Leni y como ella me dijo así Rose decidió hacer lo mismo.

-No llevan ni una semana de conocerse y ya se pusieron apodos raros ¡Iugh! Eso sí que es extraño.

-¡Claro que no! No nos hemos puesto apodos pero... ¿Qué más te ha contado sobre mí?

-Oh vaya, vaya Lincoln ¿Acaso lo que escucho es signo de algo más que amistad?

-¡¿Qué?! ¡No! ¡Es decir no lo sé! ¡Ay Haiku no preguntes esas cosas de repente!

-Jajajaja ay no, molestarte es un regocijo, creo que lo haré más seguido ahora que Rose también quiere averiguar a qué pueden llegar ustedes dos.

-Oye está bien que me molestes pero con los sentimientos de un hombre no se juega.

-Yo no juego Lincoln, ella me dijo que quería conocerte un poco más antes de dejar sus sentimientos fluir.

-Espero que no me estés mintiendo.

-Jajaja no lo hago, además me debes una por enviarte el número de Rose, nada la haría más feliz en estos momentos que una llamada sorpresa de tu parte.

-¿De verdad lo crees?

-Si, así lo creo.

-Haiku si no es mucha molestia... ¿Sabes si Rose tiene novio o algo así?

-No lo sé- la respuesta de Haiku no fue la que Lincoln quisiera haber oído, sintió que sus imaginativas esperanzas se desvanecieron con tres simples palabras pero Haiku no quería quedarse con la intriga respecto a Clyde por lo que se le ocurrió otro pequeño paso extra para su plan -pero podría averiguarlo... Por un pequeño precio.

-¡Lo que sea! Por favor Haiku haré lo que sea menos meterme en un baúl otra vez, soy claustrofóbico.

-Puedes relajarte no tengo planeado enterrar tu ser por ahora; quiero que nos veamos mañana después de la escuela, necesito preguntarte algo sin importancia pero te pido Lincoln que respondas con la verdad.

-¡Consideralo hecho! Estaré en la entrada de la escuela mañana después de clases ¿Entonces tenemos un trato Haiku?

-Tenemos un trato Loud si y solo si llevas más de esos ricos dulces de cereza.

-¡Dalo por hecho Haiku! No tenía idea que te gustaran.

-Son deliciosos para una pequeña botana, creo que entiendo la razón de que a Lucy le gusten tanto.

-En realidad le empezaron a gustar desde que no me alcanzó para comprarle el chocolate amargo que por cierto también amamos.

-Espera ¿De verdad te gusta el chocolate amargo?

-¿Bromeas? ¡Es delicioso! Ya sea en una barra de chocolate, una bolita congelada e incluso en el helado el chocolate amargo es perfecto... De hecho creo que se me acaba de antojar uno.

-¡Cállate tumba! ¡Yo también amo el chocolate amargo!

-Jajaja entonces creo que mejor llevo chocolate mañana para hablar ¿Qué dices?

-Si no lo traes no te diré nada de Rose.

-Me parece un excelente trato Haiku, por cierto nunca había escuchado esa expresión de ¡Cállate tumba! Jajajaja creo que es única, me gusta.

-Es algo que suelo decir cuando me emociono, aunque no lo parezca casi nunca como chocolates, siento que podría ganar peso.

-¿Tú? No inventes, eres una chica muy linda, delgada y elegante, creo que te puedes permitir un pequeño dulce al día jajajaja.

-Te dije que no dijeras nada sobre mí- nadie tenía idea de cuánto es que Haiku agradeció que fuera una llamada, algo dentro de ella la hizo reaccionar de una manera muy extraña al igual que hace un rato, por sus brazos recorrió un extraño escalofrío que congeló sus sentidos, un raro calor tocó su rostro todo para volver sus manos de gelatina, nunca antes le habían hecho un cumplido que a ella le gustara y menos un chico que por más raro que fuera declamó palabras que le recorrieron hasta los huesos.

-Oh por supuesto, lamento haber dicho... Lo que fuera que te hizo enojar jajaja.

-Creo que... Es mejor que te vaya pasando el número de Rose.

-Oh claro... Haiku si fue algo que dije...

-¡Te espero después de clases!- sin perder el tiempo Haiku cortó la llamada recostándose en su cama mientras sostenía su teléfono sobre ella observando el techo que la cubría -eso fue... Extraño... ¿Qué rayos fue eso? Se sintió como si un murciélago me diera una mordida por la espalda y me succionara la sangre por completo, ese tonto siempre diciendo tonterías, como sea mañana le daré indirectas de Clyde de camino a casa, si no las entiende estaré perdida.

