.14.
Todo un fin de semana desperdiciado, ella tenía sus prácticas matutinas y ni siquiera pudimos vernos, era domingo, nuestra pijamada actual y semanal, demonios.
Comí aquel bote de helado sola mientras observaba su nueva ropa, realmente corta. Su habitación es el reflejo vivo de su corazón, inocente, puro y sencillo. ¿Por qué demonios quiere cambiar?
Tome mi celular y decidi escribirle un nuevo mensaje, otro recordatorio de que debía cuidarse de cualquier idiotez posible. Es que no, no me canse de aconsejarle una y otra vez que ella es perfecta tal cual es, no necesita nada de esto, que no se arrepienta luego de las consecuencias, porque si, toda acción conlleva a una futura consecuencia.
El viernes realmente me sorprendió como actuó y se informó al respecto de temas que antes jamás pasaron por su cabeza. ¿Qué cambio ahora? digo, por más que lo piense, ella sabe que Park esta fuera de su alcance y por lo que sé, a Hoseok lo superó.
Un fuerte ruido se hizo oir por la ventana, un motor creo. Dejé el pote de helado a un costado y me acerque a chismear por la venta, Yerin unnie acaba de llegar y al parecer se ve molesta.
|....|
Corrí hasta las escaleras, rumbo a mí habitación, aquella llamada de Sojung realmente me dejó preocupada. Jimin como todo el caballero que es comprendió y me dejó marchar temprano.
Abrí la puerta para verla con un teléfono en la mano e intentando calmar a quién quiera que este detrás de línea. Me hizo señas para que valla al baño y asi lo hice, volví a salir fuera de mí habitación para ir al cuarto de baño.
Unos débiles sollozos llegaron hasta mis oídos, golpee con duda, pero nadie respondió, entonces me arme de valor para empujar la puerta.
-Unnie... -no tenía palabras, Yerin se encontraba en el suelo cerca del inodoro, sus mejillas inflamadas, sus ojos rojizos y al parecer tenía arcadas.
Cuando me acerqué hasta ella para ponerme de cuclillas y presenciar la imagen más desgarradora que alguna vez imaginé, al menos por parte de ella, quién siempre se mantuvo fuerte. Comprendí que debió ocurrir algo demasiado importante, porque mí hermana no es de llorar nunca.
-¿Qué ocurrió? -pregunte con suavidad para acunar su rostro entre mis manos.
-Taehyung y yo... rompimos. -se volvió al inodoro para devolver.
Entonces oí los pasos de alguien acercándose, sabia quién seria. Voltee para ver a Sojung, quién con una simple mirada me permitió comprenderlo todo, ella estaba consolando a su oppa.
•
•
•
•
Un mes exacto, hace sólo un mes he comenzado a interesarme de una manera no correcta hacia ella, suena estúpido e incluso asqueroso...
¡Soy el maldito director de escuela! ¿Cómo rayos termine asi?
El recuerdo de ella sollozando con desgarro sobre mí pecho, rodeándo con desesperación y vulnerabilidad mi cintura, su aroma dulce y delicado. Cada sensación del momento, volvió como un flechazo directo hacia mí débil corazón.
Desde aquella tarde noche, no pude dejar de pensar en ella, la estudiante modelo del instituto, una de las más bellas, piernas increíblemente largas, rostro perfecto, cabello hermoso y tremendamente educada.
¿Quién no se interesaría por ella? Si hubiese sido compañera mía en mis años estudiantiles, hubiese estado completamente colado por ella.
Pero ese es el maldito problema, ella es inalcanzable para mí.
Observé por aquella ventana a la bella muchacha que ha estado formando parte de mis noches más íntimas, quién aparece sin permiso alguno merodeando por mí mente como si fuera su maldito pateo de juegos.
Recogía la basura en la entrada del instituto, hace un mes que esta castigada y se que fue suficiente, de hecho reprendi y castigue a las responsables, pero mí maldito orgullo no quiere dejar de verla por las tardes.
De hecho, necesito verla y si debo utilizar la pirámide jerárquica para ello, lo haré y por esto, siento un increíble menosprecio propio como ser humano.
|.....|
-Unnie ha pasado una semana. Deberías de... -me detuve al verla con aquéllas ojeras espantosas, arruinando su bello rostro.
-Eunbie... -suspiro con pesadez- Taehyung es historia, no quiero saber de él.
-Pero unnie, oppa no quiso...
-Por favor, hermana, ponte en mí lugar. -su voz apenas se oía, realmente no tenía fuerzas ni siquiera para hablar, me dolía verla en tremendas condiciones.
-Sowon me dijo que Tae estaba ebrio por la fiesta del sábado, no cuenta, ¿o si? -fruncido el ceño con temor, deseé no haber clavado aún más aquella espina.
-Sojung es su hermana, pero incluso ella reconoció que... Taehyung es un patán. -le dolía nombrarlo, eso era verdaderamente nuevo.
-El alcohol produce locuras unnie, tú lo sabes mejor que nadie. -ambas conocíamos aquella trágica historieta.
Nuestro padre nunca fue un ángel, en más de una ocasión engañó a mamá y no sólo por su adicción al alcohol, pero realmente estuvo a punto de perderlo todo por el, incluso a nosotras.
-Lo sé, por eso lo odio. ¡Odio ese maldito vicio! -sus ojos comenzaron a cristalizarse- y é-él lo sabia perfectamente... una cosa son los malditos celos, se que es apuesto, no soy ciega. Tolero que le coqueteen, pero él se rifo y me engaño como un completo imbécil. -negó para limpiar sus lágrimas y tomar aire- No necesito esa mierda en mí vida, no de nuevo y tampoco tú. -la voz de mamá se hizo oir desde la cocina, Yerin sabia fingir muy bien: "estoy cansada, el trabajo."
No quería que mamá lo supiera, no quería que odiara a papá por todas las que pasamos como familia debido a su causa. Las cuentas, deudas, peleas, y gastos jamás resueltos e incluso las veces que llegaba con "regalitos" de todas esas mujeres.
Se que mamá realmente le perdonó cada falla, pero también se que lo hizo más por nosotras, sus hijas, las cuales quería que crezcan con un padre en sus vidas.
En cuanto a unnie, creó que aún se encuentra ahí aquella herida, pero se que ella amá a papá con todo su corazón.
Mis ojos se abrieron de golpe al reaccionar ante aquella situación, "Celos" eso fue lo que dijo.
Y me fue inevitable no sonreír ante tremenda idea.
Bienvenido a la casería, Jiminie.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top