Capitulo 25
14 de junio en la noche.
14 de junio del 2016 22:30 Hrs.
Querido amigo:
Hace mucho tiempo que no has sabido de mí, y es por eso que estoy aquí. Actualmente, me encuentro en el Hotel Reed desde hace varios días, los chicos y yo estamos tan ocupados con lo del campamento, que no tengo tiempo de escribirte... hasta ahora.
Hace un par de días, Alice y yo nos reencontramos en muchos sentidos... sí, ella fue mía por una noche y no puedo explicar con palabras lo maravilloso que fue ese momento. Sólo se me ocurre decir que me evocó a los viejos tiempos, apasionado, romántico y mágico a la vez. De seguro debes pensar que parezco una chica adolescente narrando su primera experiencia sexual y debo admitir que por un momento así me sentí; llegué a creer que estaba alucinando... pero no.
En ese momento no fue necesario tener que invocar su nombre mientras follaba, porque se trataba de ella, ella era la que compartía la cama conmigo... y pensándolo bien retiro lo dicho, no estaba follando con nadie: le hacía el amor a quien nunca he dejado de amar.
Ella estaba entres mis brazos, el aroma corporal que invadían mis fosa nasales, era el de siempre, el jazmín que la caracterizaba y que siempre le ha caracterizado. Era la suavidad de su piel la que acariciaba y sentia en las yemas de mis dedos; sus manos eran las que se paseaban por mi nuca hasta mi espalda. También eran sus dulces labios los que besaba. Al ver su rostro, tenía la misma mirada de feliz satisfacción que puso cuando lo hicimos la primera vez y todas las otras veces que nos unimos en el pasado. Eso me hace creer y tengo por seguro de que después de tanto tiempo, nada ha cambiado entre nosotros, aunque ella me quiera demostrar lo contrario. Sé que con sus palabras dice una cosa, pero sus acciones la delatan, también su mirada, incluso su forma en que intenta evadirme y finalmente se deja llevar por mis intenciones.
Lamentablemente, desde entonces que no he vuelto a tener contacto con ella, no directamente; no estoy seguro si intenta evadirme o simplemente no se ha dado la oportunidad, lo que es irónico porque su suite está justo frente a la mía, podría ir perfectamente y tocar su puerta y presentarme ante ella. Pero eso sería meterla en algún lío, pues Stevie pasa toda la tarde ahí metido y se me revuelve el estomago de ira y de impotencia saber, que ella está con alguien a quien no ama, pero se niega a dejar. Si estuviese en mis manos, haría lo que fuera por cambiar esa situación.
Tuyo siempre B.C.
23:15 Hrs.
Querido amigo:
¿Recuerdas que te mencioné que Alice y yo ya no mantenemos contacto de manera directa? Pues de manera indirecta sí.
Esa misma noche, luego de que se fuera de mi suite tras una larga conversación entre nosotros dos. Ella se dirigió al bar donde trabaja. Yo opté por ir también y cuando ella estaba ensayando antes de que el bar abriera al público; estoy seguro que la canción que entonaba, iba para mí. Lo supe porque cuando cantaba, no dejaba de mirarme y porque además, se trataba de Eterna Flame, la misma canción que interpretó la noche del karaoke cuando ambos descubrimos que nuestro destino era estar juntos.
Pasando a otro tema, (pero relacionado a ella) Camille Reed, la mejor amiga de Alice, se ha convertido en mi aliada. Se ofreció a ayudarme a reconquistar a susodicha mujer que no dejo de pensar. Y lo cierto es, que se lo agradezco con todo el corazón, porque era justo lo que necesitaba. Un aliado, alguien que me apoye, no sólo moralmente, si no que también sea mi cómplice para recuperar al amor de mi vida. Desde que Alice me dejó hace ocho años atrás, me he sentido solo en esta lucha interna, ni siquiera pude contar con el apoyo de mi hermano, quien en aquel entonces, cuando Alice se marchó, parecía mas bien aliviado por ello y supe, por su actitud distante, que intentó enfocarse más en Artifact y This is War, (de la misma forma que lo hice yo). Sólo que Shannon fingía demencia creyendo que yo no sólo me sentía atormentado por lo de la demanda y todo lo que ya se sabe al ojo público.
