Capítulo 8.
En la casa Law, Leo se encontraba durmiendo en un sofá desde hace bastante rato....
Ya había comido pastel, ¡De hecho fue la primera que lo probó! Por eso también se durmió.
Sin embargo, su natural sueño sería interrumpido por...
- ¡AY AYAYAYAYA! - Se despierta de golpe y se soba la cabeza - ¿¡Quién me pegó!? - Preguntó Eleonora de mal humor mirando a su alrededor, encontrándose con un pequeño muñeco de madera.
Mokujin solo le hace gestos de "Vamos a jugar"
- ¿Acaso estoy soñando o ese pastel tenía algo? - Sacude su cabeza, y Mokujin seguía ahí - pero.. - Se levanta del mueble - ¿Que se supone que eres tu? - Preguntó la niña con arrogancia, señalándolo.
Mokujin solo se encoge de hombros y sale corriendo, así que Leo solo lo persigue.
Entrando a la sala...
- ¡Ay papá, yo ya había llegado desde hace rato con Julia! - Él junto a su papá y Wang entran otra vez a la sala - Debe de estar en la cocina hablando con mi mamá, iré a buscarlas para hablar y eso ¡No sabía que era tu ahijada! - Exclamó Forest entre risas nerviosas mirando a su papá.
- Y no es la única ahijada que tengo - Se rasca la nuca - Otro ahijado que tengo es el hijo de Hon Fu, ya sabes, Oliver - Entre risas - ¡Y creo que tengo otro por ahí...! - Exclamó Marshall entre risas.
- Mi único ahijado resultó ser un hijo de puta... Bueno, creo que todos mis ahijados son unos hijos de puta - Se ríe fuertemente - Dile a tu mamá que quiero una buena tacita de café, con dos cucharadas de azúcar y un poquitito alcohol - Dijo Wang.
- ¿Alcohol? - Preguntaron los dos Laws extrañados volteando a mirarlo.
- ¿Quieren que sea más claro o que? - Preguntó el viejo con arrogancia.
Forest solo se separa de ellos para ir a la cocina.
Con sus mejores ánimos, solo busca a su madre y a su amiga con la mirada, hasta que se da cuenta de algo...
- << Parece que Julia está llorando...>> - Pensó Forest angustiando pensando en acercarse.
Ella siente su presencia.
- ¿Julia estás bien? - Se acerca con cuidado a ella y esta lo voltea a ver.
- ¡S-si estoy bien, solo recai un poquito pero no es nada! - Sonríe suavemente - Si quieres al rato te cuento que pasó, este... Ahora solo me gustaría distraerme, ¡Estaba hablando con tu mamá sobre que podía trabajar con ella en su floristería! - Exclamó Julia cambiando rapidísimo de tema, tomándolo de las manos.
- ¡Si, de hecho a mí me encanta la idea y la otra semana ya empezaría a trabajar! - Sonríe - ¿Ya se desocupó tu padre, Forest? - Preguntó la Sra Law cambiando de tema.
- ¡Si están todos en la sala, vé para allá que yo voy a servir el café y eso! Es que quiero darle una buena impresión a Wang - Su madre asiente con la cabeza y solo se retira, dejando solos a los dos jóvenes.
- ¿Que te pasó? - acaricia sus manos - ¿Por qué estabas llorando? - Preguntó Forest en un tono suave mirandola a los ojos.
- No sé cómo, Pero mi acosador sabe que me mudé de Arizona y.... - Niega con la cabeza, suelta a Forest y va por el celular, el cual estaba en la mesa de la cocina - L-lee tu mismo todo... Yo soy incapaz... - Dijo Julia con cierto miedo, tratando de estar firme, solo le entrega su celular a Forest.
Forest solo toma aire y piensa en que hacer.
Lee por encima lo que había por mostrar, y solo se frustra, rápidamente deja de mirar el celular.
