Epilogo- Sueño constante.


Martes 4 de septiembre de 2016

Esa noche Jared y su amigo Jaime Reed (quien por cierto no tenía ningún parentesco con Camille ni vínculos algunos con los hoteles Reed) decidieron ir a una feria de juegos en Mallibú, y a ellos se les unió sin invitación Chloe Bartoli. Idea que a Jaime no le pareció muy buena, pues él sabia que las intenciones de la morena, era sólo figurar en las fotos que seguramente luego serian publicadas en las redes sociales de Jared o del amigo de éste.

— Tu madre me va a matar cuando se entere de esto— dijo Jared leyendo las portada de unas cuantas revistas de farándula que éste tenía en sus manos. Él y Rose se encontraban sentados en un banco mientras los amigos de Jared se encontraban en la montaña rusa. Cosa que el cantante no pudo hacer para estar con Rose, pues ella no tenía ni la estatura ni la edad permitida para subir a esa atracción.

Jared no sabía cómo reaccionar ante los distintos titulares, algunos de éstos eran tan absurdos y ridículos, que no se merecían su atención, no obstante, otro eran de carácter acusatorios bastante grabes. No creía que algo así era para tomárselo a la ligera y Jared estaba pensando seriamente en demandar a la revista que publicara aquellos comentarios que eran considerados de grueso calibre.

«La misteriosa niña que acompaña a Jared, ¿Adoptada o familiar?» — Leyó él en voz baja, enseguida leyó la portada de otra revista que decía «La nueva mascota del excéntrico Jared Leto tiene nombre de flor, y es una niña»

Pero el titular que mas colmó la paciencia de Jared fue el que sin duda, lo hizo enojar y estaba seguro quien podría ser el responsable de aquel artículo. «La verdad que se esconde tras el accidente de Jared Leto: la niña que la acompañaba esa noche era su rehén» — ¡Ridículo! — exclamó el cantante mientras abría la revista con las manos temblorosas de rabia mientras contenía la respiración. Y es que lo peor del título, no era que fuese un absurdo, lo peor para Jared era, que lo habían planteado como una afirmación y no como una interrogante.

«Fuentes cercanas al cantante y actor aseguran que Leto es tan apegado a los niños, que suele invitarlos al escenario de sus show sacarse fotos con ellos, acción aparentemente inocente; no obstante, su obsesión por los niños va mucho más allá de una sana convivencia con los infantes, Leto ha dicho en varias entrevista que aunque desea ser padre, no puede, ya que es un hombre ocupado ¿Pero será eso cierto? ¿Realmente está tan ocupado como para no tener niños en su vida cotidiana? Es probable que el artista esté mintiendo ante esa declaración, ya que la niña que se ha visto con él en este último mes, en realidad sea su rehén y está siendo obligada o manipulada por el artista para fingir normalidad ante la prensa y/o sus cercanos.

¿Será Jared Leto es el nuevo Michael Jackson? ¿Será esa pequeña la nueva Macaulay Culkin de su generación ? Nadie lo sabe, pero debemos recordar, que al fallecido rey del pop lo acusaron de pedofilia involucrando en las demandas a la estrella infantil de los 90's en que se sugería que Jackson abusaba de él.

Es probable que Leto y la pequeña niña que suele estar con él tenga una historia similar. Ahora, aclaremos que si esto es cierto, la policía del estado de California no ha hecho nada para ayudar a esa pobre pequeña. »

— ¡Que mierda es esto! — vociferó Jared tirando con fuerza al suelo la revista, al terminar de leer. Rose al escucharlo se lo quedó mirando con los ojos abiertos de par en par un tanto asustada. Jared la miró y suspiró profundo cerrando los ojos para calmarse — discúlpame. — pidió en un murmullo tranquilizador.

— ¿Qué pasa? — quiso saber la niña

— Nada que no tenga solución — dijo Jared sonriéndole con cierta ternura. — ¿Confías en mi, princesa?

Rose asintió con la cabeza mientras masticaba un algodón de dulce que Chloe Bartoli le compró a la niña con el fin de ganarse la simpatía de la niña e impresionar a Jared. Pero pese a los esfuerzos de la chica, ésta no lograba hacerlo, ya que Rose veía a Chloe como una especie de amenaza, una bruja, una arpía o algo así. Su instinto infantil le advertía que aquella, no era buena en realidad.

