Capitulo 18

Sus grandes ojos azules, su pequeña nariz respingada y sus nuevos dientes frontales, que aunque estaban recién apareciendo ya prometían ser grandes; eran las característicos principales que el baterista podía ver en esa niña que le hacían recordar a su hermano menor, cuando éste era pequeño. Él estaba consciente de la razón obvia, esa niña era su sobrina y no había ninguna duda de ello, porque aunque Rose también tenía rasgos heredado por Alice, como su rubia cabellera y las pequeñas pecas que cuajaban el puente de su nariz y parte de sus mejillas, esta niña era totalmente Leto. De pronto, él se preguntó que otros rasgos había heredado ¿sería acaso una potencial actriz? ¿Quizás la música? O tal vez, esos rasgos más personales los había sacado de su madre y no tanto de su padre. Shannon quería saberlo, quería saber más de ella, sus gustos, sus sueños.

Rose comenzó un pequeño forcejeo entre los brazos de su madre. Alice estaba tan pasmada con la sorpresiva presencia de Shannon, que no se había dado cuenta de lo fuerte que estaba apretujando a su hija contra su pecho.

— ¡Mami, suéltame, suéltame por favor me duele! — decía pataleando en el aire Rose mientras trataba de empujar a su madre hacia atrás

— ¡Alice!— espetó Camille para llamar su atención, de ese modo, la rubia soltó a su hija reaccionando por fin como si hubiese despertado de manera sorpresiva

— ¿Qué? Ah, lo siento, cariño ¿Te lastimé?

— Sólo un poco, mami— respondió Rose frotándose el pecho en su aguda y tierna voz infantil

— Lo lamento tanto, nena —se disculpó Alice nuevamente en un tono afligido.

Shannon se aproximó a ellas y se acuclilló a la altura de la niña, quien hasta ese momento no se percataba de la presencia del baterista pero al verlo, Rose casi sin creer a quien tenía frente suyo, abrió los ojos de par en par, al punto de que éstos eran muy parecidos a dos huevos fritos. Shannon le sonrió sin decirle nada en un comienzo, la voz se le apagó por unos segundos y sus verdes ojos reflejaban el asombro y la admiración al ver a Rose. Él tuvo la extraña sensación de que, aunque era la primera vez que la veía, esa niña caló hondo en su corazón al punto de tenerle un gran cariño. ¿A caso eso era posible?

— Hola — saludó él con una tierna sonrisa. Su voz de pronto sonaba a melancolía y arrepentimiento

— ¿Enserio eres quien yo creo? — preguntó la niña con asombro

— ¿Y quién crees que soy? — le preguntó él a Rose sin parar de sonreír

— Eres Shannon Leto — respondió Rose emocionada — el baterista de mi banda favorita

— Ah, así que eres una pequeña Echelon

—Ahá — responde la niña asintiendo con la cabeza rápidamente — y mi mami y tía Camille también. — ¿Pero qué haces aquí? ¿Eres amigo de mi mami o de tía Camille? ¿Donde está Jared y Tomo? ¿Los conoceré algún día?

Alice miraba aquella situación con el ceño fruncido y los ojos bien abiertos, se preguntaba cómo era posible que los hermanos Leto aparecieran en el hotel esa noche justo cuando las cosas iban considerablemente bien en su vida. Ella tuvo la sensación de que ambos se habían puesto de acuerdo para complicarle la vida esa noche. Jared queriendo conquistarla sabiendo que ella estaba bien con su actual noviazgo y Shannon descubriendo la existencia de su más grande y secreto tesoro. Aunque de esto último, era algo lógico, pues él era uno de los primeros en enterarse del embarazo de Alice, pero también fue el causante de que ella y Jared se separaran finalmente, especialmente por haber sugerido que abortara a cambio de continuar con la relación.

La rubia estaba aturdida, no entendía porque Camille hizo entrar al baterista a la suite sabiendo que Alice no quería que lo hiciera, en especial si Rose estaba dentro. Ella realmente quería matar a su mejor amiga por no haber respetado su decisión.

Se acercó a Rose y la tomó de los hombros empujándola levemente hacia atrás para alejarla de Shannon, como sí tuviese miedo de que él le pudiese hacer daño a la niña.