- Mira Julia, después de la cena, te llevo a tu casa y hablamos sobre todo esto ¿Si? No quiero que llores aquí, ni yo tampoco quiero alterarme frente a mis padres... - Limpia las lágrimas de su amiga con sus pulgares - Lo más lógico es que te diga que hablemos con tus padres, Pero sé que no quieres hacerlo aún, así que vamos a distraernos, a cenar, y luego hablaremos de todo esto y buscaremos una solución ¿Si? - Ella solo asiente con la cabeza, él le regresa su celular - Mejor luego vemos eso ambos... Ahora, ¡Ven, vamos a hablar para que te distraigas! - Exclamó Forest tratando de animarla.
Julia solo toma aire, se relaja, guarda su celular en su bolsillo y sonrie un poco, se sentía angustiada... Pero Forest tenía un punto, no valía la pena alterarse ahora, porque no estaba sola, ni lo estaría jamás... Debe de preocuparse por pasar un buen rato.
- Ah, y tranquila que no serás la única en desahogarte, lo prometido es deuda - Le sonríe y se le acerca para besarla en la frente - ¿Me ayudas a llevarle café a los vejetes? - Preguntó Forest cambiando de tema.
- ¡Claro! - Le ayuda buscando las tazas - << Ahora que lo pienso... Me preocupa que la Sra Law me haya visto llorar... ¡Le puede decir a mi mamá! Aunque yo le dije que no le dijera a nadie, ojalá no falte a su palabra... Que vergüenza >> - Pensó Julia con ciertos desánimos y con la autoestima hasta el piso, según ella, la primera impresión que le dió a los amigos de su mamá era el... ser una llorona.
Aunque bueno, aún no había conocido a Marshall, quien se supone que era su padrino.
A pesar de tener todo bajo control, por alguna razón se resbala al agarrar las tazas de café... ¡Y estás se van al aire!
Forest mira todo con cierto miedo que no logra reaccionar, Pero no era necesario, ¡Julia tenía todo bajo control! Con rapidez agarró las tazas con ambas manos y retrocedió bruscamente hacia atrás, sin caerse.
- ¡No pasó nada, acá están las tazas! - Exclamó Julia bastante nerviosa dejando las tazas sobre la mesa.
- E-eran tres... - Mira que la tercera estaba sobre la cabeza de Julia - ¡Dios, es increíble que seas tan ágil siendo ciertamente torpe! - Toma la taza y la deja a un lado - Buenos reflejos Chang, pero ten cuidado - Dijo Forest como consejo sonriéndole levemente.
Y por un momento, Julia sintió que esa inseguridad que cargaba encima, se había convertido en fastidio hacia si misma, ¿De verdad era TAN torpe...?
Casi se quiebra más, pero recordó que clase de persona era el joven Law.
- No es que sea torpe Forest, simplemente con tantas cosas en la cabeza no puedo trabajar al 100%... - Parece que se había molestado un poco - ¡Sé lo que hago cuando tengo la mente clara, lamento haberte dado una impresión incorrecta de mi! - Exclamó Julia en desahogo manteniéndose seria.
Forest se lamenta un poco, pues no le había dicho "torpe" como reproche ni mucho menos.
- No lo dije en ese sentido, lo lamento mucho - Apenado, se cruza de brazos - No sientas que te estoy tratando como una mensa, solo estaba bromeando... Sé que no eres así, solo estás angustiada y lo entiendo... - Dijo el joven Law apenado.
Julia solo desvía la mirada con tristeza, su acompañante solo sirve el café con cuidado.
- ¿Te gustaría ir a la playa mañana? - Preguntó Forest con cierta vergüenza tratando de cambiar de tema, pues realmente no le gustaría agobiar más a la trenzuda.
- No sé si sea buena idea... ¡Me gusta lo que propones, Pero no sé nadar! Ni tengo traje de baño ni nada de eso, en Arizona no habían muchos lagos - Dijo su amiga apenada abrazándose a si misma, ¿De verdad ahora tendría que ir a la playa? ¡No tenía ni protector solar!
