Capitulo 9

Dormidos abrazados, me desperté y me percaté que ya era cerca de la media noche...

Me enderecé con cuidado de su lado, cubriéndome con la sabana, y de pronto sentí su cálida mano tomar a la mía.

_ ¿A dónde vas hermosa?

_ Ya es muy tarde. Tengo que irme a mi casa

_ No. No quiero que aún te vayas

_ Pero Joey

_ Quédate conmigo esta noche. Mañana pienso ir a la Plaza de Armas ¿Quieres acompañarme?

_ Si me gustaría, pero ¿No crees que puede ser peligroso que yo me quede aquí contigo?

_ Tranquila. Nadie se dará cuenta, te lo prometo

Le sonreí con nervios y pensé en mi familia, en que dirían.

_... Está bien...

Advirtió mi preocupación.

_ Calma. No temas por lo que puedan pensar tus padres. Ellos lo comprenderán

_... Eso espero cariño...

Dormida a su lado, él me observó perdidamente y recordó que habíamos hecho el amor. Acarició mi brazo con cariño y sus ojos brillaron con intensidad.

_ Haberte conocido es lo más lindo que me ha pasado...

Me susurró y luego sin resistirse besó con suavidad mi hombro.

Aún creyendo que me encontraba en un sueño, sentí su dulce beso en mi hombro y abrí los ojos. Sonreí al instante.

Lo miré junto a mí, desnudo al igual que yo, y mi corazón latió fuerte y rápido. Él me sonrió despampanante.

_ Buenos días dormilona – sonreí –

_ Hola, buen día ¿Hace rato que estás despierto?

_ Si, más o menos, pero no quise despertarte. Te veías tan linda durmiendo

_ ¿Así con la boca abierta? – se rió -

_ No estabas precisamente con la boca abierta

_ Debo confesar que tengo la mala costumbre de quedarme dormida con la boca abierta

_ Aun así me hace tan feliz que te hayas quedado a dormir conmigo – acaricié su rostro –

_ Mi Joey

Me miró perdidamente y luego bajó la mirada en torno al corazón diamante que colgaba de mi cuello, un poco arriba de mis pequeños senos, y lo tomó.

_ Espero que este corazoncito no lo dejes de usar nunca pequeña

_ Créeme, no me lo sacaré

Volvió a sonreírme y yo me perdí en sus intensos y seductores ojos celestes y él me besó.

Besándonos, Joey me ató a sus brazos, yo lo rodeé en los míos y él me recostó suavemente otra vez en la cama.

Me dejé otra vez llevar por sus apasionados besos y caricias y volvimos a hacer el amor.

Besándonos sin parar, él me cargó en sus brazos, yo abrasé su cadera con mis piernas y él empezó a embestirme; yo me sujeté de su agradable cuello.

Lo miré con mi corazón y respiración agitada y él me miró fijo a los ojos, seduciéndome con su provocativa mirada, mientras que entraba y salía de mí con deseos, protección y amor.

Me sentí tan increíble y realizada, que no quería que aquel segundo mágico y erótico momento se terminará. El corazón se me iba a salir del pecho y sintiendo sus excitantes embestidas y su fija mirada en mí, volvimos a besarnos.

Aumentó las embestidas, yo acaricié su sedoso cabello y toda su enorme y suave espalda, lo que a él más le fascino, excitó y besándome, volvimos a acabar.

Un poco cansados, respiramos entre cortados y él transpirado, me sonrió tierno, lo que hizo que yo más me derritiera por él.

_ ¿Estás bien Joey? deberías bajarme. Creo que peso mucho

_ Tranquila, jejeje. No pesas nada, o ya olvidaste que soy mucho más alto que tú

_ Jejeje, si es cierto y eso me fascina

_ A ver ¿Y por qué te fascina tanto?

Me sonrió y aún sin bajarme, estábamos así tan cerca y yo le sonreí apenada.

_ Bueno, porque así tú siendo tan alto y yo tan pequeña, me siento protegida por ti...

Me miró perdidamente y volvió a sonreírme.

