.37.

"Cara a cara en el espejo notó una mirada con miedo y una pregunta pendiente. Condicionamos tanto nuestras vidas, que nos olvidamos de vivirla.

La mirada del otro sobre uno, mantiene tanto peso que logra llevarnos a la tristeza absoluta, a un autoestima muy bajo, a una fuerte depresión, e incluso, hasta al suicidio."

Tomé entre mis manos la taza caliente de café que yacía sobre el escritorio y me dispuse a releer los últimos dos párrafos sobre la computadora.

(....)

Mi pecho subia y bajaba, la respiración era nula, el aire apenas lograba llegar a mis pulmones para asi, ser liberado con dificultad por mi boca.

La noche aún es larga, pero aquí me encuentro, sentada sobre mis colchas, con pocas fuerzas y unas cuantas gotas de sudor sobre mi frente.

Mis ojos se abren, las pupilas se dilatan más de la cuenta, siento que las retinas saldrán de su órbita en cualquier momento.

Lleve ambas manos sobre mi rostro, en un absurdo intentó de mantener la compostura.

Sólo fue un sueño, un maldito sueño.

Frote mi rostro con ambas manos y me enfoque en regular la maldita respiración, no era posible que aún siga sucediendo.

Aquel destello de luz lunar que se abre pasó sobre las cortinas de la ventana me absorben, me obligan a reaccionar.

-Maldición... -susurre ahogadamente, en un pobre hilo de voz. Corri las colchas que me envolvían a un lado de mi cuerpo, estire las piernas hasta que las plantas de mis pies tocaron el suelo.

Me encontré quieta y absorta por aquel destello de luz, como una completa idiota, como una perdedora.

Los ojos de Yoongi observándome, casi suplicantes, el espasmo proveniente de su boca, aquel liquido espeso saliendo de sus labios, una y otra vez. Su cuerpo temblando involuntariamente, deseando poder recomponerse, sólo... darse vuelta y respirar.

El latido de mi corazón me delata, las fuertes palpitaciones gritan agonizantes, culpándome, odiándome cada vez más.

Sentí aquella brisa provenir de la ventana, aquella corriente electrizante que recorre la piel desnuda de mis muslos, generando el temblequeo involuntario, aquel escalofrió.

El mismo escalofrió de aquella madrugada cuando me encontré en su habitación, el mismo escalofrío que me invadió cuando hui de ahí, dejándole completamente solo.

Exactamente, el mismo escalofrío que se apoderó de mi ser en cuanto me enteré de su muerte.

Las lágrimas no tardaron en aparecer, el nudo en la garganta no me permite respirar con facilidad, mi mente se encuentra agobiada de pensamientos de impotencia, dolor y culpa.

Mis brazos se aferraron a mi cuerpo como si de algo sirviera, la realidad es que "aquellos ojos", esa mirada... nunca me abandonarían.

Sin ser consciente, ya mi espalda se encontraba arqueada, el cabello cubriendo mis mejillas y aquel sabor amargo y venenoso ardiendo sobre mi garganta.

Mis ojos se forzaron abrirse e incluso empañados por las mismas lágrimas, me obligue a observar aquel desastre que provoque en el suelo de la habitación, a un lado de la cama.

Tragando saliva, limpiando la comisura de mis labios y recomponiendo mi postura, apoyé todo el peso de mi cuerpo sobre mis piernas. Evitando pisar aquel mar de hedor y descomposición, me encamine hacia la ventana para abrir por completo aquel vidrio y recuperar el aliento.

Cerré mis ojos, permitiéndome sentir la fría brisa madrugadora sobre mis mejillas. Corri por completo mi cabello hacia mi hombro derecho, deseando que aquel calor corporal abandonará mi cuerpo.

No era la primera vez que algo asi ocurria, pero las emociones sólo se intensifican cada vez un poco más y no puedo evitar volver a remplantearme lo mismo una vez más.

No merezco estar viva, no merezco ser feliz, no debería ni siquiera de sonreir.

-"Está bien... está bien... -sólo son dos palabras repitiéndose sin cesar.

De hecho no tengo idea de si se trata de aquel deseo de creerlo, porque realmente muero por pensar que asi será. Que las malditas pesadillas, los recuerdos y el dolor que estoy sintiendo, algún día se irán. O sólo se trata, del simple hecho de que es mi hermana mayor, quien se encuentra rodeándome en un cálido abrazo y asegurando que asi será.

Cuando claramente, no creó que sea el caso.

