Capitulo 30
—Jared... ya llegamos — susurró Alice despertándolo en voz baja muy cerca de su oído.
Él se sobresaltó y de manera instintiva se pasó la manga de su abrigo por la boca para limpiarse un hilillo de saliva que colgaba en la comisura de sus labios. En seguida, estiró sus brazos hacia arriba, luego de un lado a otro con el fin de despabilar y finalmente, cuando se sentía bastante despierto y aliviado de haber salido de su pesadillas, miró hacia afuera y notó que ya había oscurecido totalmente.
Una hora y nueve minutos duró el viaje, la carretera estaba tan expedita, que no se detuvieron tanto. Sólo cuando llegaron a la ciudad de camino al hotel y debían parar en cada semáforo en rojo que apareciera durante el camino. Pero por lo demás, recorrer ese camino se hizo fácil y rápido. Sólo el rustico paisaje boscoso y la lluvia habitual de la zona, era la compañía en aquel viaje.
— Vamos, le pediremos a alguien que estacione la camioneta - comentó Alice bajando del coche. Jared hizo lo propio y rápidamente se desabrochó el cinturón de seguridad mientras pensaba y se cuestionaba sí realmente estaba listo o no para enfrentar lo que estaba por venir. Desde que despertó se le instaló en la mente la pregunta planteada en su sueño.
«Crees que tendrás tiempo de criar a una niña» se preguntó así mismo, esta vez estando bien despierto « ¿y si realmente Alice y Shannon tenían razón en alejar a la pequeña de mi? Un niño necesita a un padre presente y yo estoy siempre fuera de la ciudad o del país ¿seré un buen papá así?... al menos que... no, eso sería muy apresurado, Alice se asustaría tan solo pensarlo»
Al entrar, Jared notó una particularidad dentro del hotel que no había notado mientras estaba afuera por haber estado perdido en sus pensamientos. Y es que éste era exactamente igual que el de Malibú. Los mismos muebles, la misma estructura, incluso se ubicaban en el mismo punto cardinal. Era como estar en Malibú pero a kilómetros de distancia. Las escaleras y los ascensores se encontraban puestos en el mismo sitio pero lo más sorprendente fue, cuando llegaron a la recepción.
— Buenas tardes señorita Scott — saludó con cordialidad el hombre de tras del mostrador
— Buenas tardes, señor Trevor, mejor dicho noches — respondió ella con la misma amabilidad mientras miraba su reloj. El recepcionista sonrió — ¿Está disponible la suite de siempre?
Jared quedó boquiabierto, resultaba que el hombre que los atendía, era el mismo del hotel de California. Un hombre regordete, un tanto canoso y nariz ganchuda.
— Por supuesto que sí, señorita Scott, habitación 6277 — dijo el hombre mientras ponía la tarjeta llave sobre la mesa — ¿y cómo se encuentra la pequeña dama?
— Oh, está muy bien, gracias
— ¿Ya entró a clases?
— No, aun está de vacaciones, sus clases son en septiembre, señor Trevor
— ¿Y a qué curso entra?
— A segundo
— Wow, sí que está grande- expresó el recepcionista con una sonrisa tan grande, que ensanchó su gran bigote de morsa color gris
— Así es. Bueno nos vemos, debemos irnos; gracias, señor Trevor — Tras despedirse, ella y Jared subieron al ascensor.
— ¿Ahora trabaja aquí? — preguntó de manera discreta Jared mirando al hombre a medida que las puertas del elevador se iban juntando
— ¿Quien? ¿El señor Trevor? — Preguntó Alice mientras reía - no, no es eso. Resulta que el señor Reed le gusta seguir los mismos patrones para todo en su empresa hotelera. Contrató a hermanos gemelos, uno está de recepcionista en Malibú y el otro está aquí
—Vaya, eso es interesante... y algo espeluznante — comentó Jared. De pronto sintió un ligero escalofríos al recordar el concepto de gemelos en su video clip The Kill, también recordó a las gemelas desnudas de su sueños en Por siempre invierno.
— Así es- afirmó Alice — pero son gente buena. Son amables y se preocupan de Rose y de mi, en especial Patrick Trevor, el que trabaja en el hotel de Malibú. Pues él la ha visto crecer desde que nos fuimos a vivir allá. En tanto Seth Trevor, sólo la ve cuando venimos aquí de vez en tanto, pero aún así es muy amable con nosotras.
«La pequeña pasó a segundo de primaria, que genial habría sido poder acompañarla a su primer día de pre escolar o a su primer día de clases. Es una lástima que no podré acompañarla a su primer día de secundaria y ni hablar en preparatoria, de seguro algo así le avergonzaría, como a cualquier adolescente cuyo padre quiere ver a sus hijo entrando a la escuela de niños mayores y ver que ya han crecido ¿ cómo sería? ¿Podré ser yo esa clase de padre?»
Todos esos cuestionamientos se formulaban en la cabeza de Jared mientras el elevador seguía su trayecto hasta el piso indicado, muy pronto las puertas se abrieron y Alice salió del elevador, Jared de manera automática la siguió y se dirigió a la puerta de la habitación.
