Capitulo 27
Pasaron los días y Jared debió lidiar con asuntos laborales, mientras en su mente se le formaban torbellinos de pensamientos confusos, que aún lo dejaban aturdido con respecto a Rose, y es que aún le costaba asimilar lo sucedido en el hotel. No dejaba de pensar que la niña de sus sueños recurrentes era la misteriosa hija de Alice y lo cierto era, que deseaba que así fuese a pesar de todo. Por otro lado, las dudas e inseguridades le invadían preguntándose si era él realmente el padre de la niña, o Alice se alejó porque había quedado embarazada de otro hombre, lo que significaba que quizás ella lo estuvo engañando durante todo ese tiempo. Esa era la idea que más le aterraba y la que más le invadía en la mente.
Intentó pensar en otras cosas y olvidar lo demás. No había visto a Alice desde su última noche en el hotel y tampoco la había llamado. Pero como le prometió Camille, ella le mantenía al tanto y gracias a la morena supo que las cosas entre Alice y Stevie se estaban enfriando un poco desde esa noche tan reveladora y de la cual, Alice aún no estaba enterada. Sin embargo, al parecer ninguno de los dos se atrevía a tomar la iniciativa de terminar con la relación.
Era la semana de la Comic con; Jared y sus compañeros de reparto en Escuadrón Suicida, viajaron a San Diego para promocionar la película en dicho evento.
Por otro lado, Alice y Rose tuvieron que viajar a Forks pues era el cumpleaños de la abuela y tanto Alice como Rose seguían la tradición familiar (desde que Alice se fue a L.A) de viajar a su pueblo natal a visitar a su familia en fechas importantes como cumpleaños, navidades, años nuevos etc... Lo mismo pasaba en el caso contrario, si era el cumpleaños de Alice o Rose, los padres de la rubia viajaban a California y se quedaban por una semana en el hotel. Esos días, eran los momentos del año que Rose mas adoraba pues amaba Forks, pero en especial, adoraba estar con su abuela a quien le decía de cariño abuelita Dotie o simplemente Dotie, apelativo cariñoso del nombre Dorothy.
Si bien Rose estaba feliz de estar en Forks, en su interior algo le inquietaba desde hace bastante tiempo. Y es que los sueños recurrentes de cada noche se hacían cada vez más feos y a la vez estáticos y monótonos. Se preguntaba porque Jared aun no llegaba para estar a su lado. Por un momento llegó a creer que él la había abandonado.
— Él ya no me quiere — le dijo la pequeña a Morfeo. Su dulce voz temblaba y sus dientes castañeteaban.
— No digas eso, lo que pasa es que Jared debe pasar algunos obstáculos primero
— Pero eso ya me lo dijiste — alegó la niña; el dios de los sueños no supo que responder, sin embargo, tenía muy claro que el tiempo dentro de un sueño se detenía o se hacía más lento, por lo que era natural que una niña de la edad de Rose se comenzara a desesperar en una situación así.
— Dime algo, Rose ¿Por qué te gusta tanto el invierno sí aquí estas sufriendo? —quiso saber Morfeo.
— No lo se... y no es justo, el invierno es mi estación favorita — dijo ella acurrucándose en los brazos de Morfeo
— Cuéntame más sobre ello.
— Cuando vamos a Forks en invierno, podemos pasear bajo la lluvia, me gusta saltar sobre los charcos que se forman en la calle y cuando nieva...cuando nieva podemos hacer hombres de nieve o patinar en el rio congelado. Pero lo que más me gusta es el chocolate caliente que Dotie prepara. Ella y yo nos ponemos junto a la chimenea de su casa y leemos libros de cuentos mientras bebemos chocolate. Eso me encanta, es una lástima que no esté la cabaña aquí, al menos podría refugiarme de la nieve — finalizó Rose en un tono somnoliento mientras seguía aferrada al brazo de su acompañante.
Nuevamente sintieron pasos y una vez más la niña se encogió de miedo al ver al enmascarado. El recién aparecido llegaba y se iba del lugar constantemente cada tantos segundos como sí se tratase de una persona perdida que daba vueltas en círculo, pero al parecer su único fin era atormentar a Rose con su simple presencia la cual era sorpresiva e irregular como si se tratase de la tortura china de la gota.
— Dile que se vaya, Rose, sólo tú puedes hacerlo — le dijo Morfeo en un tono tranquilizador mientras le acariciaba el cabello
— Vete de aquí — tartamudeó la niña — Vete de aquí— repitió en un tono más alto e imperativo pero con una voz aún débil — ¡vete de aquí! — su voz iba en aumento hasta convertirse en un chillido desesperado que terminó por despertar a Alice, quien corrió a ver a su hija. La pequeña lloraba entre sueño y Alice llegó a la habitación para abrazar a la pequeña.