- ¡Pues le dices a Paul, que se supone que ahora sí es tu papá, que te dé dinero para esas cosas! - Se ríe, dándole una leve palmada en el hombro - Por acá cerca de la costa hay una tienda playera, Podemos ir mañana si gustas que te acompañe, tengo que comprar unas cosas también, como un balón de playa por ejemplo - Dijo Forest de manera amigable.
- ¡Pero eso no quita que no sepa nadar! - Niega con la cabeza, riéndose un poco - Pero bueno, acepto la invitación - Le ayuda con las tazas de café - ¿Me enseñarás a nadar, Forest? - Preguntó la joven Chang con curiosidad.
- Capaz, Capaz.... - Se ríe - Ahora salgamos de la cocina antes de que piensen que dejamos hervir el café - Dijo Forest entre risas.
- Bueno, yo la verdad pensé que se había hervido otra cosa - Dijo nada mas ni nada menos que Marshall, que encontrándose en la puerta de la cocina, riéndose disimuladamente junto al maestro Wang.
Forest y Julia solo se avergüenzan completamente, parecían un tomate y una manzana.
Con Paul...
- ¿Cómo es que decía el fantoche? - Aclara su garganta - "No pisen Japón o se alepentilan" - Dijo Paul imitando la voz de nada más ni nada menos que de Kazuya, el americano solo paseaba por ahí con sus amigos luego de unas compras.
Michelle se encontraba bastante tranquila, parece que no le había afectado, para nada, el encuentro de Kazuya y Paul.
- ¿De verdad lo dijo así? - Preguntó Anna bastante burlona, mientras le ayudaba a Michelle a cargar unas bolsas.
- ¡Se los juro, así mismo lo dijo! - Exclamó Paul riéndose fuertemente.
- ¿Que cree él? ¿Que por venir a amenazar va a hacer algo? Ja... - Se cruza de brazos - No bastó todo lo que hizo Heihachi recientemente, para que venga ese malnacido a molestar... - Suspira - Como sea, ya no quiero pensar más en eso - Dijo Michelle seriamente.
- Michelle, tranquila, ya ese vejete pronto nos dejará en paz a todos - Sonríe cínicamente - Solo espera un mes más... Un mes más... - Dijo Lee entre dientes.
- Deberíamos de hablar de eso hoy o mañana o como sea.. Pero no como hace rato, de verdad aún me siento mal por como se puso Marshall - Dijo Anna sintiéndose triste.
- Es cierto, Pero, evitemos que esas charlas sean con familiares cerca, yo la verdad preferiría que saliéramos a otro lado, cada quien, a hablar, ya vez como se puso tu hija también, Anna - Dijo Michelle.
- Toda la razón Chang, aparte de que tampoco hay que involucrar a nuestros hijos en estas cosas... - Dijo Lee.
- A mi lo único que me preocupan son los muchachos - Desanimado - Admito que me siento algo mal por haberme dejado llevar hace rato por el miedo y llamar a Forest a decir que se fueran a casa ¿Será que los interrumpí en algo? Pude también haber aterrado a la hija de Michelle... - Pensativo - Voy a llamar a la casa de Marshall para ver si ya llegaron - Dijo Paul preocupado sacando su teléfono del bolsillo.
- Si tú sabías cómo se podían poner... ¿Por qué carajos llamaste? De seguro estaban felices compartiendo y tú lo arruinaste - Niega con la cabeza - En lo único que pienso ahora es en mi hija ¿Que estará haciendo? - Se preguntó Anna bastante pensativa.
- Capaz durmiendo - Dijo Paul rascándose la nuca.
- No tienes por qué alterarlos, ellos no tienen nada que ver en nuestros pleitos con Kazuya... ¡Y no son niños, ya están viejos, saben defenderse! De todas formas bajo mi poder, jamás permitiría que le tocaran un solo cabello a esos muchachos... Admito que me fuera gustado haber podido hacer algo hace años cuando... - Paul lo para en seco.
- No tienes por qué mencionarlo, lo de Forest es algo que no pudimos evitar porque todo pasó un día después del torneo, no te culpes por eso porque nadie tuvo la culpa, solo la perra Kazama - Dijo Paul seriamente.
