Capitulo 33 - Pausa y Play


Jared encabezaba un grupo de al menos veinte personas durante la caminata nocturna. Alice, Camille, Shannon, Tomo y su esposa Victoria estaban a sólo unas tres cabezas atrás de Jared juntos para mezclarse con el Echelon y compartir mejor la experiencia.

El cantante, por su parte narraba historias de terror y misterios mientras los guiaba por un sendero bordeado de árboles y arbustos. Cada caminante llevaba en sus manos distintas formas de iluminar el oscuro camino del bosque esa noche: algunos usaban clásicas linternas, otros faroles a gas y algunos que otros, aplicaciones de celular que cumplían la misma función que una linterna normal.

Todos (en especial los que se hallaban en primera fila) seguían los pasos de su guía casi como sí quisieran pegarse a su espalda, él tuvo que pedirles varias veces que se separaran un poco, pues el sendero por donde transitaban no era tan angosto como para pisarse los talones unos a otro y hacer eso, sólo dificultaba mas la caminata.

Cuando llegaron al final del camino, se detuvieron frente a una cabaña abandonada, que supuestamente estaba embrujada, Jared les indicó a sus seguidores que guardaran silencio para poder oír los gemidos y lamentos de las almas en pena. El silencio de la gente era absoluto, pero sólo podían oír el sonido del viento y algunos grillos y aves nocturnas. Alice y Camille se miraron de manera cómplice y comenzaron a reír por lo bajo.

— Bien, ahora dejaré que Shannon y Tomo los guíen de vuelta al campamento— anunció Jared. Tanto el baterista como el guitarrista se adelantaron y tomaron el lugar del cantante, éste se hizo paso entre la gente y se puso justo al lado de Alice. — Permiso, chicas, se las pediré prestada por un momento — dijo él, dirigiéndose a Camille y Vicky. Tras dar aquel aviso, Jared tomó la mano de Alice y la alejó de las chicas buscando la manera de mezclarse entre la gente que quedaba atrás de ellas hasta quedar casi de los últimos en la fila.

— ¡Jared, pero que haces! — Lo regañó ella entre dientes — No pueden vernos juntos

— ¿Quien lo dice? —respondió él

— Es muy arriesgado— replicó Alice

— Sólo relájate y actúa natural, yo conozco a mucha gente, no es como que te vayan a vincular amorosamente conmigo de manera instantánea sólo por estar charlando.

— Hm, si ¿No has oído hablar de la prensa rosa?— dijo demostrando obviedad en el asunto mientras fruncía el ceño en un gesto burlón— No podemos arriesgarnos, en especial sí hay un paparazzi o un periodista de farándula encubierto entre estas personas

— Este es un evento para el Echelon, Alice, te aseguro que aquí no hay periodistas ni mucho menos paparazzi

— Bien, si tú lo dices. ¿Qué quieres? —Cuestionó ella un tanto nerviosa

— Supe que tú y Stevie ya terminaron — respondió él

— Sí— masculló Alice— Y todo gracias a ti — le acusó

— ¿A mí? — preguntó él incrédulo

— Sí, a ti, por obligarme a estar a solas con él. Te dije que no estaba lista, Jared

— Bueno, tarde o temprano tendría que pasar. Se notaba a la legua que ustedes ya no funcionaban, y lamento si sientes que yo te obligué a ello, pero ya no había tiempo que perder

— ¿Por qué siempre hablas del tiempo? ¿Cuál es la prisa? — espetó ella con impaciencia. Jared esperó que el grupo de caminante se alejara un poco más y cuando ya nadie estaba cerca, él tomó a Alice de la mano nuevamente y la sacó del sendero. Al detenerse junto al tronco de un árbol, él redujo su distancia haciendo que Alice se viera un poco acorralada

— Mi prisa es que mientras más tiempo estuvieses con él, menos eran mis posibilidades de volver contigo y por ende de conocer a mi hija

— ¿Volver? — repitió Alice casi sin timbre en la voz. Por un momento pensó que había oído mal, se preguntó si estaba soñando, o si tanto ruido acumulado durante el día, la hizo alucinar creyendo que Jared había dicho aquello. — ¿Dijiste volver?

— Alice... sé que es muy pronto para esto, y que ha pasado varios años desde que nos separamos — La tomó delicadamente de ambas manos — pero he estado esperando por este momento desde... ¡Dios, no lo sé! Mucho, mucho tiempo. — Soltó un gran suspiro antes de continuar — Dime ¿volverías conmigo para retomar nuestra relación desde donde quedamos?

