Capítulo 18.


El gatito había sido una extraña sorpresa, probablemente aquel felino estaba buscando que comer.

Cómo si un regalo de los espíritus se tratara, llegó al balcón en busca de calor, amor y mucho cariño, un grato animal doméstico en busca de quién lo cuidara.

Un gato podría serle de mucha ayuda a Julia, desde que lo vió a los ojos, supo que tenía que adoptarlo...

- Creo que ahora tendrás una nueva mascota, Julia ¡Aunque creo que ese gatito venía a buscar algún pichón para comer! - Se rasca la nuca - Aunque está muy lindo, que bueno que había leche en polvo para prepararle un poco - Dijo Forest con tranquilidad viendo al gatito alimentarse de la leche que le habían preparado.

- ¿Cómo debería de llamarle? - Preguntó ella con esperanza en sus ojos, acariciando con cuidado al gatito mientras este comía.

- Es negro, ponle Tiger Jackson - Dijo Forest en forma de broma, riéndose de sus propias palabras.

Julia solo se ríe con él, y el gatito por alguna razón voltea su tacita de leche y se ensucia todo, haciendo reír aún peor a Forest.

Con cuidado, ambos lo limpian y le buscan dónde dormir, obviamente, lejos de las palomas, y ese lugar era en la pequeña sala del piso de arriba, en dónde había una acogedora  biblioteca personal.

Habían sacado varios libros de los que habían traído de la biblioteca de Standford, varios de ellos tenían que ver con mitos, leyendas, espiritual, religión y criptidos, sin embargo, había uno allí que no tenía nada que ver con los anteriores, y era un libro sobre agricultura, pero no le dan importancia.

El gato, por su lado se acostó en un cojín de un sofá pequeño, mientras que Julia buscaba como hacerle una camita en una cesta.

Forest revisaba cada uno de los libros y tomaba apuntes importantes.

No pensaba en la cena, pues había dejado ya la pasta junto al guiso a poco paso.

- << Hay muchas cosas relacionadas a lo que me contó Bruce sobre las entidades que carga Kazuya encima para estar en el poder absoluto, la cosa es que, no consigo nada relacionado a Ogre fuera de lo que investigue por internet >> - Pensó Forest con seriedad.

Consiguiendo una mantita naranja en una gaveta, Julia rápidamente la coloca sobre la cesta y la postra en el suelo, en dónde el gatito bajó y se acostó.

- Siento que debe llamarse Melocotón - Dijo la nativa divertida, buscándole juego a su nueva mascota, quién amansaba la manta en dónde dormiría.

- ¿Melocotón? - Se burla un poco - ¡Melocotón quemado será, porque de melocotón no tiene mucho! - Exclamó el joven Law entre risas.

- Tu no tienes nada de bosque y nadie te dice nada ¿Eh? - Preguntó Julia solo por molestarlo, sentándose a su lado.

- Puede que tengas razón, Pero tú tienes mucho de Paula - Dijo él riéndose más fuerte.

La nativa se enoja un poco, pero, al final solo se ríe y lo abraza fuertemente.

- Y pensar que hace una hora tuve un sueño horrible... Admito que a pesar de ser un sueño, me duele mi torso - Dijo ella con cierto horror.

- Tienes que tener en claro que debes superar tus miedos, y para ello, hay que tomar ciertas medidas, todo estará bien y sabes que será así, Ganryu no te va a tocar un solo cabello, porque tú misma serás capaz de sacarlo de tu camino con solo tus puños, No tienes que temerle a un gordo de mierda que te aseguro que es incapaz de conducir sin averiar el auto - Dijo Forest con suavidad mirándola a los ojos.

Julia pone su mirada más cálida y le sonríe, evitando volver a quebrantarse para no llorar.

- Tu positivismo es tan sano que tiene bases coherentes para decir lo que dices - Pone su mano sobre la mejilla del joven Law - ¿Y si ahora me besas como si fuera aquel pez gato que te puso Jacky en la boca mientras dormías? - Preguntó Julia con cierta picardía, picardía arruinada al reírse fuertemente.

