Capitulo1
Bienvenida Forzada
???- ¡Ludwick, ven a desayunar!... ¡¡Ludwick!!...¡¡¡Ludwick!!!-.
Ludwick- ¡¿Eh?!...¡Si, ya voy!-.
???- ¡Apresurarte, que se enfría!-.
Vaya forma de despertar, esperas los sonidos de las aves o buena música, pero no, solo los gritos de tu madre son suficientemente potentes como para despertarte así, como si una granada estallara en la habitación. En fin, es hora de comer.
Rápidamente me pongo mis pantalones, camisa, chaqueta y botas favoritas, y bajo donde está mi familia. Cómo es de esperar, mi padre aún no se ha ido a trabajar, a veces pienso que nisiquiera tiene un empleo, pienso que solo se dedica a caminar o algo así.
Trato de iniciar una conversación con el, y solo logro que me ignore, como ha sido desde que falle el examen. Mi madre intenta animarlo a qué me hable, pero solo toma su maleta y se va, apenas tocó su comida, mi madre se acerca a mi.
Madre- Tranquilo hijo, no puede ignorante para siempre-.
Me da un beso en la frente y toma su desayuno junto a mi, huevos con tocino, algo simple, pero maravillosos solo por estar hechos por mi madre. Al acabar tomo los platos y comienzo a lavarlos, fue entonces cuando unos pensamientos atraviesan mi mente, ¿Porque es tan buena conmigo?, también le falle y aún así es buena conmigo, esa duda, acompañada de las palabras de mi padre - inútil, decepcionante, patético, estúpido - me hacen divagar por un rato hasta volver a mi, y terminar de lavar los platos. Al terminar me despido de mi madre y me voy al único sitio donde puedo pensar tranquilamente, el parque.
Al llegar ahí me dirijo al sitio donde acostumbro ir, está algo apartado de la gente, así que es tranquilo, casi nadie me molesta, ni las aves vuelan por ahí. Me siento en la única banca, tomo mis audífonos y empiezo a escuchar musica mientras dejo que las ideas fluyan a través de mi.
A lo lejos veo a un padre y a su hijo, el chico no tendrá más de diez años, eso me trajo recuerdos de cuando todo estaba bien, de cuando era querido por mi padre, cuando me decía que era su orgullo. Algunas lágrimas escapan de mis ojos, la música triste y melancólica acompaña perfectamente este momento, y lo hace tan bien que me impide notar al hombre que se ha sentado a mi lado, solo al volver la mirada es cuando lo veo, no lo voy a negar, me asuste.
El hombre es delgado, de facciones extrañamente finas, se ve que es alto, y de piel muy pálida, con un cabello negro muy bien peinado, lleva puestos unos lentes oscuros de forma circular y lleva una maleta. Instantáneamente me quitó los audífonos.
???- Muchacho, ¿Porque estás deprimido?-.
La pregunta me pareció extraña, más aún viniendo de un completo extraño.
Ludwick- No... No es de su incumbencia- digo limpiandome las lágrimas del rostro y tranquilizando la respiración-.
???- Déjame adivinar, problemas con tus padres, ¿No?- Una ligera sonrisa se forma en el rostro del sujeto-.
Ludwick- ¿Cómo sab?... No importa, dígame, ¿Que quiere?-.
El hombre se aclara la garganta antes de hablar.
???- Quiero ayudarte muchacho, comprendo cómo te sientes, es duro intentar y fallar-.
Esas palabras me dejan helado, completamente estático, el hombre sigue.
???- Para ayudarte te ofrezco esto- abre su maleta, mostrando frascos y cajas con algún tipo de fármaco-.
Ludwick- Yo, no consumó drogas- le respondo rápidamente-.
???- No son drogas muchacho, es un medicamento cuyo único fin es enfocar la mente y hacer que las respuestas lleguen prácticamente solas -.
Con cada palabra se escucha menos convincente.
Ludwick- Lo siento, no me interesa su producto-.
Esperaba que se enojase, pero fue muy cordial y respetuoso.
???- No hay problema muchacho, aún así, toma está muestra de cortesía -.
Me da una tarjeta donde se encuentra una única pastilla pegada a ella, es de color blanco y tiene grabada una N en ella. En la tarjeta se lee un nombre, Nyar L. A. vaya nombre. Cuando vuelvo la mirada para devolver la tarjeta el hombre ya no está, así que guardo la tarjeta con la pastilla, puede que sirva para una broma o algo así.
Reviso mi celular y veo la hora, 7:30 p.m., el tiempo se fue volando, así que tomo el camino de regreso a casa mientras recuerdo las palabras de aquel hombre y lo misterioso de su persona.
Al llegar a casa encuentro a mis padres discutiendo, mi padre culpa a mi madre de mis fracasos, alegando que su exceso de cariño me han vuelto un inútil, quiero golpearlo, pero nada más verme toma las llaves del auto y se va, golpeando mi hombro en el proceso. Mi madre sube a su cuarto, puedo escucharla llorar, quiero abrazarla pero la puerta está cerrada con seguro. "No es tu culpa madre, es mía por ser un fracaso", ese pensamiento me acompaña a mi cuarto y me flagela por mucho tiempo, tiempo en el que me retuerzo en mi cama, mientras trato de luchar con mis demonios internos. La tristeza me invade, solo quiero morir. Entre esos pensamientos recuerdo la pastilla. En mi mente formuló que puede tratarse de un veneno, y aquel hombre, un asesino, y con esa idea trago la pastilla, sin saber que me espera al otro lado. Cierro mis ojos, esperando algo diferente.
De un momento a otro, siento como el calor de mi cuarto y suavidad de mi cama son reemplazados por un frío extraño que impacta mi cuerpo y una dureza extraña, que jamás había sentido.
