Capitulo 14
Jueves 30 de junio por la noche
Ayudó a Margot a bajar del auto que Jared había arrendado para moverse en la ciudad, y una vez que cerró la puerta del vehículo tras ella, la condujo a la entrada de un lujoso restaurante. El recepcionista preguntó por sus nombres, y luego de comprobar que estaban en la lista de las reservaciones, el hombre con traje de pingüino indicó que podían entrar. Enseguida otro hombre los escoltó hasta el asiento que tenían reservado para la pareja, les entregó la carta del menú, y tras una leve reverencia se alejó para dejarlos solos.
— ¿Te quedarás muchos días en Nueva York? — preguntó Margot
— No— respondió Jared negando con la cabeza mientras abría la carta del menú — volveré mañana por la mañana, ya compré los boletos
— Vaya... — dijo ella sonando un poco desilusionada. Jared apartó la mirada del menú para posar sus ojos en ella
— ¿Qué pasa? — le preguntó en un tono suave y tierno. Y es que Jared era así con Margot; no era que quería evitarla todo el tiempo, pues él no tenía nada contra su compañera de reparto, simplemente, esa noche no le entusiasmaba salir a cenar, pero no tenía una excusa válida para no hacerlo, y finalmente aceptó la pequeña reunión con la condición de que sólo tomaran un par de horas en aquel compromiso, pero Margot no entendía esa petición hasta que el cantante dijo que al día siguiente se iría de Nueva York temprano.
— Nada, es sólo que esperaba que... — Margot se detuvo a media frase y le sonrió forzadamente a su amigo — olvídalo, no es nada.
—Hey... tranquila — dijo Jared — seguiremos siendo Jargot, yo volveré mañana a Los Ángeles, pero cuando tú vuelvas a casa saldremos, te lo prometo.— Margot sonrió levemente, esta vez un poco más sincera. Estiró su mano para tocar la de Jared, en ese momento él, sintió la calidez en ese contacto y cual epifanía, se le vino a la mente que no era correcto lo que estaba haciendo, no quería jugar con los sentimientos de Margot y la idea de ser amigos con beneficios o fingir que eran novios, le pareció una idea absurda; sin embargo, por otro lado no podía echar pie atrás, ya estaba metido en eso y debía continuar, sólo para demostrarse así mismo que podía estar con alguien más... para mostrarle a Alice, que pese a los años que estuvo sin ella, él continuaba con su vida de siempre aunque se tratase de una tonta farsa.
Además, después de todo; Margot tenía claro de que se trataba todo ese teatro, ambos eran actores profesionales. ¿Que podría salir mal? No había motivos para confusiones entre ellos dos.
Un mesero se acercó a la pareja y Jared alejó sus manos de Margot de manera repentina, casi por instinto como si, por el contrario a la idea que se supone debían seguir, Jared no quería que el mesero viera lo juntos que él y su compañera estaba uno del otro.
— ¿Les tomo su orden, señor Leto? — Jared le dirigió una breve mirada a Margot y ésta negó con la cabeza
— Aún no estamos listos para ordenar— respondió Jared entendiendo el silencioso mensaje de la chica
— Bien — dijo el mesero haciendo una pequeña reverencia— estaré por aquí cerca sí me necesita
— Muchas gracias — dijeron ambos al unisonó
— Con su permiso — enseguida, el joven mesero se retiró tras otra reverencia.
Pasando un tiempo, ambos decidieron pedir una ensalada mixta para compartir entre los dos y enseguida una lasaña vegetariana.
Mientras comían, Jared le planteó a Margot que si en algún momento uno de los dos, o ambos decide estar con alguien más o en su defecto, sentían que aquella farsa ya no tenía sentido; debían actuar como una real ex pareja. Eso implicaba tener que dar un comunicado público sobre la ruptura en caso de que Jargot se hiciese (valga la redundancia, público) también implicaba que a partir de ese momento, la amistad con beneficios llegaría también a su fin, y su trato tendría que ser una mera relación profesional, o seguir una amistad normal sin derechos a reproches. Margot se mostró de acuerdo ante esa propuesta, pero en el fondo esperaba que ninguno de los dos tuviese que terminar esa falsa relación y que con el tiempo, se hiciera realidad pero ella tenía muy en claro, que por parte de Jared eso nunca sucedería y simplemente la actriz debía conformarse con lo que ya tenía; una relación amorosa falsa, sólo por publicidad y esporádicas relaciones sexuales que no tenía nada que ver con el cariño que ella sentía por él en realidad, o al menos en la cama, bien sabia ella que ese cariño no era reciproco.