— Esa es mi princesa— dijo el cantante sonriendo ante la respuesta de su hija — ya verás que todo saldrá bien, tú sólo debes relajarte. Mañana será un gran día. — Jared no estaba seguro si sus últimas palabras iba dirigidas a Rose o para sí mismo. — Saldremos en televisión ¿te gusta la idea?

— Sí pero ¿A mi mami le gustaría? — quiso saber Rose

— Tendrá que entender que esto que hago, es para mejor — respondió él— además, no tengo otra opción.

— ¿Que harás? — quiso saber la niña mientras disfrutaba del algodón de azúcar lamiéndose sus pegajosos y azucarados dedos

— Pronto lo sabrás — respondió él sonriéndole con ánimo.

Esa noche, Jared, su mejor amigo y Chloe; se sacaron muchas fotos que compartieron en la cuenta de Snapcha de susodicho amigo. Enseguida, Jared se sacó fotos con Rose y estas fotos terminaron guardadas solamente en la galería de fotos del teléfono de Jared, pues, éstas eran imágenes que pertenecían más a su vida privada, que al jet set público.

Se subieron a unos cuantos juegos más. Chloe más de una vez quiso insinuar de manera sutil que Rose en realidad no era hija de Jared, o que si lo era, fue producto de un embarazo para amarrar al cantante por interés.

— Yo lo habría hecho — le murmuró ella a Jaime, cuando se encontraban en la fila de la casa de la risa, mientras que Jared y Rose se divertían en los botes en forma de patitos, y en el tiro al blanco.

— Bueno, tú seguramente hubieses hecho muchas cosas de ese tipo— dijo Jaime — Pero yo conocí a Alice y ella no es como tú. — Comentó murmurando en el mismo tono que ella — Y no vuelvas a decir esas cosas, en especial delante de Jared o su hija o seguirás ganándote el odio que te precede, pero esta vez no será sólo por parte del Echelon.

Jared ignoraba absolutamente la opiniones de Chloe. Y en toda la noche sólo tenía ojos para Rose por lo que tampoco supo del pequeño altercado entre sus dos amigos.

Volvieron a casa. Rose se había quedado dormida en el auto, por lo que Jared debió cargarla hasta su nuevo dormitorio cuando llegó a su hogar, sin embargo, cuando el cantante la dejo sobre la cama, Rose despertó con un fuerte suspiro.

— Tranquila, ya estamos en casa, princesa — dijo él mientras la arropaba.

— ¿Enserio tienes que irte a Alemania muy pronto? — quiso saber la niña un tanto adormilada

— Bueno, no me iré mañana — respondió él —Sólo serán unos días

— Pero estaré sola

— No digas eso— le dijo él — estarás al cuidado de tus abuelas y tía Camille vendrá a estar unos días.

— No es lo mismo — dijo con tristeza Rose

— Si pudiera, te llevaría. A ti y a tu madre... pero no se puede. Además tienes que ir a la escuela. — Rose no dijo nada, sólo lo miró con tristeza — Te prometo, que volveré pronto, esté será un viaje muy corto, sólo unos cuantos días. Pero luego tú y yo iremos a Tokio, ya veras, será muy divertido tener una institutriz acompañándote en ese viaje.

— ¡Huich! Escuela fuera del país — dijo la niña con desagrado mientras arrugaba la nariz. Gesto, que a Jared le recordó mucho a Alice.

— Es la única forma que se me ocurre de tenerte cerca por tantos meses. — Respondió él riendo levemente— y ahora, princesa, adormir que mañana será un gran día. — Diciendo eso, Jared se inclina y besa la frente de su pequeña.

Martes 4 de septiembre del  2016                                                                                                                 23:30 Hrs.

Querido amiguito:

Ha pasado un mes desde el accidente aquel... yo salí de alta una semana después y tuve que ir a declarar, pues el conductor del otro auto iba ebrio y manejando en sentido contrario. No quiero entrar en detalles sobre eso. Afortunadamente, todo salió a mi favor en ese asunto y el tipo que nos hizo volcar, ahora tendrá que cumplir seis meses de cárcel y quizás un año.

Rose también sufrió golpes, aun tiene algunos hematomas en su rostro, afortunadamente nada grave, sólo un par de costras que poco a poco están sanando. Creo que el asiento para niños, que nunca pensé comprar en mi vida, fue una buena inversión realmente, pues gracias a esa cosa y el hecho de que pude reaccionar rápido, es que ahora mi princesa está viva y sanando.

