Capitulo 7.


Queridos lectores: primero que todo, un favor antes de leer este capítulo. Me encantaría conocer sus impresiones ante esta historia después de leer cada capítulo ¿qué opinan? ¿Les gusta, no les gusta? ¿Qué cambiaria o que no? Cualquier crítica constructiva me sirve para seguir puliendo esta historia, que si bien me está gustando mucho escribirla, también me he sentido algo insegura con ella. Así que cualquier opinión y/o sugerencia, más allá de las posibles faltas de ortografía, es bienvenida.



Sábado 11 de junio 2016

Si bien Jared escribió en su diario que iría por Alice al día siguiente de haber soñado con ella, lo pensó mejor y prefirió tomarse las cosas con calma. No sin antes haber recordado uno de sus tantos sueños, aquel lo había tenido la noche del 10 de Junio y fue ese sueño lo que lo impulsó a tomar dicha decisión.

— ¡vaya!  De nuevo estamos aquí — dijo Jared mirando a su alrededor — ¿así es tu casa en la vida real, princesa?

Jared y Rose se encontraban en Perpetuo otoño, lugar donde ambos imaginaron la cabaña y últimamente, en los sueños de la niña y Jared, ellos se reunían en esa casa muy seguido. Era como si la pequeña Rose, controlara los sueños que ambos compartían, Jared creyó por un momento que la razón de ello era porque a Rose le gustaba pasar el rato en ese lugar. Y es que a ella no le gustaba mucho el verano o la primavera, mucho menos los lugares cálidos como Los Ángeles o California en general, pues prefería el otoño o el invierno antes que las estaciones más calurosas, estaba más a acostumbrada al clima más frio, donde vivían sus abuelos, en la ciudad de Fork, donde la lluvia y el frío abundaba.

Sin embargo, en los sueños ella no podía entrar a Por siempre invierno, al menos que Jared o algún otro personaje de aquel pueblo sombrío, se lo permitiera; puesto que aquel lugar era un pueblo muy oscuro, donde la inocencia y la pureza tenían prohibida la entrada. Además, Rose nunca ha mostrado sus temores y según Jared, era imposible, que una niña de su edad tuviese deseos ocultos, pues ella siempre se mostraba alegre y sincera, igual que su madre. Sólo quedaba esperar con el tiempo sí algún día ella era capaz de entrar en Por Siempre invierno, por si sola.

— No — dijo Rose subiendo a la gran cama de dos plazas que había hecho aparecer con su imaginación en el sueño anterior — así es la cabaña de Hagrid, el guardabosques de Hogwarts

— ah, cierto... el guardabosque ese, si — respondió Jared

— sólo que esta, es más grande que la original y no hay un sauce en medio de la estancia porque no cabria

— Entiendo— dijo el cantante

— Habría elegido el castillo de Hogwarts con sus pasadizos secreto, las escaleras movibles y los fantasmas que representan a cada casa del colegio, pero creo que la cabaña de Hagrid es más acogedora ¿no crees?

— Sin duda— dijo Jared mirando con una sonrisa tierna a su alrededor. Habían nuevas fotos sobre la repisa de la chimenea y colgadas en marcos de plata y madera en el tronco del sauce

— ¿Si esta no es tu casa? ¿Cómo es en realidad donde vives?

— Es un bonito lugar. — Respondió Rose encogiéndose de hombros

— ¿Cómo es? — insistió Jared con curiosidad.

— En realidad no es una casa, mi mami, tia Camille y yo vivimos en la habitación de un hotel, pero la habitación es tan grande que parece un departamento enorme, sólo hay dos habitaciones en el piso que vivimos

— ¿ En serio? — preguntó Jared con interes —¿ En qué hotel viven?

— En el hotel Reed — contestó la niña sin dudarlo

— ¿En qué piso?

— En el penúltimo piso

— ¿Qué habitación?