Al abrir mis ojos mi corazón da un salto, seguido de un sentimiento que solo puedo describir como insertidumbre y miedo a lo que mis ojos contemplan con pavor y confusión.
Miro y siento mi alrededor, el suelo, es duro como el metal, frío, parece estar húmedo y ser de un color aceitoso que brilla, reflejando un arcoiris de extraños colores. El aire es extraño, siento como entra en mis pulmones, es casi líquido y congela mi pecho, haciendo difícil tomar la siguiente bocanada de aire. El cielo, está cubierto por nubes de tonos blanco y gris, que brillan como si ocultaran la luz de un potente astro, iluminado frente a mi una colosal magestuocidad que jamás imaginé, hasta más allá del horizonte puedo ver un panorama del mismo color que el suelo sobre el cual eh caído de rodillas, ¿Dónde estoy?, ¿Cómo llegué aquí?, ¿Estoy soñando?, ¿Estoy muerto?, todos esos pensamientos me llenan la mente. No se que me ocurre, pero un instinto me lleva a levantarme y a caminar por lo que parece una ciudad de proporciones gigantescas.
Las estructuras son enormes, otras no tanto, pero todas de ese color aceitoso e incluso parecen estar húmedas perpetuamente, en algunos puntos incluso hay charcos de agua, extrañamente solo reflejan ese arcoiris de extraños colores. Las paredes parecen estar fusionadas con roca y metal, pero, eso no es lo más inquietante. Su arquitectura es grotesca, veo en las paredes formas vagamente humanoides, retorcidas de formas que no podría imaginar, rostros alargados y deformados en gritos y expresiones de agonía. El viento de la ciudad solo empeoró mi sensación de insertidumbre, que se convirtio en una curiosidad suicida cuando vi algo moverse entre la neblina de la ciudad.
Movido por esa sensación me acerque a dónde había visto el movimiento, tal vez seria otra persona que llegó aquí igual que yo. Pronto al acercarme algo me decía que no terminaría bien, y am estar cerca lo vi. Es un ser delgado, muy delgado y no tiene pelo, parece tener garras y su piel es del mismo color metálico aceitoso que tiene este lugar. Con horror ahogó un grito, pero eso solo hizo que ese ser se diera la vuelta, lo que me hizo correr, pues en su rostro no hay nada más que una boca llena de dientes. Mientras corro, escucho a esa cosa acercarse, sus garras chocan con el suelo húmedo, es como si un metal golpeara una roca, mis pasos al contrario son torpes, si no fuera por la adrenalina probablemente estaría muerto, y con más razón fluye la adrenalina en mi al escuchar rugir a esa criatura, es como si un metal se doblará, chillando y haciendo que el sonido retumbe en las paredes.
Rápidamente veo lo que parece ser un callejón cubierto por la densa niebla, por lo que decido apresurarme y esconderme ahí. La criatura pasa de largo, no puedo creer que haya funcionado. Respiro rápida y pesadamente, jamás había corrido así, esa fatiga provoco que no me diera cuenta de que el cabello se cerró de golpe, igual que una escotilla, al levantarme y darme cuenta de que estoy atrapado intento escalar la pared, pero está húmeda, y mi cuerpo tiembla al escuchar un susurro detrás mío.
???- Luuuudwiiiick...-.
Volteo rápidamente, siento que mi corazón se sale de mi pecho, es una voz femenina.
???- Que afortunado eres de haber llegado aqui-.
Ludwick- ¡¿Quien anda ahí?!- grite tratando de verme imponente-.
Con horror me arrepiento de preguntar. De entre las formas retorcidas de la pared, una de ellas sale, se trata del cuerpo de una mujer esbelta, de piel muy pálida, sería agradable de no ser por la falta total de un cráneo, ojos, y nariz, solo tiene una boca de la cual sale un líquido negro que baña unos labios carnosos. Su cuerpo está cubierto por lo que parecen ser cables endurecidos, o quizá son huesos, no lo sé, no quiero saberlo.
???- No temas, vengo a felicitarte, muy pocos escapan de un vigilante-.
Ludwick- Gra... Gracias- el miedo me consume más y más mientras aquella mujer se aproxima a mi-.
???- Para ser un fracaso lograste algo increíble-.
Ludwick- Incluso aquí saben que soy un fracaso -.
???- Para mí no lo eres Ludwick, veo en ti mucho potencial-.
Ludwick- No se de qué me hablas- miro hacia otro lado cuando los labios de aquella mujer están a centímetros de mi rostro -.
???- Si vuelves, puedo enseñarte tu verdadero potencial -.
Dudo al principio, sin saber a qué se refería acepto moviendo la cabeza.
Shiv- Perfecto, mi nombre es Shiv, bienvenido a Subconstructum-.
Fue instantáneo, la mujer abrió su boca y con dientes afilados y negros como la obsidiana arranca una parte de mi cuello, haciendo que me desangre, cayendo al piso, en un charco de mi propia sangre, quiero gritar, pero me ahogó con mi sangre, ella solo me mira mientras su cuerpo vuelve a la pared de dónde salió mientras el callejón se abre, con la poca vida que me queda, veo llegar a aquella criatura que me perseguía, se abalanza sobre mi. Entonces despierto.
¿Que carajo fue eso?, es mi principal pensamiento, todo se sintio tan real. Mire la hora, las 5:30 a.m., lo más extraño es que desperté sosteniendome el cuello, como queriendo detener una hemorragia. Muchos pensamientos recorren mi cabeza, pero solo uno se repite constantemente, deseo volver, no se si sea curiosidad, locura o una mezcla de ambas, pero quiero volver. Tomo la tarjeta, detrás hay un número telefónico y llamo.
...
...
...
???- N corps. ¿En qué puedo ayudarle?-.
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