- ¿Nunca han hablado con Forest, ya adulto, sobre lo que vivió ese día? - Preguntó Anna angustiada.
- Yo por mi parte no, no sé si con sus padres llegó a expresarse, Pero también lo dudo mucho... - Contó Paul.
- A mi lo que me preocupa de mi hija, Julia, es que es una persona demasiado insegura y temerosa... Pero no entiendo el por qué, yo jamás le fomente esas cosas ni mucho menos la crié con miedo... - Dijo Michelle con tristeza.
- ¿En Arizona salía o algo? Esas conductas las llegan a tener personas.... Como yo - Desvía la mirada - Cuando era joven, era temeroso e inseguro de mi mismo por lo que vivía con las dos escorias que se supone que son "Mi familia", Pero no era para tanto a comparación de sentirme acosado por la gente luego de la humillación asquerosa que me hizo Heihachi.... - Contó Lee con rabia.
- << Acoso.... Acoso... ¡Eso es! La hija de Michelle puede que se sienta acosada... ¡Ah! ¿¡Pero por quién!? ¿Por....? >> - Se queda frío pero no dice nada, solo suspira - << No voy a decirle a Michelle, no sabrá que hacer, trataré de hablarle a la muchacha para ver qué me puede decir, aunque dudo que me diga algo, no me tiene confianza todavía... >> - Se cruza de brazos - << Todo está en manos de Forest... Se ve que le tiene demasiada confianza al hijo de Marshall y eso es muy bueno, es importante que mi hija tenga en quién confiar, y más si es alguien que es indicado para eso... >> - Pensó Paul con la mente fría, disimulando.
- Siento que lo que debes de hacer, Michelle, es dejar que Julia se desenvuelva ahora que van a empezar una nueva vida en un lugar nuevo, no la conozco, pero por lo que sé gracias a lo que me han contado, es una muchacha muy inteligente y con los pies en la tierra... ¡Vamos, déjala que disfrute y haga amigos! El hijo de Law puede ser de gran ayuda para eso, pues este le puede ayudar a conocer al ciudad y esas cosas - Se cruza de brazos - Cuando yo viví un tiempo aquí, en mi juventud, me costaba demasiado hablar con las personas, pero tuve que aprender si quería sentirme viva de verdad, las interacciones humanas son muy importantes para nuestro crecimiento personal - Contó Anna alegremente.
- Tienes mucha razón Anna, aunque también debo de mejorar mi relación con ella, es que... A veces es complicado - Suspira - Siento que me tiene miedo... - Dijo Michelle sintiéndose decepcionada de si misma como madre.
- No Michelle, no es que Julia te tenga miedo, no digas eso - La toma de los hombros - Lo que pasa es que esa muchacha es muy ansiosa y se aterra demasiado, y la justifico totalmente y yo sé que tú también.... lo ideal es aprovechar que podemos empezar otra vez desde 0 para darle esa confianza y calor que debe de tener una familia estable... Así ella sentirá paz al estar en casa, no ha sido nada fácil para Julia vivir todo lo que vivió recientemente, menos para ti - Dijo Paul con serenidad.
A Michelle solo se le bajan unas cuantas lágrimas por sus mejillas, pues recordó como había adoptado a su hija...
- Recuerdo que cuando adopté a Julia, ella solo era una bebé abandonada en una caja, que lloraba y se asustaba hasta con los animales... - Trata de no llorar pero solo se deprime más - S-siento que me he equivocado tanto con ella que por eso, simplemente, se niega tanto en expresarse... - Anna solo la consuela un poco abrazandola suavemente - Es como cuando cuidas tanto de una planta que... Ella solo se marchita... - Dijo Michelle entre lágrimas.
Paul llora en silencio con ella, pues se sentía ciertamente culpable... Se supone que es novio de Michelle desde hace más de 20 años ¿Por qué no pudo casarse con ella y darle un hogar completo a Julia?