— En el 6277— dijo la niña. Por supuesto, Jared, ante esa respuesta se preguntó si aquello era una real coincidencia, o era parte del sueño. Claro que como siempre, él prefirió pensar que sólo era parte del sueño — ¿y quién es la de la foto, princesa? — le preguntó luego acercándose a la chimenea al ver una fotografía muy particular.

— Es mi mami — respondió Rose poniéndose de pie sobre la cama, para  ponerse a saltar en ella juguetonamente.

— ¿Y cómo se llama? — preguntó Jared manteniendo los ojos clavados sobre la foto nueva

— Alice — respondió la niña aún sobre la cama.

— Vaya, tu mami es muy linda ¿y quién está junto a ella? ¿Tu papi? — preguntó de vuelta el cantante.

— No, no conozco a mi papá, mamá dice que está muy ocupado para conocerme y que no lo debemos molestar porque su carrera es primero — dijo ella encogiéndose de hombros al dejar de saltar como pulga sobre la cama. Jared tuvo la sensación de que ella se tomaba con mucha naturalidad la falta de una figura paterna en su vida. Por un momento creyó entender aquel sentimiento, pues él también creció sin un padre, aunque luego entró a su vida Car, su padrastro quien luego fue el que les dio el apellido a los hermanos Leto.

Rose se quedó sentada a lo indio sobre la cama y recibía una taza de chocolate caliente que la bailarina de ballet le ofrecía en completo silencio; en seguida se aproximó a Jared y por su parte él rechazó con un gesto de la cabeza, la humeante taza de chocolatada que Odette (así él decidió bautizarla) le acercó al rostro. Ella se alejó dando pasos de danza hacia un rincón con la bandeja en sus manos.

— ¿Y si él no es tu papá? ¿Quién es? — quiso saber Jared siguiendo con el sutil interrogatorio, aunque claro está, que el cantante bien sabia de quien se trataba, sin embargo, dudaba que Rose supiese que él ya conocía al hombre de la foto.

— Stevie, su novio...creo.— dijo la niña tras darle un sorbo a su chocolate caliente — él es músico igual que tú... y que mi papi — al decir eso, Jared notó que la niña bajaba la voz y agachaba la mirada, el cantante se la quedó mirando. Supo que su suposición anterior, de creer que ella tomaba con naturalidad la ausencia de su padre, era errónea porque Rose estaba triste. Lo que provocó que Jared sintiera lastima por ella.

Quería acercársela para darle un abrazo de contención, pero en ese preciso segundo despertó con el sonido de su celular, cuya música le avisaba que tenía una llamada entrante.

— ¿Hola? — gimoteó él al contestar sin fijarse en el número que figuraba en la pantalla

— Hola, Puddin— saludó una voz femenina al otro lado de la línea telefónica— ¿O prefieres que te diga Mr. J?

— ¿Margot? — Preguntó él aún un tanto adormilado — ¿cómo estás, linda? ¿Qué sucede? — preguntó mientras miraba el reloj de su muñeca, eran las 9:30 AM, Jared soltó un pequeño bufido y se dejó caer pesadamente de bruces sobre su almohada preguntándose asimismo ¿por qué esa despampanante mujer lo llamaba tan temprano en un sábado por la mañana? En ese momento realmente deseaba ser el mismísimo Guasón y hacerle mucho, mucho daño por haberse atrevido a sacarlo de su sueño.

— Estaba pensando en ti y me preguntaba qué planes tienes hoy — dijo ella en un tono juguetón

— Bueno, los chicos y yo estaremos en el estudio grabando el disco, pero durante la noche estaré libre, así que te avisaré más tarde si surge algún plan ¿Te parece bien, linda? — respondió él

— De acuerdo — dijo ella coquetamente — esperaré tu llamado — enseguida cortó y Jared suspiró apesadumbrado.

Estaba sorprendido, puesto que Margot Robbie y él no se frecuentaban tanto, a excepción de los premios y eventos de galas en los que tuvieron que participar juntos. También en el rodaje del Escuadrón Suicida, pero en esa ocasión su relación era estrictamente profesional y la comunicación no era entre Jared Leto y Margot Robbie, sino más bien entre El Guasón y Haley Quinn. Por eso le era muy extraño que ella lo estuviese buscando para salir juntos de forma amistosa.