Pero la peor parte se la llevó Alice, quien por desgracia tuvo que ser sometida a un coma inducido con el fin de que no tuviese una dolorosa recuperación. En el accidente ella sufrió múltiples fracturas y casi muere desangrada, por lo que tuvo varias transfusiones, cinco cirugías; tres en la pierna izquierda, una en la nariz y otra en su brazo derecho. Todas de reconstrucción. Gracias a Dios, no tuvo heridas internas pero lamentablemente el impacto que se dio en la cabeza contra el parabrisas, dio como resultado un test cerrado. Por suerte todos teníamos el cinturón de seguridad puesto, pero nadie se salva del todo cuando el auto vuelca. Y es que eso fue lo que ocurrió, tratando de esquivar el coche que se venía en contra de nosotros, uno de los neumáticos reventó y eso hizo que de pronto el mundo dice vuelta hasta quedar mirando el techo bajo nuestra cabeza y el suelo arriba de nuestros pies.

A pesar de lo atrapado que me sentía, acumulé todas mis fuerza y logré zafarme del cinturón de seguridad, luego abrí la puerta de un sólo golpe y logré salir a pesar de lo herido que estaba. Enseguida corrí hasta la puerta del copiloto para liberar a Alice, ella había perdido el conocimiento y su rostro estaba totalmente ensangrentado, además, tenía huesos expuestos tanto en la pierna como en el brazo.

La dejé sobre el piso, hice parar algunos auto haciéndole señas y enseguida, intenté sacar a Rose, pero la puerta estaba atascada. Algunos conductores (los más sensatos y astutos) acudieron ayudarme, finalmente tuvimos que sacar a Rose rompiendo el cinturón de su asiento para niños. Mi pobre princesa estaba consciente, sus ojos estaban abiertos de par en par y no decía ninguna palabra mientras intentábamos rescatarla... de seguro estaba en shock.

Cuando la ambulancias llegaron y me aseguré que mis dos grandes amores estuviesen a salvo y en camino a un hospital, lo siguiente que recordé fue que el mundo volvió a darme vueltas y luego nada...

Al día siguiente, cuando recuperé el conocimiento totalmente, (no recuerdo a qué hora exactamente) me explicaron que la adrenalina del momento bloqueó el dolor de todas mis heridas dejándome más alerta e hiperactivo, por lo que fue lo que en realidad ayudó a que pudiese sacar a Alice y Rose de la camioneta, pero una vez lista mi labor, el dolor y el estado de shock en que quedé me hicieron colapsar perdiendo la consciencia por varias horas.

Cómo fue obvio, nuestro accidente salió en toda la prensa rosa. Los periódicos y revistas amarillista esparcieron el rumor de que yo había muerto en el accidente, pero como es lógico, tuve que desmentirlo a mi manera: por Instagram, Twitter y todas mis redes sociales. Claramente no quería angustiar al Echelon. Otras de las especulaciones fue, que yo estaba ebrio, y todo porque cuando acudieron a nuestra ayuda muchos de ellos eran curiosos con cámaras tanto de celulares como profesionales. Y yo, por no querer que viesen a Rose o a Alice en el estado que se encontraban, me negaba a que la fotografiaran mientras los doctores y paramédicos la subían a la ambulancia, incluso llegué a golpear a un paparazzi porque le estaba apuntando con las cámara justo en el rostro a mi princesa; entorpeciendo el trabajo de los paramédicos. Sospecho que aquel fue quien creó el rumor de que yo estaba ebrio y obviamente muchos le creyeron, como también hubo otros que no, pues yo me encargué de desmentir las palabras dichas por aquel hombre en varias entrevistas.

Tuyo siempre B.C.

Miércoles 5 de septiembre 2016

Ambos estaban frente a un tocador mientras unas chicas se encargaban de maquillarlos y colocarles pequeños micrófonos enganchados en la ropa.

— Quedan dos minutos para que salgas — le dijo Sheila parada junto a la silla del cantante.

— No, no puedo hacer esto... es... es una locura — dijo Jared hecho un manojo de nervios mientras se paraba de la silla — por favor, quítame este micrófono — le pidió a la chica que lo estaba preparando. Ésta titubeó por un instante pero rápidamente obedeció — Nos vamos, nos vamos ahora mismo — añadió tomando a Rose en brazo

— No pueden irse, te costó mucho tomar esta decisión como para arrepentirte en el último momento — dijo su asistente interponiéndose en su camino.

— ¿Y si es un error? ¿Y si empeoro las cosas? Tal vez Alice tenía razón

De fondo, se oían risas y aplausos y de pronto, la voz femenina de una mujer que denotaba mucha energía al hablar comenzó a decir una extensa introducción.

