Capítulo final I- Familia



Hoy comienza el maratón de los capítulos finales. Serán dos por días para no hacerlas esperar tanto, pues estoy consciente que me he demorado un mes en escribir este capítulo y es que es tan largo, que tuve que dividirlo en tres partes para que sea perfecto y además de que estuve algo ocupada y me disculpo por eso. Espero que les gusten.

Sobre la arena marina, una pareja se encontraba caminando descalzas por la orilla con sus zapatos en manos mientras sentían como las pequeñas olas de la playa le mojaban los pies. Ellos eran Camille y Shannon; que luego de haber ido a visitar a Constance, quedaron en salir para charlar de manera mena.

— Me alegra que Jared y Alice se arreglen — expresó Camille — por fin las cosas están ocurriendo como debió ser desde un comienzo

— Claro. — dijo Shannon de manera cortante mientras desviaba la mirada pues, aquel comentario tocó una fibra sensible en el interior del baterista

— ¿A ti no te alegra? — preguntó un tanto extrañada la morena al notar la respuesta tan evasiva por parte de él.

— Sí, claro que sí— respondió Shannon, aun de manera evidentemente desinteresada, como si realmente quisiera evitar esa conversación a toda costa

— Shannon, tú actitud es obvia — dijo Camille pero la respuesta no se hizo presente de manera inmediata. Antes de que el baterista comenzara hablar, soltó un gran suspiro y fijó su vista al mar. Enseguida se alejó de la orilla y comenzó a caminar con lentitud hacia la arena para finalmente sentarse en ella. Camille lo siguió, primero con la mirada, luego caminó hacia él y lo imitó quedando ambos sentados frente a frente, a lo indio.

En silencio Camille esperó a que Shannon hablara, pero él sólo se limitaba a juguetear con un puñado de arena pasándosela de una mano a otra con cierta lentitud. En ese momento, sólo se podía oír el graznido de las gaviotas lejanas y el chocar de las olas al romper sobre las grandes y escarpadas rocas.

— Cada vez que estoy en una playa, me recuerda lo estúpido que fui — dijo finalmente tras un fuerte suspiro de pesar.

— ¿Por qué lo dices? ¿Por Jared? Pero, ustedes se reconciliaron ¿Por qué sigues dándole vueltas a ese asunto?

— Pensar que por mi culpa, Rose pudo quedar sin su padre y Jared sin saber acerca de lo más importante de su vida

— Pero no fue así. Ellos ya están juntos. Rose tiene a su padre, y Alice y Jared vuelven a ser novios — dijo Camille tratando de tranquilizar al baterista.

— Aun así, sigo sintiéndome un traidor, Camille. Nada justificaba mi comportamiento, fui un tonto y egoísta que sólo pensaba en la banda.

— ¡Hey! Eso ya pasó... y, si Jared y Alice lograron superar esa separación, pues ya no tienes porque sentirte culpable. Da vuelta la página, Shannon; la vida continúa y hay que seguír avanzando.

El baterista lanzó un fuerte suspiro, se frotó los ojos y respiró profundo.

— Tienes razón, sí. Tal vez estoy así por lo de mi madre — Camille posó su mano sobre el hombro tatuado del baterista y se lo frotó como gesto de apoyo moral.

—Me alegra que ya esté bien... — dijo ella. Se hizo un breve silencio en el que Shannon agachó la cabeza por un momento y enseguida la miró.

—Hablando de dar vuelta la página — comenzó a decir él mientras se acercaba a la morena. — Necesito sincerarme contigo

— ¿Sobre qué? — quiso saber Camille.

—Sobre lo que siento por ti. — Camille al oír eso se paralizó por un par de segundos mientras contenía la respiración. Enseguida suspiró y le sonrió nerviosamente.

— ¿Y...? ¿Que sientes por mi? — Quiso saber Camille — Es decir... yo no lo sé. Recuerdo que en el pasado me decías princesa de manera despectiva, me decías mal criada y todo eso. Pero de un tiempo hasta ahora hemos salido juntos...

— Lo sé, pero ha pasado mucho tiempo desde entonces, las cosas cambian. Yo cambié — al decir esto último, Shannon se llevó una mano a su pecho para señalarse asimismo. —no en vano estamos juntos y a mí me gusta estar contigo... tú me gustas.

— Y a mí. — Dijo Camille en tono melancólico — a mí también me gusta estar contigo, Shannon — lo miró a los ojos — pero no se a que quieres llegar — mintió. Ella sabia muy bien a lo que quería llegar el baterista.

