꒰ 029.

— ¡Doyoung! — el llamado del castaño hizo que el mencionado se tensara un poco. Le dio una mirada rápida y luego se apegó más al brazo de Ten. — ¡Doyoung! Necesitamos hablar.

El rubio quien venía en silencio junto a su amigo, no pudo evitar entrar en pánico cuando observó el rostro adverso.— ¡Dios! ¡¿Jaehyun, quién te hizo eso?! — de manera inconsciente se acercó a Jung, el pelinegro de inmediato se separó de Ten y se quedó estático en su lugar.

— Nada, no es nada — se limitó a decir, intentando acercarse a Doyoung.

— Ya no mientas. ¿Peleaste con alguien? — le reprochó, deteniéndolo al sujetar su muñeca. — Pensé que ya habías dejado esas cosas, Jung.

— Ese es mi maldito problema. — alzó la voz, mirando fijamente al rubio. — Gracias por preocuparte, pero en serio necesito conversar con Doyoung.

— ¿Doyoung? — repitió. — Hey, ¿Sabes lo que le pasa? No ha querido decirme nada y vino muy mala la siguiente clase.

— Justamente por eso... — ladeó levemente su cabeza, intentando mirar al pelinegro. — ¡Maldita sea, se fue! — maldijo exasperado.

— Espera, tienes que calmarte que gritando no lograrás nada. — le explicó serenamente. — Además debes decirme qué es todo esto. ¿Doyoung está así por qué discutieron? ¿Es grave?

Jaehyun aspiró y exhaló el aire con profundidad, intentando no llamar la atención de los demás.— ¿Siempre soy yo el problema, verdad?

— ¿Qué? Yo no dije eso, Jaehyun-ah. — lo soltó de inmediato, intentado analizar los gestos del rostro contrario.

— Siempre termino por arruinar las cosas. — sonrió con desánimo. — Ten, la historia es algo larga. Pero ahora no puedo contártela, primero necesito hablar con Doyoung.

— Pero como tú has visto, te está evitando.

— Lo sé, joder, lo sé. — susurró, cogiendo los mechones de su cabello en ambas manos. — Pero no puedo dejar las cosas así, él debe escucharme al menos.

— Veré si puedo hablar con Doyoung. — suspiró el rubio. — Durante toda la mañana ha estado muy raro y no me dicho el porqué.

— No, Ten. Puede sentirse incómodo. — frunció el labio.

— Es mi amigo también, así que es normal que me preocupe por ambos y que les hostigue con tal de saber si puedo ayudar en algo.

— Chittaphon.

— Ok, ok... Solo le hablaré al respecto, sino quiere explicarme no lo obligaré. ¿Feliz?

— No estoy nada feliz, pero creo que puedo aceptar eso. — se encogió de hombros.

— Está bien, hasta luego. — el rubio hizo el ademán de irse, pero esta vez fue Jaehyun quien lo detuvo.

— No, espera, yo también iré.

— ¿Ah? — lo miró confundido. — No, Jaehyun. Acabas de decir que no quieres que Doyoung se sienta incómodo, espera al menos hasta mañana. No insistas por favor, creo que lo de hoy fue más que suficiente para ambos.

Jung hizo un pequeño mohín de disgusto y suspiró fuertemente. — Supongo que tienes razón, pero tú tampoco lo agobies si se cierra a hablar sobre el tema. ¿De acuerdo?

— Totalmente de acuerdo. — le sonrió brevemente, posando su mano en el hombro derecho de su amigo. — Ánimo, Jaehyun-ah, sé que lo sea que haya pasado entre ustedes, va a solucionarse pronto.

— Ojalá así sea. — frunció los labios.

— Confía en mis palabras. — canturreó Ten para luego separarse. — ¡Nos vemos mañana! ¡Trata de descansar! — gritó a la lejanía, moviendo su mano en muestra de despedida.

Cuando Jaehyun estuvo solo, simplemente metió las manos en los bolsillos de su pantalón y contempló el amplio y celeste cielo. Deseando de lo más profundo de su corazón que todo se solucione pronto. No quería estar lejos de su precioso pelinegro, el solo pensarlo empezaba a aturdirlo.

Se le era tan irónico y tan amargo todo lo que había sucedido en tan solo un día. Entendiendo y recordando como todo lo que logró y vivió con Doyoung en dos meses, se esfumó tan rápido en menos de una hora.

¿Era así de complicado?

Jung analizaba la pregunta, pero si incluso el camino parecía peligroso, él jamás duraría pasar por ahí si al otro lado podía abrazar suavemente Doyoung.

— ¿Ten? ¿Qué haces aquí?

— Wow, que bonita forma de recibirme. — contestó con sarcasmo, pero sin borrar su dulce sonrisa.

— Yo, uh... lo siento, no quise decir eso.

— No te preocupes, Dongs. Pero de todas formas necesitaba venir y hablar contigo.

Los ojitos del pelinegro se abrieron en sorpresa, pero luego asintió algo dudoso. — Está bien.

Doyoung se apegó al marco de la puerta, dejando espacio suficiente para que el rubio lograra ingresar a su habitación. Cerró la puerta detrás de sí y ambos se sentaron cómodamente en la cama.

— Doyoung-ah, sabes que nuestra amistad ha sido reciente y no gozamos de un largo tiempo juntos, pero aun así sabes también que puedes contar conmigo para lo que puedas y quieras.

El pelinegro bajó la mirada hacia sus manos, temiendo saber el rumbo de la conversación.

— Después de que le entregaste el libro a Jaehyun, te noté diferente. Y creo que cualquiera pudo haberse dado cuenta con tan solo una simple mirada.

— Chittaphon...