Definitivamente, Alice creía estar alucinando, pero por otro lado sabía muy bien, que lo que escuchó era real; sólo que ella misma no quería creerlo por temor a que fuese una broma... claro que ese pensamiento no tenía sentido, porque Jared nunca jugaría con algo así, en especial con ella

— ¿Como que desde donde quedamos?, ¿Quieres decir, como si nunca hubiésemos terminado? — preguntó la rubia un tanto confundida.

— Exacto. Porque si comenzamos de cero, sería retroceder... — explicó Jared — y yo no quiero retroceder, eso para mí sería como borrar los tres años tan maravillosos que estuvimos juntos hace ya mucho tiempo atrás. Si me lo permites y quieres volver conmigo, quisiera fingir que nunca nos separamos y que los ocho años sin ti nunca existieron ¿Que dices?, ¿Tú quieres lo mismo?

— Jared... yo no sé qué decir, aún ni siquiera le hemos dicho a Rose

— Pero se lo diremos al termino del campamento ¿Recuerdas?

— Sí — dijo ella

— Sí, ¿qué? — quiso saber él

— Si, Jared, quiero volver contigo y retomar donde quedamos... pero no quiero fingir que no nos separamos por ocho años, mas bien , quiero ponerle play a lo que le pusimos pausa y así retomar desde donde quedamos.

Ambos se sonrieron en silencio y poco a poco se fueron acercando hasta unir sus labios uno con el otro cual pieza de puzle que encajaba a la perfección. Eso, tanto para Jared como para Alice significaba sólo una cosa; el amor que sentían uno al otro, revivió, o más bien nunca murió, sólo fue como Alice dijo: presionaron play a lo que estaba en pausa, sólo que esta vez la eterna canción de amor que ellos vivieron sonaría con más fuerza.

Alice y Jared se despidieron frente a la cabaña de las chicas. A la hora que volvieron del bosque, ya no había ningún alma a fuera de sus carpas o cabañas. Quizás había algunos que otro campista despierto, pero ya nadie (a excepción de Jared y Alice) se hallaba fuera de su refugio.

— No puedo esperar a verla — dijo Jared un tanto ansioso

— Ahora debe estar dormida — susurró Alice llevándose el índice a sus labios en señal de silencio

— Lo sé— es todo lo que Jared dijo

— Espero que esté bien — dijo de pronto Alice — últimamente ha tenido pesadillas y muy seguido, casi todas las noches. Me temo que tendré que llevarla al psicólogo.

— Es sólo un sueño, amor — dijo Jared para tranquilizarla

— Siempre habla de un enmascarado que la persigue y la aleja de alguien.

Jared, al oír eso tragó saliva con dificultad. Y es que pensó que nada era casualidad, el enmascarado persiguiéndola, alejarla de alguien. Tenía que ser obvio, era ella, sólo faltaba un par de pasos para comprobarlo.

— Hey — dijo él acercándose a Alice para tomarla del rostro — no te preocupes, te aseguro que pronto se le pasará.

— ¿Cómo estás tan seguro? — quiso saber Alice

— Son sólo pesadillas, a todos nos pasa.

— ¿Crees que tendrás tiempo de criar a una niña?, ¿En serio?... ¿Tú?

Cuando se vio nuevamente dentro de sus sueños sus dobles oníricos seguían parados alrededor de él. Su versión futurista le repitió el mismo planteamiento qué le repetía cada noche como un CD rayado apenas se quedaba dormido, dándose cuenta que desde entonces su sueño no avanzaba.

«Crees que tendrás tiempo de criar a una niña» Esa era la frase recurrente que lo hacía despertar exaltado de aquel sueño. No obstante, cuando ya todas las actividades de la jornada habían llegado a su fin y todos se fueron a dormir (incluyendo el personal de trabajadores del Camp Mars.) Esa noche, fue al revés; apenas entró a ese frio mundo onírico, dicha frase, fue lo primero que escuchó.

Las cosas seguían como antes Sólo que esta vez no despertó de forma repentina, por lo que el sueño siguió avanzando

—Con dificultad pero podré — dijo él, a lo qué sus dobles oníricos y los otros cuatro personajes respondieron con una gran carcajada.

— Vaya, admiro tu fe en ti mismo, Jared — dijo el Guasón — ¿Estás seguro de eso? Deberías meditarlo, ¿Crees que ella te necesita realmente? Estuvo sin ti toda su vida, ¿Que te hace creer que realmente te quiere?

— Porqué ella es mi hija, nunca la dejaría sola — contestó el cantante. — Y nunca la hubiese dejado sola de haber sabido de su existencia de ante manos.

Mientras esta discusión se desarrollaba, Jared vio de reojos, como el pájaro y el conejo se separaba del grupo y con decisión se dirigían al gran y blanco sauce nevado. Jared sabía que Rose estaba ahí y al dar un paso adelante para detenerlos, el Guasón se interpuso en su camino

— ¿Cómo te consta que es tu hija? ¿Analizaron su ADN? — le cuestionó el payaso mientras le impedía avanzar y le obligaba a retroceder.