— Claro que sí— rebatió él

—Bueno, sí— admitió Camille — pero yo no quiero que nada cambie entre nosotros

— ¿Qué?— preguntó Shannon con la voz queda — creí... creí que tú...

— ¡Sí! Sí siento muchas cosas por ti. — Tomó el rostro de Shannon entre sus manos —Pero no quiero que las cosas cambie y tú tampoco quieres. Lo pasamos bien juntos, salimos y hasta nos hemos acostado— hizo una pequeña pausa. — Pero no funcionaríamos si nos declaramos amor. Nosotros no somos Alice y Jared

— No tenemos que serlo— respondió Shannon — no se trata de que Seamos como ellos, pero somos dos adultos. Podemos ser capases de llevar una relación más seria ¿o no?

— ¿Pero acaso no es suficiente lo que tenemos? — cuestionó ella. — Una relación libre y sin ataduras.

— Al parecer para ti sí — dijo el baterista notoriamente dolido mientras se quitaba las manos de ella de sus mejillas. Enseguida se puso los zapatos y rápidamente se levantó dejando a Camille totalmente sola y muy angustiada, pues la culpa de haberlo herido, sólo por el miedo al compromiso, la carcomían profundamente.

Fue en ese momento, que ella entendió a su amiga. Decir la verdad era duro y el tiempo se encargaría de recordárselo cada día.

— ¿Pero de que están hablando? — preguntó desconcertada Alice sintiéndose totalmente ajena a la conversación que de manera espontánea, entablaban Rose y Jared como si se hubiesen conocido toda su vida. Hecho que a Alice la dejaba absolutamente sorprendida. De pronto, tuvo la impresión de que ellos, en ese momento hablaban en clave o tenían su propio dialecto.

— Te gustará, Mami. Hay hadas, duendes y mariposas gigantes — explicó entusiasmada Rose

— ¿Enserio? — preguntó Alice riéndose nerviosamente por la situación que se estaba dando.

— Es un lugar precioso — afirmó Jared

—Esperen, ¿Qué? Jared no entiendo nada de lo que están hablando— alegó Alice

— No te preocupes, Alice. La pequeña princesa y yo nos entendemos — dijo él sonriendo mientras intercambiaba una mirada cómplice con Rose.

— Bueno, bueno. No nos desviemos del tema — exclamó un tanto exasperada Alice mientras sacudía la cabeza. — Cariño, Mami tiene algo que decirte — comenzó hablar de manera condescendiente — y es algo muy delicado que debes entender

— ¿Qué es, Mami? — quiso saber la niña

— Veras, hija es sobre... — intentó explicar Alice armándose de gran valor para por fin dar por zanjado todo el asunto familiar.

— ¿Esta es la casa de Jared? — interrumpió Rose

— ¿Ah? Sí, sí. — Respondió algo desconcertada por aquella pequeña interrupción — Pero cariño, escucha, él y yo... — intentó de nuevo.

— Él es el rey sauce, mami — volvió a interrumpir la niña, aún en los brazos de Jared quien no la había soltado durante todo ese tiempo

— ¡No, no...! ¡Rose, escúchame! —Exclamó con impaciencia Alice — Lo que intento decir es que...

— Alice— esta vez fue Jared quien interrumpió

— ¡Ay! ¿Y ahora qué? — su paciencia estaba llegando a su límite, cansada de todo eso, ella por un lado lo único que quería era que todo terminara. Se sentía presionada tanto por Jared y por su amiga para decirle de una buena vez a la niña la verdad y por el otro, pensaba, que ya estaba harta de guardarle secretos a su hija. Así que en ese momento lo que más quería era que todo se supiera para poder quitarse ese peso de encima.

—Ella ya lo sabe — habló Jared cuyo tono de voz era más tranquilizador. Alice en silencio, demostró su asombro mirándolos a ambos parpadeando con rapidez, y es que en realidad, ella no podía creer lo que oía. ¿Es que a caso Jared se había vuelto loco o le estaba tomando el pelo? Se preguntó ¿desde cuándo Rose lo sabía? Si es que realmente lo sabía cómo lo afirmaba el cantante.

— ¿Lo...? ¿Lo sabe? — Repitió la rubia de manera incrédula, enseguida miró el rostro alegre de su hija — ¿Rose, sabes quién es él? — la niña asintió sin borrar su sonrisa

— Es que yo ya lo conocía, mami— afirmó Rose

— No... No entiendo — tartamudeó Alice

— Es Jared, el rey sauce, quien me salvó del enmascarado... y es mi papi — Al decir eso, se abrazó con fuerza al cuello de Jared y Alice quedó sin habla mirándolos a ambo boquiabierta.

