Parte Única
Aviso: Es un capítulo único, pero es bastante largo, advierto que son como 4000 palabras, espero sea de su agrado ♡. Ahora si los dejo leer...
Los días en Vancouver pueden considerarse bastante fríos en esta época del año, más aún si vistes un traje de Superheroína, que consiste básicamente en una falda por donde todo el frío cabe libremente, aunque una buena taza de café bien caliente podía solucionar ese problema.
Mirándose en el espejo se encontraba, una rubia de hermosos ojos azules, que con gran poder iluminaban a quien los mirase. No se observaba por ser vanidosa, sino por el hecho de que minutos atrás, una escena de acción le había dejado tierra en sus mejillas.
—Fue un trabajo duro— pensó en voz alta.
Tres golpes a su camerino le llamaron la atención, girandose rápidamente y formulando un "adelante", quien entraba por ahí, no era nada más y nada menos que Chris Wood, su compañero estrella en este proyecto. Esta de más decir y recalcar, sus perfectas características físicas.
—Hola, vine a traerte esto— acerca con su mano derecha, un vaso de café caliente.
— Perfecto — sonríe. — Era justo lo que necesitaba en estos momentos, te lo agradezco mucho— lo agarra gustosa dándole un sonoro sorbo, provocando una sonrisa en el castaño.
— Lo supuse, con el frío que hace afuera, está inaguantable — comentó, intentando empezar una conversación.
— Ni que lo digas, tienes suerte de no usar esta falda — ríe.
— Te compadezco, Mel — ríe a la par de ella.
Completa paz y tranquilidad se reflejaba en el ambiente cada que estaban juntos, por más silencio que hubieran entre ambos, jamás se formaba una incomodidad.
Al concluir las grabaciones, Melissa se dispuso a dirigirse a su casa. Necesitaba a toda costa su cama, repleta de mantas para así dejar de sentir el horrible frío, junto con un maratón de películas que tenía grabadas.
No supo en qué momento, se había quedado dormida, pero lo que sí sabía, es que la imagen que proyectaba su mente era magnífica.
Una noche estrellada con ella en medio de un hermoso campo de flores, recostada mirando cada una de las estrellas que en el cielo habitaba. El ruido de los insectos era lo único que sé oía en ese lugar.
Miraba intensamente las estrellas, completamente maravillada, hasta que comenzaron moverse. Intentó levantarse pero no podía, era tal la relajación que sentía, que no podía mover ni un solo músculo de su cuerpo. Miró las estrellas nuevamente, pudo notar como se habían agrupado perfectamente para formar una imagen.
—¿Chris? — logró decir, completamente confundida.
La cara de su compañero había sido representada por las estrellas, él estaba sonriendo. No supo porque, pero ahora ella tenía esa sonrisa en su rostro.
Cerró los ojos por un breve momento y al abrirlos, ya no estaba en el mismo lugar que antes, ahora estaba en...
—¿El sillón de Friends?— preguntó confundida. ¿Que hacía ahí?
— Rachel, ten tu café — expresa Gunther, el encargado del café Central Perk.
—¿Rachel? — se miró de arriba abajo y efectivamente estaba vestida igual que ella, pero seguía siendo Melissa. — ¿Que demonios...?
Decidió por levantarse y dirigirse al que sería el departamento de Mónica, quizás ahí encontraría alguna respuesta, además después de todo era una serie que le gustaba, no perdería esta oportunidad por recorrer el mundo de Friends.
Al llegar, intentó abrir la puerta pero fue en vano, a su vez corroboró tocandola, viendo si alguien se encontraba adentro, pero no había rastro de vida en ese lugar.
Se sentó en el pasillo del edificio, intentando entender este sueño extraño que estaba teniendo, donde las estrellas se movían y ella era Rachel.
—Hola— saludó posando una mano en el hombro de la chica.
—¿Chris? — preguntó desorientada.
—¿Quién es Chris?, Yo soy Ross— contestó confundido. — ¿Rachel estás bien?
— Claro, si Ross. Lo siento, te confundí con alguien más— respondió rápidamente. —Si tranquilo, estoy bien.