— Ustedes no me harán dudar de eso, no les daré en el gusto. — Sentenció Jared — Y tú, payaso — se acercó al aludido de manera amenazadora mientras le hincaba la punta de su dedo índice en el pecho — ya me has causado muchos problemas en el mundo real. No dejaré que me molestes aquí también.

— Oh, sé que me amas — se burló el Guasón mostrando su roja y plateada sonrisa. De pronto, el Guasón pasó de lo alegre a la seriedad en un par de segundos. — Dime algo... Jared, ¿Matarías por salvar...?

— No... — Interrumpió Jared — eso ya es un cliché. ¿Enserio intentas usar fragmentos de mis canciones para probar tu punto? Wow, bromista. Tus chistes se están oxidando... al igual que tus dientes.

Pero pese a las burlas de Jared, el Guasón decidió continuar con su argumento ignorando al cantante de manera rotunda.

— Te lo pregunto de nuevo, Jared Leto. ¿Matarías por salvar a otra vida? — hizo una pausa y con lentitud y de manera teatral y dramática comenzó a caminar al rededor de Jared. — Alguna vez se lo planteaste a tu público, tu amado Echelon. ¿Pero te lo has preguntado a ti mismo?

— No sé a qué quieres llegar— respondió Jared — Yo...

Jared se quedó sin habla; no porque no haya sabido responder al interrogante macabro del Guasón, si no porque saliendo desde el interior del Sauce vio al pájaro y al conejo arrastrando a Rose consigo mientras ésta forcejeaba y chillaba pidiendo que la dejen ir. Y a unos pasos atrás de ellos, se encontraba Morfeo, siguiéndoles muy de cerca, mostrando en su rostro una expresión de angustia y culpabilidad por no poder ayudar a la niña.

Rápidamente, Jared se quiso acercar a Rose para liberarla de sus captores, pero esta vez, fue el enmascarado quien obstruyó su camino poniéndose frente a él con su mazo en alto, Jared nuevamente dio un paso atrás topando su espalda con el pecho del Guasón.

— No has respondido... Jared — insistió el Guasón hablándole al oído desde su lugar. Jared giró sobre sus talones para mirarlo de frente — ¿Matarías por salvar otra vida?

— Déjenla, es sólo una niña. No la metan en esto — advirtió el cantante con la mandíbula apretada

— ¿Lo harías por ella?— señaló el Guasón a Rose con su delgada y blanca mano adornada de joyas cual mafioso. Enseguida hizo un gesto con la cabeza y ante esa señal, el pájaro y el conejo caminaron hacia ellos llevándose a Rose consigo para soltarla. La niña cayó de rodilla a los pies del payazo y de Jared

— Déjala en paz, no le hagas daño o juro que... — insistió Jared de manera amenazante

— ¿O qué? ¿Qué harás? Aun no me has respondido a la pregunta qué te estaba haciendo todo este rato. — Tomó a Rose de un brazo y la obligó a ponerse de pie para retenerla consigo. Jared miró a la niña a los ojos y vio las lágrimas de angustia recorrer por aquel pequeño rostro infantil que le suplicaba ayuda, luego observó su pálido rostro, sus temblorosos labios azulados, las pequeñas ojeras que se pronunciaban notoriamente haciendo que esa carita de niña pequeña se desfigurara en una triste imagen que a Jared le rompía el corazón.

— ¡Es que no lo sé!— exclamó desesperado Jared— ¿cuál es el punto de tu pregunta? ¡Es sólo una canción llena de metáforas!

La metalizada sonrisa del Guasón se ensanchó aun más y luego de eso soltó una de sus ya características carcajadas.

— Mi querido Jared, ¿Qué crees? Aquí no existen las metáforas... es todo muy literal.

Al decir eso, le entregó a la niña al enmascarado, quien la tomó en brazos sujetándola de la cintura. Rose no dejaba de patalear y gritar pero el enmascarado la sostenía firmemente como sí sus brazos se trataran de firmes soga.

Enseguida, el Guasón sacó de su bolcillo algo, que al principio el cantante no pudo distinguir, pero luego aquel payaso peli verde estiró su mano y le ofreció a Jared un revolver de tono purpura, con terminaciones doradas y plateada tanto en el gatillo, el cañón y el mango. Éste último, adornado con una calavera dorada de un bufón con ojos rubíes que resaltaba sobre un fondo de plata. Dicha arma estaba cargada de balas de oro puro, Jared lo sabía. Después de todo, él era ese Guasón en la vida real y reconoció su propia utilería. No obstante, algo le decía que la pistola del Guasón onírico, no era de fogueo.