— Debes volver a la cama, cariño — dijo Alice un tanto nerviosa— ya es tarde

— Pero, mami, no puedo... soñé con algo horrible y no puedo volver a dormir ¿No podría charlar con tío Shannon un minuto más? — dijo la niña inclinando la cabeza hacia atrás para mirar el rostro de su madre desde su baja perspectiva

— ¿Tío Shannon? — repitió Alice como si se atragantara con esas palabras, o hubiese recibido un fuerte golpe en el estomago. — ¡No! ya es muy tarde — contestó cortante su madre — de seguro Shannon ya se va, tal vez tiene muchas cosas que hacer.

— Pero, mami...

— ¡Rose, obedece, ve a tu habitación! — apremió Alice casi gritando, Rose la miró sorprendida y enseguida agachó la mirada haciendo un puchero. Alice suspiró con pesadumbre, enseguida se agachó a la altura de la niña y la abrazó — lo lamento, cariño. No debí gritarte... — la niña no respondió—hey, Rosy, sí te vas a tu habitación te pondré alguna de tus películas favoritas... ¿Sí?

— Está bien — dijo Rose resignada, enseguida se acercó a Shannon y le dio un fuerte abrazo de oso con su pequeños brazos. Él respondió aquel gesto cariñosamente tomándola en brazos en el proceso, luego la volvió a dejar en el suelo, por temor a que pudiera empeorar un poco más las cosas; pero haber escuchado a esa niña dirigirse a él como "tío Shannon" a pesar de que recién la había conocido, hizo que su corazón latiera aun mas fuerte — ¿Te volveré a ver? — preguntó Rose de manera dulce.

— Eso espero, linda — dijo él sonriendo — buenas noches.

— ¿Sabes? Suelo soñar con Jared — le confesó la niña — pero ahora, espero soñar contigo también — añadió, y tras decir eso depositó un tierno beso en la mejilla del baterista

— Rose— la llamó su madre en un tono apremiante una vez más, pero esta vez con más calma. Sin embargo, Alice estaba ansiosa por llevarse a su hija y volverla a esconder de Shannon, de Jared y de todos los que se relacionaran con la familia Leto.

La niña tomó la mano de su madre y ésta sin decir nada presionó los pequeños dedos de su hija para luego arrastrarla casi con rapidez hasta su dormitorio

— Dime ¿Qué película quieres ver? — preguntó Alice en un tono algo cortante tratando en vano sonar amable

— Em... no lo sé — dijo la niña en un tono asustada. Se preguntó sí había hecho algo mal para que su madre estuviese tan irritada — cualquiera que me pongas está bien

— Bien — dijo Alice tomando sin ver el titulo de la caratula del DVD para luego introducirlo en el reproductor. Enseguida encendió el televisor y lo programó para que Rose pudiese ver la película que había seleccionado. — Bueno, intenta dormir, hablaremos de tu sueño mañana por la mañana, cariño.

Tras decir eso, se dirigió a la salida y abrió la puerta para volver a la sala de estar.

— ¿Mami? ¿Estás enojada conmigo? — preguntó Rose a su espalda, mientras ésta se cubría con la cobija de la cama. Alice suspiró inclinando la cabeza hacia atrás, al tiempo que cerraba los ojos, enseguida voltio hacia su hija y se acercó a ella para arroparla mejor en señal de paz, pues ella estaba consciente de que su hija no era la culpable de los dramas en los que Alice se vio en vuelta a lo largo de su vida.