-Se que estás repitiendo muchas cosas en esa cabecita, se que estás pasando por mucho. Pero por favor, no te dejes caer. Eres una buena persona, eres una hermosa persona... -solloce y negué sólo para aferrarme aún más en su regazo- lo eres. Escuchame, se que tomaste desiciones erróneas, se que te equivocas y eres testaruda como nadie. Lo sé... -senti su garganta temblar, evitando quebrar, en conjunto a sus delicadas caricias sobre mi cabello- pero adivina qué, todos lo somos. Nadie es perfecto, nadie es completamente bueno y no es malo cuestionarse, pero no permitas que cada emoción... te prive de comprender la belleza de tu ser, el brillo de tu propia galaxia."

Aferre mis brazos con fuerza sobre ellos mismos, abrazandome a mi misma, deseando poder creer en ello, odiándome por intentarlo.

(....)

Detuve la alarma antes de que sonará, no entiendo porqué demonios la preparo cada día, si al final, siempre terminó despertando una hora antes de lo deseado.

A pasos lentos me acercó aquel ropero "corrompido y maltratado" como suele llamarlo la señora Kim, abri sus puertas en busca del uniforme escolar, como de costumbre la señora de la casa cree que tiene el derecho de ingresar a mi cuarto y acomodar como le plazca.

Claro que recuerdo haber dejado en el suelo el uniforme anoche. No quiero ni pensar en que momento de la madrugrada ingresó sin autorización.

Comienzo abotonar cada bendito botón de la camisa, recordando los monólogos de ella. "Debes de estar impecable, recuerda que eres lo que ven."

Irónico, si hubiese comprendido a lo que en verdad se refería, tal vez no me hubiese esmerado tanto en intentar ser de su agrado. Pero ahora que lo entiendo, es patético. Fui patético.

Cerré las puertas para observar mi reflejo en aquel espejo incrustado, pero mis ojos se desviaron, apreciando la última cita inscripta en el.

"Voice."

Puede sonar estúpido, pero una sola palabra... me obliga a transitar un largo monólogo dubitativo y personal. Una sola palabra, se vuelve una cita o incluso mucho más que una.

Lograr ser oído, ¿eso es todo? Claro que no, no es tan sencillo como se aparenta. ¿Quién te asegura que realmente eres escuchado?, ¿qué realmente es por tu bien?, ¿qué en verdad ellos merecen juzgarte por aprobado o desaprobado?

-"Debes de estar atento.

-Pero mamá... -talle mis ojos para dejar de llorar a causa de esos niños que no me permitieron jugar con ellos en el pateo trasero de mi casa, con mis juguetes.

-Nunca sabrás quien podrá herirte. Debes de ser mejor que ellos o no respires por tu inconsistencia. -una enorme sonrisa figuró en sus labios, mientras se alejaba dispuesta a saludar a sus invitados"

-"Es muy bueno campeón. -papá me felicitó luego de ver la boleta de calificaciones, con su palma abierta se inclinó pidiendo chocar los cinco.

-Un bueno no es suficiente, cariño no debes volverlo débil. -el mayor suspiró para guardar su mano libre en su bolsillo, dejando caer su brazo izquierdo con la libreta y ella volteó hacia mi- Namjoon, tu bueno debe ser mejor, y tu mejor excelente. Lo entiendes, ¿verdad hijo?"

-¡Namjoon! -el timbre de papá llamando, logró que volviera en si, y deseará seguir durmiendo- Hijo, ¿acaso no me escuchas? -voltee a verlo luego de tomar la corbata- Llevo bastante llamándote. -remarco.

-Lo siento. -la enrolle sobre el cuello y forje el nudo sin prestarle atención, le oí suspirar.

-Entiendo, baja a desayunar que luego te llevaré al instituto.

-Puedo tomar el bus.

-Quiero llevarte y no es a elección. -no le observé, pero claro que respondi.

-Si señor. -senti su palma golpear el marco de la puerta, para con un simple "bien" abandonar la habitación.

El principal sueño de una persona, debería ser el conocer su propia voz. No la preocupación del ser aceptado por voces agenas.

(....)

Me encontré en la parada del bus con Sowon, más no hubo señales de Nam.

-En serio te agrada ese imbécil. -mencionó una vez a mi lado en dicho transporte, obligándome a levantar el rostro de mi teléfono.

-¿Eh? Ah... -observé el aparato en mis manos y sonreí con pesadez, es cierto, realmente me encuentro preocupada- Unnie, se que he sido una muy mala amiga contigo, y lo siento mucho, pero...