_ Eres muy tierna y eso me vuelve cada vez más loco

_ ¿Y de verdad no piensas bajarme? Hoy tienes un show y quedarás muy adolorido si sigues cargándome así como me tienes

_ No lo creo hermosa

Me tomó con más fuerza y me acercó más a él y a sus labios.

_ Me encanta tenerte así en mis brazos y no pienso aún soltarte

Lo miré embelesada y no me pude contener más.

_ Te amo Joey. Te amo tanto

Él no me dijo nada y solo volvió a besarme y nos abrazamos fuerte, como si se hubiera a acabar el mundo...

Me sonrió y se subió y abrochó los pantalones; yo me abroché mis botines y él se me acercó. Yo lo miré amándolo con toda mi alma.

_ ¿Entonces, quieres acompañarme a dar una vuelta a la Plaza de Armas?

_ Si. Me encantaría, pero espero que no haya tanta gente

_ No te preocupes por eso, si hay gente o no, tú estás conmigo. No quiero perderte de vista, no al menos estos dos días que nos quedan

_ Eres tan lindo y tierno conmigo – acarició mi rostro –

_ Tú me haces actuar de esta forma, tan linda y maravillosa. Me siento como si fuese un adolescente de nuevo

_ Mi Joey

Volvió a sonreírme.

_ Bien, será mejor ya irnos, antes que se nos haga tarde...Por cierto ¿Hoy irás al recital? ¿Verdad?

_ Claro que si, por nada me perdería el verte una vez más cantando en público. Me encanta

_ Y a mí me encanta que seas tú la que vaya a verme. Te buscaré entre el público, y si puedo, te daré algo...

Sonrió al ver que habíamos llegado a La Plaza de Armas y me miró bajo sus lentes de sol. Yo le sonreí.

Lo deseó y tomó mi mano con cariño. Mi corazón se regocijó de alegría.

Tomados de la mano, caminamos hacia aquella modesta y acogedora plaza, tal como quería Joey.

Había gente, algunos, sentados, les daban migajas de pan a las palomas, otros jugaban ajedrez y otras parejas estaban sentadas junto a la gran pileta, que estaba en el centro.

A él no le importó, atesoró cada minuto y apretó fuerte mi mano.

_ Quiero que nos sentemos ahí frente a la pileta

_ Bueno, vamos...

Mi corazón latió fuerte todo el tiempo; sentí su mano sostener a la mía y me sentí más y más feliz.

Nos sentamos, permanecimos un rato en silencio y él luego se sacó los lentes de sol y cerró los ojos. Yo lo miré y me perdí en las facciones de su serio rostro. Lo encontré aún más guapo que hacía un instante atrás.

<< Es tan lindo>>

<< Eres demasiado guapo Joey. Los años no pasan para ti >>

<< ¿Cómo no voy a amarte amor mío? >>

Mis pensamientos se detuvieron al oír su suave voz.

_ Esto quería. Sentarme aquí y solo escuchar escurrir el agua de esa pileta – me miró tierno – y solo quería hacerlo contigo pequeña

_ Joey...

_ Tal vez pienses que es una tontería, pero para mí no lo es – sonreí y le acaricié su mejilla –

_ Para mí tampoco lo es, al contrario, creo que es muy fascinante

_ Gracias pequeña. Amo los lugares así, tranquilos, quitados de ruido y que tengan siempre una pileta al centro para despejar todos tus pensamientos con el escurrir de su agua

_ Te amo Joey – me miró fijo–

_ Y yo a ti...

Aquellas palabras resonaron una y otra vez en mi mente y oídos. Antes que pudiera decirle algo, él me besó.

Casi corriendo, llegó de regreso al hotel, puesto que en una hora más tenía que irse con los muchachos al lugar del evento, para la prueba de sonido.

Yo por mi parte, me fui corriendo hasta mi casa para cambiarme de ropa y alistarme para su tan esperado recital esa misma noche.

Alistándome, me miré frente al espejo y volví a recordar sus dulces palabras.

<< Te buscaré entre el público, y si puedo te daré algo... >>

Luego recordé con más emoción y amor...

<< Y yo a ti... >>

<<Y yo a ti... >>

<< Joey realmente me ama, al igual que yo a él... >>

<< Sí es así, anhelo con más ilusión que nuestro dulce acuerdo funcione...>>

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top