— No, cariño... es sólo que he tenido una noche muy difícil

— Sí, yo también — dijo la niña — pero ver a Shannon Leto en nuestra suite, es como un sueño hecho real, ahora sólo me falta conocer a Jared y a Tomo — dijo la niña con una sonrisa alegre que se reflejaba en todo su rostro

— «Ay, mi cielo, sí supieras la verdad... — »dijo Alice en sus fueros interno intentando no mirar a su hija con seriedad, pero le era bastante difícil — Buenas noches, cariño — dijo ella omitiendo cualquier comentario al respecto. Luego, se inclinó para besar la frente de Rose, y se puso de pie para finalmente retirarse de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

Shannon y Camille habían vuelto al sofá cuando Alice salió del dormitorio de Rose. Se acercó a ellos de brazos cruzados como si esperarse una explicación pero ninguno de los dos dijo nada. Simplemente se la quedaron mirando a la espera de que la rubia explotara

— Camille creo que debemos hablar — dijo Alice en un tono serio y calmado

— Bien — contestó la morena

— A solas — se apresuró a replicar. Camille y Shannon intercambiaron miradas brevemente y a continuación, el baterista se puso de pie, en ese momento Alice creyó que él se iría sintiendo una falsa sensación de alivio. Pero Shannon, lejos de marcharse simplemente se plantó frente a la rubia y se cruzó de brazos.

— Lo que tengas que decir, lo puedes decir frente mío

— No es algo que te importe — dijo Alice cortante

— Por favor, chicos tomen las cosas con calma, les recuerdo que Rose está en la habitación

— ¿Ah sí? — dijo Alice con el ceño fruncido mirando a su amiga — ¿y no pensaste en eso cuando lo dejaste pasar? Cuando te pedí explícitamente que él no debiera entrar a esta habitación estando la niña aquí — de pronto Alice comenzó actuar como si Shannon no estuviese presente en ese lugar

— ¡Lo lamento sí! ¡No creí que ella saldría de su habitación a esta hora! ¡Además tú ya sabias que él vendría! ¡Y sólo fue por esta noche! ¡Tú traes a Stevie todo el tiempo y hasta conoce a Rose!

— ¡Es porque Stevie no sabe quién es el padre de Rose, yo no se lo he dicho!¡ Sólo sabe lo mínimo; que Rose no conoce a su padre, que no está a su lado porque él debe concentrarse en su carrera!¡Pero Shannon...él le puede decir a Jared y todo esto...!

— Yo, Shannon estoy aquí, no es correcto que actúes como si yo no existiera — dijo el baterista interrumpiendo — y no te preocupes, no le diré a Jared sobre esto porque eso te corresponde a ti.

— Bien, en algo estamos de acuerdo, no te corresponde — dijo Alice con severidad — y tampoco es algo que te importe, así que no te metas. Ya fue suficiente metiéndote en lo que no te importaba hace ocho años atrás.

— Creo que todo lo que tenga que ver con mi sobrina, me importa — dijo él a lo que Alice soltó una risotada sarcástica.

— ¿Hablas enserio o estás loco? — Cuestionó ella llevando su dedo índice a la sien —No me vengas con eso, ni siquiera sabes su nombre.

— Su nombre es Rose, te he oído mencionarla varias veces en este rato— respondió Shannon con sagacidad— además, aunque no hubiese sido así no me habrías dado la oportunidad de saberlo. Tú la alejaste de mí como si yo fuera un gato con sarna o algo así.

— No tienes derecho, no puedes acercarte a ella, es mía — espetó Alice señalándolo con un dedo acusador y con la mandíbula apretada. —Tú fuiste el culpable de que me haya alejado de Jared en primer lugar. Me presionaste para que no le dijera nada, me pusiste contra la pared y hasta sugeriste un aborto ¿Crees que con eso tienes derecho a reclamarme algo con respecto a mi hija?

— También es hija de Jared — dijo el baterista

— ¡Es mía! ¡Y tú no puedes venir aquí y reclamarme nada después del daño que nos hiciste!

— ¡Bien...! — Exclamó Shannon alzando los brazos en un gesto desesperado— ¡Está bien, lo reconozco! ¡Yo actué egoístamente, estaba cuidando mis intereses y los de mi hermano!— hizo pausa un momento, suspiró con fuerza y continuó. — Se que no tengo justificación ¿Ok? Pero creí que era lo mejor... y cometí un error, el que tú te hayas apartado de Jared por mi causa, hizo que las cosas empeoraran. Ese fue el peor año que pudimos tener. No sólo por la demanda de EMI, Jared estaba ido, parecía un zombi. Y sí nos costó mucho sacar adelante el disco, en parte fue por ti, porque te fuiste. Mi hermano desde ese momento, se convirtió en la sombra de lo que era.

