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Sigo sin lograr comprender esta extraña sensación... es decir, soy consciente del buen corazón que se carga, si, después de todo, sus acciones y formas lo revelan completamente. Aun asi, ¿por qué me oculto?, ¿cuál es la diferencia de que él me vea asi?

Fruncí el ceño ante aquel calor en mis mejillas, una sonrisa a la distancia es suficiente motivo para sentirme ansiosa y bastante perdida al respecto. ¿Por qué?

-¿Qué haces? -un pequeño brinco nació de mis entorpecidos pasos, voltee alterada, encontrándome con una radiante sonrisa detrás de mí.

-Dios mío, Hoseok... ¿piensas matarme? -trate de nivelar la respiración y calmar mis emociones. Alce la mirada un poco más relajada, pero su sonrisa se esfumo en cuanto observó mi rostro.

-¿Qué te ocurrió? -frunció el ceño, más negué alejando la mirada- Sojung... dime, ¿quién te hizo esto? -un silencio incómodo se formó entre ambos- ¿A caso fueron las chicas? -preguntó horrorizado, pero solo él era consciente del verdadero terror que le embriagaba. ¿Era si quiera posible, que Sehun haya hecho algo como esto?

Negó- Descuida, no permitiría que se atrevan, si quiera a pensar en tocarme. -aquellas palabras seguras de sí misma, eran mera ilusión, y ambos lo sabían. Más él no quiso refutar en contra. Acercó su mano y tocó su mejilla, ella sonrió- Estoy bien.

Cansado y consciente de que no lograría que su amiga se abriera con él, cerró sus ojos para soltar un largo suspiro y asentir consecutivamente.

-Muy bien, dime al menos si tienes algún problema con ellas. -la menor asintió- Por otro lado, ¿qué hacías viendo al director? -aquella última pregunta la tomó por sorpresa, acaso, ¿era tan evidente?

-¿Eh? -los ojos de Hoseok calaban en el torbellino de emociones mezcladas y confusas, generando inestabilidad, una que detestaba con profundidad.

-¿Y bien? -una sonrisa burlona figuro en sus labios, ocasionando un ambiente ameno entre ambos pero aun vergonzoso.

-Na-nada... -volteo en su intento de esconder aquel inusual color en sus mejillas- solo observaba a nuestra agradable enfermera Lee. -ambos mayores seguían de pie, a unos cuantos centímetros de diferencia entre ellos.

Y ante la mente de la menor, era inevitable apreciarlos. Puesto que conseguían verse tan cómodos juntos, realmente lucían demasiado compatibles. Y no sería de extrañar, su química era nata, y por lo que ella percibía, ambos mantenían el mismo margen de madurez.

-¿Sabes algo? Creo que la madures está en la mente, no en la edad. -So frunció el ceño, como si le hubiese leido la mente. Pero inevitablemente no pudo refrenar su lengua, aunque así hubiese deseado.

-¿Y por qué me lo dices? -él se encogió de hombros con una sonrisa afable en sus labios.

-Andando, dentro de unos minutos inicia nuestra primera clase. -ambos voltearon alejándose de rectoría, más la menor no pudo evitar voltear por última vez a contemplar aquella extraña sensación en su estómago.

El transcurso hacia el salón fue silencioso, pero cómodo, Sojung era consciente de lo agradable que le resultaba la presencia de aquel muchacho a su lado. Y le resultaba algo irónico, después de todo, nunca le cerró completamente Jung Hoseok... aunque claro, sus inseguridades podían estar relacionadas al hecho, de que el muchacho radiante era el resultado de un flechazo de amor por parte de su "mejor amiga".

Los ojos de Sojung se posaron sobre el castaño, y por un momento detesto la idea de no ver aquella encantadora sonrisa en sus labios, una que en su momento no comprendía cuando su amiga se la describía. Pero tenía razón, era brillante y conseguía alumbrar su entorno.

Volteo la mirada, enfocándose en aquello que detuvo a su amigo. Encontrándose una imagen desgarradora, Eunbi y Jackson juntos, riendo. El mayor la cargaba desde la cintura, separándola momentáneamente del suelo, impidiéndole asi el paso, mientras ella reía, disfrutando de su compañía.

-Hoseok... -susurre preocupada, más una luz titilando en sus ojos me tomó por completo desprevenía. No estaba preparada para algo como aquello.