Un par de horas después, se marcharon del restaurant. Jared fue a dejar a Margot hasta el hotel donde ella estaba hospedada. Para desdicha de ella, él tenía prisa por volver a su propio hotel esa noche, alegando cansancio y diciendo qué debía levantarse temprano por la mañana, cosa que era cierto; pero muy en el fondo era porque Jared no quería que pasara algo más esa noche, aunque ganas no le faltaba pero quería comportarse profesionalmente en compensación del poco profesionalismo que tuvo todo ese día, así que se dispuso a no perder el avión del día siguiente a pesar de que en Los Ángeles no tenia tantos compromisos en realidad. A demás de seguir trabajando en el disco, claro está.
Ambos actores se despidieron con un leve beso en la comisura de sus labios, y ella rápidamente se bajó del auto para entrar al hotel sin voltear. Margot no quería qué Jared la viese llorar por no haber tenido la cita que ella esperaba en realidad; sin embargo, lo único que le tranquilizaba era que cuando volviese a Los Ángeles ambos volverían a estar juntos de alguna manera u otra, ya sea por entrevistas o algún otro evento en los que se involucraran.
Jared aceleró a fondo agradeciendo a quien fuese, por haber estado hospedado en un hotel cuya ubicación era a unas pocas cuadras del que estaba Margot, por lo que el viaje no le tomó más de dos o tres minutos. Al llegar a su habitación, se dirigió al baño, se dio una pequeña ducha para relajarse y enseguida se acostó a dormir sin sospechar ni un poco, que eso le costaría mucho trabajo aquella noche.
Viernes 1 de julio
Su vuelo a Los Ángeles fue bastante agotador, contando también, que durante la noche anterior no pudo dormir lo suficiente, por lo que no logró retomar el sueño sobre Morfeo en Verano Absoluto, y es que las últimas palabras del Dios de los sueños lo dejó tan alterado aquella tarde de siesta, que no lograba pegar un sólo ojo esa noche. Durante el viaje hasta L.A, las cosas no mejoraron mucho, intentó dormir en el avión pero le fue muy difícil, sobre todo por las turbulencias.
En algún momento optó por tomar una pastilla natural a base de pasiflora y cascaras de naranjas para dormir, pero ésta idea hubiese sido buena, si no fuera porque se le ocurrió tarde y en lugar de tomársela cuatro horas antes de subir al avión, se la tomó ya estando a bordo, por lo que no surgió efecto sino hasta el instante en que la nave arribó en el aeropuerto de Los Ángeles cuatro horas después.
Afortunadamente estaba con su asistente, por lo que le pidió a ella que condujera hasta su casa pues él estaba realmente somnoliento y no era capaz de conducir en ese estado tan deplorable.
Cuando entraron a la casa y él dejó su equipaje junto a la escalera que llevaba al segundo piso, Jared supo que ya era libre por fin.
Sus planes siguientes era tomarse todo el fin de semana libre, incluso suspender las grabaciones del nuevo disco y los preparativos del Camp Mars, aunque... no podía hacerlo realmente; tenía claro que el campamento estaba cerca y aún habían muchas cosas por hacer, pero por otro lado podía dejar a alguien a cargo de eso al menos por ese fin de semana. En tanto al disco, la mayoría de las canciones ya estaban listas, sólo quedaban algunas que debían ser arregladas y grabadas, pero de eso se preocuparía durante la semana, en especial porque no tenía más compromisos hasta el 24 de ese mes, en el que el elenco de Escuadrón suicida debían asistir a la Comic con, pero para eso faltaba un poco.
Deseaba con todas sus fuerzas que Sheila lo dejara solo y se fuera pronto a su casa, pero su asistente no parecía darse cuenta de que Jared sólo quería dormir. Ella simplemente se detuvo en medio de la sala principal y se quedó esperando que su jefe le pidiera algo o que le mandara hacer alguna cosa, pero en ese momento Jared no tenía cabeza para nada, sólo podía pensar en entrar a su sueño para terminar la travesía que él y Morfeo tenían arriba de esa góndola que los llevaba de vuelta a Por siempre invierno.