— Nos conocemos desde siempre, Alice — dijo Jared — desde que te fuiste de mi lado, esta pequeña princesa entró a mi vida de una manera muy especial

— ¿Cómo? —quiso saber Alice

—No me lo creerias si te lo digo.

— Pero... ¿si ambos sabía uno del otro, por qué insististe tanto en que se lo dijéramos?

— Porqué no estaba seguro si lo que me ocurría... si esta conexión entre ambos, era cierta o invención mía, producto del deseo de volverte a ver. — Explicó Jared —Por alguna razón siempre supe que esta pequeña tenía algo que ver contigo y soñaba con ella cada noche desde que te fuiste... — hizo una pausa y miró a Rose dedicándole una tierna sonrisa antes de abrazarla cariñosamente —... y ahora sé que ambos soñábamos uno con el otro.

Tras un largo y extenso día en el cual los tres hicieron diversas actividades tales como: almorzar juntos en la cocina. Jared preparó su tan conocidos Panqueques veganos de postre con frutas y miel de palma para que se viera más apetitoso, cosa que resultó exitosamente.

Más tarde, después de comer; cuando el sol estaba ya en lo más alto, Jared les sugirió que se dieran un gran chapuzón en la piscina, a lo que ambas aceptaron. Así que tras ponerse el traje de baño que llevaron al campamento y untarse bloqueador solar. Las dos salieron al patio trasero por la cocina con sus toallas en mano. Jared ya se encontraba ahí con su típico short blanco de franjas rojas que le llegaba hasta las rodillas. Él fue el primero en tirarse, tal como siempre lo ha hecho: haciendo una bomba de agua que salpicaba por todas partes.

Rose al comienzo no se atrevía a meterse al agua, pues ella no sabía nadar y la piscina era profunda, pero cuando Jared le prometió que no la soltaría, ella aceptó y le pidió que le enseñara a nadar a lo que el cantante aceptó con gusto, pero luego de mucho rato, la niña sintió frío y Alice le obligó a salir del agua, porque pese al frío, Rose se negaba a salir de la piscina.

— Si le haces caso a tu madre, más tarde te muestro mi estudio de música — prometió Jared

— ¿Y me enseñas a tocar el piano? — preguntó Rose con los labios temblorosos de frío pero llena de entusiasmo

— Haré el intento — respondió él guiñándole un ojo. —Ahora sal antes de que te enfermes.

Los dos adultos, se hallaban en el estudio sentados en un sofá charlando entre murmullos y miradas significativas que demostraban lo feliz que se sentían al estar juntos.

Por otro lado, Rose estaba paseándose por toda la habitación revoloteando y saltando mientras tomaba y observaba cada aparato e instrumento con mucha curiosidad, pues no todos eran instrumentos musicales, mucho de éstos eran grandes parlantes y equipo de sonido que la niña no entendía cómo funcionaban.

— No toques nada — le advirtió su madre cuando ésta levantó la mirada y vio que Rose estaba a punto de apretar el botón de una gran consola.

— Tranquila, desconecté todo antes de irnos al campamento — dijo Jared en un susurro. — ¡Hey, princesa! ¿Quieres que te muestre algo divertido? — añadió dirigiéndose a Rose.

— ¡Sí! — asintió la niña con entusiasmo. Jared se puso de pie y tomando de la mano a Rose la llevó a otra habitación donde sólo se hallaba algunos instrumentos acústicos como una guitarra, tambores de percusión y el piano. Jared se dirigió a éste último; se sentó en el banquillo y acomodó a Rose en su regazo.

— ¿Quieres algún tema en especial?— quiso saber Jared

— ¡Do or die! — Exclamó Rose

— ¡Do or die! — repitió Jared con una voz chistosa. Enseguida comenzó a tocar la melodía en el piano y muy pronto comenzó a cantar una versión más lenta de dicha canción.

In the middle of the night

When the angels scream

I don't want to live a lie that I believe

Time to do or die

I will never forget the moment, the moment

I will never forget the moment

And the story goes on...

Por su parte, Alice conmovida se acomodó en un banquito junto a ellos y sin poder evitarlo, sus lagrimas comenzaron a correr pensando que en realidad nunca llegaría este momento, creyó que sólo pasaría en sus mas locos y maravillosos sueños, pero jamás en la realidad. Temblando de emoción al ver a su pequeña hija sentada sobre el regazo de Jared frente al piano, mientras él le cantaba una de sus canciones favoritas, recordó que aquella escena, alguna vez fue parte de su mundo onírico y ahora que se estaba volviendo realidad tenía la sensación de que estaba soñando con lo mismo nuevamente.