-Osadía, amor y locura, es irónico... pero te conviertes en un monstruo debido aquellos celos, que nunca antes conociste. -su timbre era suave, tan acorde con aquellos ojos destellantes de amor- Una mezcla entre la frialdad y la maldad que logran dominarte. El amor es peligroso, pero es un sentimiento con el que no desearía no vivir mi vida. Puesto que es otro nombre para la felicidad.

-"Mira cuidadosamente, Sojung, ¿no lo ves? La felicidad también puede ser un lugar. Aprende a observar, y anímate a descubrirlo. -Joy me dedico una leve sonrisa- Tu felicidad no depende de un suceso, no depende del pasado."

La felicidad también es un lugar... claro, la felicidad somos nosotros mismos.

Detrás de Sinb se acercaba Jisoo acompañada por Momo y un joven alto tomado de su mano. Jackson al fin la dejo en el suelo, recibiendo un golpe brutal por parte de la menor. Los cuatro se despidieron del más alto para conversar entre ellos e ingresar al salón sin percatarse de nosotros.

Y aun sorprendida por el amor que entonaba su oscura mirada, Sojung comprendió un poco mejor sus desconocedoras emociones. Al menos consiguió plantearse una duda que no existía hasta el momento.

"¿Seré bisexual?"

(....)

Las horas tomaron su curso, y las miradas en torno a la más alta de la clase no pasaron desapercibida para Eunbi, ni para Namjoon, incluido Hoseok o la propia Sojung. Era irónico, ya que, aunque era bien consciente de lo que ocurriría, a lo que se enfrentaría a la hora en que decidió no concurrir a cubrir sus hematomas con base y labial; nunca pensó que le afectaría tanto en verdad.

Pero para su buena o mala suerte, la preocupación latente en los ojos de sus amigos era sincera y de algún modo, le reconfortaba, asi como le ahogaba. Puesto que no deseaba ser vista con pena y morbosidad, pero también era consciente de los verdaderos motivos de ellos e incluso para su sorpresa, Sinb le tenía preparado un pequeño detalle inimaginable.

Ante la atenta mirada de sus amigos, en pleno receso la más baja le pidió un pequeño favor, un simple "acompáñame" fue lo que necesito oír la más alta para asentir. Y ante las inseguridades de su mejor amiga, solo sonrió.

Sojung era consciente de que algo había ocurrido entre ella y Namjoon, y es que no debía de ser un genio para comprender el silencio que reinaba entre ambos y la poca e inexistente conexión visual que les rodeaba. Mas no deseó preguntar, parecía que no deseaban oírla, y lo comprendía a la perfección.

-¿Qué es lo que quieres Park? -la menor volteo con una sonrisa apenada en sus labios, generando que el ceño de la mayor se frunciera.

-Lo siento, sabía que si te lo decía directamente y a delante de ellos, tal vez no aceptarías seguirme. -antes de que pudiese siquiera preguntar, detrás suyo observó aquellas dos adolescentes cabizbajas. Volteó completamente a la espera de que alguna le explicase la situación.

-Sojung... -Rose fue la valiente en abrir su boca, más no levanto la mirada- lamentamos mucho lo que hicimos aquella noche. Sé que no fuimos justas contigo, también se... que pudiste delatarnos e incluso expulsarnos, más no lo hiciste. -su timbre era bajo, denotando la vergüenza en su máximo esplendor.

-Estamos agradecidas contigo. -prosiguió Jennie, pero esta si alzó su mirada, y en sus ojos apreciabas la culpa enceguecida por el remordimiento- En serio lo sentimos.

-Todo se nos fue de las manos, no debimos burlarnos, nunca debimos permitir que Seh... -un tragó amargo le impidió continuar. Sinb se encontraba detrás de Sojung, en silencio, pero conteniendo sus lágrimas.

La menor era consciente de la sinceridad de sus amigas y esperaba, en serio, anhelaba que la mayor también lo notara. Puesto que no fue sencillo para ellas armarse del coraje suficiente para estar ahí, de pie, cara a cara con ella. Y eso la enorgullecia plenamente.

-Es suficiente. No tienen por qué agradecer.

-Claro que sí, tú... -la más alta negó.

-Olvídenlo. Porque no deseo recordarlo. -la mayor comprendió un pequeño detalle más aquella mañana, no necesitaba cargar y ligarse más a sucesos pasados.

No deseaba más ligaduras relacionadas a las fechorías de hombres desventurados. Suficiente tenia por el momento con aquel horrendo recuerdo y ahora, con las lecciones, recordatorio de la brutalidad e insensibilidad de su padre.