— Solo quería disculparme por lo de hace rato —expresa apenado. Cabizbajo.
Melissa no entendía de que le estaba hablando, así que solo puso su mejor cara de compresión y le ofreció a sentarse junto a ella.
— No pasa nada, en verdad. No hay problema — comunicó, tranquilizando al joven a su lado.
— ¿Entonces estas de acuerdo? — inquirió ilusionado.
— Claro, por supuesto — reconoció un tanto desentendida de la conversación.
— Perfecto — agregó, acercándose y besándola. Ella confundida, abrió los ojos sorprendida, empujándolo rápidamente y parpadeando fuerte, tratando de entender lo que pasaba, al abrir sus ojos, ya no estaba en el pasillos del edificio...
Sentada en un escritorio se encontraba, perfectamente ordenando. Miró a su alrededor y vio a bastantes policías realizando su trabajo, algunos uniformados y otros simplemente con su placa. Observó su ropa, un pantalón negro, una camiseta gris y un saco también gris pero más oscuro. Su pelo estaba recogido en una perfecta coleta. Una placa de detective colgaba de su cinturón, junto con un arma en el otro extremo.
—¿Y ahora que? — le hablo a la nada.
— ¡Detective! — exclamó el guapo chico que traía dos cafés en sus manos. — Mire lo que le traje — comunicó entregándole uno de los cafés.
— Oh por dios... ¿Chris? — inquirió sorprendida.
— Soy Lucifer, detective. ¿Que pasó? Me confundió con una de sus conquistas — expuso probando un sorbo de su café.
Se limito a simplemente revolear sus ojos. ¿Que estaba pasando?, claramente estaba soñando esto, pero... ¿Porqué siempre Chris?. Quería descifrar el significado de sus sueños, pero no podía... Por más que se esforzará, simplemente no podía.
El teléfono sonaba con insistencia, al ver como Melissa no contestaba, Chris o más bien, Lucifer se dispuso a atender.
— De acuerdo, allá vamos — corto la llamada — Detective, parece que tenemos un caso, vamos — levantó su mano guiando el camino.
Llegaron al lugar, era una casa bastante hogareña, donde había ocurrido un crimen, era de no creerse como en los más hermosos lugares, pueden ser opacados por el terror.
— Su nombre era Katie Williams, según los forenses fue asesinada entre las 1am y 2am de anoche, encontraron rastros de tierra en sus uñas e indicios de pelea — informaba uno de los oficiales.
Una hora después, se habían encargado de revisar todo el lugar, dejando cada rincón visto, despejando cada pista que se les aparecía.
Melissa aún seguía perdida por la velocidad en la que se llevaban las cosas, intentando seguir el ritmo de su sueño, no quería perderse nada.
—¿Te sientes bien, detective? — la voz de Chris se sintió a sus espaldas, logrando que ella se volteara.
—Si, solo estoy un poco cansada. Nada más — sonrió.
— En ese caso, la llevaré a su casa — propuso. — El resto de los detectives puede encargarse de esto.
Subieron al auto, ella iba mirando al frente y él la miraba de reojo. La única chica en el mundo que se resiste a sus encantos.
La puerta detrás de ellos se cerró, caminaron hasta encontrase con el sofá y tirándose sobre el.
— Gracias por traerme — lo miro.
—Fue un placer, detective. Todo por usted — sonrió. — ¿Nunca lograré conquistarla, verdad? — inquirió después de unos minutos de silencio.
— Nunca — sentenció serenamente.
Ella no supo decir si esas palabras iban dirigidas a Lucifer, como parte de la historia de su sueño o sólo iban para Chris, pero lo que sí sabía... Era que dudaba de sus palabras.
No notó en que momento sus brazos estaban alrededor del cuello de Lucifer, pero se sintió bien, tan protector. Se acercó a su hombro, y notó su olor... Era el mismo de Chris, ¿Como podía ser?, estaba representando su aroma perfectamente, su mente se lo acordaba. Cerró sus ojos cuando percibió su aroma y al abrirlos, nuevamente no estaba en el mismo lugar.