- ¿¡CÓMO CARAJOS SABES ESO!? - Preguntó Forest pálido de la impresión.

- ¡Ay, no lo sé, no lo sé! - Entre risas, tomandolo de las manos - ¡Me lo contó Jacky! - Exclamó ella divertida.

Sin pensarlo, el celular de Julia suena, ¡Era Michelle, significa que ya habían llegado a su destino! Con mucha emoción, responde a la llamada.

- ¡Buenas noches mami, por fin sé de ti, me tenías preocupada! - Exclamó Julia entre risas, puso el altavoz para escuchar mejor.

- ¡Julia cariño, ya llegamos a dónde pasaremos nuestra vacaciones! No te diré a dónde estamos, pues es una sorpresita - Riéndose con ella - Dime ¿Que andas haciendo ahorita, hija? Dime que no has metido a nadie a la casa... ¡Recuerda lo que Paul te dijo nada de  invitar a nadie a pasar la noche en la casa! - Exclamó Michelle con poca seriedad.

Forest se pone nervioso y le hace gestos a Julia para que no diga nada de su presencia, para evitar malos pensamientos.

- ¡Pues mami hace rato estuve con Forest, ya sabes, paseando! Se ofreció a hacer la cena y luego se va a su casa porque mañana tiene que empezar a hacer un ensayo para la universidad que es para el lunes y así... - Contó Julia tranquilamente.

-.... - Se queda más pálido - ¡ES CIERTO, EL ENSAYO! - Exclamó casi en grito Forest sin pensarlo.

- ¡AJÁ, LAW JOVEN! - Suelta una carcajada - Ay pillo, más te vale que te vayas de la casa apenas terminen de cenar... ¡Sino, mandaré a los espíritus a correrte, con mi métodos nativo americanos! - Claramente bromeando, solo para molestarlos.

- ¿Ah si? ¡Pues nada que agua bendita no pueda resolver! - Todos se rien con suavidad - Le seré honesto, Señora Chang... - Trata de decir algo pero su voz se le tranca - este... ¡Su hija y yo tenemos un...! - Niega con la cabeza y se arrepintió de sus anteriores palabras - ¡Su hija y yo tenemos un gatito! - Exclamó Forest sudando frio.

- ¡Que lindo, pero tengan cuidado con las palomas por favor! Paul los ve como sus hijos, ¡Cuiden mucho de las palomitas! - Exclamó Michelle como consejo.

- ¡Si señora! - Exclamaron los dos jóvenes al mismo tiempo.

- Bueno cariño, cena, cuídate mucho, que los espíritus te acompañen y te acurruquen para que sueñes con los mismísimos valles verdes que tanto deseas revivir, Te amo mucho ¡Te llamo mañana, hija mía, hasta luego! - Exclamó Michelle para luego colgar.

Julia solo sonríe con serenidad y se abraza a sí misma, inclinandose un poco al respaldar del sofá.

- Espero que mi mamá pueda despejar su mente y pasar un mes agradable - Voltea a ver a Forest - Ella se preocupa mucho por mi Forest, puede que tengamos un carácter muy distinto y de vez en cuando discuta con ella por no saberme expresar, pero la amo como si ella me fuera dado a luz, tanto es mi amor por mi madre que no me interesa saber nada de mis orígenes biológicos... - Dijo Julia con melancolía mirándose los pies.

- Tu madre te ama mucho Julia, madre es la que cria, madre es la que te enseña en tus primeros años de vida a como sobrevivir y aprender de la vida - La rodea con un brazo - Mi madrina tiene la fortuna de tener a una persona tan maravillosa e inteligente como hija, podrás tener tus defectos, Pero eso solo te hace más especial.... O bueno, para mí - Se recuesta a un punto en dónde se encontró acostado en una esquina del sofá junto a la nativa - Siempre las cosas que pasan tienen una razón de acontecer, probablemente llegaste a su vida a darle esperanzas de seguir adelante y no dejarse comer por la depresión y el odio - Dijo Forest con cierta seriedad.