—Adivina a dónde estamos- dijo Alice sonriéndole mientras abría la puerta. Confundido Jared miró a su alrededor y se rascó la nuca para mirarla a ella con una expresión de interrogante confusión.
— ¿Cuando llegamos a Malibú?- dijo bromeando el cantante, puesto que el piso en dónde estaba, era exactamente igual al del hotel de California, incluso tenía las mismas dos habitaciones ubicadas en el mismo lugar una frente a la otra y posicionadas del mismo modo que en el de Malibú
- El sello del señor Reed es que todos sus complejos hoteleros estén construidos exactamente de la misma manera- explicó Alice mientras ponía la tarjeta llave en la puerta de su Suite
— ¿Y que los funcionarios sean gemelos? - preguntó entre bromas Jared
—Eso quisieras — contestó Alice dándole un pequeño codazo en las costillas de manera juguetona- para que lo sepas, no hay alguien igual a mi cantando en el bar - le aclaró
—Eso me alegra, Alice Scott es una sola... y en especial para mí
Alice al escuchar eso, se puso tan nerviosa que tuvo dificultades para abrir la puerta - Permíteme - dijo él pasando su mano sobre la de ella. Alice se apartó y Jared con facilidad abrió la puerta - Después de ti - comentó él sonriendo mientras le hacia un ademan con el brazo para invitarla a entrar. Ella cruzó la entrada y Jared le siguió cerrando tras de sí. Alice encendió la luz y enseguida caminó hasta la estancia.
-Bueno, aquí es - dijo ella volteando hacia Jared mientras alzaba los brazos hacia los lados para posteriormente dejarlo caer de manera pesada - es exactamente igual a la de California, con algunas excepciones, claro porque en este hotel esta suite es para huéspedes reales... generalmente, excepto cuando a Camile y a mí nos da la ganas de venir aquí, y en tal caso, la reservamos con anticipación - explicó Alice - y en Malibú la suite está exclusivamente para nosotras que vivimos ahí y pagamos la estadía trabajando en el hotel
— Entiendo — dijo Jared mirando al rededor—es muy bonita y acogedora. Es una suerte que estuviera disponible esta noche
—Sí, así es. Pero no es casualidad que esté disponible. La reservé mientras esperabas en la camioneta, creí que te gustaría
— ¿Ah sí? — preguntó Jared con una sonrisa socarrona mientras alzaba una ceja
— Sí— Dijo Alice en un tono entusiasta ignorando el gesto de Jared- ven, te daré un tour; y ya que tú nunca has entrado a la habitación 2677 en Malibú, te mostraré como es enseñándote esta, que es la réplica exacta. — Lo tomó de la mano y lo condujo hacia la primera puerta del corredor
— De acuerdo — dijo Jared sin borrar su sonrisa del rostro al mismo tiempo que dejaba que ella lo guiara.
— Esta sería la habitación que representa la de Camille, sólo que con otra decoración, ya sabes con su estilo chic. Típico de Camille— explicó mientras abría la puerta y miraban desde la entrada una habitación amplia de tonos blancos y una gran cama matrimonial en el centro. En seguida cerró y le sonrió a él - cuando venimos aquí usamos los mismos dormitorios
Enseguida caminaron hasta la puerta siguiente, se hallaba frente a la primera habitación que visitaron, sólo que esta era más pequeña, pero aún así lo suficientemente grande para estar amoblada de manera lujosa y un baño propio
—Esta es la que vendría siendo la de Rose, sólo que lleno de juguetes y grandes estantes repleto de libros y DVD de películas infantiles — Miró a Jared una vez mas sonriéndole, como sí esperara que él dijese algo.
— Es linda, trato de imaginármela con una decoración infantil, pero simplemente no puedo- dijo él.
—Vale, creo que esto es mala idea — dijo Alice borrando su sonrisa — pero tienes razón, esto no funciona, no es lo mismo mostrarte las habitaciones de esta suite por muy idéntica que sea a la nuestra.
— Pero aún te falta una habitación — comentó Jared intentando animarla
—Cierto, mi dormitorio está aquí—contestó Alice guiándolo hasta la última puerta, la cual se encontraba justo al lado de la anterior.
Apenas la abrió, ella encendió la luz y se quitó la chaqueta para dejarla sobre el sofá que se hallaba frente a la cama, Jared hizo lo propio y apenas se despojó de su abrigo y se quitó su gorro de lana sintética, se acercó a Alice y tomándola de la cintura, la arrimó contra la pared para atacarla a besos que al ptincipio comenzaron en los labios y continuaron lentamente por el cuello y los hombros. Ella en un comienzo se dejó llevar por aquellos besos apasionados y románticos a la vez, pero cuando sintió que la mano de Jared se paseó por su glúteo para luego subirle una pierna a la altura de su cadera, Alice sintió que no sería capaz de hacer lo que él quería en aquel momento y aunque ella también lo deseaba, algo en su interior le decía que eso no estaba bien.