Jared se quedó observando en silencio el arma en la mano del Guasón, sin mover un solo dedo. Entonces se preguntó, ¿Realmente el payaso quería ver si mataría a los demás para salvar a Rose? ¿O sólo se trataba de una prueba personal, un simbolismo más en ese mundo de sueños? Estaba tan confundido, que realmente deseaba despertar pronto. Pero sabía que no podía, por fin había logrado encontrar a Rose y no la dejaría sola, no de nuevo.

Jared recitó en sus fueros interno el coro de la canción a la que pertenecía esas palabras, como si de ese modo pudiese encontrar la respuesta «Dime ¿matarías por salvar a otra vida?» Una pequeña sonrisa cruzó por el rostro del cantante y enseguida levantó la mirada.

— Dime ¿matarías por probar que tienes razón? — le preguntó al payaso, quien al escuchar su pregunta quedó un tanto descolocado y algo confundido.

— Soy el Guasón — respondió el payaso de manera burlón para demostrar lo obvio

— Pues entonces...claro que sí — respondió Jared con una sonrisa triunfal. Enseguida, tomó la pistola y le apuntó al Guasón jalando del gatillo tan rápido, que el Guasón no tuvo oportunidad de réplica. — Sí vas a usar las letras de mis canciones en mi contra, asegúrate de escucharla con más atención.

Poco a poco, el payaso se fue desvaneciendo tras una cortina de humo purpura y verde mientras su risa resonaba por todo el lugar hasta apagarse. A continuación Jared le apuntó a su versión futurista — Y por sí tenias dudas... claro que si estoy seguro de poder criarla— dijo él, antes de tirar del gatillo haciendo que el Jared de aspecto ridículo y desgarbado desapareciera tras una cortina de humo rosada y amarilla con tonalidades marrones.

Las demás versiones oníricas se quedaron mirando aquello sin decir ni hacer nada, como si estuviesen esperando su turno para morir. Lo mismo sucedía con la mujer del antifaz, el pájaro, el conejo y el enmascarado. A medida que Jared les disparaba; las versiones oníricas de sí mismos que representaban ciertas etapas de su pasado, fueron desapareciendo tras el humo de colores que llevaba la ropa y el cabello de cada uno de ellos.

Finalmente sólo quedaron la mujer del antifaz, el conejo, el pájaro, el enmascarado y Morfeo. Éste último se acercó al cantante con seriedad y sintiéndose amenazado, Jared le apuntó con el arma empuñándola con ambas manos.

— Tranquilo, yo estoy de tu parte ¿recuerdas? — dijo el Dios de los sueños alzando las manos

— Sí así es ¿Por qué dejaste que la atraparan? ¿Por qué no la ayudaste?

— Porqué eso es algo que tú tienes que hacer — contestó Morfeo — es tu sueño, tú lo controlas, sólo debes tener fe — Jared bajó el arma lentamente, sintiéndose un poco derrotado ante la respuesta de Morfeo, pues en ese instante sentía muchas cosa, excepto que carecía de lo más importante, la fe.



Nota de la escritora:  

- Primero que todo, mil disculpas si demoro. Y es que hay dos razones para eso habitualmente: una, el capitulo que estoy escribiendo es muy largo o dos, falta de inspiración. En este caso se dio un poco de ambos. Pero mas que todo fue porque es un tanto largo y tuve que dividirlo.

- Quería subir mas temprano, pero la noticia de la muerte de Chester Bennington Me sacó algo de onda y me desanimó. En este punto, debo admitir que no era una gran Fans de Linking Park, no me las voy a dar de poser diciendo que eran mis ídolos y que amaba su música cuando en realidad no era tan así, ni siquiera tengo sus discos y sólo escuche una vez un par de estos en youtube. Sin embargo, debo admitir que me gustaban muchas de sus canciones, y hasta pensaba ir al concierto que hicieron aquí en Chile, pero por razones de fuerza mayor, no pude ir. De haber sabido, que ese sería uno de sus últimos conciertos, habría hecho lo que fuera por ver su show en vivo. Lamentablemente, no siempre las cosas resultan como uno quiere.

Descansa en paz, Chester.

- Ok. Yendo a otro tema, les pido, NO.  Les ruego que vayan al prologo de esta historia y vean los dos hermoso book tráiler que acabo de colocar . Uno se encuentra al principio del prologo y el otro al final, el primero está hecho por   @WellitsKat   y el segundo hecho  por @Raidi-chan  Ambas colaboradoras de la Editorial @EdGoldenApple donde yo ( su servidora aquí presente) presto mis servicios como diseñadora de portadas.

En fin, pronto... ( pero no tanto) subiré el siguiente capítulo, nos leemos, BYE. 

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