Volvió a la sala principal, dejó todas sus llaves y su celular sobre la mesa de centro y caminú una vez más hasta las escaleras. Sheila al verlo hacer eso, entre cerró los ojos, pues aquello le pareció muy extraño, preguntándose ¿desde cuándo Jared se separaba tanto de su preciado teléfono?
— ¿Necesitas algo? — Preguntó ella pretendiendo quitarle importancia a ese detalle — ¿Comida o algo de beber, lo que sea para llenar tu refrigerador?
— No, iré a la cama— respondió él subiendo la escalera lentamente arrastrando los pies — tal vez mañana nos encargaremos de las compras. Hoy estoy muy agotado, pienso dormir todo el día así que encárgate de mi celular. Ya le quité el desbloqueo por patrón de camino hasta aquí, así te será más fácil manejarlo, sí me llama alguien que dejen el recado.
— ¿Desde cuándo le dejas tu amado celular a alguien más que no sea a Emma? — le preguntó extrañada la asistente a su jefe
— Desde hoy. ¿por qué te sorprendes? ¿Se te olvidó que ya te lo había dejado mientras Terry me sacaba fotos?
— Lo sé, es que me parece un poco extraño — comentó ella encogiéndose de hombros
— Sólo haz lo que te digo, no es tan difícil tomar nota de los mensajes que me deje la gente — dijo él. Sheila puso los ojos en blanco al notar que Jared, una vez más se comportaba como diva ante esa respuesta tan engreída de su parte.
Él se detuvo de pronto a la mitad de la escalera y volteó hacia su asistente, quien seguía parada en el centro de la sala del primer piso; Jared, lentamente mientras se agarraba de la baranda bostezó con la boca bien a vierta antes de continuar.
— ¿Algo más? — dijo ella al ver que se detuvo de pronto
— Sí. Necesito un favor. — dijo con su voz ronca y apagada — necesito que te consigas Harry Potter.— Sheila sacudió la cabeza, pensando que había oído mal o tal vez la somnolencia que Jared sufría le hacía decir disparates
— ¿Cómo dices? — preguntó ella
— Consígueme la saga de Harry Potter — repitió Jared suspirando de cansancio
— ¿libros o películas? — preguntó Sheila mientras apuntaba lo que Jared pedía en su agenda electrónica
—Hm— Jared comenzó a pensar mientras emitía un gutural sonido desde su garganta—Ambos — respondió él luego de unos segundos
— ¿Sólo el primer libro o la saga completa? — preguntó su asistente aun tomando notas de su jefe en su tablet.
— ¿Cuánto libro son? — balbuceó él apenas manteniendo abierto sus grandes ojos azules
— Siete. — contestó ella — ocho con la obra teatral que se estrenó en Londres y luego en Broadway, luego el libreto se publicó como libro, y claro están las ocho películas y su Spin off, Animales fantasticos. Éste último se estrenará en noviembre de este año — explicó la chica aun sin entender porque Jared pedía esa saga, que según ella eran bastante infantiles para su gusto. Pero luego pensó que quien se lo pedía era su jefe, Jared Leto, una persona cuya forma de ser era bastante peculiar y de él se podía esperar cualquier cosa.
— Ok, ok, Ya. lo entiendo — la detuvo Jared sonando irritado —... sólo consígueme todo lo más pronto posible, — dijo él cerrando sus ojos, mientras daba un paso más por los peldaños que lo llevarían a su habitación, lo único que quería era dormir y ese día estaba dispuesto hacerlo toda la jornada sí fuese necesario, pues el cansancio realmente lo estaba consumiendo. Además, estaba ansioso por volver a su sueño y preguntarle a Morfeo a que se refirió con lo que dijo la última vez que lo vio.
Apenas puso la cabeza sobre la almohada, sus ojos se cerraron como persianas, y en un segundo se vio en la góndola nuevamente, como si nunca se hubiese movido de ahí.
— Estamos llegando a la frontera — dijo Morfeo.
Jared miró a su alrededor, y toda la belleza mágica poco a poco iba quedando atrás dejando en su lugar, algo muy distinto al paisaje veraniego. El lugar tenía una tonalidad más opaca y apagada, como el invierno y colorido como el verano, sin embargo. Todo ahí tenía un aura más oscuro y lúgubre, tornándose tan ambiguo como el color gris.
