Capítulo 35

— Espera aquí, mujer llorona.

El hada me sentó en una silla de cuero, de lo que parecía ser el cuarto de juegos de Cristian Gray, bueno no, era más bien una sala para tomar el té, pero hubiera sido genial que fuera el cuarto de juegos de mi amado Cristian.

— No estaba llorando, estaba escupiendote por los ojos. Estúpida Tinker Bell.

— ¿Qué? - su rostro se contorsionó del enojo.

— ¡Oh, estás sorda! ¡Dije que...! - el sonido de la puerta abriéndose me interrumpió.

El hada enojada, se hinco en una reverencia exagerada.

¿Qué? ¿Tinker Bell está aquí?
Crucé las piernas y giré a ver la puerta. El hada que me golpeó en el bosque apareció. El hada gay.

Mordí mis labios y me recriminé mentalmente por pensar que se veía estupendamente guapo con su ropa apretada. Sus pantalones de tela ajustados oscuros captaron mi atención, qué músculos tiene este hombre, y ese centro donde el arcoiris esconde su tesoro.

Mmm, y ese detalle del cinturón ceñiendo su cintura le daba un toque soberbio. Sensual. Y ni que decir de su cabello rubio ondeando hasta sus rodillas. Lacio y sedoso.
Qué envidia, ojalá yo pudiera tenerlo así. Si tengo tiempo debería de preguntarle qué Shampoo usa.

Mientras lo analizaba, sus ojos violeta me observaron con sorna.

- Al final, el ratoncito a caído solo en la trampa.

Sonreí, solo para ser su amiga y preguntarle por la receta del shampoo, ya luego podía odiarlo de nuevo.

- El ratón va dónde haya algo que adquirir. Comida, cama, casa... Hasta veneno cuando ya no quiere vivir.

¿Qué dije? La verdad, no lo sé, solo quería agregar drama y ambiente al momento, y a la vez sonar filosófica como en las películas. Aunque solo conseguí que se burlara.

- Vaya chica, tienes nervios de acero. - caminó hacia mi, ignorando al hada arrodillada ante él y llegando frente a mí - o no sabes quién soy yo. La vez pasada osaste pegarme.

Y no me arrepiento. Pero no lo dije seguí sonriendo. Crucé mis piernas lentamente, a propósito, para que notara mis piernas y con los brazos alcé mis pechos. Sin embargo, a pesar de que su mirada se desviará a mis atributos por un segundo, no lo distraje ni atrajé como lo planee.

— ¿Cómo conocer a alguien quién no se ha presentado?

— Cierto. — sonrió, mostrando su dentadura perfecta. — Soy Lysander, príncipe heredero. Mucho gusto conocerla oficialmente... Señorita.

Oh, qué lindo, duda que sea una señorita. ¿Qué no ve lo delicada que soy?

— Mucho gusto, su majestad. Justo os vieneis a interrumpir pues me atrevois a queréis teneis una converseis con ustedeis. ¿Qué tal? ¿Aceptáis?

Silencio. Luego, una carcajada estruendosa y segundos después estaba siendo elevada por lo aires.

— Acepto. Ven, aquí no podremos hablar en privado.

Señaló a sus guardias y demás hadas presentes, a las que no noté llegar. Me contuve de pegarle para que me bajará y me deje guiar. Me cargaba mientras caminaba como si no pesará nada.

— ¿De qué queréis habléis?

Se bofó de mi.
Me sentí perturbada de que el ser que me golpeó el rostro hasta dejarme inconscientemente, estuviese siendo tan amable conmigo e incluso estuviéramos burlandonos entre nosotros.

— Me ofreciste un trato y quiero negociarlo.

Se detuvo frente a una gran puerta de roble. Me maravillé por las figuras talladas en ellas, sirenas, hadas, lobos, duendes, elfos, etcétera, todas las criaturas mitologícas parecían estar aquí, en un pedazo de madera podía caber en mundo.

De pronto, la puerta fue abierta con una patada de parte de él, me omití una exclamación de sorpresa, ya que parecía ser muy pesada.

Entramos y me dejó en medio de un sofá con diseño de hoja aterciopelado.

Él se sentó frente a mí, en otro sillón en forma de rosa roja. Ahogué mi risa, él parecía muy gay sentado en ese sillón.

Algo así como el príncipe de la rosa le rosa.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? Hasta hace poco huías como una cucaracha.

— Gracias por la comparación... Y supongo que me cansé de ser la cucharacha que no puedes pisar a pesar de ser tan grande.

Algo crujió. Oh, si, era el sonido de su orgullo siendo golpeado.

— Me ofreciste darme lo que quiera. Y no quiero solo una cosa, trae papel grande y mucha tinta.

— Si, bueno, créeme que no estás en condiciones de ponerte a exigir querida, ante todo estás en mi territorio.