-Descuida. -volteó a verme, parada a su lado, con una dulce sonrisa guió su mano disponible acariciando mi brazo izquierdo- Ya te perdone, lo sabes.

-Es porque tienes un gran corazón. -agradecí aquel bello gesto cabizbaja- Por eso, también sé, que puedes darle una oportunidad a él. -pero su mano se alejó de mi brazo y volvió su mirada al frente, a dicha ventana- Sabes que no fue el de los panfletos...

-De hecho no lo sé. Tampoco tú.

-Unnie...

-Es en esta, vamos. -volteo luego de presionar el botón para la parada.

Suspiré acongojada, nunca lograré que ella se abra con él y realmente me duele, porque no creo que se merezca dicho trato.

Aún recuerdo el placar del más alto, nunca me animé a preguntarle acerca de el, despues de todo, no queria que él me preguntara tampoco. Pero si estoy segura de algo, una persona mala nunca lograría escribir o transmitir lo que él compone.

-Por cierto, olvide contártelo. -volvi a verla delante de mi- Adivina quien comparte horas extras al lado de tu "buen amigo". -negue al sentir su entonación sarcástica.

-¿De qué hablas?

-El grandísimo director Kim, no tuvo mejor idea que sucumbir al maldito comité disciplinario. -frunci el ceño al oírla, sabia que asi seria, pero no tenía idea de que ya fuera resuelto el veredicto- Como siempre, sali perdiendo. -suspiro irritada- Me dieron sesiones indefinidas con la terapeuta y tu amigo estará conmigo.

Literalmente mi semblante decayó, creo que mi cavidad bucal se vio por todo el pasillo.

-¿Es broma?

-Ya quisiera, como si necesitará de esto...

-¡Hey SoFrodita! -ambas volteamos- Tengo una amiga para ti -guiño su ojo para chocar su mano con el idiota de su amigo. Ella le dedicó su mejor sonrisa para mostrar el dedo del medio sin descaro, aún ante las insolitas burlas de ese grupo de imbeciles.

-Suficiente tengo con los inadaptados del instituto y ahora resulta que ser lesbiana es sinónimo de ir al psicólogo. ¡Que bien va la sociedad!

-Unnie... -mi mano se posó en su espalda, no quería oírla y verla de ese modo, tan desgastada- sabes que cuentas conmigo.

-Lo sé, -suspiro- y lo agradezco. -me dedico una sonrisa.

-¡So, Eun! -ambas volteamos a verlo- me alegra alcanzarlas. -sonrió para dedicar sus ojos en ella- No debes prestarles atención, son unos pubertos.

-Lo sé... -rió para rodearlo con sus largos brazos y comentar acerca de sus "amiguitos" carecientes de afecto y necesidad humana. Comentario que Hoseok no tardo en avivar con cierta inocencia.

No se en que momento ocurrió, pero estoy agradecida de que ambos sean amigos. Se que habrá sido toda una sorpresa para unnie conocer los encantos de oppa.

-Oigan, -dejó de reir- ¿No han visto a Namjoon? -apenas aquel nombre fue pronunciado, los hombros de oppa dejaron de sentir el abrazo de unnie.

-Lo que me faltaba, gracias por nombrarlo. -dijo indiferente adelantándose de ambos.

-Ashh, no es como si lo quisiera aquí. ¡Oye! -corrio detrás de ella, buscando su perdón con ageyo.

Me detuve para apreciar la imagen y a su vez, sentir aquel sentimiento de nuevo. Soledad.

Pese a que nuestra relación regresó, se que no es igual y me temo el no recuperar el tiempo perdido, porque ninguna de las dos es la misma.

Mi teléfono sonó, volteo la mochila hacia delante, para asi, buscarlo entre todos los libros. Al fin al tenerlo entre mis manos, logré contemplar el nuevo mensaje de Yugyeom oppa.

Otro tema irresuelto en mi desordenada cotidianidad. Merece una respuesta, claro que si, pero me temo contaminar a una persona más. Dañarlo.

¿Qué debería de hacer?

(....)

-Entonces, So quiero que finjas ser Nam y Nam, quiero que finjas ser So, ¿de acuerdo? -sonrio unnie delante nuestro- Y ahora sólo quiero ehm... -esto es un despedicio de las dos horas correspondientes a literatura. Profesor Siwon, lo extrañó- que me hables de tu dia. -esto es realmente estúpido.