Despertó en una cama y habitación de colores pastel, los rayos de luz incidian sobre su rostro causándole una molestia. Su piel se erizó cuando un brazo comenzó a rodear su cuerpo, saliendo sobresaltada de la cama.
—¿¡Quién eres tú!? — exclamó asustada.
— ¿Que pasa Betty?. Soy Jughead — anunció confundido, sacando su rostro de entre las sábanas.
Ella se volvió a observar de arriba abajo, pronunciando "No otra vez" en un susurro. Efectivamente está vez, no era Melissa y Jughead, no era Jughead...era Chris, ya debería de acostumbrarse a eso. Esta vez, estaba encarnando el papel procedente de Lili Reinhart. Riverdale, era filmado cerca del Set de Supergirl, por lo cual era muy consciente del personaje que en este momento estaba representando.
— Amm — titubeo— Lo siento Jughead, me desperté muy rápido — se excusó.
— No hay problema — reveló. — Ven — pronuncia invitandola a volver con él a la cama.
Se volvió a recostar en esas tan suaves sábanas, apoyando su cabeza en la almohada con tranquilidad, su mente necesitaba un descanso. Sentía que hace horas estaba soñando, ya quería despertar.
Colgada en sus pensamientos, notó un brazo rodeando su cintura, atrayendola más y más a su torso desundo. Se relajó, lo quería o mejor dicho, lo necesitaba. Su mano izquierda quedó apoyada en el pecho del chico, junto con su cabeza que subía y bajaba a la par de su respiración.
Él beso su frente con cariño, ella sonrió dejándose llevar por el momento. No besos imprevistos, no asesinatos... Solo ellos dos descansando en una cama. Eso quería, descansar.
Sus ojos fueron cerrándose lentamente, olvidándose de todo lo que ocurría. Olvidándose de que tenía que despertar.
Los minutos pasaron y ambos yacían en un sueño profundo, estando abrazados y transmitiendo calor el uno al otro. Sin previo aviso, ella abrió sus ojos asustada, no podía respirar... No lo estaba haciendo.
—¡Batty! — exclamó él, al verla tan asustada y apuntando a su garganta. —Tranquila, estoy contigo — le agarró la mano fuertemente. — Mírame, mírame a los ojos. Intenta tranquilizarte. — recitaba — Mira mis ojos, estoy contigo. — repetía una y otra vez, intentando mantener la calma.
Melissa siguió sus pasos y lo miró a los ojos, poco a poco su pulso fue bajando, sentía como todo ese miedo se iba lentamente con tan solo mirarlo. Entonces pudo hacerlo, pudo respirar lentamente y con tranquilidad.
— Gracias — susurro, mientras él la envolvía en sus brazos en un fuerte abrazo. — Gracias — repitió.
Pasado un momento, no sintió más el calor de sus brazos, supuso que su momento en Riverdale había pasado. Tenía ese sentimiento de añoranza hacia esa protección y tranquilidad que obtuvo antes. Debía de aceptar que cada experiencia pasada hasta ahora, le había traído una enseñanza que nunca olvidaría.
Abrió sus ojos y un fuerte frío la invadió, tanto así que tuvo que utilizar sus manos en un intento por abrigarse. Se miró de arriba abajo, llevaba puesto un vestido pegado al cuerpo, junto con unas gafas. Observó el lugar, demasiado oscuro para su gusto, estaba en una especie de plataforma sentada en una silla de escritorio. Al voltearse se encontró con varias computadoras, con un punto rojo parpadeante en un mapa. Tenía la sensación de que este lugar ya lo conocía.
— Overwatch ¿Estas ahí? — habla un chico de voz grave a través del computador.
— ¿Me hablas a mi? — pregunta ella.
— Si Felicity, tu insististe en ese apodo — revela él.
Ahí entendió todo, su nuevo destino era nada más y nada menos que Arrow, por eso se le hacía conocido el lugar, ella era Felicity en esta oportunidad. No tendría dudas de que el chico a través del comunicador era Oliver, pero no el Oliver que todos conocen sino... Chris.
— Dime que necesitas — pide acecandose hacia la computadora.
— Necesito que me digas la ubicación del lugar y si hay personas dentro — pronuncia a la par de que se escabullia entre la oscuridad de las calles.