— Rose, Rose despierta, cariño— La niña se sobresaltó y al ver a su madre se lanzó entre sus brazos — Ya, cariño, tranquila... mami está aquí — susurró frotándole la espalda— mami está aquí y te ama.
Jared y sus colegas de trabajo, llegaron a San Diego el primer día que comenzó la Comic con, sin embargo ellos debieron presentarse en aquel evento durante la última jornada. Mientras tanto él, de vez en tanto se encerraba en su suite a leer libros, hacía algunas que otras llamadas a Camille (de modo que Jared estaba enterado de que Alice y la pequeña se hallaban en Forks), también se reunía con su asistente Sheila para ajustar su horario cada día y se dio el lujo de asistir a la Comic con en calidad de turista usando un disfraz que le cubría el rostro.
Pero por otro lado, también aprovechó esos días para pasar un rato con Margot, sin embargo, ella ya no estaba tan dispuesta a ser objeto de consolación y él por su parte tampoco estaba seguro de seguir siendo el amigo con derechos de la rubia, no obstante; ambos aceptaba continuar con eso, cada uno por razones personales y egoístas; él para olvidar y ella porque quería cumplir con lo de Jargot pues sus fans amaba esa pareja tanto como a la propia actriz, por lo que decidió continuar con la farsa al menos, hasta que se estrenara la película.
24 de julio del 2016
— ¿Esta es la última vez que tú y yo nos acostaremos? — le preguntó Margot al cantante una vez que terminaron de tener relaciones y ella se acomodaba al lado de él en la cama
— No lo sé — dijo él un tanto ido — ¿Es lo que tú quieres?
— Al menos esta vez no dijiste su nombre — respondió la actriz — pero aún así te sentí fuera de ti
— He estado fuera de mi desde hace tiempo — dijo Jared — sí eso es inconveniente para que sigamos con esto, pues entonces ahí está tu respuesta — dijo él incorporándose para sentarse en la orilla de la cama
— La verdad, me gusta hacerlo contigo —dijo ella incorporándose de tras de él — pero hoy, estuviste pero no. Y creo que eso significa que ya no quieres estar conmigo— dijo Margot — dime ¿estoy en lo cierto?
— Tienes razón — dijo Jared tras un suspiro — bien sabes que acepté lo de Jargot sólo porque tú me lo pediste... y por la supuesta estrategia publicitaria
— Y porque somos amigos con derechos — dijo ella abrazándolo por detrás
— Ya no le encuentro sentido a esta relación, Margot... y quizás nunca la encontré
— Puede que esta sea la última vez que nos acostemos — dijo ella — pero creo que debemos seguir juntos frente a la gente, por los fans de Jargot... ya sabes, sólo para aparentar
— ¿Eso te haría feliz? — preguntó él
— Bueno, sí. No quisiera que Jargot terminara de un día a otro
— ¿Y qué hay de tu novio? ¿Cómo se llama Tom? — quiso saber él
— Es... complicado, digamos que por ahora Jargot me hace feliz — respondió ella en un tono melancólico aún abrazada a la espalda de él mientras apoyaba su mentón en el hombro desnudo de Jared. Él podía sentir como la mano derecha de Margot le acariciaba el Provehito in altum de su clavícula izquierda
— Está bien... por los fans de Jargot — dijo él moviéndose de pronto para liberarse de ese abrazo. Enseguida se puso de pie y volteó hacia ella — Ya se hace tarde, debemos ir a la Comic con.
Horas más tarde ambos se encontraban junto a sus compañeros y el director de la película, rodeados de fans disfrazados de sus personajes favoritos. También había youtubers haciendo notas para sus canales, pero por sobre todo periodistas y reporteros quienes acudieron a la conferencia de prensa en la que estaba participando el elenco de Escuadrón Suicida.
Durante quince minutos, sólo hablaron Will Smith y David Ayer sin embargo, en ocasiones Margot y otros miembros del elenco hacian uno que otros comentarios graciosos y para finalizar esa rueda de prensa ; Jared se mostró halagado por los comentarios del director y los demás afirmando que la actuación de Jared fue excelente dando un buen aporte y contribución a la película. El aludido agradeció haciendo una solemne y teatral reverencia para luego hablar por primera y única vez desde que comenzó la rueda de prensa.