Se abrazó a sí misma y disimuladamente se piñizcó un brazo, pero al sentir dolor, comprendió que su sueño se había hecho real. Pero había soñado tantas veces con ese momento, que le costaba asimilarlo.

... Hear me now

Under the banner of heaven

We dream out loud

Dream out loud...

«Por supuesto, esa era la palabra clave» Pensó ella. «Soñar en voz alta hace que tus sueños, de algún modo se hagan realidad. »

Fate is coming, that I know

Time is running out

Fate is coming, that I know

Let it go.

Esa noche Jared insistió en que ambas se quedaran a dormir y aunque Alice no estaba tan convencida de ello, el rostro de súplica que Rose y Jared pusieron, fue suficiente persuasión para que ella aceptara finalmente.

—Jared, creo que lo prudente sería que de todas maneras ambos se hagan un análisis de ADN — sugirió Alice cuando ambos se encontraban ya acostados en la cama del cantante. Rose por su parte, dormía en una cómoda cama en la habitación de alojados.

Él al escuchar aquella sugerencia, se tensó y Alice lo sintió, pues ambos estaban abrazados y los brazos de Jared de pronto apretaron muy fuerte.

— ¿Por qué? — Cuestionó Jared — ¿Acaso tienes dudas?

— No, No es eso. Rose sí es tu hija. — Dijo ella poniéndose un poco nerviosa al sentir que él prácticamente la presionaba contra su cuerpo como si quisiera incrustársela en su pecho— Pero... tú eres una persona pública... — dijo entre quejidos de dolor mientras intentaba zafarse de él unos centímetros —...y tarde o temprano la prensa amarillista se dará cuenta y comenzará a especular. No quiero que me tomen por una oportunista que utiliza a su hija como medio para acercarme a una estrella de Hollywood — explicó la rubia.

Poco a poco, Jared comenzó a relajarse y Alice se sintió algo aliviada al sentirse más liberada. El cantante recuperaba la calma y ya no la tenía presionada contra su cuerpo con tanta fuerza

— Además, deseo proteger a Rose de la exposición pública y en caso de que eso sea inevitable, quiero que quede claro; que ella sí es tu hija.

— Nadie va a especular nada, Alice — dijo él en un tono suave — y además ya me conoces, yo cuido muy bien mi vida privada.

Fue cosa de segundos, para que Jared comenzara a especular y sacar erróneas conclusiones; al comienzo cuando Alice comentó aquel planteamiento, pensó que quizás, en el camino, mientras ambos aun estaban de novios, ella se había acostado con alguien más, tal vez porque la dejaba sola mucho tiempo durante las giras o cosas así y la razón de que le pidiera el examen de paternidad, era porque Alice en realidad no estaba segura de que Jared fuese el padre de la niña.

Pero tras esa explicación de Alice, comprendió su inquietud y de algún modo él entendía porque ella le pedía aquello, no obstante, era él quien no quería hacerse el ADN por miedo a los resultado del examen a pesar de que su novia aseguraba que Rose en efecto, sí era su hija.

— Jared por favor. Hazlo por ella— rogó Alice de manera convincente. — No quiero que salga afectada en todo esto.

— Está bien — respondió él en un tono tranquilizador — pero quiero que sepas, que en caso de cualquier posible rumor, malicioso o no. Yo mismo confirmaré o desmentiré lo que se diga.

— Lo sé. Sólo no quiero que la vida de Rose cambie de manera tan drástica. — respondió Alice mientras soltaba un suspiro de preocupación. — Es aún muy pequeña para entrar a tu mundo

— ¿Mi mundo? — Repitió él ladeando una pequeña sonrisa sarcástica— ¿En serio es tan horrible mi mundo?

— Sabes a lo que me refiero, Joseph — dijo con seriedad Alice cual madre que regaña a su hijo utilizando su segundo nombre. Él sólo se rió, hacia mucho que no oía a Alice decirle de ese modo.

—La protegeremos de eso todo lo que podamos, te lo prometo. — Determinó Jared en un tono tranquilizador volviendo a la seriedad que correspondía a esa conversación.

— Gracias —murmuró Alice cerrando los ojos. — Estoy segura, que eso será lo mejor para Rose— Muy pronto el cansancio del día la dejó totalmente rendida.

Jared se la quedó mirando con ternura mientras le acariciaba suavemente la mejilla con el dorso de la mano, hasta que muy pronto él también se durmió.

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