— ¡Con ustedes, el ganador del Oscar y nuestro nuevo Guasón, Jared Leto!

— Ya es tarde — dijo Sheila — tendrás que averiguar si lo que has hecho es lo correcto o no. Además tú lo has dicho; «Nunca olvidaré, nunca me arrepentiré» — añadió citando una frase de Close to the edge

— Me pregunto cuándo será el día que la gente deje de tomar de forma tan literal mis canciones para usarlas en mi contra — respondió Jared

— Ya es tarde, Jared... las puertas se están abriendo — dijo la asistente. Jared respiró profundo mientras la maquilladora le volvía a poner polvo en el rostro y otra terminaba de colocarle nuevamente el micrófono a él, y a Rose. Enseguida se encaminó al escenario mientras las puertas se abrían lentamente a los lados.

— ¿Lista, princesa? — le preguntó a la niña

— Lista — dijo ella aun en sus brazos. De modo que cuando las puertas terminaron su recorrido abriéndose hacia los lado, juntos salieron al plató central del programa de Ellen DeGeneres, quien sorprendida no dejaba de sonreír y aplaudir junto con el público ante la presencia de Jared y esa extraña y pequeña niña.

Él se acercó a la animadora y la saludó con un beso en la mejilla, enseguida Ellen miró a Rose con curiosidad y tomó asiento en su lugar mientras Jared hacia lo propio e indicaba a la niña que hiciese lo mismo

—Wow, Jared, te veo muy bien acompañado — dijo la animadora — Hola, cariño ¿cómo te llamas?

— Rose — dijo la niña con algo de timidez

—Rose es la persona más importante de mi vida —dijo Jared— mi mundo ha dado un giro de 190 grados con ella y no quiero perder esta nueva vida por nada ni nadie.

— Wow, eso es maravilloso — dijo Ellen — Pero sólo para aclarar ¿quién es exactamente esta pequeña?

— Bueno, es gracioso lo que diré — comenzó a decir Jared — recuerdo haber bromeado en una entrevista diciendo que quizás tenía hijos repartidos por el mundo por eso de las giras... — hizo una breve pausa y tendiendo su mano, hizo que Rose la tomara para luego acercarla a él y que se sentara en su regazo — ella es Rose Jazmín... Leto Scott, mi hija — al decir eso, miró a la cámara de manera desafiante, después de todo, quería dejar bien en claro ese asunto, en especial para aquel periodista que se atrevió a acusarlo de secuestrador y pedófilo. La audiencia por su parte, reaccionó con sorpresa — y por si queda dudas, su madre no es cualquier persona, ella no se trata de una groupie ni nada de eso. Ella fue, es, y será el amor de mi vida... mi real amor.

— ¿Te refieres a que no es adoptada?— intentó insinuar Ellen

— No, no lo es — afirmó Jared— Esta pequeña que ven aquí no es mi mascota, no es adoptada y ni mucho menos, es mi rehén. Y quien haya dicho algo así, debería ir a un psiquiatra o buscar mejores fuentes de información. — hizo una pausa y miró a Rose con una sonrisa que la niña respondió con complicidad —Rose es mi hija biológica y su madre es real, no un frasco de laboratorio o alguien cuyo vientre fue de alquiler. Tampoco es alguien famosa, pero lo será, estoy seguro de eso; y no porque sea mi novia, si no por su talento. Además, debo aclarar que la madre de mi hija, es mucho mas especial que cualquier otra persona con la que me haya involucrado o me hayan vinculado, ella es... real, y Rose es mi hija, siempre ha sido así y no hay ningún secreto tras esta historia.

Al finalizar la entrevista, luego de unos eternos quince minutos, Jared se sintió aliviado; como si se hubiese quitado un peso de encima, aunque por otro lado se sentía bastante culpable de haber hecho esto sin consultarlo con la familia antes, pues aquello fue un acto impulsivo y al mismo tiempo tenía la idea de que sería lo mejor para todos, ya que se evitarían especulaciones, y rumores falso que sólo podrían arruinar la relación entre él y Alice, arruinando la vida de Rose.

Además, lo que Jared buscaba con todo esto, era desmentir las palabras dichas en aquella infame revista sensacionalista que aseguraban que Rose era una especie de rehén.

Por otra parte, tenía un dejo de arrepentimiento, pues pensaba que Alice tenía razón, después de esta entrevista, la vida de Rose ya no sería la de una niña normal, siempre sería perseguida por paparazzi o gente que quisiese sacarse fotos con ella sólo por ser la hija del famoso Jared Leto.