— ¿Cual es su película favorita? — preguntó él a la audiencia
— ¡Escuadrón Suicida!—exclamaron emocionada la gente
— No, no, no ¿Cual es la película favorita que van a ver el 5 de Agosto?— El público animado respondió y como era usual, Jared animó a la gente a que gritara más fuerte.
Ante los ojos de los demás todo estaba bien; Jared ponía su mejor sonrisa y se mostraba receptivo con el resto de los presentes, pero entre autógrafos y fotografías, su mente se ocupaba de gritarle el nombre de Alice, de Stivie y de la niña, cuyo nombre desconocía pero por alguna razón creía que era Rose al igual que la niña de su sueño, su princesa en apuros a la que deseaba con todas sus ganas rescatar de esa pesadilla.
Cuando finalmente se retiró, se encerró en su habitación y comenzó a empacar dejando sólo el libro de Harry Potter que había estado leyendo todo ese tiempo cada noche antes de dormir sobre la mesita de luz. Luego, se dirigió al baño a darse una ducha, pero en ese instante alguien llamó a su puerta.
Él, a regañadientes salió del baño y se dirigió a la puerta para abrirla, no sin antes asomarse por la mira para ver de quién se trataba.
— Margot— murmuró entre dientes un tanto fastidiado. Sin embargo, él decidió abrirle dé todas formas.
— ¿Estás ocupado?— preguntó ella a modo de saludo. Traía puesto un vestido de falda corta y ajustada y en sus manos llevaba dos copas largas de vidrio y una botella de champaña
— Sí, la verdad que sí—respondió Jared — ¿Que quieres?
— Oye, que ya no tengamos sexo no significa que seas un idiota conmigo— dijo Margot al darse cuenta la forma en que él respondió.
— ¿Que quieres? — volvió a preguntar el cantante soltando un suspiro
— Sólo quería verte y compartir esta botella que me regaló un fans, pero ya veo que no estás de humor— miró por encima del hombro de Jared y enseguida lo miró a él con una expresión suspicaz — ¿vas alguna parte?
— Regreso a L.A, tengo asuntos pendientes— respondió él entre cerrando la puerta. — Así que sí no te importa debo acostarme
— ¿Qué clase de asuntos? — preguntó Margot empujando la puerta hacia dentro para abrirla
—Asuntos personales. Buenas noches. — dijo él cerrando la puerta por lo que Margot pasmada vio como ésta se le venía encima quedando parada afuera de la habitación.
25 de julio del 2016
Alice se encontraba sentada en una antigua silla mecedora que pertenecía a su abuela materna. Esta se encontraba en la sala principal de la casa junto a la chimenea rustica que hacia juego con el resto de la decoración hogareño.
En esa silla, Alice vivió muchas aventuras imaginarias mientras leía libros de cuentos cuando era niña y clásicos literarios cuando era una adolescente. Costumbre que más tarde heredaría Rose, pues la pequeña al igual que su madre compartía ese momento cálido con su abuela. Con la diferencia que con el tiempo, Alice dejó de leer tantos libros y sí lo hacía, ya no era con su abuela, pues esta había dejado Forks hace muchos años y se había ido a vivir a un acilo de ancianos en Seatle después de haber enviudado. No obstante, cada vez que Alice iba de visita a la casa de sus padres, ella y la pequeña Rose se pasaban a Seatle un par de días para hacerle compañía a quien alguna vez fue la señora Robinson, pues Alice decía que al ver a la anciana, sólo veía la sombra de lo que quedaba de su querida, carismática, alegre y adorada abuela Rose Mary.
Alice recordó sentada en esa mecedora, el día en que Rose le preguntó sí ella llevaba ese nombre en honor a su bisabuela, a lo que Alice contestó que su nombre correspondía a una promesa que nunca debía olvidar y que sí fue bautizada como su bisabuela, era tan sólo una casualidad... una milagrosa casualidad.
Ella tenía los ojos cerrados mientras apoyaba su cabeza en el respaldo, el vaivén de la mecedora la dejaba en un estado de letargo relajante. Sobre su pecho tenía un libro abierto con las páginas hacia bajo. Muy pronto se habría quedado completamente dormida de no ser por el repentino sonido del timbre de la puerta, el cual la hizo volver en sí. Se puso de pie para estirar las piernas mientras se desperezaba y de paso, dejó el libro en el librero que se hallaba sobre la chimenea. Entre tanto el timbre sonaba insistentemente como sí la persona afuera tuviese una real emergencia; parecía que el dedo lo tuviese pegado en el interruptor.
