Capitulo 46 Parte 2
¿Por qué he dejado de soñar?
Esa es una buena pregunta, a la cual solo tenía una respuesta; ya no podía soñar.
Desde que llegué aquí dormir ha resultado un verdadero desafío. Y lo único que lograba al cerrar los ojos era que una profunda desesperación me embargara.
Me levantaba, sentaba, leía, hacía ejercicio, pero nada. En mi cabeza la reciente información no dejaba de dar vueltas.
Leo, es el rey demonio...
Rebeca, una guerrera revolucionaria...
Las hadas, los demonios, mis enemigos, mis aliados, secretos y más secretos.
Cada esquina parecía esconder un misterio.
Yo simplemente no podía soñar en un lugar así.
— Si sigues así me serás inútil.
Palabras crueles. Lysander era así. Desde que lo conocí hasta el día de hoy, estoy segura que es el peor hombre, o hada masculina, que he conocido. ¿Cree que estoy aquí por él? ¿De verdad cree que soy una rehén? Él mismo lo mencionó; es absurdo querer controlar a una soñadora.
— Me da igual. Déjame ir, es mucho mejor para mí, por fin podré olvidarme de toda esta mierda y volver a mi solitaria, pero pacífica vida.
La misma que yo mandé al caño por querer averiguar la verdad.
— Eso desearía, ¿Sabes? Pero no me quita nada retenerte aquí un poco más. Para algo has de servir.
Entorne los ojos. Sí, sí. Haste el tipo malo, cuando de seguro Van te da a ti por detrás. Se bajó de la cama y caminó hacia la habitación de al lado. Ahora va a dormir en mi cuarto, pero nunca conmigo.
— Oye — se detuvo sin darme la cara — ¿Crees de verdad que vencerás a Invi? ¿Qué es lo qué pasó ese día en la cabalgata?
Silencio. Por un instante pensé que se iba a ir sin decirme nada. Pero me dio la respuesta con una resolución aplastante.
— No sé si podré ganarle y eso no me importa. Yo solo lucharé por estar junto a quién quiero, porque resignarme a vivir sin él es igual que haber perdido.
Sin querer se dibujó una sonrisa en mi rostro.
Por dios, ¿No se querrá casar conmigo? Esperen, ya es mi esposo.
La pregunta sería ¿No querrá ser heterosexual y darme duro contra el muro?
— Y fingí el accidente. En realidad, desde que vi la yegua sus pupilas se encontraban más dilatadas de lo normal. Y sus patas daban pasos firmes pero dubitativos.
— ¿Eso quiere decir?
Se giró molesto, con sus mejillas levemente sonrojadas;
— Qué te salve la vida, estúpida cucaracha — dijo entre dientes, azotando la puerta al irse a la habitación continúa.
Me quedé atónita.
Velozmente mi mente comenzó a armar el rompecabezas.
No hay que ser un genio para averiguar que tramaba Lysander, él quería engañar al enemigo.
Es parecido a la técnica que Cass me enseñó de las mujeres y los hombres; ellos nos creen más débiles, un objeto que ellos pueden mirar y tocar, pero no entienden que somos más que ello.
Es lo mismo; Invi poseía una sobre confianza abrumante. Su ego era igual de grande que el pen... Pensador más inteligente.
Deducía que su hermano menor era un ser endeble, que no representaba ningún obstáculo, sin embargo Lysander sabía esto y le gustaba jugar su juego.
Ser el débil para que el enemigo baje la guardia.
Cómo siempre Lysander superaba mis expectativas.
Giré, quedando boca arriba.
Qué demonios... Papá no es mi papá.
¿Por eso todo esté tiempo me desprecio? ¿Por eso me odiaba tanto? Pero... Comprendo que se caso con Rebeca para aparentar.
El plan fue simular un embarazo, ¿Por qué? No lo explicó, pero puedo darme una idea.
Me levanté de la cama, dirigiéndome a la puerta de la habitación contigua.
— Lys... Oye, Lys.
Pasaron unos minutos hasta que contestó. Me mantuve esperando con la frente recargada en la puerta.
— ¿Qué quieres Cucarachita?
— ¿Qué pasó después se que decidieran salvarme? ¿Cómo le hicieron?
Oí un fuerte suspiró, uno que casi igualaba un gruñido salvaje.
Luego el sonido de algo, o mejor dicho de alguien recargando su peso en la puerta seguido de su voz;
— Te convertiste en la prioridad, tanto para ser eliminada como para ser salvada. Los reyes te vieron inmediatamente como un obstáculo para controlar a tu mamá. El plan era convertirla en una concubina, pero la deshonra de embarazarse fuera del matrimonio fue realmente escabroso para ellos. No era mujer digna de la realeza, así que planeaban convertirla en una.