Pero lo hecho, hecho estaba y ya no había vuelta atrás, Rose tendría que aprender a vivir con su nueva realidad y quizás, en el futuro buscaría la manera de hacerse valer por sus propios méritos.

Jueves 6 de septiembre

— Hola, mami — saludó la niña

Los ojos de Alice se movían inquietos bajo sus parpados cerrados. De pronto despertó y se dio cuenta de que estaba acostada sobre la cama de la cabaña que se hallaba en Perpetuo Otoño totalmente sola. Pero aún así podía oír las voces tanto de Rose como la de otra personas más.

— Te echo de menos, mami — añadió la voz de su hija, a quien no veía por ningún lado, pero entonces, se paró rápidamente de la cama y se asomó por la ventana, la cual normalmente mostraba un paisaje otoñal y dorado del otro lado del vidrio, pero en aquel momento, sólo veía una habitación blanca, pulcra y bastante silenciosa con unos cuantos muebles: una gran cama de hierro con ruedas y barandales a los lados se imponía en la habitación, junto a ella una pequeña mesita de luz con un florero lleno de Jazmines frescos y frente a la cama, justo a los pies de ésta pero a unos cuanto metros, un gran sofá donde se encontraban sentados, Shannon, Camille y los padres de Alice.

— Te echo de menos, vuelve pronto... ¿vas a volver, verdad? — insistió Rose.

— Claro que va a volver, princesa, tiene que volver — dijo Jared quien sostenía a la niña para que pudiese alcanzar a ver a quien se encontraba sobre esa gran camilla de hospital, Alice. La que miraba desde la ventana de la cabaña hacia fuera; se dio cuenta que quien estaba tumbada en ese catre era ella misma. Totalmente dormida, inmóvil con sus ojos cerrados, boca arriba apenas respirando, sus manos estaban tendidas a cada lado de su cuerpo, uno de sus brazos estaba enyesado, pero reposaba sobre la cama, el otro estaba repleto de agujas y pequeñas mangueras trasparente por los cuales se le suministraba distintos tipos de medicamentos y suero. A un costado de ella, más o menos a la altura de la cabecera, se hallaba un par de monitores que registraban las ondas cerebrales y el ritmo cardiaco. Su pierna izquierda estaba en alto sujeta a una barra de metal envuelta en un duro yeso.

La Alice onírica, quería responderle a su hija, pero al parecer no la escuchaba, nadie ahí la escuchaba por lo que ni siquiera intentó decir algo, ni gritar para llamar su atención, sólo se limitó a observar y escuchar.

— Estoy algo cansada — dijo Camille poniéndose de pie — llámenme si hay novedades

— Nosotros te acompañamos — dijo la madre de Alice — vamos, cariño, vamos a casa — añadió acercándose a Rose

— No, yo me quiero quedar — suplicó Rose. Jared quien ya la había dejado sobre el suelo, se arrodilló para estar a su altura y buscar su mirada

—Princesa, a ver... ya hablamos de esto, mañana debes ir a la escuela — le dijo él con toda paciencia

— Sólo por hoy, por favor — suplicó la niña

— Rose... — trató de rebatir Jared

— Por favor — insistió juntando sus manos — Prometo que desde el lunes iré toda la semana y que cuando vayamos a Tokio me portaré bien con la institutriz y estudiaré todos los días. Lo prometo, por favor — se quedó mirando a Jared haciendo un ligero puchero mientras profería un ligero gemido. Ante eso, Jared no pudo negarse y tras soltar un suspiro, aceptó, aunque no muy convencido, no obstante, tampoco quería negarle estar con su madre.

— ¿Estás seguro? — preguntó la señora Scott un tanto dudosa

— Sí— Respondió Jared

— Está bien, hasta mañana, cariño — dijo la madre Scott besando la mejilla de su nieta. Enseguida se acercó a la camilla y besó la frente de Alice — hasta mañana, mi cielo

— Hasta mañana, mamá — susurró la Alice onírica mientras observaba aquella escena desde su ventana.

El señor Scott hizo lo propio y tras despedirse de todos, fue tras su esposa saliendo juntos por la puerta. Le siguió Camille y unos minutos más tarde, Shannon.

— Bueno, yo también me voy.— anunció el baterista. — debo levantarme temprano para ir a la cafetería mañana. — besó en la mejilla a Rose y le estrechó la mano a su hermano antes de darle un abrazo. —Tengo reunión con algunos inversores y debemos tener todo listo.

