La luz del sol le llegó de lleno en los ojos, sacándolo de manera brusca de su sueño profundo. No supo en qué punto del sueño despertó a la realidad, pero tenía bien en claro que debía seguir su travesía en algún momento, ya sea durante la noche que le seguía ese brillante día jueves 30 de julio o durante algún momento de la tarde, cosa que dudaba, pues su agenda estaba tan copada, que no tenia minutos libres para dormir siestas.

— ¿qué hora es? — le preguntó a su asistente Sheila mientras se cubría los ojos con los brazos, pues la chica que tenia frente suyo junto a la ventana abriendo las cortinas de par en par, se había tomado el atrevimiento de pedir una copia de la llave de la habitación de Jared para verificar ella misma, que su jefe estuviese listo temprano ese día

— 8:30 de la mañana, Jared, ya estas atrasado — el cantante bufó de fastidio al tiempo que dejaba caer su cabeza nuevamente sobre la almohada de forma pesada. De pronto, se sintió nuevamente como un estudiante de secundaria, recordando con cariño y fastidio al mismo tiempo, cuando su madre entraba a su habitación por las mañanas, y lo despertaba de esa misma manera para ir a la escuela. ¿Por qué rayos el sol de la mañana tenía que asomarse justo en la ventana que daba frente a la cama? ¿Es que a caso el destino le quería hacer una jodida broma? Quizás, en parte esa era una de las razones por la cual su dormitorio en su casa estaba de espalda hacia él, de ese modo no tenia que recordar su infancia en los años que vivió en Luisiana o probablemente, porque simplemente no le gustaba que el sol le llegara de lleno al despertar por las mañanas. Sea cual sea la razón, él simplemente odiaba ser despertado de esa manera, como si de un vampiro se tratara.

Un par de horas más tarde, luego de haberse dado una ducha rápida de agua tibia y de haber desayunado algo ligero, él y su asistente, se encaminaron a la primera cita del día. Tenía que reunirse con su amigo fotógrafo; Terry Richardson en el estudio de éste último, para una sesión de fotos que tenían programada desde hacía varias semanas.

Terry era un hombre de cincuenta y un años muy jovial y con grandes anteojos ópticos de monturas redondeadas. Delgado, orejas y nariz grandes y de poco cabello

— Muy bien, eso es todo — dijo el fotógrafo apuntando con su cámara para sacar la última foto. Jared salió de su lugar y se dirigió a recoger sus cosas que ya estaban en manos de Sheila

— Cancelé la entrevista tal como me lo pediste...aunque sigo manteniendo mi opinión, no debiste cancelar esa cita dos horas antes, quizás lo necesitaban para mañana y contaban con eso — le dijo la chica mientras le ayudaba a colocarse su chaqueta

—Sheila, no empieces. Eres mi asistente, no mi madre — respondió él — además si realmente fuese importante, no me habrían pedido la entrevista de un día para otras o a última hora. ¿algunas llamadas? — ella puso los ojos en blanco y bufó

— a veces eres toda una diva, Jared — comentó ella — no, ninguna llamada, al menos ninguna importante en realidad

— ¿quien llamó? — quiso saber él

— Margot Robbin

— ¿qué dijo? — preguntó algo fastidiado

— que le devuelvas el llamado y que se encuentra en Nueva York también

— ¿también? ¿Cómo que también? ¿A caso sabe que estoy aquí?

— Por supuesto. — dijo Sheila, — eres Jared Leto. Todo el mundo sabe donde estás, en especial si lo publicas en instagram o snapchat, y por lo demás te recibió una orda de paparazis y fans en el aeropuerto

— Obvio — se dijo así mismo en voz baja como auto reproche, mientras tomaba su celular y marcaba el número de Margot

— ¿Tienes planes para más tarde? — Preguntó Terrymientras se acercaba a Jared, quien en ese momento esperaba que Margotrespondiera su celular — te invito almorzar esta tarde en mi casa — Jared noalcanzó a darle una respuesta a su amigo, sin embargo le hizo una señal con lamano para que esperara un momento.  

