Capitulo 16

   Transcurriendo el tiempo, ambas parejas seguían juntas bebiendo, riendo y charlando. A ratos se separaban para ir a bailar o ir al baño. En especial Alice; quién inventaba una excusa cada cierto tiempo para separarse del grupo y evitar la mirada persistente de Jared, que al parecer no sabía disimularlo, o quizás no quería. Sea como sea, lograba poner nerviosa a su ex. Por lo que la excusa de ir al baño funcionó por un momento, hasta qué pasó lo que era muy probable que ocurriera, pero Alice ingenuamente esperaba que no se diera la ocasión por esa vez.

— ¡Ya regreso! — dijo por enésima vez en menos de media hora.

— ¿Otra vez? — preguntó extrañado Stevie

— ¡Lo sé, es molesto! ¡Prometo qué dejaré de beber por esta noche! — dijo en tono suplicante ella. — Pero juro que me urge.

— A mí también me urge— dijo Margot de pronto, — te acompañó.

Alice quiso decirle que no hacía falta, pero dado a que la actriz mencionó que también le urgía, se vio obligada a aceptar sin decir una sola palabra. Así que, tomó su cartera y brevemente intercambió miradas con Jared, como si los azules y grandes ojos del cantante tuviesen un poder magnético que la obligara a ella a mirarlo a él aunque fuese por unos segundos.

— Vamos — dijo Margot, tomando a Alice de la mano.

Momento más tarde, Margot ya había salido de su cubículo y se había acercado al lavatorio para lavar sus manos. Enseguida, se quiso retocar un poco el maquillaje y arreglar su cabello mientras esperaba que Alice terminara de hacer lo que estaba haciendo en su cubículo. Por lo que con toda soltura y tranquilidad, puso su cartera sobre la baldosa del lavatorio para sacar sus cosméticos uno por uno.

— ¿Te falta mucho?— le preguntó la actriz a Alice mientras comenzaba su retoque con base en polvo para cubrir las imperfecciones de su rostro.

— No, no tanto —contestó Alice, quien en realidad se encontraba sentada sobre el sanitario con la tapa abajo haciendo pasar el tiempo, mientras fingía que estaba cubriendo sus necesidades biológicas. Sin embargo, ella estaba consciente que no podía fingir por mucho tiempo, por lo que finalmente se puso de pie y tiró de la cadena del baño de modo que su "actuación" fuese más realista.

Todo porque a Margot Robbin se le ocurrió de pronto hacerle compañía, de lo contrario; Alice simplemente estaría parada frente al lavatorio, mirándose en el espejo mientras esperaba unos minutos pensando y cuestionándose muchas cosas que no se podía responder así misma, para finalmente darse cuenta, que seguir parada ahí sin hacer nada no era ninguna solución, y entendería que no tenía más remedio que volver al bar a reunirse con su novio, su ex y la novia de éste.

— ¿Así que tú eres la famosa Alice? — preguntó Margot de pronto mientras se ponía lápiz labial

— ¿Disculpa? — preguntó con sorpresa la aludida al salir del cubículo. Margot observó el rostro de Alice a través del espejo.

— Jared te ha mencionado un par de veces — comentó la actriz, aun pintando su boca de un rojo intenso, para enseguida apretarlos y lanzarle un beso a su reflejo antes de guardar el lápiz labial en un estuche.

— Debe ser una coincidencia, hay muchas personas qué llevan mi nombre— dijo Alice acercándose al lavatorio y abrir una de las llaves de agua, enseguida se echó jabón gel que sacó del recipiente trasparente que estaba fijo en la pared junto al lava manos.

— Y dime ¿acaso Jared mira a todas las chicas llamadas Alice así como te mira a ti? — insinuó la actriz.

— ¿Así? ¿Así como? — preguntó tartamudeando levemente Alice al sentirse descubierta. — Él... él es así, le coquetea a todo el mundo, además, es tu novio y yo estoy con Stevie; no debes preocuparte por nada.

— No estoy preocupada — contestó un poco cortante la actriz —, y al parecer tú aún estás pasando por la etapa de negación — Margot apartó la mirada de su reflejo para mirar a Alice directamente a su rosto —. Yo soy una persona bastante observadora, linda y me he dado cuenta de que Jared sigue un patrón.

— ¿De qué hablas? — preguntó Alice ya muy, muy confundida.