Ella solo se le queda viendo, con una linda sonrisa, un gesto que mostraba paz y serenidad, con el cual se acercó a él para darle un tímido beso en sus labios, algo más parecido a un pequeño piquito.

Muriéndose de la vergüenza y con mucho rubor en sus mejillas, trata de alejarse un poco luego de aquella acción, pero, termina yéndose al suelo.

Forest se sonrojo bastante, hasta casi suelta un chillido de la emoción que sentía, Pero se mostró sereno.

- ¡Oh, vamos Julia, no te caigas! - Extiende su mano desde donde estaba acostado - Levántate de alli, ese besito fue muy mínimo ¿Por qué no me dejas que te dé yo uno? - Ella se sienta en el suelo y se soba un poco la nuca - ¿Te pegaste fuerte? - Preguntó su pareja acariciándolo un poco la cara.

- Si, un poco - Se ríe un poco mientras seguía sobando - ¡Perdona por ser tan mensa, es que jamás habia besado antes! - Exclamó ella con vergüenza, sonriendo.

- Pues a mí me gustó, ¿Y si lo vuelves a intentar? - Preguntó el joven Law con cierta picardía.

- ¡Cállate! - Lo jala del brazo en busca de que se caiga también, si se cae, sin embargo, sobre ella - ¿¡QUE SE SUPONE QUE ESTAS HACIENDO!? - Como un tomate, aún sujetando el brazo de Forest, teniéndolo bastante cerca - ¡Oye, oye, estás bastante pesado! - Exclamó Julia avergonzada pero riéndose de la situación.

- Y tú estás toda suavecita - Se levanta un poco para no aplastarla - Que bueno que tú casa está sola, porque sino, ya alguien nos hubiera pillado jugando y fuera pensado mal - Dijo él entre risas sentándose a un lado.

Julia también se sienta y le da un pequeño codazo mientras se reía, para después, POR FIN, poderse tomar de las mejillas y buscar besarse como Dios manda, Pero... Suena un teléfono.

Forest se aleja un momento al ver que era el suyo, y para su sorpresa, Bob lo estaba llamando, así que se levanta del suelo para tomar su teléfono de la mesa.

Se coloca ciertamente serio y voltea a mirar a Julia.

- Es Bob, me está llamando, ¿Que hago? - Preguntó Forest con cierto enojo por recordar como este habló mal de él a sus espaldas.

Julia solo se queda, ciertamente, pensativa.

- Responderé - Contesta - ¿Aló? - Preguntó Forest sonando lo más amigable posible, a pesar de tener altas ganas de insultarlo.

- ¡Hola Bosque! ¿Que te parece si salimos hoy con Katarina al bar en dónde se la pasa cantando Tiger? - Preguntó Bob sonando entusiasmado y ciertamente sospechoso.

- Está bien, nos vemos allá - Cuelga - Creo que Bob busca hablarme junto a Katarina, no lo sé, no sé que quiera... Hmmm - Más pensativo - ¿Quieres acompañarme? - Preguntó Forest mirándola con curiosidad.

- No lo sé, me da miedo que empieces a discutir o algo con ellos, te admito que las discusiones me dan cierta ansiedad y pánico - Apenada, sobándose un brazo - Me encantaría ir, Pero sé que necesitas tu espacio para hacerle frente a esos hipócritas, Pero primero cenemos ¿Si? - Preguntó Julia abrazándolo suavemente.

- Admito que me da miedo dejarte sola, y más por ese sueño que tuviste - La besa en la frente - Vamos, prometo no discutir ni nada, al contrario, apenas me saque esa espina de encima, iremos a pasear todo lo que quieras. - Dijo Forest buscando convencerla.

