2016

Alice Scott era una chica, que si bien vivió muchos altibajos, se caracterizaba por tener un carácter alegre y bondadoso, sin embargo, a la hora de la verdad, era una mujer decidida y fuerte. Tenía que serlo, por ella y por Rose, a quien amaba con todo su ser, sentía que se lo debía, pues ninguna de las dos podía sobrevivir sin la otra, su unión entre ambas, era casi simbiótica. A pesar de que las dos eran, de cierto modo bastante independientes, sin embargo, para Alice, Rose era su vida... su aire y estaba dispuesta hacer lo que sea por ella, incluso sacrificar vínculos especiales, como lo hizo años atrás con Jared Leto, el hombre que siempre será el amor de su vida.

Pasaron ocho años...ocho años desde que ella decidió alejarse del hombre que tanto amaba, pero sentía que no tenia opción, ella lo hizo por su bien y no se arrepentía de aquello a pesar de las circunstancias. Si bien, Alice no se alejó del todo de Jared, ella se las arreglaba muy bien para no topárselo, después de todo, Los Angeles era una ciudad muy grande, y por lo demás, también estaba el hecho de que Jared se moviera por el mundo cual gitano, yendo de gira a distintos países y ciudades, Alice consideraba que aquello era un punto a su favor. Pero, por otro lado estaba consciente de que tarde o temprano, tendría que enfrentarlo. Sólo que no estaba segura cuándo y por dónde comenzar a contarle la verdad, ni siquiera estaba segura si algún día estaría lista para hacerlo. No obstante, el tiempo se encargaba de recordarle cada año,

que tenía que hacerlo, tenía la obligación de confesar, pero ella estaba asustada, y se estremecía al pensar que, él no la perdonaría, ni aceptaría la realidad de los verdaderos hechos, por la cual se vio obligada a abandonarlo cuando él más la necesitaba hace nueve años atrás... o eso creía Jared, Pues él no sabía que pese a su alejamiento, Alice sí estaba al tanto de todo, de la banda, de sus proyectos cinematográficos, incluso de los tantos rumores que lo involucraban a supuestos romances con otras chicas vinculadas al mundo de la moda y espectáculo.

Durante todo ese tiempo, Alice y su mejor amiga Camille ,se comportaban como toda una echelon, asistiendo a los conciertos comprando las entrada más barata lejos del escenario, de este modo no corría el riesgo de ser elegida para subir a éste con el cantante principal de Thirty Seconds to mars. Además también evitaba toparse con el baterista quién en parte fue una de las causas por la cual ella debió alejarse de Jared.

De vez en cuando, también invitaban a Rose, ella decía, que le encantaba esa banda y se sentía como toda una echelon, aunque las letras de algunas canciones le asustaban un poco. Su disco favorito era Love, Lust, Faith + Dreams, y su canción favorita era Do or Die.

— Te lo dije, es gay — le dijo Camille a Alice el año anterior cuando juntas se acomodaron en la cama de dos plaza de ésta última para ver por televisión los MTV video music awards

— ¡Que no lo es! ¿Por qué insistes con eso? — respondió bastante fastidiada Alice

— ¡Mira su cabello, es rosa! Y además ¿Qué quiso decir Miley con eso de que él fue " la mujer con la que tuvo su primera experiencia lésbica"? — le cuestionó su amiga mientras recalcaba esa frase haciendo entrecomillas con los dedos. Alice puso los ojos en blanco.

— Tu problema, Camille es que eres demasiado prejuiciosa. Conoces a Jared, él es extravagante, es todo, le gusta teñirse el cabello, cortárselo o dejarlo largo, es su forma de ser... y sobre lo de Miley, ella es otra loca que le gusta armar polémica y provocar a la gente haciendo esa clase de comentarios, con eso se gana la vida.

— Hm, no lo sé ¿y entonces por qué te dejó? Seguro porque conoció a alguien más... quizás a otro hombre— insistió Camille

— ¡Basta de decir estupideces! ¿Quieres? — exclamó exasperada Alice, Camille se sorprendió ante la reacción de su amiga — Él no me dejó... yo lo deje a él — añadió más calmada - Tuve que hacerlo... no tenía otra opción, me sentía atrapada

— Bueno, entonces dime — le pidió Camille mientras tomaba el control remoto de la tele y la apagaba

Alice se quedó callada por unos segundos, bajó la mirada y suspiró mientras jugueteaba con sus dedos nerviosamente

— ¿Te mencioné alguna vez... que el padre de Rose no está muerto? — dijo la chica, a lo que su amiga se la quedó mirando con una expresión de incredulidad frunciendo su ceño.