«Quizás no sea mala idea, necesito distracción» se dijo asimismo en sus fueros internos.

Salió de su cama un poco molesto por no poder conciliar el sueño, pero pensó que ya que eran más de las nueve, podría aprovechar el día, así que, simplemente se resignó a ello y se dirigió a su baño arrastrando los pies mientras bostezaba con la boca bien abierta. Se miró en el espejo y vio en su reflejo a un zombi idéntico a él, últimamente había trasnochado mucho, entre las grabaciones del quinto disco, entrevistas y demás, el tiempo se le hacía muy corto. Sintió alivio al saber que ese sábado sólo trabajaría en el disco durante ese día. Nada de entrevistas, ni eventos formales que lo obligarían a mantenerse ocupado toda la jornada, le alegraba la idea que sólo serian él y sus compañeros en el estudio durante la mañana y parte de la tarde; luego tendría la noche para él solo... o más bien, para él y Margot... y quizás, si sus planes resultaban, también la compartiría con Alice, pero ésta última no se daría cuenta de ello.

Abrió la llave de la tina para luego llenarla hasta el tope y mientras esperaba aquello, comenzó a cepillarse los dientes para ganar algo de tiempo. Enseguida se quitó el pijama y se metió a la tina quedándose dormido en la relajante agua tibia.

— Quisiera que mi papi estuviera conmigo — dijo Rose un poco triste mientras se encogía de hombros. Jared volvió al mismo lugar que dejó al despertar momentos atrás. Se le acercó a la pequeña sentándose junto a ella en la cama y la sentó sobre su regazo en un gesto cariñoso.

— ¿No lo conoces? — preguntó Jared

— No — contestó ella moviendo la cabeza de un lado a otro

— ¿Y él tampoco a ti? — preguntó él, aunque, más que una pregunta; era una afirmación.

— No— dijo Rose — pero estoy segura que él es músico— añadió sonriendo con entusiasmo

— ¿Cómo lo sabes? — quiso saber él

— Porque a veces pienso que es como tú — Jared sonrió al sentirse halagado, pero luego volvió a la seriedad de antes

— ¿Cuándo naciste? — le preguntó él

— El 9 de abril del año 2009 — respondió la niña como si se hubiese aprendido de memoria aquel dato — tengo siete años, dos meses y treinta y tres días. Jared se la quedó mirando con sorpresa. Repentinamente sintió que se ahogaba, Rose se puso de pie rápidamente y asustada vio como Jared comenzó a vomitar agua que le salía tanto por la boca como por la nariz. Luego él, de manera violenta volvió al mundo real al darse cuenta que estaba con el rostro en el agua de la tina, su cuerpo se había desplazado sobre la refalosa tina mientras dormía hasta quedar semi acostado. Fue cuando supo que casi muere ahogado por inmersion en su propio baño.

Horas más tardes, a eso de las 18:00hrs, ya habían parado las grabaciones ese día, Jared dejó sus auriculares colgados en el micrófono y se dirigió a la habitación de edición, Shannon y Tomo lo siguieron y comenzaron a revisar lo que habían grabado.

— Eso me gusta, vamos muy bien — dijo el vocalista — me gusta ese sonido. Felicidades, chicos

— Sí, esto de seguro es un hit — dijo Stevie colocándose su chaqueta— bien, los dejo, tengo planes que no puedo posponer — anunció — llevaré a mi novia a un club nocturno para que conozca nuevos horizontes

— ¿Ah sí? — Preguntó Tomo— ¿es ermitaña? — bromeó

— Hahaha, peludo Mofo— dijo con sarcasmo Stevie — y para que lo sepan es una de las mejores cantante no descubiertas en este mundo. Trabaja en un pub en el hotel Reed de Malibú — los hermanos Leto intercambiaron miradas cómplices ante esa información.