Desde aquel día nunca más me volvió a mencionar a Alice, ni él ni Tomo... ni siquiera Emma, quien fue su mejor amiga. Desde que Alice se fue, era como sí nunca hubiese existido. Y yo; sólo yo tenía que recordarme a mí mismo, que ella alguna vez fue parte importante de mi vida... corrección, ella fue, y es parte de mi vida.
Es más, ni si quera Cameron (quien también me hizo sufrir en su momento) o Scarlett, lograron ser dignas de ganar aquel puesto dentro de mí.
Ocho años después, ella vuelve a entrar en mi vida, de la misma manera que se marchó: repentinamente y sin avisar. Pero ahora ella intenta fingir una relación que evidentemente es algo inerte, un romance muerto en vida. Porque sí bien Stevie y ella se ven felices, sé que eso es... una hermosa mentira.
Camille me comentó que Stevie tuvo la loca impresión que yo lo dejé afuera del ascensor apropósito aquel día del reencuentro, já... vaya que astuto. Afortunadamente para mí, él lo vio de ese modo: sólo una loca impresión. Intenté que pareciera un accidente, y la verdad, sea como sea que lo haya tomado Stevie, de todas maneras lo hubiese dejado afuera del ascensor, no me importa sí pareciera que fuese accidente o adrede. De todas formas, conseguí lo que quería, estar con Alice.
Tuyo siempre, B.C.
Esas fueron las últimas líneas que escribió esa noche. Él estaba agotado y ansiaba ir a la cama, volver al mundo onírico y descubrir que era lo que seguía tras ver a Alice y a Margot juntas en los pasillos de ese extraño edificio. Con esa idea en su cabeza, se dirigió a su acogedor lecho. Jared ya tenía puesto su piyama cuando se puso a escribir en su diario esa noche y todas sus necesidades fisiológicas habían sido atendidas previamente. Sólo le hacía falta dormir.
Margot se había separado de él pero acariciadnos sus brazos en el proceso, enseguida tomó sus manos y ella dio un paso atrás mientras le ofrecía una enigmática sonrisa al cantante. Con asombro Jared vio como la actriz se desvanecía cual humo que se dispersa en el aire. Para su sorpresa, el enmascarado se materializaba de la misma manera tomando el lugar de Margot. Jared retrocedió dando pasos agigantados, lo que hizo que su espalda topara con Alice y diera media vuelta para mirarla con los ojos abiertos de par en par.
— Debemos salir de aquí — dijo él tomándola de la mano para empezar a correr. Alice, lejos de seguirle el paso, se quedó quieta, frenado a Jared en el lugar, ella negó con la cabeza en silencio
— Pero como no, Alice...el enmascarado esta aquí— Jared reclamaba con desesperación
—No en realidad— dijo su ex. — El enmascarado esta con ella. — Jared volvió a voltear hacia el hombre, y con determinación se abalanzó cual toro furioso contra él pero el enmascarado se evaporó desapareciendo del mismo modo que había aparecido; Jared se quedó mirando aquel vacío que dejó el enmascarado con la perplejidad impresa en su rostro. Sus ojos estaban abiertos de par en par y no paraban de parpadear con rapidez, como si la luz de ése lugar de pronto lo cegara
— Esta con ella—dijo Alice a su espalda — Quiere que vayas tú también.
15 de junio
Ultimo día de ensayo, última noche en que los chicos estarían hospedado en el hotel aquella semana tan especial para algunos.
Esa última noche los chicos decidieron ir al bar a oír los chistes de un par de humoristas. Stevie y Camille intentaron convencer a Alice a que también se uniera, pero esa era su noche libre, y prefirió pasarla en su suite cuidando a su hija, quien poco a poco se fue calmando por lo que ya se estaban reconciliando desde que se pelearon por el asunto de Stevie y la insolencia de Rose hacia él. Él y Shannon estaban bastante sorprendido de que haya pasado ya un tiempo y aún estuviesen peleadas por ese asunto; sin embargo, tanto para Camille como para Alice era normal que la niña fuese bastante rencorosa y que sus enojos fuesen tan largos en el tiempo, estaban acostumbradas. Después de todo sólo se trataba de una niña y sabían que tarde o temprano, la ofuscación se le pasaría si sabías como lidiar con eso. Ejemplo de ello fue que sólo bastó que invitaran a Rose al Camp Mars para que toda rabia y frustración se disipara.
