.Subversión.
—Recuerda mis palabras, él hará lo mismo contigo.
—Pero... él dice que cree en mi.
—Oh claro que sí. ¿Crees qué estaría interesado en ti, si te hubiera conocido cuando eras gorda?
La menor mordió su labio inferior con notoria preocupación y tristeza en su mirada. Mientras que la imponente y deslumbrante mujer sonreía con calidez en su semblante.
—Es un buen cristiano, solo encontró a alguien vulnerable y se aprovechó. ¡Créeme! a él no le importas... al menos, no como tú crees.
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