-... - Suspira - Está bien Forest, te acompañaré - Le sonríe - Aunque la verdad no sé que ponerme... Hmmmm ¡Voy a mi cuarto, espérame un momento! Exclamó Julia alegremente, dirigiéndose rápidamente a su habitación.

- ¡Pero Julia, aún no hemos cenado! - Se escucha que cierra la puerta, el solo niega con la cabeza divertido - << La dejaría sola, porque la confrontación que le voy a dar a esos dos falsos va a estar fuerte, pero para mi primero es su seguridad, no quiero que le pase nada... >> - Pensó el joven Law con seriedad, dirigiéndose al cuarto de invitados para también arreglarse.

El gato melocotón se levanta de su camita y se sube a la mesa de la biblioteca, solo para tumbar los libros allí encontrados, dejando caer una imágen ciertamente intrigante.

La ilustración de un angel con sus alas extendidas y sus manos juntas sobre lo que parecía ser un cuerpo sin vida.

Mientras tanto...

- ¡Ah, de verdad que no esperaba de verdad venir a comer pizza el día de hoy! - Se estira un poco con sus brazos - ¡Que bueno que trajimos a Mokujin! - Exclamó la pequeña Leo con alegría encontrándose sentada en la mesa de un Pizza Hut junto a los Law y su reciente amigo de madera, Mokujin.

- ¡Si, claro, es que no podíamos dejarlo simplemente en la casa! - El maniquí de madera del tamaño de un niño solo hace ruidos de tronco - Aunque aún me preguntó cómo deberíamos de alimentarlo... - Dijo Marshall bastante pensativo.

- Fotosíntesis - Dijo la Sra Law con delicadeza mientras batía su bebida con un pitillo para derretir el hielo.

- Probablemente - Se ríe un poco - Como sea, cambiando de tema... - Mira a Leo - Eleonora, tus padres te han mandado algo por correo, cuando lleguemos a casa te daré lo que te enviaron - Dijo Marshall tranquilamente.

- Me preguntó que será... - Inclina su cabeza - Extraño mucho a mis padres, Pero estar distantes de ellos en estos momentos, valdrá la pena, sé que valdrá la pena... Lo que más deseo es que mis padres puedan ser felices, puedan enterrar sus dolores de cabeza y sanar, ¡Sanar como ustedes sanaron! Es lo justo ¿No? - Sonríe - Ya deseo el día que me despierte y me digan que Heihachi está muerto - Dijo la menor con seguridad y deseo en sus palabras, para luego suspirar.

- Así será, así mismo será Eleonora - Dijo Linda con aprecio.

A pesar de la tranquilidad que había, Marshall no se sacaba de su cabeza ciertas cosas...

Jun Kazama y Ganryu en San Francisco, ¿Que hacían justamente aquí? ¿Que buscaban?

Sentía miedo de que en algún momento, le hagan un atentado a su familia, porque Paul y Michelle no están en el estado.

Y sin embargo, sus amigos tenían cosas más importantes y significativas que haces, y no estamos hablando necesariamente de algo romántico.

Sino, algo enigmático...

- La espada Ehrgeiz, hmmmm.... Suena absurdo hasta cierto punto, pero es solo una pieza más en nuestro plan de conectar con Angel - Se peina su cabello antes de dormir - Que bueno que Lei accedió apoyarnos en esto, me contó que traía a una aprendiz que sabía perfectamente sobre el Ehrgeiz, ¿No te parece curioso, Mich? - Preguntó Paul con diversión en sus palabras, acostándose a su lado.

En una habitación de hotel, los dos veteranos de torneo planeaban una búsqueda muy especial, una búsqueda muy relacionada con las entidades, objetos sagrados, y por supuesto, información.

Apenas llegaron, solo quisieron dormir, pero, ya mañana habría mucho que hacer, empezando con encontrarse con el oficial de la interpol, Lei Wulong, y su aprendiz, a la que Lei solo le decía Yoyo.