— Ninguno está en condiciones de querer tomar el controlar Lys. — crucé las piernas y con mis dedos comencé a numerar — uno; porque vamos a ser socios. Dos; si me vuelves a golpear todo se irá a la mierda.

— Lo mismo va para ti, querida. — torció el labio y me señaló la parte que le había mordido. Bonita cicatriz va a quedarle. Lo mismo va para mí cara.

— Bien, como sea. Sigamos. Tres; dejaras a Tina absolutamente fuera de esto. Cuatro; quiero que me cuentes toda la verdad.

— Hay verdades que no desean ser contadas.

— Me vale. Me las cuentas y punto.

Interrumpo. Tal vez este violando el derecho de las verdades de guardar silencio, pero yo ya estaba harta de tener que ceñirme a sus reglas.

— Cinco; Dejarás libres a los hermanos íncubo, Jon y Gil.

Eso último lo hizo crisparse. Y con los dientes apretados, comentó;

— ¿Vas a defender a quienes te traicionaron?

— No tengo porque darte explicaciones, pero para que te estés más tranquilo...lo hago porque le di mi palabra y me gusta cumplirla.

Mordí mis labios. Tratando de ocultar el temblor de mi cuerpo. ¿Sonaba valiente? Pues me estaba orinando los pantalones del miedo. ¿Qué me aseguraba qué iba a aceptar mis heroicas peticiones?

— Entonces no mentiré, será difícil borrar todos sus pecados desde que fueron creados, pero haré lo que esté en mis manos para cumplir esa petición. ¿Otra cosa que desees agregar, cucarachita?

— Entiendo. Me conformaré con eso por ahora. Por último, quiero mi libertad. No quiero que te equivoques, no seré tu esclava ni rehén, seremos socios y quiero igualdad.

Sonrió, su dentadura brillo deslumbrantemente. La condición número siete será que me pase el nombre de su pasta dental y de su shampoo.

— Pensé que ibas a ponerte más exigente. Ahora te diré que quiero a cambio.

Asentí. Mientras no me pidiera que abriera un portal a la luna para saludar al conejito, todo estaba bien.

— Cómo sabrás soy el príncipe de este lugar, pero te mentí, no soy el heredero al trono.

Chasqué la lengua. Primera mentira, empezamos mal.

— Soy el segundo en la línea de sucesión, el primero es mi hermano mayor Invis, pero es tiránico y sádico, yo no deseo que mi gente termine bajo su mandato estoico.

— Entiendo. ¿Y yo qué tengo que ver en eso?

Se levantó y se sentó a mi lado.

— Mucho, tú serás mi herramienta para ascender al trono, si te tengo, tengo el poder sobre todo. ¿Lo entiendes no?

Mi mente comenzó a trabajar a mil por hora, analizando la situación.
Entiendo, las hadas me tenían miedo porque tenía acceso a todo sobre lo que pudiera imaginar, el poder de viajar de aquí a allá sin limitaciones. Inclusive, de ser una figura importante interdimensional.
Si quisiera podría organizar una orgía entre diferentes dimensiones, aunque no lo haría, porque aún no sé abrir los portales a voluntad.

— No suena pesado.

— No, pero es una carga muy imponente, querida, ondearemos por las olas más turbias de la política y la locura. No será fácil, puede que seamos asesinados, pero es lo de menos.

¿Morir es lo de menos? A eso le llamo falta de amor propio crónico.

— Lo peor es que los que amamos saldrán lastimados.

¡Oh, tremendo cucarachon se nos puso sentimental!

— Por eso debes alejarte por completo de los tuyos. Inclusive de los que están protegiendo ahora, solo por ellos, deben descartar.

Tragué duro. No es como si tuviera muchas personas que proteger, pero estaba pensando en la posibilidad de traerme al señor nepe conmigo. Ahora que Gil y yo estaremos sepsrados, es momento de que el vibrador tome protagonismo de nuevo.

— Parece que no tienes problema con ello — asentí, si, en general no había nada malo — Ya por último tendrás que casarte conmigo para ganar más terreno y asegurar nuestro triunfo.

— Enti... ¡¿Qué?!


¡Hola, hola!

¿Cómo están?

Espero les guste el cap y se diviertan un poco. Mi objetivo es alegrarles el día

No olviden comentar y votar. Y recomendar si les gusta.

Y ¿Hay lectores fantasma? Si es así, gracia por leer, pero no sean tímidos, me encantaría conocerles. No muerdo, ni nada.

¿Y también hay hombres que lean la historia?

¡Ya casi llegamos a los 100k! Muchas gracias por su apoyo. Les amo mil. 💕💕

Recuerden, no olviden votar, comentar y recomendar para crecer más. Besos y abrazos, hasta pronto 😍😍

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