— Asique... ¿la sacarás de un pub para llevarla a otro? — preguntó Jared mostrando un poco de interés y burlándose del guitarrista al mismo tiempo

— Sí... creo que eso haré — respondió Stevie

—wow — respondió con sarcasmo Shannon

— Pero no la llevaré a cualquier pub— se defendió —iremos al The Edison para despejarnos un poco del rock y ese tipo de música y estar en un ambiente más intimo — informó Stevie — bueno... los dejo, de seguro debe estar esperándome y el viaje a Malibú, por muy corto que sea, se hace pesado a la hora pico, adiós— diciendo eso, abandonó el lugar a grande zancadas.

Jared sonrió para sus adentro, Stevie sin darse cuenta le proporcionó lo que el vocalista justo deseaba obtener, información.

Margot, respondió de inmediato y Jared sonrió disimuladamente al darse cuenta que conocía la ruta del domicilio de la actriz, de hecho, estaba de camino al centro de L.A y aquello le favorecía enormemente.

— Bien, yo también tengo planes — dijo saliendo por la puerta de la habitación hasta dirigirse a la salida del estudio — ¡el último en salir apaga y cierra todo! — exclamó refiriéndose a todos el resto del equipo y sus compañeros de banda.

Estaba consciente de que lo que estaba haciendo era una total locura impulsada, en parte por un sueño y en parte por celos. La idea de que Stevie estuviese saliendo con Alice le volvía loco a pesar del tiempo que había pasado sin verla. Por otro lado, no podía asegurar que aquellos sueños repetitivos eran premonitorios, y en tal caso, no se explicaba porque aquella niña estaba ahí y él aun no la conocía o si quera estaba seguro con toda certeza de que existía realmente. Pero tenía que averiguarlo de alguna forma, por eso, cuando fue por Margot a su casa, se fue directo al pub que Stevie mencionó.Enseguida entró al estacionamiento del recinto y se quedó aparcado en uno de los sitios más cercano a la entrada de automóviles mientras esperaba que la pareja de novios llegara al lugar.


— Bueno, vamos— dijo Margot abriendo la puerta del copiloto

— Espera un momento —dijo Jared repentinamente volviendo a cerrar la puerta, de modo que Margot quedó acorralada entre el asiento y el cuerpo de él, reduciendo de ese modo su espacio personal. Ella se lo quedó mirando de manera extraña, en un comienzo, pero prefirió quitarle importancia pensando que Jared aún tenía pegado el personaje del Guasón, por lo que quiso seguirle el juego.

— ¿No iras a golpearme o intentar matarme? ¿ verdad, MR. J? — preguntó ella muy cerca de sus labios

— Eso depende de cómo te comportes — contestó él acercándose mas a los labios de esa rubia. Necesitaba ganar tiempo distrayendo a Margot mientras esperaba la llegada de Stevie. Deseaba con todas sus ganas que fuese pronto y que sus sospechas o presentimientos no fuesen equivocados al tomar aquel sueño de forma literal con respecto al supuesto noviazgo de Alice y Stevie

« Un momento ¿qué estoy haciendo?» Se preguntó así mismo. 

Se preguntó Jared mientras comenzaba a besarla lentamente, por primera vez se sintió extraño tomando aquella iniciativa, a él le gustaba conocer mejor a la persona con la que estaba antes de lanzarse a la "aventura".

« Ni siquiera nos conocemos lo suficiente»

Pero lejos de detenerse, él continuaba acariciando aquellos labios femeninos con los suyos. Cerró los ojos por unos segundos. El rostro de Alice se le cruzó por la mente, entonces imaginó que la estaba besando a ella en lugar de Margot y comenzó a relajarse aumentando un poco más la intensidad de sus besos.

« Vamos, al carajo con eso, para empezar ella fue quien me buscó» Pensó mientras tomaba el rostro de ella entre sus manos y la besaba, Margot lo rodeó por el cuello con sus brazos mientras correspondía sus besos y aumentaba más la intensidad.