- Disculpa por entrar abruptamente a la conversación, sin embargo creo que será mejor irnos ya - Niega con la cabeza - No voy a juzgarlo a ninguno de los dos a pesar de que siento que Paul debió estar presente desde hace muchísimo antes en la vida de tu hija, Michelle ¿No sé supone que ustedes dos se aman? Es injusto que esa muchacha ya siendo una adulta tenga que aceptar que siempre tuvo un padre adoptivo que, sin embargo, estuvo ausente siempre... ¿A ella le está afectando todo esto? - Preguntó Anna seriamente.
- Tendrian que hablar con ella sobre eso, la verdad - Dijo Lee como consejo
Michelle y Paul solo se miran melancólicamente y se abrazan con suavidad.
- Ustedes saben perfectamente que entre Anna y yo no existe absolutamente nada más allá de una amistad, aún así, tomamos la decisión de adoptar a Eleonora para darle el valor y amor de un hogar... - Se le corta la voz - Perdón.... No me siento muy bien hablando de eso ahora - Se cruza de brazos y suspira - La cosa es que, ella y yo hemos trabajado mucho en ser las mejores figuras paternas para ella... ¡Por supuesto, ella no sabe que realmente no somos pareja! Aunque ella nos unió mucho - Sonríe delicadamente - Es maravilloso ser el padre que jamás tuve... - Dijo Lee con cariño.
- Eleonora es una niña muy curiosa, está muy enfocada pero es arrogante, desde que llegó a nuestras vidas ha sido una experiencia muy agradable y amorosa, tanto Lee como yo sanamos nuestros corazones gracias a su presencia - Abraza a Michelle y a Paul por la espalda - ¡Vamos, no es tarde para que se casen y formen un verdadero hogar! - Exclamó Anna alegremente juntando sus mejillas con la de sus amigos.
- Anna tiene razón, Paul - Suspira - Deberíamos de formalizarnos de una vez por todas... - Dijo Michelle segura de sus palabras, juntando sus manos.
- << Quien diría que tendría que ser un papá enterito después de los 40... ¡No será nada malo! >> - Pensó Paul ciertamente nervios, sonriendo con pena.
¿Será que podrán al fin formalizar su relación y ser una pareja casada?
¿Que opinarian los Laws sobre eso...?
- ¡TRAMPA TRAMPA IMPOSIBLE ES INAUDITO! - Tira la mesa - ¡YO DEBI GANAR, TENÍA TODAS PARA GANAR! - Exclamó un enojado Wang haciendo una rabieta digan de un niño de 4 años, pues le habían ganado en damas chinas.
La ganadora sería nada más ni nada menos que Julia, quien solo miraba aquella actitud con cierto miedo, aunque trata de tomarlo con gracia al ver que los Laws estaban más que acostumbrados a dichas escenas.
- Ya deja de llorar viejito, ganó Julia ¡Acéptalo! - Exclamó Leo mientras tomaba algo de jugo de naranja.
- ¿Que pasó, maestro Wang? ¿No que enojarse por una derrota es de payasos? - Preguntó Marshall entre risas.
- ¡Si, Pero es que esa muchacha hizo trampa! - Exclamó Wang sin querer aceptar la derrota, cruzándose de brazos.
- Ganó de manera justa, ¡No hagas un berrinche! - Exclamó la joven Leo riéndose de todo.
Marshall solo mira a Eleonora, y está solo se ríe de todo.
- << No recordaba lo chillón que era Wang Jirei cuando perdía en damas chinas... Mínimo Julia no se ha alterado, aunque se le nota ciertamente asustada, no creo que esté acostumbrada a esta clase de cosas, me apena mucho >> - Pensó Marshall reflexionando sobre la situación.
Forest solo recoge las cosas del juego mesa con todo el cuidado del mundo, y se agacha para recojer las fichas primero que todo.
- No pensé que ganar traería tanto rollo... - Ella solo se baja de asiento para ayudar al joven Law - Déjame ayudarte - Dijo Julia con nerviosismo sonriéndole un poco.