— Así que todo esté tiempo fuí un inconveniente para las hadas — torcí los labios con obviedad — ahora entiendo porque tanto odio.
— Sí. Te entrometiste en el camino de todos — se quejó con amargura — Cómo sea. Planearon eliminarte antes de que fueran un problema más grande, pero Van sugirió algo de interés para los reyes; el control absoluto sobre una soñadora.
— ¿Qué?
— No existía nada comprobado, pero la posibilidad de que nacieras con la misma capacidad que tú madre era elevada. ¿No sería excelente criarte desde pequeña a su beneficio? Fue así como lograste sobrevivir.
— Pero crecí en la tierra. Cómo cualquier persona normal.
Me quejé. Sí, nada parecía fuera de lo común.
— Porque te ocultaron. Los primeros meses los pasaste aquí como cualquier otro bebé humano; sin hacer beneficio. Solo llorando y mirando todo como una tonta.
— Oye, era una bebé.
— Eso pensé. Pero has crecido y no se te quita esa mala manía. Al contrario, creo que empeoró.
Pateé la puerta como protesta. Una leve risa traspaso la puerta. Bien, al menos para él era divertido todo esto.
— Tenerte aquí era una perdida de tiempo. Una simple humana. También tu madre fue perdiendo la capacidad para abrir los portales, lo cual seguro tuvieron que ver los reyes, pero aún no tengo pruebas. Sin ser una amenaza aparente, la retornaron junto contigo y bajo la vigilancia del primero al mando; Van.
— Y allí decidieron hacerse pasar por una familia... Vaya lío.
— Ni que lo digas. Los primeros años dabas señales de que habías heredado la habilidad de tu madre. Trataron de ocultarlo pero era muy difícil.
— ¿Cómo? Yo me acabo de enterar hace poco de todo esto de las soñadoras y todo esto.
— Siendo bebé, desaparecias inconscientemente. Te dejaban en tu cuna y reaparecias en la casa de Leo. Quién también fue encomendado a vigilarlas. Esto llamó la atención de todos. Estuviste en la mira hasta que tú madre desapareció. Leo decidió abandonarte argumentando que no tenía caso cuidar más a una niña humana sin habilidades. Así evitaría que te trajeran aquí.
— Todo esté tiempo se alejó para protegerme... — mis manos se pasaron por mi cabello en un gesto de desesperación. — Pero, ¿Por qué se quedó allí y consiguió otra familia?
— He hablado de más. Eso le corresponde a Van contártelo — su voz se fue alejando a medida que se adentraba más a su habitación.
— ¿Qué? ¡No, Lys! — jalé el picaporte, pero se encontraba cerrado con llave — Maldición ¡Abre la puta puerta Lysander! Aún no terminamos de hablar.
Silencio.
Me mantuve quieta para escuchar lo que hacía. El vidrio de un copa y sonido de una bebida al servirse me hizo burbujear el estómago.
Si, tú bebe tranquilo mientras yo muero confundida. Ojalá y se ahogue.
Debo de encontrar una manera de abrir la puerta. Un pasador. Corrí directo al tocador y cogí el pasador más grande. Creo que servirá. No sé cómo abrirla puerta con esto, pero en las películas resulta fácil. Y no hay peor intento que el que no se hace.
Mientras trataba de forzar la puerta. Alguien llamó a la puerta principal del cuarto.
Pregunté quién, me contestó una linda voz que habían traído mi comida.
— ¡Pasa y déjala en la entrada!
Di acceso sin dejar de intentar de forzar la puerta. Escuché como dejó la charola en el tocador y segundos después la puerta se cerró.
Era genial que no me cuestionara nada. Así seguí intentándolo por varios minutos, hasta que un aliento cálido se deslizó por la piel baja de mi cuello y una voz chocó de manera impactante en mi oído.
— Pensé que te había enseñado a ni bajar la guardia.
Desconcertada, y acorralada contra la puerta y la desconocida, giré para confrontar a la persona que tuvo la osadía de arrinconarme, pero justo cuando la ví, sus labios tocaron dulcemente los míos. Se movieron exigentes, implacables, robándome el aliento y dejándome aturdida.
¿Qué hace Cass aquí?
Hola!
Aquí con un cap más.
No logré recuperar el CAP de la computadora así que tuve que reescribirlo. Es difícil porque nada resulta igual que la primera vez. Pero bueno.
Les dejó este cachito de mi para que lo disfruten y tengan lindo inicio de semana.
Yo me iré toda desvelada al trabajo, pero no importa. Suerte en su día. Consiganse un novio nuevo, una mascota nueva o un íncubo nuevo.
No olviden comentar, dar su lindo voto y seguirme.
¡Hasta la próxima! Besos y abrazos ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top