La repentina y profunda risa de Morfeo sacó a Jared de sus pensamientos, mientras éste se quedaba fijo mirándose en el reflejo de las cristalinas aguas del lago.

— ¿qué? ¿De qué te ríes?— preguntó Jared levantando su cabeza para mirar al dios de los sueños

— para alguien que dirigió y protagonizó un video musical en el que aborda el tema del BDSM, tienes una imaginación muy infantil — dijo Morfeo quien estaba de pie sobre la proa de la góndola mientras remaba utilizando un largo remo— admirable — añadió mirando a su alrededor.

— este mundo no lo comparto con mis compañeros de banda, Morfy — dijo Jared mirando su reflejo ondulante en el agua— lo comparto con una adorable niña de siete años... y no sé si ella es real

— Lo es en este mundo — dijo Morfeo — es tu misión averiguar si existe en el tuyo

— algo me dice, que de cierto modo si lo es... aunque nunca la he visto en verdad... me recuerda mucho a... alguien especial para mi

— Los sueños suelen ser interpretaciones que representa de manera simbólica tu vida real; tus miedos, tus angustias... tus anhelos. Y otras veces, son literales — explicó Morfeo

— Sí... ya me lo dijiste — respondió Jared tocando con las yemas de sus dedos el agua de aquel lago.

En el trayecto por el lago, ya no sólo habían sirenas juguetonas, también se unieron a ellas las ninfas, tanto acuáticas como terrestre, todas vestidas con suaves telas sueltas que representaban al lugar que habitaban; así por ejemplo, las ninfas del agua eran bellas damiselas con vestidos en variados tonos azules y verdes, cabellos adornados con corales, plantas acuáticas y caracoles. Mientras que las ninfas terrestres eran igual de hermosas, pero vestían telas sedosas y sueltas con tonalidades cálidas que variaban desde blanco, rosa hasta llegar al marrón, sus largas y sueltas cabelleras eran adornadas con flores y hojas del sauce.

Acompañando a las danzarinas y alegres doncellas, se encontraba con ellas El flautista plateado; un hombre, que como bien decía su nombre, era completa y absolutamente plateado de los pies a la cabeza. Vestía elegantemente de frac y sombrero de copa; en su cuello adornaba una pajarita del mismo color plateado y su piel era tan argenta como todo lo demás.

Entre sus manos portaba una brillante y aguda flauta igual de plateada. Con ella tocaba una alegre melodía que acompañaba el baile de las risueñas ninfas y los chapoteos juguetones de las sirenas, animando a que siguieran el ritmo a un grupo de niños que rondaban en aquel lugar.

Los niños que se hallaban ahí, jugando y bailando con las Ninfas y sirenas, eran todos pequeños de entre cinco a doce años. Su atuendo no indicaban de que clase social pertenecían o sí eran huérfanos o tenían familia, todos vestidos con ropa de día de campo y algunos incluso estaban descalzas y otros con cómodas sandalias acorde a la temporada y atuendo.

Por un momento a Jared le pareció ver a Rose sentada sobre el césped mientras una ninfa jugaba con ella construyendo coronas de flores para colocárselas una en la cabeza de la otra , pero cuando la niña volteó hacia la góndola y le sonrió mientras los saludaba, Jared se dio cuenta, que esa pequeña no era su princesa.

— No está aquí — dijo Morfeo al notar la expresión de extrañeza en el rostro de Jared — no estará hasta que la saques de su situación

En las orillas del lago, los impresionante y majestuosos unicornios y pegasos blancos, se detenían a beber agua. Sin embargo, no sólo de seres mitológicos estaba compuesta la fauna de aquel lugar, también existía animales del mundo real; lo que en principio no era extraño, no obstante lo extraño era que los animales de ese hermoso ecosistemas onírico, desentonaban uno con el otro; así como podría haber lobos siberianos y grises, también habían ciervos y cisnes. Por otro lado también había serpientes, cebras, leones y caballos normales de diferentes razas.