Un año después, ambas amigas se encontraban en la misma habitación, acurrucadas sobre la misma cama, viendo el mismo canal. Estaban trasmitiendo los MTV muvies awards. Pacientemente vieron todo el show mientras comentaban acerca de los ganadores, de las bromas entre Dwayne Johnson y Kevin Hart, los números musicales y los atuendos de cada ganador que subían al escenario a recibir su premio, entre otras cosas.

Sin embargo, lo que realmente esperaban con muchas ansias, era el trailer oficial de Escuadrón suicida, pues Jared junto a Will Smith, Cara Delevingne y Margot Robbie, serían quienes presentarían dicho tráiler

—El atuendo de Margot me gusta — dijo Camille, esas botas son perfectas

— Sí, las bucaaneras son tu estilo — dijo Alice sonriendo sin despegar sus ojos de la pantalla.

— Ella y Jared hacen linda pareja ¿no crees? — añadió Camille ignorando a Alice

— ¿Ah sí? Pues, no me he fijado en eso— respondió Alice en un tono desinteresado - Supongo que así debe ser... digo, si serán pareja en la ficción deben complementarse uno al otro para hacer un buen trabajo. Jared es muy profesional en todo lo que hace.

— Sí... profesional. Por eso decidiste por él, en vez de confiar en su juicio ¿no? — dijo en tono de maliciosa broma Camille

— ¿Por qué dices eso? — Espetó Alice al borde de las lagrimas — Tú sabes cómo fueron las cosas, te lo dije hace un año

— ¡Está bien, está bien!- se apresuró a decir Camille — disculpa, no quise sonar hostil ni reprocharte nada, sólo fue una broma— Alice no le respondió, simplemente apartó la mirada de su amiga y fijó sus ojos en la pantalla del televisor.

De pronto, apareció en pantalla Jared, tan jovial como siempre; llevando una camisa a cuadrille, sobre ésta una chaqueta de cuero con estoperoles, un jeans negro y unos calzados de color café con leche. El cabello rosa desapareció y en su lugar, él lucia una linda cabellera de color castaño que ya le estaba creciendo nuevamente, pues sus puntas llegaban hasta la nuca, Alice no podía evitar seguir suspirando por Jared después de tanto tiempo, pues a pesar de todo, lo echaba de menos y quería acercársele, pero sus convicciones no la dejaban y el orgullo tampoco ayudaba mucho con sus ganas de volver a estar con él

«Sangre, sudor, semen, vellos púbicos, cerebro y, si, cuentas anales. Damas y caballeros, esta película retorcida y enfermiza lo tiene todo. Fue una experiencia única y ya queremos compartirla con ustedes, locos hijos de perra. »

Fue lo que dijo Jared al ser el primero en tomar la palabra en esa presentación tan espectacular. Literalmente había fuego en ésta, y las palabras de cada actor hacían reaccionar de manera efusiva al público.

— Sí... ¿por qué no me sorprende ese comentario? — dijo Camille poniendo los ojos en blanco al tiempo que se le dibujaba una pequeña sonrisa irónica en su rostro

— Ya lo conoces. Él es así — dijo Alice en un tono condescendiente— No ha cambiado en nada estos años - añadió en un tono melancólico

— ¿Y lo has visto? — preguntó su amiga

— No... Ya sabes que estoy tratando de evitarlo

— De acuerdo, pero no podrás evadirlo para siempre, Alice... tarde o temprano tienes que decírselo

— Supongo que tienes razón — aceptó Alice

— Claro que sí. — dijo Camille - Él merece saberlo y tú lo sabes mejor que nadie

— Pero tengo miedo. ¿Y si después de esto me odia? De seguro me ha odiado todo ese tiempo por haberlo dejado, si aparezco de pronto y le cuento porque lo dejé en verdad, le arruinaré la vida

— No se la arruinarás... sólo sufrirá un pequeño cambio

—Un gran cambio, en realidad — corrigió Alice.