— ¿Qué quisiste decir? — preguntó Jared
— Que estamos cerca de llegar a la frontera y por ende a Por siempre invierno — respondió Morfeo como si nada, aunque bien sabía a lo que se refería el cantante
— No es eso a lo que me refiero — replicó Jared un tanto fastidiado — me refiero a lo que dijiste cuando nos vimos la última vez
— ¿La última vez que nos vimos? — preguntó extrañado el dios de los sueños mientras se tocaba el mentón de manera meditativa. Jared notó que Morfeo ya no estaba remando, estaba sentado frente a él en una de las tablas que cruzaba lo ancho del bote. La góndola se movía por si sola y a una velocidad ligeramente más rápida — no nos hemos movido de esta góndola — dijo Morfeo después de un rato mientras se encogía de hombros
— ¡Oh, por favor! ¡Sabes bien lo que quiero decir, Morrfy! ¡Hace un par de días dijiste que yo comenzaba hablar como el padre que Rose siempre quiso tener! ¿A qué te referías con eso?
— Pues, tú lo a cavas de decir, me refería justo a eso. No hay palabras ocultas en esa frase — respondió Morfeo — y por cierto, no fue hace unos días, fue hace un momento atrás. Como ya te expliqué, aquí el tiempo o se detiene o es muy lento. Las cosas siguen tal como las dejas cuando despiertas, excepto cuando Rose se encuentra en este mundo antes que tú y Vice versa, ya que cada uno le añade elementos de su propia imaginación cuando lo visitan, y así se queda.
— ¿Es así para los cuatro pueblos? — quiso saber Jared
—Exactamente — contestó el dios de los sueños
— Lo que significa que tal vez Por siempre invierno esté cambiado— dijo Jared en un tono reflexivo más para sí mismo
— Sí, es probable que Rose le haya hecho algunas variaciones, pero no lo verás hasta que ella se duerma y entre en el sueño, por el momento está despierta y de todas formas, aunque estuviese dormida, es incapaz de pensar en Por siempre invierno como un lugar hermoso, porque cuando entró ahí lo vio con las cosas horribles que imaginaste en ese lugar— respondió Morfeo
— Y mis miedos, se convirtieron en los suyos — afirmó Jared repitiendo lo que Odette le había dicho en otro sueño.
— Exactamente — respondió Morfeo
— ¿Pero por qué? ¿Desde cuándo puede entrar ahí sola para empezar?— Preguntó Jared en un tono desesperado — Rose es parte de mi sueño ¿no? Se supone que ella tiene prohibida la entrada a menos que yo se lo permita y estoy seguro que no la he llevado hasta ese lugar ni le he permitido entrar por su cuenta.
— ¿Que no has puesto atención a lo que te he dicho? ¡Hasta tú lo has mencionado! Este es un sueño compartido espontaneo — dijo Morfeo — ahora saca tus conclusiones.
Jared se quedó en silencio, intentó pensar en lo que Morfeo le planteaba, pero no se le venía nada en la cabeza, excepto la idea de que Rose pudiese ser una niña real que evidentemente no conocía fuera del mundo onírico, pero tenía claro que debía hacer todo por ella dentro de éste. Protegerla con su vida y salvarla de su propio miedo, era su misión desde ese momento. Estaba consciente que su responsabilidad era, y siempre había sido, cuidar de esa niña y sacarla de Por siempre Invierno para traer de vuelta la inocencia de esa pequeña que vio nacer dentro de una rosa hace unos cuantos años atrás, cuando aquellos sueños comenzaron a invadir el inconsciente de Jared.
De pronto, las nubes grises se tornaron negras, invadiendo el cielo del ambiente. Muy pronto la oscuridad borró todo vestigio de verano a su alrededor, Jared comenzó a reconocer ciertos aspectos de su antiguo sueño perturbador, y su cuerpo completo se puso tenso como las cuerdas de un piano.
— Hemos llegado — dijo Morfeo como si estuviese confirmando la silenciosa sospecha de Jared reflejada en su rostro.
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Disculpen la demora por un capitulo tan corto, pero en realidad es más largo y lo tuve que dividir. Aun no termino la segunda parte, pero les prometo que pronto lo tendrán.
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