Ran x Shinichi 💚

'Ding dong'

Apenas el eco del timbre se perdió en el interior de la mansión Kudo, Ran comenzó a contar el tiempo en su mente mientras se cruzaba de brazos. Ya era malo que tuviera que ser ella la que organizase la cita de aquella noche, sino que encima también tenía que ir a buscar a aquel friki de los misterios a su casa, cuando dada la fecha que era lo normal es que fuese a la inversa.

Cuando ya había perdido la cuenta de cuánto llevaba esperando a que le abriesen, un suspiro resignado salió de sus labios. ¿Qué estaba haciendo Shinichi? Llegarían tarde nuevamente y perderían otra reserva en un restaurante. Y ella quería que su cita de San Valentín saliera bien esa vez. Abrió su bolso y extrajo un pequeño paquete cuadrado, éste se encontraba hábilmente envuelto en un vivo papel de regalo decorado con muchas lupas.

- Espero que le guste este chocolate a Shinichi... - dudó en voz alta, más para sí misma que con intención de que alguien la oyese - El año pasado no se lo pude dar en persona, aunque él aseguro que se lo comió a pesar de todo.

El sonido de la cerradura de la puerta de entrada siendo girada apresuradamente provocó que diera un ligero respingo, guardando rápidamente de nuevo el chocolate en su bolso y adoptando una expresión de lo más neutra.

- ¡Ah! ¡Perdona por hacerte esperar! - escuchó decir atropelladamente a Shinichi - Pero es que recibí una repentina llamada del inspector Megure y yo...

- Casos, casos, siempre son los casos - protestó Ran mientras giraba la cabeza y fruncía el ceño - ¿Es que no puedes decir que no alguna vez? Me costó mucho conseguir una mesa en ese restaurante, y si no llegamos a tiempo se la darán a otra pareja.

- Ya, ya... De verdad que lo siento.

La voz de Shinichi sonaba tan lastimera que Ran no pudo evitar mirarle de reojo. Y acto seguido de su boca salió un ligero "oh".

Shinichi se había puesto un sencillo pero elegante traje gris que le daba un aire maduro pero sin perder ese aire suyo juvenil. La corbata estaba torcida, seguramente debido a las prisas posteriores por vestirse. Mirándole bien, Ran se dio cuenta de que su pelo se hallaba ligeramente humedecido aún por el baño que sin duda el inspector Megure había interrumpido con su llamada, lo que le daba un aire tierno que despertaba en la chica el deseo de cuidarle.

A pesar de haber ayudado a resolver un caso a la policía y por tanto entretenerse sin remedio, Shinichi se había esforzado por dedicar el poco tiempo que le había quedado en arreglarse para la ocasión. Y vaya si lo había conseguido.

Shinichi la observaba temeroso, con las manos haciendo un gesto de disculpa y arrepentimiento esperando que Ran siguiera regañándole, pero para su sorpresa la chica empezó a sonreir lo que le desconcertó un poco.

- Bueno, si nos damos prisa, aún llegaremos a tiempo - le dijo ella, mientras se acercaba a él y le colocaba la corbata con un gesto cariñoso.

¿Qué podía hacer?

Amaba con locura a aquel friki.

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