-Sojung... -ambas comenzaron a llorar y eran lágrimas honestas, y quién mejor que Sowon para comprenderlas.

Lo que ninguna sabía, era que un par de ojos se encontraban admirando tal escena.

Kim Seok Jin se encontraba orgulloso del gigantesco paso que brindo la menor, aunque su pecho se afligió al contemplar aquellas heridas en su perfecto y delicado rostro.

Por su parte, Ho Seok sentia calides al percatarse de la conmoción de su pequeña ex novia. "Ex" -volvió a remarcarse mentalmente.

(....)

La mañana fue agotadora para Jungkook, y en cierto punto no se trataba únicamente sobre sus turnos y el trabajo que conlleva despojarse de todos sus males al ingresar a un aula llena de adolescentes dispuestos a sacarte de tus casillas.

Jeon deseó ignorar aquel suceso de la semana pasada, pero lo cierto es que habían transcurrido cuatro días desde la fuerte declaración de su mejor amiga, la única que mantuvo a pesar de los años. Se forzó, por supuesto que lo intento, pero al llegar el fin de semana, esperaba, al menos, encontrarse con ella en las puertas de la iglesia, más nunca llegó.

Momo fue la excusa que necesito para desviar su atención del tema y concentrarse en los niños, nunca creyó que la menor reaccionaria tan rápido a su lado más empático y sincero, incluso le sorprendió el cambio de actitud reacio de los primeros días a comparación de estos últimos, en donde se le veía feliz de brindar su tiempo compartido con ellos. Tanto asi, que inclusive atrajo a un nuevo ayudante.

Los ojos de Heechul eran el reflejo de lo que denominó un "sano amor". Puesto que era sincero, la apreciaba con ternura y grata gracia.

Un trago amargo paso por su garganta. Y es que realmente deseaba algo similar para con ella y él, puesto que Tzuyu se merecía mucho más. Ella merecía a alguien dispuesto a cuidarla y elegirla sin siquiera pensarlo.

Porque si él hubiese sido sensato, hubiese tomado su mano y la hubiese rodeado entre sus brazos, besando su sien, reconociendo que siente lo mismo y aún más por ella. Pero no lo hizo, ¿por qué no lo hizo?

Las incógnitas llenas de posibilidades en su mente varían, pero todas decaen en el mismo detalle. Ellos dos, estarían juntos, dándose aquella oportunidad esperada. Entonces, ¿por qué solo se quedó ahí de pie?, ¿por que no hizo nada?

-Jungkook, no seas idiota. Siempre quisiste esto. -"es cierto"- Siempre supusimos que algún día pasaría, pero créeme cuando te digo, -negó frente suyo- que nunca me imaginé que sería ella quien se declare primero.

Jungkook observó a su menor consumiendo un pequeño trago de su taza caliente de capuchino, en la misma cafetería que habían decidido citarse con su pequeña hermana.

-Créeme cuando te digo, que tampoco fue asi como lo imaginé... -susurro angustiado y la menor sintio pena por Tzuyu, puesto que la consideraba una gran mujer, una muy fuerte.

-Escucha, en ese caso, ¿qué es lo que te retiene? -no respondió ante aquellos intensos ojos que se forzaban en comprenderlo- ¿Hay alguien más? -el mayor dudo, pero decidió negar- Jungkook...

-No, no hay nadie. -ante los ojos y oidos de su hermana se escuchó la inseguridad revestida de un fingimiento insano, más no dijo nada al respecto. Y le observó tomar su taza en silencio.

-Entonces esclarece tu mente y habla con ella. No importa lo que "hubiese sido", necesitas ser honesto con ella y contigo mismo. Si es lo que quieres, ¡en hora buena! Pero si deseas mantenerte al margen, -tomó su mano por encima de aquella mesa rustica- estaré apoyándote.

-¿En serio? -levantó la mirada, frunciendo el ceño, preocupado y perdido. Más ella asintió acariciando su mano.

-Eres mi hermano mayor, mi tonto e indeciso hermano mayor. No importa cuánto me agrade una chica para ti, siempre te apoyaré primero a ti. -bajo su mirada conmovido- Pero eso no quita el hecho de que eres un patán por desvanecerte casi media semana. -genero un puño con su mano y la dejó caer sobre la del mayor, ocasionando que este sonriera y ella riera.