- Las personas jóvenes siempre están expuestas a saber de más desde los inicios de su vida, y eso solo hace que tengan en mente que, en cualquier momento, algo malo les puede pasar - Se cruza de brazos - La aprendiz de Lei debe de ser uno de esos casos, si a mi se me hace raro el tema de la espada a ehrgeiz, pero ella lo domina, significa que sabe cosas que podran ayudarnos a hayar una base para nuestro plan - Dijo Michelle seriamente.

- Tranquila, ya sabremos mañana, ahora hay que dormir para podemos despertar lo más temprano posible - La besa suavemente y la rodea con un brazo - Todas nuestras dudas las resolveremos mañana, ahora, solo tomemos un tiempo para despejar la mente, lo que se viene es más que pesado.. - Se recuesta en la cama y suspira - Admito que me duele la cabeza por algo, no sé, siento que algo está pasando en San Francisco - Dijo Paul con inseguridad, sobándose su entreceja, estaba estresado.

- Claro que está pasando algo en San Francisco, pero sé que si Marshall aún no ha llamado y mi hija no me ha dicho nada, significa que todo está bien, ¡Deja de sobre pensar, solo te estresas más y a mí también! - Exclamó la mujer nativa irritada, volteándose a un lado para dormir.

- Ya, no te enojes - La abraza con cuidado por la espalda - Todo saldrá bien, solo no puedo evitar pensar en los muchachos... - Se tira al otro lado y se cruza de brazos - No quiero que mi ahijado y mi hija pasen por lo mismo que pasamos nosotros - Dijo Paul siendo honesto, desahogandose.

- Que gracioso de tu parte ¿No, Paul? Le dices hija a Julia cuando fuiste incapaz de criarla conmigo cuando te enteraste de que la adopte  - Dijo Michelle reviviendo el pasado.

- Sabes perfectamente que en esos tiempos no era capaz ni de cuidarme a mi mismo, no me estés sacando en cara cosas del pasado, porque sea como sea yo iba a visitarte y a compartir con la niña así fuera una vez al mes apenas me estabilice económicamente, ¿Es que tú crees acaso que luego de esa mierda de torneo yo estaba de fiesta, apostando, jugamos? No me parece justo que me estés tratando de esta manera cuando, luego de tantos malditos años separados, estamos juntos otra vez... ¡Siempre vienes tu a arrancar cicatrices, Michelle! ¿¡No puede simplemente sanar!? - Toma aire y se relaja, ciertamente se había molestando pero tenía que comprender que ella tenía un punto, él si la dejó sola cuando pudo estar a su lado sin ninguna clase de impedimento - Perdón... - Dijo Paul arrepentido de decir eso último, volteandola a mirar.

Ella, sollozando,  solo se levanta bruscamente de la cama, se coloca un abrigo, y se retira de la habitación. 

Paul solo se sienta a la orilla de la cama para reflexionar sus acciones, lo había arruinado por hablar de más.

Regresando a San Francisco...

- ¡Ah, es Michelle, me está llamando! - Toma su celular - ¡De seguro tiene algo importante que decirme! - Exclamó la Sra Law alegremente, pues la estaba llamando a ella.

- Que raro que Michelle te llamó a ti ¡De seguro es para hablar cosas de señoras! - Exclamó su esposo burlándose un poco, ambos se encontraban caminando a casa junto a las dos criaturas de pequeño tamaño, Leo y Mokujin, llevando la pizza que habian comprado.

Al final no comieron en el puesto debido a que había demasiada gente y era ciertamente incómodo para todos, especialmente para Eleonora, a quien no le gustaba escuchar tanto ruido.

- ¡No empieces con tus chistes de mal gusto, Marshall! - Le da un codazo para después responder la llamada - ¡Hola Michelle! ¿Cómo estás? - Preguntó Linda con amabilidad.