— Pues ya no hay nada que hacer, Jared me superó y yo a él. — Respondió Alice en un murmullo — Y ni siquiera por tu arrepentimiento las cosas van a volver a lo de antes. 

Si bien debajo del sauce, la pequeña Rose se sentía protegida, tenía la sensación de que en ese momento no lo estaba del todo. La cabaña no existía en ese mundo y ella no sabía cómo hacerla aparecer.

Con lentitud se volvió a sentar en el suelo, esta vez abrazando sus rodillas, el césped estaba tan frío que ella podía sentir las húmeda escarchas bajo suyo mojando su infantil vestido. En el sueño, su lechuza de peluche estaba tan sucia, que ya no era blanca con manchas gris; más bien, dichas manchas se mimetizaban con el color que tomó el resto del peluche. Por alguna razón que la niña no comprendía, logró hacer aparecer la lechuza entre sus brazos, con aquel aspecto de juguete abandonado, pero fue la única cosa que pudo controlar. Era frustrante y angustioso para ella estar en ese mundo y no poder salir de ahí o cambiar su apariencia lúgubre a un aspecto mas amable y hermoso.

Ella también se sentía abandonada, sentía que le faltaba a alguien importante, pero no supo a quien echaba de menos hasta que de pronto lo supo. Se aovilló acostándose en forma fetal sobre el piso y abrazando su peluche se puso a sollozar su nombre mientras su cuerpo temblaba de frío y miedo, aquel lugar, la estaba empezando a volver loca y por poco, casi se había olvidado de su compañero de aventuras, sin embargo; ella no quería olvidarlo y como si éste fuese un mantra, comenzó a repetir el nombre de su amigo varias veces sin parar.

— Jared... Jared...Jared... por favor, ven por mí.   

Cuando finalmente se durmió, su pecho era un nudo de angustias, sin embargo, al entrar de nuevas cuentas al mundo onírico, él se sintió algo más tranquilo al notar que aun seguía a la mitad de camino, y por lo tanto, aun tenía esos sueños recurrentes, y es que le preocupaba dormirse cada noche y que fuesen otros los sueños que le invadiesen la mente. Pero al saber que aún seguía en su travesía por ir a rescatar a Rose, su princesa, le suponía que en realidad, no le tranquilizaba del todo; porque eso le decía que aún estaba lejos de estar con Rose.

A bordo de la góndola, fijó su mirada al rededor y pudo deducir, que ya había dejado atrás todo rastro de Verano Absoluto, lejos quedaron las tonalidades brillantes, la gente y criaturas alegres, el paisaje en ese instante, se componía únicamente con tonalidades frías y oscuras que pasaban desde lo más negro, hasta los tonos púrpura y grises. Jared ya no podía ver su reflejo en el agua, pues esta ya no era cristalina, ni tenía tonalidades vivos como el calipso o el jade, en su lugar, el lago era una gran masa de agua negra y congelada y enormes y pesados trozos de hielo flotaban como corcho sobre la superficie acuática. Cuando Jared tocó la gélida agua, sus dedos se congelaron tanto, que él tuvo la impresión que millones de cuchillos y clavos se habían ensartado en su piel.

La risa de una voz femenina lo puso en alerta. Su acompañante era alguien diferente a bordo de la góndola.

— No toques el agua a menos que te quieras congelar — dijo ella a modo de saludo

— ¿Quién eres? — Quiso saber Jared con algo de inquietud — me resultas familiar.

— La última vez que me viste, yo manejaba una motocicleta negra y llevaba a cabo una pelea de cuerpo a cuerpo con tu hermano— dijo la chica rubia sentada frente a él, sin embargo su aspecto era un tanto diferente desde la última vez que Jared la vio. Si bien aun tenía esa especie de antifáz pintada al rededor de sus ojos, en ese momento ella llevaba su rubia cabellera un poco más larga, llegándole hasta un poco más abajo de los hombros pero aún así peinado hacia atrás como si se hubiese puesto fijador. Por otra parte, su vestimenta era mucho más femenina que la última vez. Un top negro corto adornado de lentejuelas y sin mangas, que mostraba su horadado ombligo. Pantalones ajustados de brillante cuero, también negro, y un par de tacones altos con estampado animal print estilo jaguar, era lo que componía su vestimenta.