— Ve tranquilo, hermano. Estamos todos cansados

— ¿Estás seguro que quieres quedarte aquí con Rose?

— Sí, dormiremos en el sofá — afirmó el cantante en un tono ronco de cansancio. Shannon asintió ante la respuesta de Jared, y simplemente se marchó dejando a Jared y a Rose solos con el inerte cuerpo de Alice.

Rose se dirigió al sofá y sacó de su mochila un libro de portada muy colorida

— ¿Quieres que te lea? — le ofreció Jared

— Sí por favor — respondió la niña

— Está bien — dijo. Enseguida tomó una gran manta de un armario, luego se sentó en el sofá para luego estirarse a lo largo de éste mientras acurrucaba a Rose a su lado. A continuación abrió una página al azar y leyó el título:

«LA FUENTE DE LA BUENA FORTUNA»

«En lo alto de una colina que se alzaba en un jardín encantado, rodeado por altos muros y protegido por poderosos hechizos, manaba la fuente de la buena fortuna. El día más largo del año, durante las horas comprendidas entre el amanecer y el ocaso, se permitía que un solo desdichado intentara llegar hasta la fuente, bañarse en sus aguas y gozar de buena fortuna por siempre jamás... » Jared notó que Rose estaba dormitando y detuvo su lectura

— Continúa — le pidió la niña en un tono suave

— Te estás quedando dormida, princesa

— Sólo un poco mas... por favor

— Bien — respondió él — «Tres brujas, cada una con su carga de aflicción, se encontraron entre la multitud y se contaron sus penas mientras aguardaban el amanecer. La primera, que se llamaba Asha, padecía una enfermedad que ningún sanador había logrado curar. Confiaba en que la fuente remediara su dolencia y le concediera una vida larga y feliz... »

— ¿Jared? — interrumpió la niña

— ¿Sí, princesa?

— ¿Crees que exista una fuente de la buena fortuna?

— No lo sé, tal vez — dijo él

— ¿Y si existiera, curaría a mamá?

— Sí, sin duda — respondió Jared sonriendo

— Quisiera una en primavera Eterna

— ¿Y qué tal si está en los cuatro pueblos? — preguntó Jared

— Sí— dijo con entusiasmó la niña — cerca del sauce

— Me parece bien — dijo Jared, luego continuó leyendo — «... A la segunda, Altheda, un hechicero perverso le había robado la casa, el oro y la varita mágica. Confiaba en que la fuente reparara su impotencia y su pobreza. La tercera, Amata, había sido abandonada por un joven del que estaba muy enamorada, y creía que su corazón nunca se repondría. Confiaba en que la fuente aliviara su dolor y su añoranza... »

— Jared— volvió a llamar la niña con una voz más somnoliento

— ¿Sí, princesa?

— ¿Puedo decirte papá? O... ¿papi? — Al principio, Jared no respondió, simplemente abrazó a Rose y besó su frente mientras a él le corría una lagrima de felicidad por su mejilla.

— Claro que sí, princesa, es lo que más quiero desde que te conocí

— Bien... ¿papi?

— ¿Sí?

— Se siente lindo decirte así. — Dijo Rose sonriendo aún con sus ojitos somnolientos.

— Y es lindo escucharte decirme así.— comentó Jared.

— ¿Crees que mami nos esté escuchando? — preguntó Rose.

— Tal vez ¿Quién sabe? Lo averiguaremos en unos minutos. Sólo duérmete, princesa. Y nos veremos con ella en la cabaña de Perpetuo Otoño... o donde sea que ella esté en estos momentos.

— Así es — dijo la Alice onírica observando aquella escena desde la ventana.

De pronto, la habitación del hospital desapareció de la ventana, volviendo a su lugar el paisaje dorado del exterior. Alice, sabía lo que eso significaba. Ellos ya se habían quedado dormidos. Y sólo era cuestión de tiempo para verlos nuevamente a su lado, acompañándola en ese sueño como era habitual cada noche desde hace un mes, a partir de aquel accidente que la obligó a mantenerse en ese mundo onírico de manera constante sin detenerse, mientras su cuerpo en el mundo real luchaba por mantenerse con vida.

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La fuente de la buena fortuna, cuento perteneciente al libro Los cuentos de Beedle el Bardo por J.K Rowlling.

Muchas gracias a todas mis lectoras por llegar hasta este punto luego de un año. 

^-^Pronto nos veremos con otro Fanfic. 


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