— Pero ¿qué hay de Shannon? Él intentará impedirlo— se lamentó Alice — O de Emma, la asistente, ambos evitarán que me acerque a Jared

— ¡Olvídate de Shannon! — Exclamó Camille un tanto exasperada — Para empezar, no es asunto suyo. Esto es entre tú y Jared. Y además Emma Ludbrook ha dejado de ser su asistente porque ahora es... — hizo una pausa tratando de recordar — No sé que es, sólo sé que tiene un puesto mayor, algo con las comunicaciones y esas cosas. La asistente de Jared ahora es una tal Sheyla

— De todas formas, eso no significa que ya no esté en contacto con Jared ¿o sí? — rebatió Alice

— ¡Mira, Alice, basta de excusas! Ellos no deben ser obstáculo para que le digas a Jared lo que le tienes que decir... y con respecto a Shannon - Camille sonrió de manera coqueta — Déjamelo a mí, él y yo somos muy buenos amigos últimamente, un poco de distracción ayudará a la causa.

A Alice, le pareció algo irónico, pues precisamente, "la distracción" era la causa de su separación con Jared.

Agosto del 2008

01: 15 AM

«Es por tu bien» me dijo «confía en mi» insistió «algún día me lo agradecerás» afirmó como sí le estuviese hablando a un niño pequeño o tratara con alguien que padecía algún problema cerebral.

Sus lagrimas luchaban por salir, pero conociéndola, sé que se estaba haciendo la fuerte y no lloraría hasta que estuviese asolas. Le pregunté hasta el cansancio cual era el problema, pero Alice simplemente decía que confiara en ella y que todo saldría bien, encima, me lo vino a decir justo ahora... en plena grabaciones del tercer disco. Me prometió su lealtad, que siempre estaría conmigo, y simplemente de pronto decide dejarme, la verdad no lo entiendo...

Cuando no supo que mas decir, se acercó a la puerta de la habitación para abrirla y salir hacia el pasillo, yo la seguí hasta el descanso de la escalera, sin embargo, Shannon apareció de pronto corriendo escalera arriba y me detuvo para evitar que me acercara mas a ella. Alice aprovechó esas instancias para irse con rapidez. Pude notar que se tambaleaba ligeramente cuando bajaba al primer piso y también posaba su mano sobre su vientre. Yo no pude detenerla, mi hermano me sostenía por los hombros y me pedía calma una y otra vez pues, entre lágrimas le pedía a la chica que tanto amo, que no se fuera... esta tarde, fue el último día que vi a Alice.

Son más de la una de la madrugada y no creo poder dormir, en especial esta noche... Alice me dejó, justo hoy cuando más la necesito, justo hoy EMI demandó a la banda, quieren 30 millones de dólares porque según ellos, nosotros estamos incumpliendo el contrato que firmamos en la discográfica... la verdad, no sé qué decir, mi cabeza está que explota, es como si se estuviese formando un huracán enorme de problemas en mi mente, que llega aturdirme...

Por siempre tuyo, B.C.

Jared dejó de escribir, cerró su diario de vida y apoyó su espalda sobre el respaldo de la silla, no hizo más que mirar el techo de su habitación mientras se movía ligeramente en la silla con rueditas de un lado a otro sobre su propio eje, la cadencia de esos movimientos pronto lo dejaron somnoliento, sus ojos se cerraban solos, pese a que intentaba mantenerse despierto. Cuando no pudo más, y sus párpados cayeron cuál persianas, las lágrimas qué quedaron rezagadas corrieron por sus sienes como estrellas fugaces en el cielo. Fue entonces que vio por primera vez, de manera tan fugaz como un suspiro, la sonrisa más hermosa y dulce del mundo. También vio como un grupo de luciérnagas revoloteaban alrededor de un botón de rosa que poco a poco se iba abriendo. Sin embargo, un fuerte cabeceo lo sobresaltó despertándose bruscamente frente al escritorio.

Al despertar sobresaltado por haberse quedado dormido, se levantó, se estiró un poco; luego se dirigió al baño a cepillarse los dientes, enseguida, al salir se fue a su cama, y buscó entre sus almohadas el piyama azul rayado para colocárselo y finalmente se acostó apagando la luz de la mesita de noche junto a su lecho.