Pero uno de los animales más llamativo para Jared, era un elefante africano, que al juzgar por su comportamiento parecía tan domesticado como un perro. Para empezar, aquel gigantesco y arrugado animal estaba acompañado de un muchacho que representaba más o menos unos quince años de edad; su cabello platinado se reflejaba como espejo con la luz del sol, llevaba ropa ligera que no eran más que dos simple prendas, camiseta sin mangas y jeans gastados y rasgados en ambas rodillas, sus pies estaban totalmente descalzos. Entre sus manos tenía una gran varilla de árbol y lo lanzaba cada cierto tiempo por los aire para que el elefante fuera por el pedazo de madera corriendo atrapándolo con su trompa , para luego volver a donde estaba el muchacho y éste repitiera el proceso una y otra vez.

De pronto una gran bomba de agua estallo justo al costado derecho de la góndola, haciendo que el reflejo de Jared en el agua desapareciera y en su lugar, una extraña y esbelta figura humana se alzara desde el fondo del lago y se elevara hasta las alturas, mostrando de ese modo una flamante y hermosa cola de pez con colores tornasol en sus escamas. Evidentemente, era una sirena. Pero esta era algo más especial, en su espalda , a la altura de los omóplatos, lucia unas llamativas aunque un tanto trasparentes alas parecida a las de las libélulas, delgadas y brillantes al reflejarse con la luz solar.

Su larga cabellera era azul y desordenada como la de una bella y atractiva artista hippie.

— Interesante — dijo Morfeo observando a la sirena alada — ¿cómo le llamarías a eso? ¿Sirena hada o sirena pájaro? — Jared alzó una ceja lentamente y se lo quedó mirando con sarcasmo en su expresión

— ¿eres un dios de la mitología griega y no sabes que las primeras sirenas eran mujeres con cuerpo de aves?

— Sí... pero nunca he visto sirenas marinas con alas

— Yo sólo hice una pequeña variable...— comentó Jared. — una mezcla de las sirenas egipcia con la de la mitología oriental — explicaba mientras la observaba perderse entre las nubes — son igual de hermosa y su canto es espeluznantemente encantador para quienes quieran enemistarse con ella.

El camino continuó con bastante lentitud, como si realmente no tuviesen prisa, y muy pronto Jared comenzó a ponerse un poco nervioso.

— ¿por qué vamos lento?

— En este momento, sólo tú estás soñando. Lo que significa que Rose está a salvo en el mundo real — respondió el Dios de los sueños — además, el tiempo aquí a veces se detiene y otra, sólo va más lento, por lo que sí bien tu princesa corre peligro en Por Siempre invierno, no es un emergencia de vida o muerte precisamente... recuerda, es sólo un sueño — guardó silencio, pero al ver que Jared no se tranquilizaba puso los ojos en blanco ligeramente — Freddy Kruger no entra en esta historia, Rose no va a morir

— Lo se... lo siento. — dijo cabizbajo Jared, quien estaba más preocupado por llegar a su destino final antes de despertar, pues muchas veces él se frustraba cuando estaba dentro de un sueño interesante, pero justo cuando está en la mejor parte, repentinamente... despierta. No quería que sucediera lo mismo en el sueño que en ese momento estaba teniendo. No quería despertar sin sacar alguna conclusión de todo eso.