— "¿Cómo demonios hago esto?" — pensó, mientras se dispuso a teclear algunas cosas, apareciendole el cartel con una dirección. — Está a dos cuadras de tu posición. — tecleo el mapa en donde el lugar se encontraba, como completa principiante, pero le apareció la cámara infrarroja. — Según la cámara de calor, indica que sólo hay dos personas dentro. Tengan cuidado — logró soltar un suspiro para seguidamente recostarse hacia atrás. — Felicity, admiro tu trabajo — pensó en voz alta.
— Yo también — se escuchó provenir del comunicador — Admiro tu trabajo, Felicity — admitió Oliver.
— Gracias — sonrió.
Un fuerte estruendo arruino la tranquilidad de la chica. Después de hace una hora pasar por el estrés de intentar ser una nerd en tecnología, se venía otro problema.
De la puerta principal se vio llegar a un Chris desangrándose sostenido por Diggle. Su rostro cambió completamente al ver al chico en ese estado, corrió rápidamente a ayudarle como pudiera mientras Diggle le pasaba instrumentaria.
— Vértigo — fue lo único que pronunció el morocho, para hacerle entender que los atacadaron personas que lo habían consumido.
Cuando lo peor había pasado y ahora se encontraban poniéndole un par de gasas en su herida, Diggle se retiro del lugar ya que su esposa lo llamaba. Dejando así a Chris y Melissa solos.
—¿Cómo estas? — preguntó la chica.
— Mejor — contestó — Estuvo cerca, casi los atrapó.
— No por eso tienes que ponerte en riesgo — advirtió la rubia.
— Sabes que es mi trabajo como vigilante de esta ciudad, es mi deber protegerla. — recita como si de un himno se tratara.
— Pero tu vida esta primero, quizás si no hubieran llegado a tiempo... — dejó el comentario en el aire, para centrarse en otra cosa que no fueran sus ojos.
— Yo siempre regresaré. Siempre que tu estés aquí — expresó, levantando su mano con cuidado y dejándola en la mejilla de la chica, que no tuvo más remedio que ver sus ojos.
— "Esto no es real, es solo un sueño... Esto no es real" — repetía en su mente, no entendía como cada tacto o sentimiento se hacían tan reales cuanto más escenarios pasaban, cada vez más intensidad en cada encuentro.
— Voy a besarte. ¿Esta bien? — inquirió el castaño con tranquilidad, mientras se levantaba un poco. Ella simplemente asintió con su cabeza.
Cerró sus ojos y se inclinó un poco, no pasó mucho tiempo cuando sintió los labios del chico incidir en los suyos. Como si de volar se tratara, así se sintió ese beso. Tan cálido y perfecto como ningún otro que haya tenido, sus labios se movían a la par del otro, siguiendo un ritmo tan especial, sentía que las notas de una canción salían fuera de sus labios... Juntos eran la melodía perfecta.
Pero poco duró, cuando ya no sintió esa calidez, había pasado otra vez... Su tiempo en Arrow había concluido y en verdad sentía que el vacío se agrandaba cada vez más en su pecho. Él tenía algo que no podía describir, quizás sus primeras dos encarnaciones no fueron las más perfectas, pero ella tampoco estaba dispuesta a verlo, a ver lo que tenía enfrente a ella y nunca pudo notar.
Sus ojos se abrieron y las puertas de un ascensor fue lo primero que su campo de vista capto, esta vez al ver su ropa, notó que no tenía nada en particular, solo una camisa a cuadros oscura y unos jeans también oscuros. Las puertas del ascensor se abrieron y ella salió, parecía ser que estaba en un hospital, lo notó por el exceso de blanco.
Un médico se acercó a ella, presentándose y guiandola hacia una habitación, ahí lo vio. Estaba en una camilla, conectado a muchos aparatos y estaba siendo reanimado. Las lágrimas no tardaron en salir, cuando los brazos del médico la apartaron del lugar.
— Lamento eso doctora Grey — se disculpó el joven. — Su esposo está grave en estos momentos, sufrió un severo accidente y en verdad lo lamento mucho. — informó.