-¿Haiku? ¿Puedo pasar?- el llamado a su habitación hecho por su nueva compañera le sacó los pensamientos raros producto de las palabras de Lincoln.

-Claro, está abierto- Rose entró a la habitación con una cara tan larga como un caballo -¿Estás bien?- Haiku pensó que tal vez ya había pasado el mal momento de Rose pero tal parecía que no.

-Si, estoy bien es solo que papá está algo irritable, sé que me pediste que me quedara afuera pero en serio no tolero a papá cuando está así ¿Me puedo quedar aquí? Prometo estar en silencio.

-Claro Rose, además sería muy cruel enviarte a sufrir ahí abajo a la cocina.

-Ya ni me lo digas, vaya día de porquería.

-Lo sé prima pero para tu fortuna creo que puedo arreglar al menos una parte de tu mal día, dame cinco minutos- Rose no tenía idea de lo que Haiku estaba por hacer, levantó su teléfono y tecleó un poco para después volver a bloquearlo -creo que está hecho Rose, después me lo agradeces.

-No lo entiendo ¿A qué te refieres?- y como por arte de magia el teléfono de la chica de rosa sonó con un tono muy colorido, Rose no se molestó en verificar quien la estaba llamando, sin pena respondió con una dulce voz -¿Bueno?- pero nadie respondió a su primer llamado -¿Quién habla?

-Ho... Hola...- dijeron al otro lado de la línea.

-¡Holi! ¡¿Cómo estás?! Por cierto ¿Quién eres?

-No cabe duda que hablan casi igual... No sé si me recuerdes pero... ¡Ta ra! Soy Lincoln- ¡Rose no lo podía creer! No tuvo necesidad de buscarlo porque él había llegado a ella -Haiku me envió tu número, me dijo que habías perdido el papelito que te di pero no importa, dime ¿Fue mucho que te llamara sin avisar?- el silencio hizo acto de presencia durante los primeros segundos de la llamada, la impresión congeló a Rose al instante y todo por contestar una simple llamada -creo que lo fue- dijeron por el teléfono a los oídos de Rose -mejor cuelgo, no quiero importunar.

-¡No! ¡Por favor Linky no cuelgues! ¡OH POR DIOS NO ESPERABA QUE ME LLAMARAS!

-Oh... Bueno ¿Entonces no molesto?

-¡Por supuesto que no! De hecho quise mensajearte desde ayer pero perdí tu número y hoy quise tratar de ir con Haiku para verte ¡No, olvida eso! En... En... En realidad yo... Quería... Quería ir con Haiku ¡Si, eso! Si nos encontráramos sería una completa coincidencia... Ay... Lo arruiné ¿Verdad?

-¡No, para nada Rose! De hecho... Creo que es lindo... yo también quería verte- aquellas palabras llenas de pena golpearon a Rose directo en el corazón pues sintió que eran las palabras más sinceras que le habían dicho en mucho tiempo.

-Eh... Yo... Li... Linc... No es por... Por ser grosera pero... Tengo que hablar algo con Haiku... ¿Crees que podríamos vernos mañana?

-¡Uy! Lo lamento Rose pero iré con Haiku, no sé si ella acepte que estemos los tres.

-¡No! A Haiku no le gustan mucho las multitudes...- algo distraída por supuesto pero Rose sabía la razón de que Haiku quería verse con él -¿Y qué opinas del viernes? Podríamos dar la vuelta o hablar de algo, de cualquier cosa en realidad pero por favor ¿Me seguirías mostrando la ciudad?

-¡Por supuesto! ¡Cuenta con ello!

-¡Hecho! Bueno... Tal vez te llame en unos minutos... ¿No hay problema?

-Por supuesto que no, mi número siempre está disponible durante todo el día.

-Gracias Lincoln, el mío también está disponible para lo que se te ofrezca, nos vemos.

-Nos vemos Rose, salúdame a Haiku- la bella chica femenina fue quien cortó la llamada sin siquiera respirar, dejó su teléfono sobre un buró que ahí estaba justo al lado del maquillaje de Haiku al mismo tiempo que observaba únicamente sus manos entrelazando una con otra varias veces.

-¿Estás bien?- el rostro afligido de Rose preocupó a Haiku y eso que ella jamás sentiría empatía por otro ser humano -¿Rose?

-Haiku... Él cree... Que soy linda...- el decir eso enrojeció las mejillas de Rose en un rosado resplandeciente.

-¿En serio? ¿Lo dijo en serio?