— Me atreví a investigar sobre él en varios portales de internet — continuó la actriz apartando la mirada de Alice para volver a mirarse al espejo. Del estuche sacó un frasco de rímel para retocar sus pestañas, de ese modo dejaba un poco en suspenso su narración. —Uno de sus grandes amores, supuestamente fue Cameron Diaz— continuó —, estuvieron comprometidos en matrimonio por cuatro años pero su relación acabó— explicaba ella. Alice intentaba encontrar el meollo del asunto, pero le era algo imposible, no lograba entender cuál era el punto al que Margot quería llegar y cuál era el supuesto patrón. — Luego de Diaz estuvo Scarlett Johansson, Paris Hilton, Ashley Olsen y por último... yo — finalizó arqueando una ceja de manera orgullosa cual Harley Quinn— todas rubias y famosas.

— «De hecho después de Cameron estuve yo— corrigió Alice el error de Margot en sus fueros internos»

— Eso es ridículo — dijo Alice riendo brevemente. —Además, sí bien creo que es una teoría interesante ¿qué hay de Lupita Nyong? Ella evidentemente no es rubia. —Rebatió Alice con incredulidad en el tono de su voz. De pronto se preguntó en sus fueros internos, cuantos tragos se había tomado esa extraña chica que se hacía llamar la novia de Jared, o si se había fumado algo extraño de camino al hotel. Pues, si bien recién la conocía en persona, le parecía muy raro que sí decía ser la novia de Jared, sus comentarios sonaran como sí quisiera desacreditarlo o dejarlo en evidencia.

—Rumor de farándula que ya se desmintió desde hace mucho tiempo —replicó Margot.

— ¿Miley Cyrus? — volvió a preguntar Alice.

— Rumor que tanto Jared como la mismísima Miley desmintieron.

— ¿Lindsay Lohan?

— ¡Oh, por favor, Alice pon atención! — Exclamó algo exasperada Margot —, a Jared no le gustan las pelirrojas ni las morenas, a él le gustan las rubias. Lindsay fue sólo una aventurita sin importancia.

— Haces que suenes como sí Jared fuese un racista o algo así— le reprochó Alice a la actriz —, y él no lo es.

— No, sólo te muestro los hechos de la realidad — respondió Margot.

—La verdad, no veo a donde quieres llegar — dijo Alice soltando un suspiro de cansancio mientras se cruzaba de brazos.

— Me faltó mencionar a una rubia en la vida de Jared, una que no es una famosa modelo, actriz o millonaria heredera de alguna cadena de hoteles— se le acercó a Alice con los brazos cruzados dejando sólo un pequeño espacio entre ambas mujeres —; tú, tú eres esa tal Alice que Jared no deja de mencionar cuando estamos... — se detuvo a mitad de frase dándose cuenta de lo que estuvo a punto de soltar. —El caso es, que sí Jared tiene cierto fetiche con las rubias, no es que las prefiera más a así...

— Pero tú dijiste... — interrumpió Alice sorprendida por lo contradictorias que eran las palabras de su nueva sucesora en el corazón de Jared.

— ¡Sé lo que dije, no me interrumpas! — Le cortó la actriz subiendo un poco la voz — sí Jared tiene un afán por las rubias... — retomó su discurso — no es que las prefiera así, sino que es porque el amor de su vida se trataba de una chica rubia y aún no la supera.

Diciendo eso, Margot guardó sus cosméticos nuevamente dentro de su cartera, y finalmente le lanzó una última mirada a Alice, observándola de pies a cabeza con desaprobación y envidia al no poder obtener el amor que Jared tenía por esa simple chica cantante de bar sin fama ni dinero.

Si bien la actriz debía conformarse con la relación que Jared le ofreció hacia un tiempo atrás, de ser sólo amigos con beneficios y fingir ser novios. Muy en el fondo, ella deseaba tener realmente de manera sincera, el corazón de Jared, pero sabía que nunca lo obtendría, y todo por esa única rubia que no era famosa ni se destacaba mucho por su música.

Por su parte, Alice se quedó en medio del baño, mirando a Margot alejarse, mientras intentaba comprender lo que acababa de suceder entre ellas dos, preguntándose a pito de qué fue esa extraña conversación.

Queriendo olvidar aquel extraño suceso, Alice volvió a reunirse con los demás. Pero ya harta de sentirse intimidada con el escrutinio obvio de Jared, ella simplemente decidió ignorarlo; no caer en su juego y simplemente actuar como si realmente lo hubiese conocido recientemente.

— ¿Que los trae por aquí? — les preguntó a ambos músicos sin dirigirse a alguien en especifico, mientras tomaba un nuevo trago, esta vez de gaceosa sin alcohol

— Vinimos a terminar los detalles del Camp Mars.— respondió Jared — mañana temprano iremos al recinto, así que decidimos llegar hoy y pasar la noche en este hermoso hotel para no perder tiempo en el viaje. — Alice sólo asintió, lo cierto era, que no quería saber las razones por la cual el cantante se encontraba en Malibú, simplemente lo preguntó para abrir un tema de conversación y aparentar comodidad dentro del grupo, por lo demás, tenía un punto a su favor: y es que Stevie no se daba cuenta de las miradas de Jared hacia Alice, ni de las indirectas que le lanzaba.