«Y al parecer no busca a Jared Leto, sino al Guasón» terminó por convencerse asimismo de eso.

Se separaron por un momento para poder tomar aire y continuaron besándose mientras Jared sentía, cierto instinto natural abultándose entre sus piernas rozando su pantalón

— Eso estuvo bien — susurró Jared al separarse una vez mas — ¿crees que podrías hacer lo mismo con mi amigo, aquí abajo? — Margot, desvió los ojos hacia el pantalón de Jared, enseguida lo miró a él y se mordió el labio

— Por supuesto que sí, Mr.J — respondió ella como si fuese Haley.

«Ahora veremos que tan cierto son esos rumores» Pensó ella mientras Jared volvía acomodarse en su asiento y con lentitud se desabrochaba el pantalón. Un poco ansiosa, Margot corrió el asiento del copiloto hacia atrás para hacer más espacio, y se arrodillo en el piso del auto. finalmente terminó siendo ella quien se deshizo de la hebilla que sujetaba el jeans de Jared, luego fue por el bóxer, él mismo apartó un poco su ropa interior corriendo el elástico de ésta hacia abajo y fue así como la actriz impresionada confirmó que aquellos rumores eran ciertos y más cuando el miembro del cantante estaba ya erecto. Ella lo tomó entre sus manos e inclinado su cabeza en dirección al entre piernas de Jared, comenzó a juguetear con él. Primero lo lamió dibujando círculos en la punta. Jared comenzaba a producir por lo bajo, un sonido gutural al tiempo que apretaba los ojos. Con fuerzas una de sus manos agarraba el pasa manos que estaba en la parte superior de su puerta mientras que con la otra sostenía y enredaba sus dedos con el cabello de Margot. Muy pronto ella comenzaba a mover su cabeza de arriba abajo a toda velocidad y en pocos minutos Jared ya estaba temblando de placer. Ella se apartó y nuevamente volvió al asiento, sacó de su cartera un espejo para evaluar un poco su rostro y enseguida, retocó su maquillaje pintando sus labios de rojo carmín nuevamente al ver por el espejo, que el que ya tenía se le había corrido mientras complacía a Jared. Entre tanto, él sacaba de la guantera de su auto pañuelos desechables para limpiarse un poco antes de acomodar su ropa.

— ¿ya nos podemos ir? — Quiso saber la actriz mientras terminaba de empolvarse un poco las mejillas y guardaba sus cosméticos nuevamente en la cartera — hemos estado aquí por lo menos media hora, quizás mas

— Dame un momento, nena— dijo Jared jadeando — me dejaste muerto — sonrió de lado mientras la miraba apoyando su cabeza en el respaldo del asiento — además, debes admitir que pasar todo este tiempo aquí conmigo, te ha gustado — añadió de manera traviesa

— Eso es cierto — respondió ella — ¿entonces... te he complacido, Mr. J?

— Sin duda — contestó él.

Jared observó por el parabrisas, como un vehículo que conocía muy bien; se acercaba a lo lejos a un estacionamiento. Y, como si fuese un milagro, o cosas del destino haciendo que los planetas  se alinearan a favor de Jared, Stevie tuvo la ocurrencia de estacionar dos autos más adelante que el de Jared, logrando de ese modo que el vocalista de 30 second to Mars pudiese vigilar perfectamente como el guitarrista salía de su coche, lo rodeaba y abría la puerta para una chica rubia y delgada de aspecto angelical y alegre.

A Jared le dio la sensación, de que por unos segundos su corazón se paralizaba. Ahí estaba ella radiante y hermosa como Jared siempre la recordó. Suspiró profundo teniendo una grata sensación de alivio al darse por enterado, que la primera parte de sus planes, habían resultado bien, sacando así por conclusión la interrogante acerca de sus sueños. Estos, definitivamente se trataban de una señal clara de que eran reales a pesar de lo absurdo que parecían.      

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