— Ah, ahora te recuerdo— dijo Jared entre cerrando los ojos, mientras la miraba. — ¿Qué haces aquí y donde se metió Morfy?

— Hicimos un relevo — dijo la chica encogiéndose de hombros.

— Pero, tú no deberías estar aquí... tú, tú no perteneces a este mundo.

— ¿Y por qué no debería estar yo aquí? — preguntó la mujer enarcando una ceja con una voz sensual

— Eres de Por siempre Invierno, no deberías estar aquí — respondió Jared.

— Así como la niña que está en nuestro mundo no debería estar ahí — rebatió ella.

— ¿Nuestro? — repitió Jared en tono suspicaz.

— Tuyo y mío — dijo ella sonriendo— tú lo creaste.

Ante esa respuesta, Jared frunció el ceño ladeando un poco la cabeza en gesto de confusión. Él no podía dejar de mirar a esa chica. No era sólo el hecho de que su mundo onírico, en gran parte, fue fuente de inspiración para varios de sus videos musicales mas contemporáneos como Hurricance y Up in the air. Muchas veces se cuestionaba, en qué momento de su vida llegó a tener tanta inventiva como para sentir miedo incluso de sus propias creaciones, pues, esos sueños debieron tener una raíz, algo en su subconsciente. Desde que tenía memoria, sólo recordaba que estos sueños recurrentes fueron detonados desde que Alice lo abandonó, pero no estaba seguro de que esa fuera la causa real de su perturbado y al mismo tiempo fascinante imaginario.

¿Pero cómo es que llegó a esa conclusión? Simple, volviendo al ejemplo de sus videos musicales para la banda. Tanto The kill como Capricorn, o incluso Attack fueron creados por otras fuentes de inspiración totalmente distinta a la actual. The Kill, fue un evidente homenaje a la película El resplandor, Fron Yesterday fue sacado en muchos aspecto de la película china: El último emperador, y Attack, fue más bien algo más genérico, en ese video, no proponía nada que otras bandas ya hubiesen hecho antes, como salir tocando sus instrumentos en un garaje acompañados de tomas al azar mostrando a chicas lindas. Y así pasó con todos los videos que sacó antes de haber entrado en la vida de Alice Scott.

— ¿En donde estamos? — Preguntó el cantante — ¿ya llegamos a Por siempre Invierno?

— Por lo visto, ya casi — respondió su compañera de viaje.

— Entiendo. — Dijo él asintiendo una vez de manera cortante — y sobre Rose, lo sé, se que ella no pertenece allí — añadió de pronto.

— ¡Ah! ¿Por eso vas a su rescate como el héroe que eres para ella? — Cuestionó la mujer en un tono sensual pero cargado de sarcasmo. — ¿Y crees poder hacerlo?

Jared, se quedó callado, por dentro estaba perplejo. Desvió la mirada alejándola de esa extraña mujer y en ese momento, él se hizo la misma pregunta, mientras observaba el camino que la góndola tomaba. Las criaturas que regían ahí era una variedad de fauna realista y espeluznante criaturas mitológicas. Por un lado estaban las serpientes, todas de distinto tamaños y especies, los cuervos que se hallaban parados en las ramas de los árboles secos, eran tantos, que parecían que éstos habían tomado el lugar de las hojas y el follaje que alguna vez, en el pasado; fue verde. Sobre el encapotado cielo gris, se podían ver sobrevolando, unas que otras aves de rapiñas de distintas especies. Algunas, se lanzaban en picado sobre sus presas más cercanas, muchas de éstas eran ratones, crías de conejos o serpientes que no lograban escapar de las fuertes garra de la muerte emplumada. Eso a Jared, no le pareció extraño, aunque le recordaba un poco a la historia de Hitchcock, la cual, le provocaba un poco de escalofríos en la columna y le ponía algo nervioso. También pudo divisar una gran cantidad de murciélagos que dormían colgados de cabeza en algunos árboles más apartados del lago, y pese a la distancia, él podía distinguirlos perfectamente. Lo que le dio la sensación de estar dentro de una antigua película de misterio en blanco y negro.