— Jared, vamos a bailar — le dijo Margot tirando del brazo de él para llamar su atención, ya que el aludido no apartaba la mirada de Alice y Margot se daba cuenta de eso de la misma manera que Alice, quien se sentía algo incomoda por la situación pese a sus esfuerzos por aparentar relajo.

— Estoy algo cansado — dijo él mirando brevemente a la actriz. — Invita a Stevie— añadió, esta vez bebiendo de su trago, mientras miraba de reojo a su ex —, de seguro que él si quiere hacerlo.

—Vamos, sólo una canción ¿sí? — suplicó la actriz cual niña caprichosa. — Además, Stevie está con Alice... su novia ¿recuerdas? ¿Por qué yo bailaría con él?

— ¿Y tú, Alice? ¿Quieres bailar? — le preguntó Stevie a su novia de manera alegre.

— Sí, vamos — dijo Alice. Aquella era la excusa perfecta para poder alejarse otro rato de la mirada penetrante que Jared no dejaba de lanzarle.

La pareja de novios se alejó y se aproximaron al plató central, Jared los siguió con la mirada hasta verlos en forma de silueta entre la multitud. En ese momento, una canción romántica de los años 80's sonó de fondo, se trataba de Open arms de la banda Journey. Muchas parejas volvieron a la barra y otros tantos a sus respectivas mesas. Sólo algunos pocos se quedaron a bailar aquella hermosa balada.

— Por favor, Puddin, sólo una canción — insistió Margot. Jared puso los ojos en blanco y suspiró.

— De acuerdo — aceptó un tanto fastidiado. Margot con felicidad lo arrastró hasta el plató, y comenzaron a moverse lentamente al ritmo de la lenta canción ubicados justo a unos pocos metros de Alice y Stevie. Ambas parejas se abrazaban y se mecía de un lado a otro, y casi como sí se hubiesen coordinado, las dos chicas abrazaron a su pareja por el cuello apoyando su cabeza en el hombro de sus respectivos acompañantes. Sin embargo, no fue una sincronía realmente perfecta, pues mientras Alice se apoyaba en el hombro derecho de Stevie, Margot hacia lo propio en el lado contrario, de modo que cuando giraban lentamente meneándose de forma perezosa; en ciertos momentos, inevitablemente, las miradas de Jared y Alice se cruzaban como si aquello fuese un capricho del destino.

Al terminar la canción, Alice bostezó cubriéndose la boca delicadamente mientras cerraba los ojos, indicio claro de que ya estaba cansada. Stevie sonrió y le ofreció su mano.

— Vamos, te acompaño hasta tu suite —se ofreció él.

A lo lejos, Jared los estuvo observando, y la idea de que Alice y Stevie se alejaran, no le gustó mucho, por lo que se apresuró para interceptarlos de alguna manera. Improvisadamente, comenzó a ocurrírsele algo sobre la marcha, y tomando la mano de Margot, se aproximó con rapidez a la pareja quienes ya habían cruzado el umbral del pub para salir de ahí.

— ¿Se van sin despedirse? — preguntó con una gran sonrisa la actriz tomando por sorpresa a Alice y a Stevie. Alice por su parte pegó un pequeño grito ahogado mientras giraba sobre sus talones y entre tanto, su compañero sólo se limitó a soltar un respingo

— ¿Enserio ya se van? — preguntó Jared

— Si, lo siento — se disculpó Alice bajando con timidez la mirada —, estoy algo cansada

—Lo cierto es, que yo igual — dijo Jared mirando a Margot y luego a Alice

— Pues yo no — dijo Margot soltándose de la mano de su acompañante

— Sinceramente yo tampoco, pero debo acompañar a mi novia a su suite — dijo Stevie

— No te preocupes, yo lo hago — respondió Jared amablemente sin dejar de miras a Alice con disimulado interés

— No... No es necesario — tartamudeó ella

— Si, lo es; creo que nuestras habitaciones están en el mismo piso y a no ser que no quieras compartir el ascensor, pues entonces te respeto y me voy por las escaleras.

— Oh, entiendo — mascullo ella en tono tímido

—Así que... ¿Stevie, no te molesta que sea yo quien escolte a tu novia a su habitación? — preguntó Jared con ligereza

— No en absoluto — respondió el guitarrista con una gran sonrisa — La verdad yo aún tengo ganas de seguir aquí. Me tomaré un par de tragos y me iré a mi habitación.