— Esta vez paso, quiero estar con Rose. Hace mucho que no tenemos un momento de madre e hija.
— De acuerdo— dijo Stevie en un tono comprensivo — entonces te veo mañana antes de volver a L.A. — Tras decir eso, besó sus labios de manera fugaz y se marchó cerrando la puerta de la suite tras de sí.
Después de que Stevie llevara aquellos pases la otra noche y que le preguntaran a Rose y a su mejor amiga sí querían ir al campamento. La niña se fue tranquilizando, pero no del todo pues en su interior, aun tenía esa extraña duda sobre Stevie y su madre.
Por otro lado, Alice, seguía sintiendo dudas al respecto. Shannon y su amenaza, Jared sabiendo que ella estaría ahí entre la multitud de Echelon acampando durante dos días en ese lugar. ¿Que ocurría si justo ahí mismo, él finalmente se enterara de la existencia de Rose? ¿Acaso él sería capaz de perdonarla por ocultar la verdad todo este tiempo? ¿Comprendería sus razones sí ella se lo explica?
Si por Alice fuera, no irían a ningún campamento ese fin de semana que eminentemente se acercaba. Pero no tenia opción, se sentía contra la espada y la pared. Tanto Camile, Stevie y Shannon, la atraparon para que de algún modo aceptara ir.
— Yo la descubrí cantando en las calles de Los Ángeles — dijo Miguel cuando le preguntaron por quinta vez como es que descubrió el talento de Alice, eso a los chicos le divertía más que los humoristas de stand up que se hallaban sobre el escenario esa noche en el bar relatando sus monólogos de carácter irónico y sarcástico. La gente se reía, pero los chicos estaban más pendiente de las cosas absurdas que Miguel les contaba estando algo ebrio.
A Jared le parecía gracioso como era que ese latino tan alegre, se creía sus propias mentiras, en especial porque cada vez que le preguntaban cómo fue tal o cual situación, él cambiaba la versión de la historia, cada una más absurda que otra. Esa noche él contó que conoció a Alice en un funeral cuando ella le estaba cantando Swing Low Sweet Chariot al difunto, sin embargo, otra versión fue que la conocía desde pequeña y que él fue quien la descubrió como futura artista. Lo que era absurdo porque en ese entonces tanto Alice como Camille vivían en Forks y además Miguel era de la misma generación de ambas chicas en cuanto edad se trata.
Sin embargo, el latino tenía algo que Jared no podía negar e incluso era digno de su admiración; una gran aptitud de creatividad tan pura, latente y vivida que era difícil pensar que lo que contaba era fantasía.
— ¿No deberías estar tras bambalina coordinando el espectáculo? — preguntó Camille entre risas.
— No, ese es el último. Mi trabajo aquí terminó por esta noche — respondió el jefe de entretenimiento y espectáculo en un tono alegre y eufórico. Enseguida, se tomó al seco el tequila que tenía en su mano — se perdieron el primero, por cierto — añadió apuntando con un gesto de la cabeza el escenario — era mejor que este.
» Pero como les iba diciendo — añadió retomando el tema inicial — Ahí estaba la pobre criatura, cantando guitarra en mano a la mitad del paseo de las estrellas con su pequeña bebé en el cochecito mientras la gente le lanzaba monedas en el estuche de guitarra que ella tenía a sus pies.
Tras esa declaración, el alegre y jocoso momento se esfumó por completo. Todo rastro de alegría que se había creado por obra y gracia de la misma persona que acababa de destruirlo sin darse cuenta, de pronto pasó a convertirse en un denso y pesado, pero breve silencio, cuya presencia se impuso en el lugar cual rey opresor sometiendo a sus súbditos.
— ¿Alice tiene una hija? — le preguntó Tomo a Camille de manera disimulada rompiendo así el silencio, mas no la tención.