Melissa se ahorro el contestar, sus lágrimas no le dejaban proseguir, ella era conciente de que nada de esto era real... Pero el dolor que sentía era más fuerte que todo lo que pudiera pensar en esos momentos. Sea ella Meredith y él Derek... Nada dejaba de doler.
Estaba sentada esperando noticias, sabía lo que se aproximaba, era consciente de que él no se salvaría.
— Doctora Grey — llamó su atención el doctor. — Lo lamento mucho — hablo el joven.
No supo de donde saco tantas lágrimas para llorar, pero ahora solo quería ir a verlo. Necesitaba ir a verlo.
Entró a la habitación donde yacía el cuerpo de Derek, tenía muerte cerebral y era momento de desconectarlo. Esta vez no pudo escuchar su voz o ver su sonrisa. Lo quería devuelta... Ella quería a su Chris.
— Sé que no eres real, pero te siento como mi Chris y sé que estás cosas pueden pasar. No puedo dejar de imaginar que quizás en estos momentos Chris puede estar muriendo y yo estoy aquí, soñando sin parar, sin poder despertar. No quiero perderte, lamento haberlo notado tan tarde — expresaba, con lágrimas en sus ojos y tomando la mano de Derek mientras la enfermera lo desconectaba.
Era la primera vez que quería que su tiempo en Grey's Anatomy terminará, en verdad le estaba doliendo esto y por suerte así fue, su momento acabó. Esta experiencia le mostró como sería perderlo y estaba segura que no quería hacerlo otra vez. Quería regresar, ya no aguantaba más esto.
Despertó nuevamente con una presión en sus labios. Sabía de que y quién se trataba, supo reconocer sus labios, a pesar de que nunca los probó realmente.
— Te prometo que a donde sea que vaya, seré la persona que esperas que sea. Tu me hiciste mejor, todo es gracias a ti — pronuncia él al separarse de sus labios. Ella reconoció al instante de que personajes se trataba, Kara y Mon-el.
— Sé que lo serás — suspiro con lágrimas en los ojos, esta escena no se grabaría aún y ya sentía el dolor de su despedida.— Me hiciste muy feliz — reveló.
— Te amo, Kara — expresó para volver a besarla.
— No quiero perderte otra vez— admitió — No otra vez — repetía llorando.
— Siempre estaré contigo... Aquí — apunto a su corazón — Nunca estarás sola, mi amor. Prométeme qué siempre serás feliz — pidió mientras le sujetaba fuertemente las mejillas.
— Lo prometo, pero quiero que sepas que mi felicidad eres tu —reveló, abrazándolo. — Ahora vete, te quiero a salvo — exigió, besándolo una vez más y así fue como Mon-el se dirigió a la nave de Kara. Sus mejillas estaban empapadas en llanto y creía que ya no podía aguantar mucho más de esto, cayó al suelo agotada. Lo perdió, otra vez...
Despertó, abriendo sus ojos lentamente y una luz cegadora le dio justo en sus ojos, el color blanco era protagonista en esa habitación, intento moverse pero fue en vano, no era capaz de mover un solo músculo. Quería hablar pero las palabras ardían en sus garganta, algo en su boca no le permitía hablar, era un tubo. Sintió una presión en su brazo izquierdo, como pudo logró moverlo y esa presión se movió.
— Mel. ¡Oh por dios!, estas bien.. Estas despierta — era él, la presión en su brazo era él — Espera un segundo, iré a buscar al doctor. Por favor, tranquila — avisó antes de salir por la puerta y regresar con el médico.
— Veo que despertaste Melissa, permite que la enfermera te quite el tubo — anuncio, y ella sintió como un largo tubo salía de su garganta, causándole una molestia que como resultado le hizo toser.
— Ch...ris — hablo con dificultad y el susodicho se acercó con rapidez a la camilla, tomando su mano.
— Tranquila Mel, tuviste un accidente cuando regresabas a tu casa. Pero ya estás a salvo.— informó. — Ten — le ofreció un vaso de agua que acepto gustosa.
— ¿Cuánto estuve dormida? — inquirió ya pudiendo hablar sin dificultad.
