Él volverá... ¿Verdad?
A pasado un tiempo desde que Rick se marchó, ¿Cuánto exactamente? Más o menos 3 meses. ¿A dónde? No lo sabían con exactitud, las cosas no habían sido las mismas desde que decidió marcharse con la excusa de ir por helado. Las cosas en la Tierra comenzaron a ponerse bastante extrañas, la mitad de la población del planeta eran alienígenas de distintas dimensiones, distintas galaxias, universos.
Las personas notaban que ellos eran diferentes tanto en formas, tamaños y colores, pero, a sus ojos, eran completamente normales, como si fueran personas disfrazadas para Halloween o alguna estúpida fiesta de disfraces. En momentos como esos Morty debía admitir que Rick tenía razón, los seres humanos no eran más que un grupo de seres completamente ignorantes.
El joven de camiseta amarilla no dejaba de preguntárse como se encontraba, conociéndole seguramente debía estar en alguna dimensión, escondiéndose de la Federación Intergaláctica. Seguramente debía de estar pasándola bien, teniendo aventuras por allí. No iba a negar que lo extrañaba, todos lo hacía, ciertamente la casa era muy aburrida sin él allí... Ni siquiera se atrevía a entrar al garaje. Pero... ¿Y si no estaba bien? ¿Y si estaba en problemas? ¿Y si la Federación Galáctica logró capturarlo? ¿Y si tuvo problemas con el Consejo de Ricks en la Ciudadela...?
No... No debía pensar en ello, Rick era fuerte e inteligente. Seguramente en ese momento debía estar burlándose de los agentes de la Federación por su incompetencia en querer atraparlo y no lograr hacerlo, fracasando miserablemente en el intento, riéndose mientras bebía su whisky. No quería pensar que algo malo hubiera sucedido, que lo hubieran capturado y que esté preso... No, no debe pensar en eso, todo estará bien.
En cuanto a la situación en casa las cosas no iban muy bien, Beth siempre estaba bebiendo vino, a tal punto de no saber si lo que la rodeaba era la realidad o un estúpido sueño. Las pocas veces que se encontraba consciente de sus acciones se la pasaba discutiendo con Jerry, quien no dejaba de presumir sobre su estúpido nuevo empleo, no se daba cuenta de que su esposa estaba sufriendo, sólo pensaba en sí mismo. Ni siquiera era capaz de consolar a su esposa, decirle que todo iría bien y que las cosas mejorarían, que Rick volvería. Su madre ya no sonreía como antes, siempre se encontraba desanimada. Y si en algún momento llegaba a sonreír era por causa del alcohol.
Morty aún recordaba cuando dijo que iría "A por helado", aún recordaba claramente sus propias palabras: "Rick si te vas lo superaré, pero lastimaras a mamá y eso jamás te lo perdonaré". No era algo difícil de olvidar, después de todo han vivido muchas aventuras con el abuelo Rick, incluso Summer, qgunas demasiado peligrosas, otras muy alegres y divertidas.
En la casa no se oían más que discusiones entre sus padres todo el tiempo, tiempo en el cual su madre se encontraba consciente y no bajo los efectos del alcohol. Summer se la pasaba con el celular o casi nunca estaba en casa, quería evitar todos esos líos a como dé lugar. Conocía perfectamente a su hermana, sabía que ella también extrañaba a su abuelo aunque no quisiera admitirlo.
Por otro lado, todas las noches escuchaba a su madre llorar, ella extrañaba mucho a su padre y no era para menos, era su hija después de todo. Su hija que vivió 20 años de su vida sin él, parte de su infancia, adolescencia e incluso adultez sin su padre. Hombre que por estar metido en sus inventos y, Dios sabe qué cosas más, abandonó a su familia. Jerry no sabía qué su esposa lloraba, ni siquiera le importaba, no hacía más que hablar de su estúpido trabajo. Ni siquiera Summer estaba al tanto del desahogo de su madre en las noches, y si así era, admitía que era muy buena ocultando aquello.
Realmente quería poder hacer algo para mejorar las cosas, ¿Pero qué es lo que podía hacer un chaval de solo 14 años? ¡Los gobernaban alienígenas de distintas dimensiones, joder! No había mucho que pudiera hacer, la pistola de portales de Rick fue destruida en la pelea de la boda de Hombre Pájaro, en la cual él también murió. No tenía forma alguna de ayudar o contactar con su abuelo por ningún medio... Pero algo se le debía ocurrir para poder arreglar las cosas y traer a su pariente de regreso. Lejos de la Federación Galáctica, el Consejo De Ricks y todas esas mierdas inservibles. Para que pudieran volver a ser una familia como antes, para poder ir de aventura con él, sólo Rick y Morty juntos, como siempre fue, como debía de ser...
Aquellas cosas eran las que pasaban por la mente del muchacho de camiseta amarilla, necesitaba desahogarse con alguien, pero por todo lo que estaba ocurriendo dudaba que alguno de sus padres quisiera escuchar sus problemas. Se encontraba sentado en una banca, mirando perdidamente hacia el cielo nocturno lleno de estrellas, estaba pensando en quién poder contarle sus problemas, cuando de repente sintió que alguien se sentaba junto a él. Dirigió su vista hacía su costado, encontrándose con su hermana mayor, quien lo miraba expectante.
—¿Sigues pensando en él, verdad? -preguntó mientras lo observaba. Su hermano podía ser un idiota, podían pelearse cada cinco minutos, pero se preocupaban el uno por el otro.
—Sí... -murmuró mientras se acomodaba en la banca-. Es increíble cómo todo ha cambiado completamente desde que no está aquí...
—Si, entiendo lo que quieres decir. Las cosas están saliéndose completamente de control, papá está tan metido en su trabajo que apenas tiene tiempo para nosotros, mamá se emborracha casi todos los días de la semana a todas horas...
—Y cuando no lo está, se la pasa discutiendo con papá por todo. -completó la frase de su hermana-. Si, lo sé. Todo es una completa mierda desde hace tiempo.
—Exacto... -guardó silencio un momento-. No sé donde esté el abuelo Rick en este preciso momento, pero sólo quiero creer que está bien y buscando la forma de volver con nosotros sin ser descubierto por la Federación Galáctica.
—Ya somos dos. Mamá no deja de llorar por él, ella no quería que se fuera nuevamente.
—¿También tú lo has oído, verdad? Creí que era la única que lo escuchaba.
—No, también la he escuchado llorar por las noches.
—¿Siquiera hay algo que podamos hacer para remediar todo este caos?
—Sin la pistola de portales ni saber su ubicación exacta no hay mucho que podamos hacer. Salvo esperar y ver que sucederá.
—Esto es una completa mierda. -murmuró la mayor mientras cerraba sus ojos por un momento.
—Lo sé, Summer, lo sé.
Un largo silencio se hizo presente entre ambos mientras observaban de manera expectante al cielo estrellado, preguntándose cómo y dónde estaría su abuelo.
—Oye Morty...
—¿Sí?
—Él volverá... ¿Verdad?
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