— ¡Ya va! — Gritó Alice — que insistente — murmuró algo molesta. Pero al abrir y ver de quien se trataba, su sorpresiva reacción sólo le hizo hacer una cosa, volver a cerrar de golpe dejando al inesperado visitante afuera... o al menos, eso intentó.
— ¡No!— exclamó Jared deteniendo la puerta con su manos y pie — ¡dije no!— insistió él esta vez abriendo con fuerza— tú no me vas evadir de nuevo y quieras o no vamos hablar de esto... es lo menos que merezco— dijo él entrando a la casa y cerrando tras de sí— Y... ¿Dónde está?
Al oír esa pregunta, Alice se lo quedó mirando con los ojos abiertos de par en par, su corazón por un momento se paralizó y al momento siguiente comenzó acelerarse.
«Ya lo sabe» se dijo así misma «¿Es que Shannon se adelantó, maldito Leto mayor. Ahora entiendo porque Stevie está tan distante»
— No... No se dé que hablas — tartamudeó ella cruzándose de brazos mientras desviaba la mirada
— Mientes. Sabes muy bien de quien hablo. — Rebatió el cantante— ¿creíste que nunca me enteraría? ¿Cuánto tiempo pensabas esconder todo esto? ¿Cuándo pensabas decírmelo, o es que ella es hija de alguien más y por eso me dejaste?
— ¡No, yo nunca te fui infiel te lo juro! — se defendió Alice.
— Eso significa que es mía. — afirmó él, sin embargo Alice no respondió pero conocía ese silencio y sabía que de ese modo lo estaba confirmando — Bien, entonces quiero conocerla — exigió él — Ahora.
— No está— dijo ella — ¿y quién te crees para irrumpir en la casa de mis padres de esa manera? — añadió mostrándose de pronto a la defensiva
— ¿Donde está, Alice? Dímelo — insistió ignorando el comentario de la furiosa Alice por haberse impuesto de esa manera
—Salió con mi madre fueron a dar un paseo por el bosque
— Vaya que conveniente— comentó Jared con sarcasmo
— Yo no sabía que vendrías, no creas que las hice salir a propósito, ella y mi madre se van de paseo cada tarde.
Por miedo a que su hermano cometiera una locura, Shannon en compañía de Camille siguieron a Jared hasta Fork tomando el mismo avión que él, pero ocultándose en clase turista. Por lo que al llegar al aeropuerto intentaron pasar desapercibido hasta salir del lugar y tomar un taxi que los llevaría directo a la antigua casa de la morena, la cual usaba en vacaciones. Tenían que planificar muy bien las cosas antes de detener a Jared.
Luego, ambos se dirigieron a casa de Alice esperando que Jared aun no apareciera, pero se dieron cuenta que ya era tarde, cuando vieron un auto arrendado que Shannon aseguraba que le pertenecía a su hermano dado que él tenía la costumbre de alquilar automóviles de la misma marca y modelo.
— Vaya — suspiró Camille — ¿Ahora qué hacemos?
— Supongo que esperar, Jared no se quedará ahí dentro todo el día ¿o sí?
— Lo dudo, Alice no se lo permitiría, además es la casa de sus padre y de seguro ni siquiera querría que conociera a Rose aún — dijo Camille — me pregunto que estará pasando allá adentro.
— No quiero hablar de esto aquí, Jared. De seguro ya deben estar por llegar— dijo Alice en un tono de suplica
— Perfecto, porque quiero verla— insistió él
— Jared por favor, aún no. Primero hablemos... en otro lado, no aquí
— ¿De quemas quieres que hablemos? Tú te fuiste, me dejaste y te llevaste uno de mis tantos sueños contigo
— Es que así no fueron las cosas y lo sabes, sabes muy bien que lo que acabas de decir no tiene sentido — dijo ella— por favor, vayamos a otro lado para que hablemos.
— Como quieras —. Respondió él un tanto mordaz — pero nada de trucos. Me daré cuenta sí haces algo así — advirtió él
— Lo sé, vamos a la playa, ahí es más tranquilo. — dijo ella caminando hacia la puerta, Jared la siguió casi pisándole los talones de tan cerca que estaba y enseguida él le indicó que se subiera al auto cuando desactivó la alarma de éste. Ella obedeció y él se sentó tras el volante para partir rumbo a lo que prometía una intensa charla con su ex.
Shannon y Camille los observaron desde su lugar cuando la pareja salió de la casa y tras ver que la camioneta que Jared conducía echó marcha. El baterista y la morena decidieron seguir sus pasos hacia la playa que Alice indicó.
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