Por el otro lado, los seres fantásticos tales como un gran cancerbero, duendes, gnomos, pegasos negros y horribles quimeras no pasaban desapercibidas. También había mujeres hermosas como las ninfas que dejó atrás. Pero éstas vestían vaporosas y suaves telas negras, que flotaban al viento cuando las doncellas se elevaban por el aire, y revoloteaban al lado de la góndola como mariposas que buscaban detenerse en el regazo del cantante, él intentaba sin éxito ignorarlas, sin embargo, una de ella logró sentarse en las rodillas de Jared para darle un pequeño pero juguetón beso en los labios, antes de volver a volar de manera ondulantes mientras danzaban con el frio viento invernal.

No obstante, había un grupo de mujeres que a Jared llamó su atención al punto de encontrarlas interesantes, puesto que ellas representaban un poco parte de su personalidad, éstas estaban semis desnudas sentadas tranquilamente sobre los sólidos bloques de hielo, algunas de las chicas estaban de pie, descalzas sobre el tempano, moviendo sus caderas al son de una inaudible música. Otras estaban ahí sentadas mirando a Jared de manera sugerente mientras se tocaban y se besaban una con la otra lascivamente.

Sacudió la cabeza para apartar la mirada de esa hipnotizante y acalorada situación, y luego de un rato pensando en el cuestionamiento que le planteó la misteriosa rubia de antifaz, se replanteó la pregunta para enseguida responderse a sí mismo un: «Sí, si puedo, Rose cuenta conmigo»

— Creo que me estas subestimando — respondió él finalmente. — Yo conozco muy bien mis capacidades.

— Oh, entiendo. — dijo ella mientras se inclinaba a una orilla de la góndola para acariciar el agua del gélido lago con la yema de sus dedos, ignorando por completo el frio del agua. Con el contacto de sus manos se formaban de ese modo, ondas que se expandían lentamente por todo el lago, provocando pequeñas olas que hicieron tambalear un poco la embarcación, haciendo que ésta se balaceara de un lado a otro como sí estuviesen en un bote en medio del océano.

— ¿Donde está Morfy? — volvió a preguntar Jared con seriedad. De pronto, la compañía de esa mujer le resultaba algo molesta y muy incómoda, en ese momento, prefería volver a ver a Morfeo sólo por el hecho de que el dios de los sueños se le aparecería ante él con la apariencia física de su madre o su hermano mayor, y estaba seguro de que eso le haría mas llevadero aquel sueño.

—Ya lo dije, hicimos relevo —contestó ella soltando una pequeña risotada— Morfeo tenía algo importante que atender.

—Pero es un dios, se supone que es omnipresente —protestó Jared.

— Bueno pues... prefirió atender ese algo en primera persona— respondió ella mirando sus largas uñas negras — ¿Qué pasa? ¿Te molesta mi presencia?— la mujer se acercó a Jared haciendo delicados movimientos felinos, hasta que sólo dejó unos centímetros entre los dos. Jared podía sentir como ella respiraba sobre sus labios — ¿Es que acaso no confías en mi? — ronroneó la chica.

Jared sonrió y de manera juguetona acortó más la distancia, ambos pares de labios estaban a punto de hacer contacto pero él se detuvo antes de que eso sucediera, y en su lugar acercó su boca al oído derecho de la mujer.

—No.—susurró él — no confió en ti ni en nadie que venga de ese frío mundo invernal— ella se alejó de él retrocediendo con lentitud a su lugar de origen. Se lo quedó mirando con seriedad al ver que él no caía en su juego, luego sonrió y tras soltar un suspiro fingido de suficiencia, dijo:

— Que curioso que lo digas, te recuerdo, que ese mundo, tú lo creaste con tu propia mente y atrapaste a tu princesa en él. — Comentó ella, mientras miraba a Jared desafiantemente.


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Bien, ese es el último capítulo del año... mas no de la historia, aun falta para el verdadero final...

¡¡Bueno, Feliz Navidad atrasada y prospero año nuevo!! ^-^



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