Sin pasar un minuto, la cara de la Sra Law pasó de alegre a ciertamente incómoda, dudosa, preocupada y hasta intrigada de lo que estaba oyendo.

Marshall no le da importancia, solo le da gracia los gestos que hace su esposa.

Por otro lado...

Después de cenar, Forest y Julia se dedicaron a arreglarse para salir, aunque Julia estaba demorando un montón.

- ¡Ay, que guay estoy! - Mirándose en el espejo y hasta dando una vuelta para verse mejor - ¡No me arrepiento de comprar esta ropa! - Exclamó el joven Law alegremente preparándose para una noche de paseo y loquera.

Iba casual, un pantalón de mezclilla, una franela blanca sin mangas y un abrigo negro.

Bien vestido y con onda, él deja todo ordenado en la habitación en dónde se estaba hospedando para salir a la sala.

- ¡Julia, ya te estoy listo! ¿Tu estás lista? - Preguntó Forest algo divertido mirando hacia los lados, pues no sabía si ella andaba por allí o no.

- ¡Si, si estoy lista, pero tengo pena! - Escondida detrás de una pared - ¡E-es que se me había olvidado que no tenía ropa adecuada para salidas así, se me ha olvidado comprarla cuando podía! Me puse algo más corriente y me avergüenza - Dijo Julia con pena ajena sintiéndose ciertamente mal, no podía creer lo descuidada que había sido en ese sentido.

- ¿Corriente? Pero si tú siempre te vistes bien, ¿De que estás hablando? - Confundido - ¡Estás preciosa, esa es la única verdad! No te voy a juzgar ni mucho menos a criticar - Dijo Forest acercándose a dicha pared, extendiendo su mano.

Ella solo se ríe un poco para luego salir de su escondite

Julia trae un hermoso vestido estampado de colores cálidos, pegado de la cintura, Pero con una falda hasta las rodillas libre de mover con solo girar, se había dejado sus collares y pulseras por puro gusto, al igual que sus colgantes de lana.

- ¡Oye, Pero que lindo vestido! - Le sonríe y la toma de la mano para darle una ligera vuelta - Que hermosa estás, te queda muy bien, ¿Por qué dices que es corriente? - Preguntó Forest riéndose un poco, sin soltarla de la mano.

- ¡No lo sé, solo son nervios! - riéndose sonrojada - ¡Tu también te vez muy bien, como siempre! - Rodea su cuello con ambos brazos - Entonces ¿Que haremos? - Preguntó Julia con curiosidad.

- Lo que haremos es aprovechar que tú mamá y Paul no están para usar la motocicleta como se nos antoje e ir a pasear por toda San Francisco hasta ver el atardecer ¿Que te parece? Es lo que me dijiste en la mañana - Dijo Forest tomandola con suavidad de la cintura.

- Así dijiste hace una semana cuando fuimos al Pier 39 y ya a las 10 de la noche querías irte a dormir - Se ríe un poco y lo abraza - Veamos cuánto aguantamos en la fría calle, sino, nos regresamos a ver las películas que trajiste - Dijo Julia con serenidad en sus palabras.

- ¡Lo sé lo sé, pero sea como sea nos vamos a divertir! - Exclamó Forest con seguridad, rodeándola con un brazo para luego retirarse del lugar ¡Que claro, dejando todo bien cerrado!

Conduciendo con suavidad, el único hijo de Marshall Law se dirige al bar que le habían indicado por llamada horas antes.

Julia solo estaba aferrada a su espalda con cuidado, aguantando el frío de la noche, realmente no le afectaba, el Arizona llegaba a hacer frío en ciertas temporadas, y abrigarse no era una opción.

- << ¿Por qué siento que algo malo vá a pasar? Sea lo que sea, no dejo de ser débil, él confía en mí, no puedo arruinar eso... ¡Sea cual sea la negatividad sobre mi, la aplastare como a la hierba mala! >> - Pensó Julia con seguridad, distrayendose mirando las estrellas.