- Tranquila Julia, el maestro Wang es así, Pero solo es una niñeria - Se ríe - Ya casi termino, solo... - Él y su amiga toman la misma ficha al mismo tiempo, juntando sus manitas - ¡Ah, pensamos igual...! - Exclamó Forest bastante a gusto, soltando con cuidado la mano de la nativa.
Julia solo se ríe suavemente para después seguir ayudando.
Marshall solo voltea a mirar a su esposa con cierta curiosidad, ambos parecen comunicarse únicamente con los ojos.
- << ¿Y Estos? ¡Bien, que me saquen a pasear si serán mis niñeras! >> - Pensó Eleonora con curiosidad.
Mokujin solo apreciaba todo desde el lado de Leo, estaba allí como una persona más, el pequeño amigo de madera se sentía a gusto.
- ¡Ejem! Acomoden eso rápido, que ya quiero ganarte de una vez por todos, niñata - Señala a Julia - Es IMPOSIBLE que alguien tan joven como tú pueda ganarme en damas chinas, te falta demasiado por aprender... ¡Es increíble! - Exclamó Wang aún sin creerselo.
- Maestro Wang, si me permite, Julia es muy inteligente, más inteligente que cualquiera en esta sala, creo que por eso le ganó, ¡Debería de aplicar sus propias lecciones, señor! - Exclamó Forest con firmeza, acomodando la mesa junto a Julia.
- << ¿Me acaba de llamar inteligente...? No creo ser tan inteligente como él cree, Pero de verdad siento que lo dice por algo ¿No? Que lindo de su parte...>> - Pensó la joven Chang tratando de disimular su vergüenza y alegría de dichas declaraciones, solo sonríe levemente y regresa a sentarse en el sofá.
- ¡Puede ser muy inteligente como dices, Pero se ve muy torpe! - Julia solo se cruza de brazos - Mira niña, podrás tener fachas de estudiosa, Pero eso para nada justifica que me hayas ganado, ¡Yo soy el mejor jugador de damas chinas de toda China, ni los más sabios de mi época me han ganado, así que para mí es una trampa! - Exclamó Wang nada convencido, aún, de su derrota.
- ¡Ya, ya, nada de dramas por derrotas justas! - Exclamó la Sra Law con arrogancia cruzándose de brazos.
- No me hablas así, mujer blanca - Dijo el viejo chino con mucha más arrogancia.
- ¿Y de que color se supone que eres tú, viejo canoso? ¡Más respeto, estás en mi casa! - estrella su puño sobre la mesa - ¡Ahora te reto a ti a un duelo de damas chinas, para ver si de verdad eres tan bueno como dices! - Exclamó la Sra Law seriamente.
A pesar de sentirse incómoda al principio, Julia reflexiona y nota que, todo es un juego, ¿Será que ese señor solo era un terco a propósito para darle emoción al ambiente?
Se le notaba en lo absoluto, por algo sus cercanos estaban cómodos con él, en especial Forest, quien le tenía muchísimo respeto y aún así, a pesar de saber que estaba jugando, dió a entender que ella era inteligente sin dudarlo en ningún momento.
Al paso de las horas, luego de la cena, y el hecho de que Paul y Michelle llegarían hasta el amanecer, Julia se encuentra en casa junto a Forest, buscando una solución al problema del acosador.
Encontrándose en la sala, el joven Law leía detalladamente cada uno de los mensajes que le habían enviado durante el día a Julia, incluidos unos recientes.
- ¿Quieres café con azúcar o sin azúcar? - Preguntó Julia asomándose desde la cocina, sonando amable, pues estaba haciendo algo de café para la noche.
Aprovechando que no tenía nada que hacer por la mañana, su amigo se desvela un poco junto a ella.
- ¡Con azúcar Julia, gracias! - Exclamó Forest volteándola a mirar.
Ella solo se retira otra vez.