-¡SI! Pero esta vez sentí que era diferente, creo que solo me lo dijo a mí...

-¿Cómo lo sabes?

-No sé y creo que me estoy explicando mal, más bien... Quiero que esas palabras sean solo para mí ¿Sabes a lo que me refiero?

-Creo que no Rose.

-Es sencillo- de nuevo la seriedad llegó a Rose justo frente a Haiku -cuando dijo que era lindo lo que hacía me gustó, un tierno escalofrío recorrió mi cuerpo, sentí vergüenza de seguir hablando con él, no quise decir una tontería así que colgué... Haiku... ¿Sabes si Lincoln tiene novia?

-Si, si tiene- Haiku no tenía la menor idea pero pensó en jugar con su prima un poco, hacerla sufrir un rato -creo que cumplirán un año en un par de meses ¿Por qué?

-¡No! ¿Es en serio?- Haiku asintió al instante -¡No es justo! ¿Por qué un chico lindo me tiene que decir cosas tiernas? ¡Lo peor es que tiene novia! ¡No se vale Haiku!- Rose comenzó a lamentarse por su desdicha hasta que Haiku comenzó a reír -¡No te rías de mi desgracia!

-Jajaja lo siento pero solo estaba jugando contigo, ese perdedor no tiene novia o eso creo, le preguntaré mañana en tu lugar cuando venga de regreso a casa con él.

-Alto... ¿Eso quiere decir que va a venir aquí? ¡¿Mañana?!

-No lo sé ¿Quieres que lo traiga para acá?

-¡Si! ¡Haiku te lo pido por favor! No lo sé pero... Hay algo en él que me interesa ¿Crees que puedas ayudarme?

-Si lo hago espero que salgas mucho con él durante las tardes ¿Tenemos un trato?

-¡Trato hecho!- un pacto sellado con un apretón de manos, en aquel entonces pensaban que su vida marchaba como viento en popa, los problemas parecían desaparecer con el paso de cada hora, la aventura las llamaba al igual que un Quijote acompañado de su fiel escudero Sancho Panza y tal vez pudo haber funcionado de no ser porque olvidaron un minúsculo detalle... Ellas no eran las únicas participantes en este juego.

-Oh dios mío... Creo que quiero intentar salir con Rose... ¡No! ¡Tranquilízate Lincoln Loud! Primero hay que conocerla, háblale al igual que hiciste justo ahora con Haiku, pregúntale por su día, las cosas que le gustan y más importante: tengo que lograr que seamos amigos así no sólo pensaré en su belleza sino que tendré algo de que hablar cuando la situación se presente, no quisiera tener una novia solo para besarla o tomarla de la mano, no, espera... ¿La estoy considerando así? Vaya que soy fácil de enamorar jajajaja- tal parecía que Rose no era la única que dejaba volar su imaginación respecto a la nueva persona que acababa de conocer, sus ilusiones vuelan al igual que cometas a través de las estrellas; descansa sobre un viejo sillón familiar dejando ir las preocupaciones del día al igual que sus palabras -quisiera que de verdad me hiciera caso ¿Cómo lo hago?

-¿Así que alguien te gusta?- la privacidad es un lujo que Lincoln no se podía dar muy a menudo así que sus intenciones fueron expuestas apenas al descubrirlas -¿Quién es?- y quién mejor para entender a sus hermanos que aquella que los conoce de toda la vida...

-¡No! ¡No quise decir eso!

-¡Ajá! ¡Sólo mira tus mejillas! ¡Sigues siendo igual de tierno que cuando eras bebé!

-¡Lori por favor no digas eso!- entre más molestaba a su hermano más avergonzado se mostraba ante ella.

-Jajajaja oh por supuesto que no Linc ¡Esto es oro! Jajajaja prometo guardar la bonita imagen de tu cara roja por el resto de mi vida.

-¡Lori!- un poco de molestia afloró en el reclamo de Lincoln demostrando que hablaba enserio.

-Jajajaja está bien pero tienes que admitir que eso fue gracioso- Lori reía a carcajadas por las acciones de su único hermano, tiernas y divertidas ante sus ojos -literalmente me acabas de alegrar el día- y sin dudar se lanzó sobre el sofá para estar junto a Lincoln.

-¿Ya terminaste de burlarte?

-No pero después lo haré- de repente la voz de Lori cambió por completo, dejó las risas por empatía -aún no me contestas ¿Quién te gusta?

-¿A mí? Nadie Lo... Lori... ¡Qué cosas dices!- para su mala suerte las mentiras no eran el fuerte de Lincoln.