El mencionado tomó las manos de Doyoung, haciendo que ambos conectaran sus miradas de manera cálida y amical. El rubio le sonrió dulcemente, incitándolo a confiar en él. — Si sientes que es lo correcto puedes contármelo, y si no, yo sabré entenderte. — aclaró con paciencia. — Lo único que quiero es verte feliz y tranquilo, Dongs.

El pelinegro soltó un profundo suspiro, tratando de acomodar las palabras que iba a decir.— ¿Tuvo algo que ver con Jaehyun? — agregó estratégicamente Ten.

— Ten, tú ya puedes darte una idea de lo que siento por él. ¿Verdad? — empezó con cierta duda. ¿Sería bueno expresarse acerca de sus sentimientos con alguien más? Doyoung nunca creyó que haría algo como eso, siempre se mantenía reservado y la idea de comenzar una relación jamás cruzó por su cabeza.

La vida no siempre se mueve a base de reglas, algunas veces las cosas más especiales surgen de manera inesperada. Solo es cuestión de atreverse a vivir.

— De lo que ambos sienten el uno por el otro. — corrigió Ten, sonriendo al notar un leve sonrojo en las mejillas del pelinegro.

— No sé si así sea.

— ¿Por qué lo dudas?

— ¿No era Jaehyun el chico del que todos tachaban de malo y rompe corazones? ¿Aquel egoísta que no pensaba tener alguna relación?

— Doyo...

— Responde, Ten.

— Bueno, yo no puedo decir algo sobre-

— ¿Y por qué no? Tú lo conoces más tiempo que yo, tú puedes decirme si lo que dije es cierto o no. Yo sé que no vas a mentirme, al menos tú no. — habló dolido.

— No se trata de lo que yo o los demás te digan, Doyoung. — respondió con firmeza. — Se trata de lo que el mismo Jung Jaehyun te cuente.

— ¿Pero y si me miente?

— Tienes que intentarlo... Jaehyun me dijo y aseguró que iba a ser sincero contigo, me dijo que cambiaría por ti si así fuera necesario.

— ¿Qué? ¿Cuándo...? — preguntó algo confundido.

— Dongs, él empezó a ser distinto desde que te conoció, desde la primera vez que te vio aquí en la universidad.

— Pero...

— ¿Comprendes? Eso tampoco lo sabías porque quizás eras muy despistado como para darte cuenta de todo lo que Jaehyun hacía cuando tú estabas cerca.

— ¿Eso significa algo? ¿Y si solo jugaba?

— Hey no, deja las inseguridades.

— Lo vi besándose con Nayeon. — soltó sin más, aquellas palabras encerradas en su garganta lo asfixiaban. Sus ojos se llenaron inevitablemente de lágrimas. Dolía volver a recordar aquella imagen.

Ten guardó silencio, pensando en lo siguiente que diría antes de que la situación se volviera incómoda.

— ¿Y qué hiciste exactamente?

— Solo me fui tan rápido como pude. — carraspeó suavemente. — No esperaba escucharlo, Ten, justo ahora me siento confundido.

— ¿Pasó algo más?

— No sé cómo, pero a los segundos Jaehyun me llamó yendo detrás de mí.

— ¿Le pediste alguna explicación?

— No quería decirle nada, pero en ese momento una pequeña molestia se instaló en mi pecho, alcé la voz y terminé por decirlo. — limpió la primera y gruesa lágrima que bajó por su mejilla. Odiaba ser alguien sensible y, por eso mismo no quería involucrarse con alguien más.

— ¿Se negó?

— Sí, dijo que fue ella quien lo besó. — sorbió por su naricita. — La llamó y Nayeon dijo algo totalmente distinto. Ten, yo no pensé bien en ese momento, s-solo vino a mi todo lo que alguna vez escuché y me fui sin más. Es difícil, ¿Y si solo mintió? Yo mismo pude verlo y él lo evadió llamando a Nayeon.

— ¿Y vas a confiar en la palabra de esa chica antes que Jaehyun? — alzó una ceja, analizando la situación.

— No sé. — musitó suavemente.

Ten resopló. — Muchas personas hablaron mal de Jaehyun, algunos por odio y otros por envidia. Tú sabes que desde un comienzo algunas chicas empezaron a criticarte a ti también y todo era por la misma razón... Están cegadas por la envidia de ver que al fin Jung Jaehyun ha podido ser distinto por alguien más. — miró fijamente al pelinegro y luego esbozó una pequeña sonrisa. — Doyo, créeme cuando te digo que en todo este corto tiempo Jaehyun se ha mostrado de una manera que incluso yo jamás creí que vería. Algo entre ustedes se ha creado y no puedes negarlo. ¿No crees que la gente odiosa por ahí no ha querido arruinarlo?

Doyoung no dijo nada más, las palabras de Ten también lograron colarse en su confundida mente.

— Solo termina de hablar con él. Tampoco la está pasando bien sabiendo que todo se ha complicado de cierta manera.

— No sé si aquello sea lo correcto.

— Lo correcto será aquello que tú más anheles. — agregó. — Así que tarde o temprano pasará, estoy seguro. — le sonrió dulcemente. — No pienso presionarte, después de todo será tu decisión.

— Por ahora solo quiero descansar. — mintió.

Ten asintió comprensivo, hablaron un par de minutos más y el rubio terminó por irse del apartamento. Dejando a Doyoung muy pensativo.

"Él empezó a ser distinto desde que te conoció, desde la primera vez que te vio aquí en la universidad."

El pelinegro era totalmente nuevo en todo este enredo de emociones. A veces sentía que perdía mucho tiempo pensando de más en las cosas y, otras en cambio, lo hacían frenar justamente por miedo a salir lastimado de alguna manera.

No, simplemente no sabía qué hacer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top