Ninguno de los dos dijo nada, los ojos de la mayor eran de obligación, entonces él solto un suspiró rendido.

-Hola, -¡genial! este imbécil no tuvo mejor idea que comenzar imitando mi voz de una forma aguda y grotesca- soy Sojung, lo único que hice en el día pues... ahm, fue demostrar que no me interesa lo que piense el resto y mirar mal, mal, mal.

-Entiendo... -una sola palabra siendo arrastrada por la señorita Park, quien volteó a verme- ¿So quisieras...?

-Si, si quiero. -observe sus ojos directos sobre mi y voltee ignorándole por completo- Hola soy Namjoon, ahm... mi vida es estupenda porque soy un despreocupado que no necesita pensar en consecuencias, ya que ¡vamos! La vida es una sola.

-Ese es tu problema. -comentó de repente- En resumidas cuentas, sólo eres una completa perfeccionista. De hecho una que no conoce ni siquera cuando detenerse. Entonces me pregunto, ¿cuál es el caso de estar aqui?

-¿Eso por qué seria un problema? -cuestione realmente desconcertada.

-Lo sería, si comenzaras a analizar un poco más por dentro, y te dieras cuenta de que nunca lograrás cumplir las expectativas del resto. Entonces porqué molerse la cabeza si...

-Wowowoh -sonreí escéptica- detente ahí. -voltee a verlo a mi lado- No tienes el derecho a intentar cuestionarme, porque si intentaras comenzar a pensar en alguien que no seas únicamente tú, y te preocuparas por ello. -rei- Creo que ahí si lograrías comprenderme.

-No, no lo creo. Porque ni aunque estuviera en tu piel, comprendería porqué eres tan "recta y derecha". -utilizando las comillas de sus manos.

-No, realmente no puedo con esto. -negué cruzada de brazos- Ni siquiera quiero mirarte.

-Pues en hora buena. -volteó con una leve sonrisa sarcástica- Tampoco quisiera, pero aquí estamos.

-¡Muy bien! -volteamos a ver a Joy unnie- ¿recuerdan qué fue lo primero que les dije ayer al presentarme? -ambos guardamos silencio- "toda relación es salvable", ¿mientras...? -nos pidió con su rostro que completaramos la estúpida frase- Chicos.

-"Dos personas estén dispuestas." -y asi fue, completamos al unísono como un buen par de simios, realmente obligados.

-Bien, es bueno que lo recuerden. -cerró su portafolio y nos miró a ambos con total seriedad. Borrando toda pizca de sonrisa alguna- Quiero que quede claro, si es necesario aumentar los días y el horario para que logren abrirse, lo haremos.

¡Hurra! Realmente detesto a este sujeto, es un completo patán sin consideración por el otro.

[....]

"Quizas amarse a uno mismo sea lo más difícil que existe en este mundo, porque seamos honestos, es mucho más sencillo amar a otro. Pero nadie, absolutamente nadie, logra amarse plenamente.

Vivimos pendientes de las devoluciones que nos hacen, esperamos por un reconocimiento positivo hacia nuestras acciones, entonces no tenemos mejor idea que pasar factura si nos va mal. Porque esperamos deseosos la aprobación de nuestros referentes, e incluso terminamos justificandonos ante los demás como si ellos fuesen los jueces.

Admitamos que nos criticamos demasiado a nosotros mismos.

Creo fielmente que en el centro de tu vida hay un anillo creciendo, ese anillo es parte de ti, ese anillo eres tú. Porque es un circulo personal, lleno de atractivos, estándares y juicios morales. Asi que, sólo deberíamos de aprender a perdonarnos a nosotros mismos.

Porque, nuestras vidas no son demasiado largas como creemos que serán, la vida puede esfumarse en un segundo. Sin que lo notes.

Deberíamos de comenzar por creer en nosotros mismos, porque en cuanto aquél invierno insufrible llegué a su final, la primavera florecerá de nuevo. La pregunta es, ¿dejaremos nuestro verdero ser, perdiendonos en el camino?"

-¡Omma! -sonrei al oir su dulce vocecita acercándose.














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Buddys Salió, salió, salió.

Uno... dos... tres...

¡AHAHHAHAHAHA! 😍

Las novias regresaron, empoderadas, elegantes, maduras, crecidas y llenas de dualidades. ¿Quién quiere shorar conmigo? 😭

Ánimo, demostremos que su esfuerzo y dedicación valen la pena~ #Apple🍎

Las novias llegaron a reinar 👑 ¡como es devido! ¿Qué les pareció el regreso?

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