-Hermano literalmente estabas babeando por ella... ¿O será...? ¿Que babeas "por él"?

-¡¿Qué?! ¡Lori no digas esas cosas! ¡NO SOY GAY!

-Tranquilízate Linc, ser gay no tiene nada de malo, el amor es amor.

-Lo sé, créeme no soy gay Lori... Pero... Es "ella" y no un "él"- Lincoln se vió obligado a revelar el desastre que había dentro suyo.

-Ya veo ¿Y puedo saber quién es?

-Es... La prima de la amiga de Lucy, se llama Rose.

-Vaya...- de inmediato Lori se quedó callada -bueno si te gustan las chicas oscuras no tengo problema pero creí que...

-Rose no se parece nada a Haiku, de hecho si pudiera compararla con alguna de nuestras hermanas sería más como Lola, ya sabes, todo color de rosa, sonrisa blanca como perlas, voz tierna y dulce como la de un ángel y personalidad brillante al igual que un par de focos de navidad.

-Vaya que te trae comiendo de su mano Linc.

-De ninguna manera Lori, eso es lo que opino de ella en cuanto a su exterior pero quisiera conocerla de verdad, saber quién es ella.

-Lincoln eso es lo más lindo que has dicho en mucho tiempo y lo respeto... Por si quieres algún consejo.

-¡No! ¡Nada de consejos! ¿Recuerdas lo que sucedió la última vez?

-Jajaja claro que lo recuerdo pero a diferencia de aquel día esta vez prometo que si no quieres no le diré a las chicas.

-¿En serio?

-Hablo muy en serio Linc, escucha cuando Ronnie Anne te golpeó por aquel intento de beso tanto las chicas como yo nos sentimos terrible, no teníamos idea de que todo fuera a terminar así pero después pasó lo del restaurante y hablando con mamá me di cuenta que obligarte a cumplir los caprichos de Bobby no era tu responsabilidad sino la mía, entender que mi relación es solo mía me costó y le costó aún más a Bobby pero lo supimos manejar, el punto es que quiero ser una buena hermana para ti, no me importa si es Ronnie o no e incluso si es un chico o una chica, esta vez puedo darte el consejo que tú creas que necesitas para hacer que te note, te escuché hermanito y la verdad es que tú ya no tienes que hacer algo extraordinario para que se fije en ti, sé tú mismo, juega videojuegos, habla de las cosas que te gustan y de lo que a ti te hace feliz, eso de querer prestarle atención, conocerla y averiguar quién es realmente es interés puro y puedo asegurar que literalmente es un gran comienzo pero tampoco vayas a perder de vista quién eres tú al igual que yo lo hice, creo que en una relación lo más importante es amarse a uno mismo así podrás querer a la otra persona sin problemas.

-Lori eso fue muy lindo, gracias.

-Te dije que quería ser una buena hermana, en algún momento teníamos que madurar ¿No crees?

-Tienes razón aunque estás dando por sentado que podría salir con ella.

-¿Y por qué no?

-No lo sé...

-Lincoln tú tienes todas las oportunidades de gustarle, eres divertido, listo y de buen ver, un poco raro pero un partidazo, cualquier chica sería afortunada de salir contigo así que hagamos un plan.

-¿Un plan?

-Claro, tengo que estar en el campus dentro de unas horas, las chicas no están excepto Leni, Lily, nuestros padres, tú y yo, podemos idear algo para que la dejes atónita mañana que la veas.

-Bueno mañana no podré verla, quedé hablar con Haiku mañana por la tarde.

-Entonces cuando la veas jajajaja pero lo importante es que hagamos lo correcto paso a paso ¿Qué dices?

-Si pasa algo malo me deberás muchos cómics Lori.

-Y si sucede algo bueno me dirás todo lo que pase contigo ¿Qué dices?

-Acepto el trato querida hermana.

-Jajaja ya lo verás tonto, volverás conmigo pidiendo más consejos de tu sabia hermana.

-En tus sueños Lori... Pero... ¿Qué hago?- la pregunta sincera y suplicante de Lincoln le hizo entender a Lori que estaba hablando en serio.

-Mira hermanito primero dime ¿Cuál es tu objetivo más cercano?

-Pues me invitó a salir el viernes pero yo...

-Quisieras convertirlo en una cita ¿No es así?- Lincoln echó un vistazo a su alrededor antes de contestar en voz baja:

-Si y también quisiera tener más citas con ella.

-Muy bien, entonces el viernes desde el primer momento en que la veas esto es lo que harás...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top