— Ay no puede ser — murmuró Shannon entre dientes al tiempo que cubría su rostro con una mano y negaba suavemente con la cabeza
— ¿Qué? ¡No, es otro más de sus cuentos!— le respondió nerviosa Camille a Tomo. Actitud que a Stevie le parecía muy extraña y sorprendente. Enseguida ella se puso de pie como sí se hubiese pinchado el trasero con un alfiler y Shannon se incorporó junto a ella. Ambos se pararon junto a Miguel como si ellos fuesen dos guarda espaldas protegiéndolo de una avalancha de gente o de un psicópata anónimo, de esos que se mezcla entre la gente esperando el momento para atacar. Quizás esperando que Jared se le lanzare encima o por miedo a que Miguel siguiese hablando.
Stevie por su parte entre cerró los ojos de manera suspicaz, preguntándose porque rayos Camille reaccionó de esa manera como si quisiera ocultar que Alice era madre. ¿Es que acaso la maternidad de su novia ocultaba alguna clase de secreto?
En cuanto a Jared, su sonrisa se borró de manera inmediata tras las palabras de Miguel. Coincidentemente, cuando éste dejó aquellas palabras flotando en el aire cual neblina, el público que se reía del comediante sobre el escenario, profirió una exclamación de sorpresa, parecido a un abucheo como si aquello fuese parte del ambiente que se construía al rededor de los cinco amigos que poco y nada tenía que ver con el ambiente festivo del resto de la gente ahí presente en el bar
— ¿Bebé? ¿De qué bebé hablas? — preguntó el cantante poniéndose pálido de un segundo a otro
— De su hija, Alice es madre de una niña hermosa de siete años.
A Shannon, todo eso le pareció mentira, no se suponía que serían así las cosas. Se suponía que él tenía a Alice bajo amenaza, se suponía que ella le diría la verdad a Jared, de lo contrario el baterista se haría cargo. ¿Por qué rayos no le advirtieron que habría un tercer personaje capaz de truncar todos sus planes diciendo la única verdad entre tantas mentiras fantasiosas? Miguel hasta hace dos noches, sólo era el carismático jefe de entretenimiento y espectáculo del hotel ¿Como podría saber que sus cuentos era un arma de doble filo que mezclaba la verdad con la mentira? Él se movió disimuladamente y se paró junto a Camille para hablarle disimuladamente.
— Sácalo de aquí ahora — le murmuró Shannon a la morena entre dientes. La aludida actuó con rapidez.
— Ok, Mike... de nuevo te has emborrachado — dijo Camille con la clara intención de agarrarlo del brazo y arrastrarlo hasta los camarines para que no siguiese hablando más de la cuenta
— ¡Un momento! — la detuvo Jared — ¿Quien es el padre? ¿Lo sabes?
— ¡No, cariño, que va! Alice no ha tenido novio desde que llegó aquí a trabajar como cantante, de eso hace siglos, digo, hasta que conoció a tu amigo. La pequeña era una bebé de unos cuantos meses. Seguramente nació en Forks, de ahí dijo que venia
— Es obvio que miente — intervino Camille— Tú sabes que Alice ha sido siempre mi mejor amiga y además...
— ¿Cuánto? — Quiso saber Jared en volviendo sus tensas manos alrededor del cuello de la camisa de Miguel ignorando olímpicamente a Camille — ¡Cuantos meses tenia, responde!
— ¡Ay! ¡No lo sé, u...un... unos seis meses, quizás menos! ¡No lo sé! — Contestó Miguel asustado ante la violenta y repentina reacción del cantante — ¡Pero eso qué más da, la niña tiene siete años ahora...! ¡Ay! — Jared soltó de manera tan brusca a Miguel, que éste casi se fue de espalda si no fuera porque Shannon estaba de tras de él y alcanzó atraparlo.
— Ustedes ya lo sabían — acusó Jared a sus amigos, estaba tan alterado, que incluso con la poca luz ambiental del bar, se le podía ver aquella vena bajo su ojo — siempre lo han sabido.
No esperó respuesta, simplemente se marchó del lugar, luego cruzó el lobbie del hotel y salió por la puerta hasta la calle. Necesitaba estar solo, asimilar las cosas, para luego poder pensar su siguiente pasó de manera más inteligente, fría y astuta.
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