- << Este bastardo de verdad se pasa de un límite común con todo lo que le escribe... Me repugna en lo absoluto, me da terror saber que se le puede acercar.... No puedo permitirlo, sé que si tiene la oportunidad, no lo desaprovecharía... >> - Se asusta y niega con la cabeza - << No puedo permitir eso, jamás lo permitiré, este enfermo es capaz de lo que sea... Lo que no sabe, ni se espera, es que alguien lo enfrentará sin miedo a alejarlo para siempre de ella, y ese alguien soy yo... >> - Pensó Forest con la mente fría, sin quitar su vista del teléfono.
Justamente, suena aquel celular, era una llamada entrante de aquel número desconocido...
Forest sin pensarlo, contesta, pero no dice nada, solo apega el aparato eléctrico en su oido.
Julia sale de la cocina junto a unas tazas de café, sin saber que ocurría, pues no alcanzó a escuchar el tono de su teléfono.
La cara de Forest lo decía todo, algo andaba escuchando... Ese algo lo había hecho enojarse mucho, en su cara se notaba.
Su acompañante se asusta bastante, deja las tazas con torpeza sobre la mesa de la sala y sale corriendo a su habitación, no sabía que más hacer.
Estaba alerta, tenía miedo, no razonaba de la mejor forma.
Escuchaba como su amigo discutía en la sala, hasta como amenazaba a su acosador con alejarlo a la fuerza, ella solo se acuesta en su cama y abraza aquel peluche de vaca que se había ganado en las ferias el día de hoy.
¿Que más podría pasar? ¿Será que con ayuda de su amigo podría alejar al mal nacido que tanto le ha hecho daño desde su adolescencia gracias a su acoso?
- Dios... De verdad que sería capaz de matar a ese hijo de perra - Toma aire y trata de relajarse, nuevamente mira el celular - Espero que con todo lo que le dije sea más que suficiente para alejarlo de ella y jamás, jamás, la vuelva a acosar... Eso espero - Toma algo de café - Pobre Julia, es increíble cuántas desgracias puede tener en tan corto tiempo - Deja la taza a un lado y sube con cuidado al primer piso - << Debe de estar asustada >> - Pensó Forest acercándose con mucho cuidado a la puerta de la habitación de Julia, la cual, estaba abierta, aún así, la toca.
- Tranquilo Forest, puedes pasar... Solo reaccioné sin razonar, lamento huir así - Dijo la muchacha llorando en silencio, teniendo escondida su cara en una almohada.
- No te disculpes, por favor, deja de disculparte... - Se sienta a su lado con mucho cuidado - Sé que todo tiene una solución Julia, solo hay que actuar y no esperar... Te juro que esa persona no se te va a acercar, y tampoco te va a molestar más... ¿Si? - Pone su mano sobre el hombro de su amiga - Solo hay que ser pacientes e ir sabiendo, primero que todo, quién es la persona que tanto te molesta, de allí, solo queda meterle presión para que te deje de acosar, y si no accede a dejarte en paz por las buenas... Lo hará por las malas - Suspira, solo acaricia su cabello con cuidado, para animarla un poco.
- Estás haciendo mucho por mi, la verdad estoy muy impresionada... Sé por qué lo haces, porque me aprecias, porque me quieres mucho, yo también te quiero mucho a ti, solo me da miedo de que te pase algo... Ese tipo me da mucho miedo, me gustaría superar mi miedo para ser capaz de, yo misma, afrontar mis problemas, Pero sé que una persona sola no puede lograr muchas cosas... - Se levanta con cuidado y lo mira a la cara - Gracias por estar a mi lado, de verdad... - Él solo la toma de las manos y la abraza suavemente, ella solo lo besa en la mejilla.
- ¿Quieres que te cuente algo que te debo de contar? Todo estos sentimientos de ansiedad que estás pasando desde lo ocurrido en Japón me recuerdan a ciertas anécdotas que he vivido, y adivina, están relacionadas con los Mishima - Se recuesta sobre la cama - Has querido que me desahogue contigo, bien, lo haré - Dijo Forest con suavidad, hablando totalmente enserio.
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