A oscuras, una vez más se quedó mirando el techo; nuevamente sus ojos ganaron la batalla y estos se cerraron obligando a su dueño a ir con Morfeo. Pero unos cuantos segundos después, se dio cuenta, que ya no estaba en su habitación, involuntariamente cambió su acogedora cama de dos plaza por un duro suelo frío; en el que se encontraba él, acostado boca arriba y con sus grandes ojos azules abiertos de par en par y los brazos extendidos, se incorporó lentamente apoyándose con los codos y manos, sabiendo que sí lo hacía con rapidez, podría sufrir un repentino mareo y no querría saber que tan fuerte podría ser el golpe, si se iba de bruces por haber perdido el equilibrio en aquel lugar tan oscuro. Se preguntó cómo y cuando había llegado hasta ahí, también intentó reconocer el lugar, pero lo único que veía, era oscuridad y una tenue luz, cuya procedencia era desconocida, que contractaba con el fondo de aquel ambiente en claro oscuro.

Si bien la superficie dónde estaba parado era tan negra y lisa, como todo ahí en ese lugar. El suelo deslumbraba de manera lustrosas y muy pronto descubrió que la luz qué hacía contraste, estaba focalizada desde alguna parte en el techo... o quizás era el cielo, Jared no sabía lo que era exactamente, pues arriba era igual de oscuro que el suelo, a excepción de aquella luz blanca qué tan sólo se ocupaba de alumbrarlo a él como si estuviese arriba de un escenario y él fuese la estrella principal.

Repentinamente, el único foco que alumbraba su pequeño metro cuadrado se alejó un poco, Jared la observó con extrañeza y quiso seguirla, Puesto qué él no pretendía quedarse parado todo el tiempo allí, necesitaba saber dónde estaba y él tenía la certeza de que esa luz escurridiza le serviría como guía. Comenzó con lentitud, pues aquella luminosidad, que de pronto cobró vida no parecía estar huyendo de él, luego Jared debió acelerar un poco su paso a la par de la luz, la cual muy pronto apuró un poco mas su ritmo. Jared tuvo que acelerar un poco más, pues su luz guía hizo lo propio deslizándose con más prisa sobre el suelo. Se detuvo por un momento y Jared suspiró de alivio creyendo que ese era el final del camino, así que decidió acercarse un poco a la luz caminando con tranquilidad pero cuando creyó que ya la había alcanzado ésta comenzó a moverse de nuevo y esta vez mucho más rápido hasta que, sin darse cuenta, Jared estaba corriendo. Corrió y corrió; por un momento pensó que no le alcanzaría y que sólo se trataba de una broma al estilo cámara escondida, ya se estaba sintiendo ridículo tratando de atrapar esa luz que no se detenía, parecía esa típica broma del billete en el suelo, que cuando alguien quiere tomarlo, el billete se mueve jalado por un hilo trasparente.

— Espera. No te vayas... no te vayas... Alice...— pero la Luz no se detenía, se movía tan rápido como un vehículo en marcha a toda velocidad, hasta que desapareció dejando a Jared exhausto de tanto correr en medio de la nada. Una vez más, se preguntó dónde estaba. Se sentía cansado perdido y frustrado, porque no había respuesta para esa preguntas, o si aquella luz lo llevaría alguna parte concreta en realidad.

Se dobló un poco por la cintura y apoyó sus manos sobre los muslos jadeando e intentado recuperar el aliento. Poco a poco se dejó caer de rodillas al suelo y luego simplemente se mantuvo sentado en medio de la oscuridad, hasta que de pronto, a unos diez metros de él, la brillante luz regresó posándose sobre un extraño objeto. Era una especie de burbuja hecha de cristal en cuyo interior se encontraba un botón de rosa aún sin abrir. De pronto, esa imagen le era familiar. Cómo sacada de un cuento de hadas, un libro metafórico que alguna vez leyó cuando era más joven.

Se puso de pie, caminó hasta la rosa y nuevamente se sentó contemplando con fascinación como la rosa poco a poco comenzaba abrirse, ésta tenía unas pequeña luciérnagas revoloteando a su alrededor, y éstas también comenzaron a rodearlo a él como si le estuviesen dando la bienvenida.

Estaba ávido por ver la rosa completamente abierta, pero cuando estaba a punto de hacerlo... él despertó nuevamente en su cama, con el sonido de su despertador. Esa fue la primera vez que comenzó a tener aquel sueño recurrente durante varios años y en cada noche, algo nuevo aparecía.