— ¿Margot?— preguntó Jared dirigiendo su mirada a la actriz.

— Yo también me quedo — respondió la aludida mientras se movía suavemente al ritmo de la música electro pop que sonaba de fondo

— Bien, entonces hasta mañana— dijo Stevie acercándose a Alice para tomarla delicadamente por la cintura y besar los labios de la codiciada rubia. Ella apenas reaccionó, comenzó a responder a ese repentino beso sin imaginarse que luego ese gesto amoroso por parte de su novio, despertaría en su ex una necesidad de desquitarse de su compañero de banda.

— Así que estas con Stevie? — preguntó Jared para romper el hielo que se formaba en el ascensor una vez que él y Alice se encontraban dentro de éste.

— Se supone que eso ya lo sabías —dijo Alice evitando cruzar mirada con él. Ambos estaban parados uno al lado del otro mirando hacia la puerta esperando que ésta se abriera, ya sea porque alguien más subiera al ascensor o porque por fin hubiese llegado a su piso. Para ella cualquier opción le serviría para sacarla de la tensión en la que se veía envuelta.

— Claro, es cierto. —dijo él, mirándola de reojos mientras se mantenía tan quieto como una estatua con las manos guardadas en sus bolsillos.

— Así que... realmente estás con Margot — preguntó Alice con la voz cargada de una angustia que Jared pudo detectar perfectamente

— Sí — dijo él como si lo que acabara de notar no le afectara.

— ¿Desde cuándo? — Quiso saber ella. — Digo, sólo por curiosidad.

— Desde hace no mucho, nos llevamos bien y la química se dio sola

— Claro, química — repitió Alice con una pequeña sonrisa forzada.

— ¿Y tú? — Preguntó Jared — ¿Desde cuándo tú y Stevie están juntos? Es decir, se que lo están desde hace un tiempo ¿Pero desde cuando exactamente?

— Ya no lo recuerdo — masculló la chica bajando levemente la cabeza— y sinceramente no creo que importe porque lo que importa es que estamos juntos, no cuanto tiempo...

— ¿Lo amas? — preguntó Jared cortando de manera brusca el argumento que Alice intentaba exponer. Acercándose a ella, él apretó el botón rojo que detenía el ascensor dejándolos a mitad de camino entremedio de dos pisos.

Sorprendida y aun más nerviosa, al comienzo; Alice no respondió. Su respiración se aceleraba a cada centímetro que Jared se le acercaba y más al ver que detuvo el ascensor de manera repentina

— Claro que...— Su voz, de pronto se vio silenciada con el repentino choque de labios, que colisionaron en un violento beso que poco a poco se iba suavizando hasta convertirse en algo totalmente dulce, que tanto Alice, como Jared disfrutaban trayendo de vuelta recuerdos pasados. No era la primera vez que Jared detenía un ascensor estando ellos solos a mitad de camino, sin embargo en esa ocasión Jared y Alice estaban en su mejor momento en cuanto a su relación se trataba.

— Jared. —susurró ella apartándolo repentinamente

— Lo lamento— dijo él a centímetros de ella, Alice sintió el soplo de su aliento sobre sus labios —No puedo evitarlo

— ¿Que quieres de mi?

—Sabes lo que quiero

— Por favor...tengo claustrofobia y estas invadiendo mi espacio personal — alegó ella al verse rodeada contra la pared y los brazos de Jared formando una pequeña cárcel a sus costados

— ¿Enserio? ¿Desde cuándo? Según recuerdo, te excitaba quedarte encerrada en un ascensor conmigo —susurró él sobre los labios de ella. En seguida besó el femenino cuello de la temblorosa rubia y por unos segundos, mantuvo apoyados sus labios en esa zona.

— Poro las cosas han cambiado...— Dijo ella liberando un involuntario suspiro — los tiempos han...han cambiado

—Sí, lo sé— dijo él alejándose de ella para mirarla con una súbita seriedad— Y aun me pregunto cómo es, que lo nuestro cambió de un día para otro. —Enseguida volvió a presionar el botón rojo y cuando el ascensor retomó su camino, finalmente se detuvo para abrir sus puertas en el penúltimo piso donde se hallaban las habitaciones 6277 y 6278.

De modo que al salir del ascensor, ambos se dirigieron a sus habitaciones, parándose cada uno frente a la puerta de su departamento para abrir con la tarjeta llave la cerradura. Por lo que al abrir y entrar a sus habitaciones, los dos se miraron a los ojos por última vez antes de desaparecer tras las puertas.

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