-¿Cuánto dijiste que te quedarias?, ¿una semana? -pregunto de repente y una sonrisa picarda y tonta de su menor género una pequeña sospecha- dime que no hiciste todo el viaje de Busan a Seúl solo por un chico.

-¡Claro que no! -arrugo la nariz ofendida- No fue por uno, sino por dos chicos. -sonrió dulcemente, sacudiendo ligeramente su cuerpo para tomar la taza entre sus manos llevándole a sus labios, mientras desviaba su atención a la ventanilla.

Jungkook negó sonriendo, impactado por la sinceridad en las palabras de su pequeña y dulce hermanita. Una joven ya no tan niña, con estudios y trabajo propio; que no dudo en aceptar la oferta en una empresa a distancia, manejando el sistema operativo de la sucursal de nuestra ciudad natal.

Aún asi, requerida por su espléndido trabajo, atrayendola una semana a Seul, y no puedo imaginarme el valor que tomo para dejar sola a mamá por una semana, o mejoe dicho... el coraje que nuestra madre le impartió, para alejarse confiada de su lado por siete dias.

Empujandole a la corporación en donde se interesó virtualmente por un tipo desconocido para su madre y hermano.

-Necesito conocerlo. -rodo los ojos.

-No empieces, eres tan gruñón y celoso.

-No se trata de celos. Solo quiero saber que intensiones tiene contigo.

-¿Es un chiste? Oppa, soy una adulta, se cuidarme. ¿Cuántas veces te lo debo decir?

-No se trata de eso, sé que eres adulta. Pero no quita el hecho de que eres una ingenua y empedernida. A parte de mi hermanita menor. -le quito la lengua en forma de reproche y este suspiro- Al menos piensa en mamá, ¿crees qué a ella...?

-Mamá lo conoce. -se encogió de brazos con una sonrisa- Le mostré una captura que le realice en las conferencias virtuales. Dijo que es lindo. -se le oía emocionada.

-Oye, eso no es suficiente y tampoco es importante.

-¡Claro que lo es! -acomodo sus codos encima de la mesa y estiro su rostro frente al suyo, con un mohín tierno y despreocupado en sus labios- ¿A caso no quieres sobrinos bien parecidos?

-¡Oye! No rebases los límites, no quiero ni siquiera imaginarte...

-¿Procreando? -rió divertida.

-Yuqi... -reprendió ante las burlonas miradas de la menor- será mejor que ni lo pienses. -advirtió cual padre sobreprotector.

(....)

-¿Qué ocurrio? -su timbre era suave y bajo, condenando a la menor- Sojung. -llamó tocando su mentón, asi, apreciando cada parte de su rostro herido.

El mayor estiro su pulgar por encima de su suave y delicada barbilla, acariciando su labio inferior, deteriorandose en aquel pequeño sector partido. Deseando curarlo a como de lugar, devolviendole su brillo y encanto nato.

Sin ser consciente de lo que aquél rose comenzaba a generar en la menor. Que aún se auto pribo de direccionar sus ojos ante él. Apreciando así, la preocupación y el dolor en sus grandes y oscuros ojos.

-Sojung... -su nombre comenzaba a generar un tamboreo en sus palpitaciones poco común realmente. No entendia porqué.

-Mi-mi padre... -sollozo sin ser consciente si quiera, y cuando menos lo supo, una lagrima rebalsaba por su mejilla, cayendo en su mentón. Mojando los dedos del mayor.

Quién no refreno sus deseos primitivos de protección. Rodeando así, con su pecho el rostro de la menor. Del mismo modo en que ella una vez lo necesitó.

-Deberías de ver hacia el sol, porque sólo asi las sombras quedarán detrás. -susurro ante su frágil presencia. Que se apoderó con desesperación de su espalda baja.

Y es que Seok Jin lo sabia perfectamente, incluso la mujer más fuerte, necesita de un parate en el camino. Junto a una persona que le abracé con sinceridad y le asegure.

-Todo va a estar bien.

La noche llegaba a su puerto más definitivo, pero ninguno de ellos lo sentía de ese modo.

Taehyung por su parte, iria a buscar a su pequeña al instituto luego del trabajo, saliendo más temprano de lo usual. Debido a que ella aún sigue haciendo horas extracurriculares, ayudando en preceptoria y biblioteca.

Con la certeza carcomiendo su pecho, de que su adorada hermanita, sólo deseaba pasar todo el tiempo posible lejos de su bendito "hogar".

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