— Espera- dijo ella dándole un pequeño empujón — mejor, no esta noche - Jared bufó levemente ya se estaba excitando y necesitaba desahogar lo que sentía — lo siento, dijiste que querías recuperar el tiempo perdido y creí que lo mejor sería recuperarlo en otros aspectos, ponernos al día y saber más sobre nosotros
— Tienes razón... lo siento me apresuré mucho —dijo él meditando mejor la situación. Él apoyó su frente en la de ella y acariciándole la mejillas con ambos pulgares continúo su argumento - Haremos lo que tú quieras, ver una película quizás, o sólo charlar
— Gracias - respondió sonriendo ella sin moverse en la posición que habían quedado arrinconados contra la pared.
— Bien — dijo Jared. Se apartó de ella y se acomodó sobre la cama — ven aquí - le invitó dándole un golpecito al lugar vació que había en la gran cama matrimonial. Alice dudó por un momento y Jared al darse cuenta sonrió — ven, te prometo que no pasará nada mas allá de una mena charla entre nosotros.
Ella asintió tan sólo una vez y con algo de timidez se acercó a él; enseguida, se acomodó a su lado sentada a la orilla — Confía en mi ¿sí? - le pidió. Ella entendiendo el mensaje subió los pies sobre la colcha y él se acercó más a ella para abrazarla de la cintura pero manteniendo cierta distancia para no asustarla. - Dime más, ¿donde estuviste todos estos años y cuando volviste a California?
—Tuve que dejar mi carrera por un semestre cuando me embarace, así que volví a Forks durante esos meses, Rose nació allá- respondió ella - ya sabes por lo del pre natal, me vine a Washington cuando tenía más o menos seis meses de embarazo. Mis hermanos y mis padres me ayudaron... me han apoyado todo este tiempo económica y moralmente. Rose y mi madre son muy unidas y quiere mucho a sus tíos.
- No puedo esperar a ver como se llevaría con mi madre — comentó Jared - ella no lo dice, pero sé que le hubiese gustado tener nietos
- Ahora sabes que si tiene una - dijo Alice — y Shannon y Robert son tíos
— Sí — dijo Jared un tanto cortante.
— No seas duro con tu hermano — le pidió Alice — en el fondo sus intenciones no eran tan malas- Jared suspiró apesadumbrado
- Si, tienes razón, pero por ahora no puedo pensar en otra cosa más que, en lo traicionado que me siento por él, además me subestimó al punto de creer que podía decidir por mí
—¿Y qué hay de mi? - Quiso saber Alice — ¿estás molesto conmigo?
— No, molesto no. — dijo él. — sólo un poco decepcionado
«Eso es peor» Pensó Alice sintiendo como poco a poco se le hacia un nudo en la garganta y los ojos se le humedecían
—Lo siento - dijo ella en un susurro tan llamativo, que Jared advirtió que ella estaba llorando
— Hey, no... No llores — le decía él atrayéndola hacia su cuerpo para abrazarla - cariño, no llores. No estoy molesto contigo
— Pero te decepcioné — lloriqueó ella tapando su rostro
— Sí, me decepcionó que no hayas acudido a mí de inmediato y que en su lugar te fueras de mi lado. Aun creo que hubiésemos podido enfrentar esto juntos, la pequeña habría tenido a sus dos padres. — la voz de Jared sonaba triste, en un susurro cargado de melancolía y añoranza — Con lo que adoro a los niños, la noticia de ser padre, me habría dado una pequeña alegría en esos tiempos— dijo él acariciándole la rubia cabellera a Alice - pero supongo que entiendo que te sentías acorralada, y que Shannon no te dejó ninguna opción... y es por eso que estoy molesto con él, por lo que te hizo pasar y por haberme ocultado la verdad durante todo estos años. Es decir... fueron ocho años sin saber de ti y ahora me doy cuenta que son ocho años que no volverán. Me perdí de muchas cosas, ver tu pancita crecer mes a mes, su nacimiento... sus cumpleaños, sus primeras palabras, el que me dijera papá. Todo eso me lo perdí porque Shannon creyó que eso era lo mejor. Disculpa si soy duro con él, pero es algo que no puedo perdonar, Alice.
Alice no supo que decir, el tono de voz de Jared era tranquilo, pero al mismo tiempo sereno cuando manifestó lo molesto que se sentía con su hermano.
—Debo admitir que no me vine a Washington de inmediato— dijo Alice luego de un breve silencio incómodo
— ¿Ah no?
— No, dado a que tú estabas de gira con la banda y luego estabas en el rodaje de MR. Nobody, no me tuve que preocupar de esconderme de ti luego de que me fui de tu lado, por lo que durante un par de meses me quedé en L.A tramitando mis asuntos en la escuela sabiendo que tú no me buscarías.
— Oh, que astuta... - masculló él - pero ya ves que al final te encontré. — murmuró mientras presionaba su mejilla contra la coronilla de Alice — y aunque suene cursi o cliché, yo siempre te encontraré.
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