Notó que habían salido de la ciudad, iban para otro lado, parece que el bar al que Bob había invitado a Forest quedaba en una vía.

Ni le extrañaba, ya sabía a dónde iban, Yun le llegó a comentar alguna vez sobre un bar lejano a la ciudad en dónde vendían un majarete de coco espectacular.

- ¿Cómo vas allí atrás? ¿Tienes frío? - Preguntó Forest con curiosidad, deteniéndose un momento debido a que algo obstruye la carretera.

- ¡Estoy bien, no te preocupes! - Suspira - Parece que hay algo en la carretera... ¿Que es eso? - Se baja de la moto con cuidado para ver mejor - Parece ser un animal herido - Dijo Julia preocupada sin dudar en acercarse.

- Es cierto, parece ser un oso atropellado, que horror... - Se mantiene sobre la moto - Parece que no solo fue atropellado, lo atacaron, desde aquí se ven la heridas de bala - Por la luz del vehículo, lograba ver dichos detalles - Deberíamos correrlo a un lado, pero es peligroso, puede seguir vivo y por miedo nos puede atacar - Dijo Forest sintiéndose culpable cuando el nada tenia que ver.

A diferencia de Forest, la joven Chang no tenía, se acercó con mucha cautela y tocó con cuidado el lomo del animal, notando que estaba completamente frío y sin vida, comprobarlo, le hizo llorar en silencio.

- Siento que está muerto - Dijo Julia abrumada, volteándolo a mirar.

Sin más que hacer ambos hacen el esfuerzo de mover al pobre oso de tamaño mediano lo más lejos de la carretera, para que ningún automóvil lo terminara de masacrar, no era justo.

¿Acaso fue víctima de cazadores o algo así? Era ilógico, murió con salvajismo, probablemente unas personas se lo consiguieron cruzando la calle para ir a su cueva y lo mataron, o por miedo, o por simple sadismo.

- En Arizona pasa exactamente lo mismo, Pero con cualquier clase de animal, los matan solo por "invadir"... - Se abraza a si misma - Ellos solo tratan de vivir en armonía con nosotros y nosotros lo arruinamos por solo buscar lo material, maldito millonarios descarados que se aprovechan de las tierras fértiles para hacer estúpidos centros comerciales o edificios sin utilidad - Revisa por última vez al oso antes de retirarse de aquel prado en dónde lo habían dejado, ni a ella ni a Forest les importaba estar "perdiendo tiempo" con aquel posible fallecido animal, simplemente se dieron un momento para reflexionar.

- Era un oso joven por lo que veo, no tiene un tamaño de oso adulto, los osos adultos son más grandes que una persona promedio - Se agacha - Parecía ser un oso al que aún le faltaba dar un salto a la adultez, solo mira sus patas, no tenía garras grandes y pesadas para atacar o algo... Esto fue pura maldad - Abraza a Julia por detrás - Será mejor irnos - Dijo Forest con seriedad.

Ambos se alejan y suben nuevamente a la carretera, para marcharse de allí en la motocicleta.

A pesar de que pensaban que todo estaba en calma, el sonido de varias motocicletas lo hacen quedarse quietos, al mirar detrás de ellos, ven a un grupo de monteros desconocidos.

La primera reacción de Forest es subirse rápidamente a la moto junto a la castaña para acelerar con rapidez en todo el camino.

- ¿¡Quienes eran esos tipos!? - Preguntó Julia asustada aferrándose fuertemente a su espalda, tenía miedo de que algo pudiese pasar.

- ¡No lo sé, pero nos están siguiendo y necesito sacarlos de mi vida, no quiero que nos hagan nada! - Conduce con mucha más rapidez que antes, llegando al fin al bar - ¡Entremos rápido! - Exclamó el joven Law tomándola nuevamente de la mano para entrar al lugar y perderse entre la gente.

¿Qué pasará ahora...?

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