Muy cerca de los árboles, donde la tierra era más firme y seca; un joven hombre contorsionista que se tiraba al suelo de bruces para luego pasar sus piernas por encima de su cabeza hasta quedar totalmente doblado, acaparaba la atención de Jared. Aquel personaje no sólo lograba encantarlo con su destreza corporal, lo que más llamaba la atención del cantante, era; que entre la multitud de niños y adolescentes que rodeaban al delgado hombre elástico semidesnudo, se hallaba en el lugar dos pequeños de más o menos entre siete u ocho años; muy especiales: se trataban de su hermano Shannon y el mismo Jared cuando éstos eran pequeños. Por un momento, Jared sacudió la cabeza y entornó los ojos para comprobar si lo que veía era cierto o era una alucinación al igual como lo fue con Rose momentos antes, pero para su sorpresa, esos dos niños que disfrutaban de aquel espectáculo, seguían viéndose igual que Shannon y Jared del pasado.

— ¿en que estas pensando? — preguntó Morfeo mirando en la misma dirección qué Jared como sí no hubiese notado lo que el cantante realmente miraba.

— Recuerdos de cuando Shannon y yo éramos niños... Fuimos tan pobres, que no teníamos dinero ni para tener juguetes. Pero nuestra madre nos incentivó siempre a ser creativos... Shannon y yo siempre nos los arreglábamos para no aburrirnos. Tocábamos música, inventábamos nuestros propios juguetes con lo que encontrábamos, y por un tiempo las cosas fueron mejorando. Teníamos un piano, el que aprendí a tocar, y mi hermano tenía su batería... esa era su pasión, nuestra pasión... lo que quiero decir es, que aunque nuestra infancia fue dura... pudimos llegar a lo que ahora somos

— ¿a caso Rose te hizo recordar tu pasado? ¿O sólo quisiste recordar tu niñez?

— Ambos — respondió Jared— creo, que de cierto modo me identifico con esa pequeña, en especial porque ella, tampoco tiene una real figura paterna

Mientras él narraba esa etapa de su vida, las versiones oníricas de los niños Leto, corrían juntos hasta la orilla del lago separándose de los demás niños para jugar a corretearse uno al otro con las ninfas acuáticas que los invitaban a unirse a ellas, enseguida miraron hacia la góndola y con una gran sonrisa alzaron sus manos para saludar, el Jared adulto sonrió, y de manera instintiva devolvió el saludo. Luego observó como un perro pastor ingles corría hacia los pequeños Leto y éstos recibían a ese enorme y peludo can con abrazos y caricias, para continuar su juego del "corre que te pillo" incluyendo al perro en ese divertido e infantil juego.

— ¿Qué te hizo crear este mundo así? — quiso saber el Dios de los sueños. Jared no respondió de inmediato, sin apartar su mirada de esa bella imagen sonrió hasta que aquellos niños se alejaron y desaparecieron del camino, mientras la góndola avanzaba lentamente.

Luego, levantó la mirada aún sonriendo, a la vez que observaba a un par de hadas de estatura grande elevarse por los aires como si danzaran con el viento; suspiró y se dispuso a responder con aire nostálgico:

— Se que a ella le gustaría. Cuando la saque de Por siempre invierno, la traeré aquí

— ¿Así que, todo esto es por Rose? — cuestionó Morfeo con curiosidad.

— Exacto. — dijo Jared

— ¿Aun sabiendo, que a Rose no le gusta el verano?

— Si... quiero que este sea su mundo perfecto a pesar de ser verano

— Entiendo, pero no lo estás haciendo muy bien — dijo Morfeo — te hace falta algo que a ella le gustaría mucho

— ¿Qué cosa? — preguntó Jared frunciendo el ceño.

— Mira hacia allá — le indicó Morfeo en un lugar donde no había nada más que árboles — ¿Ves algo ahí?

— No, nada. — dijo el cantante sin comprender.

— ¿Y ahora? — volvió a preguntar el Dios de los sueños. De pronto, y con lentitud, comenzó a materializarse un gran castillo antiguo con varias torres rodeando un gran recinto. — Es Hogwarts.

— ¿Es... qué? — preguntó Jared

— Hogwars... no me digas que no sabes lo que es— cuestionó Morfeo

— No, no lo se — respondió Jared

— Que muggle eres — respondió Morfeo poniendo los ojos en blanco

— ¿Perdón? ¿Me acabas de insultar con alguna palabra de moda o algo así?