— Seis días — informó el doctor, logrando que ella abriera los ojos con sorpresa— Estuviste en coma por seis días, debido a una contusión en tu cabeza, también tuvimos que repararte algunas fracturas en tus costillas y brazo derecho, pero ya están reparadas y recuperándose. Me alegro que hayas despertado — sonrió, retirándose del lugar al concluir el historial.
— ¿Estuviste aquí todo el tiempo?— preguntó la rubia a Chris.
— Si, Chyler me llamó apenas se entero, ella es tu contacto de emergencia — sonrió.
—Gracias por estar aquí — comentó tomando su mano.
— Casi te pierdo, Mel. Hubo un momento en que dejaste de respirar, me asuste mucho. Pero sé que tu eres fuerte — sonrió con lágrimas juntándose en su rostro.
— Voy a volver, aún me quedan un par cosas pendientes — sonrió tiernamente y guiniandole un ojo— Sabes... En estos días que estuve dormida, viví un par de cosas bastante interesantes — ríe.
— ¿Que cosas? — inquirió intrigado.
— Fue increíble a decir verdad. Soñe que pasaba por muchas series y representaba un personaje. Pero.. ¿Sabes que es lo mejor de todo? — comentó. — Que tú estabas ahí.
— ¿Yo? ¿Soñaste conmigo? — se enrojecido el muchacho.
— Si, y me alegro de ello, me ayudó a darme cuenta de algunas cosas — expresó mirando el techo.
— ¿Cómo cuales? — preguntó sin dejar de mirarla.
— Que no puedo vivir sin ti — admitió. — Te tuve y te perdí de muchas maneras en los sueños, y la verdad, no quiero perderte otra vez — lo miro.
— Yo tampoco quiero perderte, Mel. — sonrió.
— Sonará loco pero... Agradezco este accidente, este tiempo me ayudo mucho, Te quiero Chris y nunca supe darme cuenta. Me gustas y mucho — admitió con una sonrisa.
— También me gustas, Mel. Lo supe apenas te vi, entraste con esa sonrisa que ilumina a quien la mire y con esos ojos que me vuelven loco cada vez que me miran. Llegar cada mañana y sacarte una sonrisa, era mi sostén de cada día, elegiría una y otra vez la oportunidad que me dio la vida de estar junto a ti — expresó, ya tan cerca de la chica, que sus respiraciones se entrecortaban.
— Solo bésame antes de que una costilla me perfore un pulmón — río con humor.
— Siempre tan oportuna, Benoist— río, para seguidamente estampar sus labios en los de la joven, ella sintió sus labios nuevamente o mejor dicho por primera vez, si antes era mágico, ahora sobrepasa todo lo existente a perfecto.
Creyó conocer sus labios antes de esto, pero eran sólo una estafa creada por su mente, la realidad supera todo lo demás, mejor de lo esperado e imaginado. Sus labios a la par en una más que perfecta armonía, su brazo izquierdo sujetando con fuerza su cabello y él agarrando sus mejillas, en un intento por no separarse nunca más de ella.
— Merecemos una primera cita — añade el joven al concluir el beso.
— Lo acepto, solo si se trata de película y pizza — agregó.
— Justo lo que tenía en mente — admitió, besándola por segunda vez y esta, demostrando todo el amor contenido que le tenía desde que la vio.
Algunos de nuestros sueños revelan sentimientos muy ocultos en nuestro ser, tan así, que ni nosotros mismos notamos la realidad, pero nuestro subconsciente si lo hace. A veces necesitamos un empujoncito para lograr lo que en verdad se desea y que mejor que los sueños sean ese empujón hacia la felicidad. Esta serie de sueños le hizo notar a Melissa el sentimiento que tenía guardado hacia Chris, ni ella misma sabía la realidad del asunto, de ese amor que en ella subsistía y nunca fue capaz de notar... Hasta ahora.
FIN♡
Espero les haya gustado, de ser así dejen sus votos y comentarios ♡ nos leeremos en alguna próxima historia que publicaré. Comenten si les gustaría alguna en especial y si les gustan historias así de cortas o con muchos capítulos.
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