— ¡No puede ser! ¿Es que nunca has oído hablar de Harry Potter? — Continuó el Dios de los sueños en un tono exageradamente sorprendido — Rose es fanática de él, deberías saberlo.

— Sí, lo sé , pero no es mi mayor interés. — respondió Jared frunciendo el ceño mientras se cruzaba de brazos. De pronto se sintió como un tonto por no comprender las cosas que Morfeo decía. ¿es que acaso esas palabras sin sentido eran alguna clase de código secreto que debía conocer? Jared se sintió un poco frustrado. ¿ A caso aquel mundo que había construido no era suficiente?

— Bien, si quieres convencer a Rose de que éste lugar es maravilloso, comienza por eso

— ¿Y tú como sabes todo esto? — le cuestionó Jared un tanto molesto

— Soy Morfeo, Dios de los sueños. Conozco cada mundo onírico que debo cuidar, y el de Rose es de magia, fantasía y...

— Harry Potter — interrumpió Jared completando la frase de Morfeo en un tono serio y burlón — mira, lo cierto es, que yo no comprendo nada de lo que dices, pero haría lo que fuera por ella. Le mostraré que el verano tiene su lado bueno, en especial aquí — afirmó Jared con gran determinación

— Por fin — dijo Morfeo

— ¿Por fin qué? — preguntó Jared esta vez mirando con extrañeza al duplicado de Shannon parado frente a él sobre la proa

— Estás hablando como el padre que ella siempre ha querido tener— sonrió Morfeo

— ¿De qué hablas? — espetó Jared algo sorprendido. Sin embargo, Morfeo solamente continuó sonriendo sin responderle a su cuestionamiento— Morfy, ¿a qué te refieres?

—Me temo que la siesta sea acabó, es hora de despertar, Dante... nos vemos en tu próximo sueño

— ¡Morfy...no, espera, Morfy, Morfeo!

— ¡Jared, despierta! — Exclamó Sheila sacudiéndolo del hombro. Jared se encontraba dormido sobre el sillón de la sala principal en la casa de Terry — te quedaste dormido. ¿No quedaste en reunirte con Margot a las 19:30?

— ¿Qué? — Preguntó desorientado — ¿qué hora es?

— Son las 18:45 — respondió su asistente mostrándole su reloj de pulsera.

— ¡Mierda, ya me estoy atrasando! ¿Por qué rayos no me despertaste antes, Sheila? — exclamó mientras se levantaba rápidamente del sillón y se iba al baño. Aunque muy en el fondo, agradecía que su asistente no lo hubiese despertado antes, no sólo porque no le entusiasmaba mucho reunirse con Margot esa noche, si no porque no quería despertar de su sueño.

Jared había ido almorzar a la casa de Terry esa tarde. Pasaron juntos un buen rato, se sacaron fotos y Jared aprovechó para consentir y mimar a los gemelos de Terry, los cuales Jared adoraba tanto, que hasta se sacó una foto con los bebés en sus brazos y luego la publicó en sus redes sociales logrando de ese modo que varias fans comentaran de forma inmediata. Pero luego de una conversación mena y de haber comido, el cantante se tumbó en el sillón y sin darse cuenta se vio nuevamente en la góndola con Morfeo hasta que de forma repentina, lo despertó Sheila un par de horas después.

Pese a la cancelación de la entrevista, no se salvó del todo de los compromisos, pues se vio obligado a marcharse de la casa de su amigo, luego de haberse quedado dormido, mientras que éste le iba a cambiar los pañales a sus gemelos, para luego quedarse dormido también junto a sus bebés.

Jared agradeciendo toda su hospitalidad, se despidió tras salir del baño para ir a buscar a su amiga Margot, con la que debió quedar para cenar juntos y discutir algunos términos que debían tener en claro antes de aceptar la pseuda relación denominada "Jargot" aquella noche que prometía ser muy larga.