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Seis: Amistades.
























































La amable mujer llamada Rosalia le sirvió comida a el Menor, el cuál la comió rapidamente pues enserio que ya se estaba muriendo de hambre, a lo que la mujer rió levemente.





En ese momento se escucho un grito femenino.





-¿Qué ha pasado Natalia?.-habló preocupada Ross y fue en dirección a donde el grito se escucho.






-l-lo siento, Chica se tiro encima de mí e hizo que tirara el zumo de naranja que traía.- se escucho a lo lejos como hablaba apenada, la que debía ser Natalia, la dueña de el grito anterior.













Mientras tanto, el Mayor se encontraba en su despacho arreglando unos papeles y tratando con clientes de su negocio, justo cuando colgó finalizando una llamada en el teléfono fijo sobre una nueva inversión, sono su celular, al fijarse en el supo que era su "gran" amigo Félix, dio un suspiro, descolgó y dirigió el celular a su oreja derecha.




-¿Qué es lo que quieres Félix?.-hablo el Mayor con algo de exaspero.



-eh, ¿Así le respondes a tu amigo de toda la vida?, uh que malo.- respondió alegre y burlón Félix.


-Bien, lo siento, pero es que sé, que siempre que llamas es por que quieres algo .- respondió después de un corto suspiro.

-Bueno...tal vez...pero eso después, solo quería preguntarte si fuiste al lugar que te dije, ya que siempre eres un viejo amargado.- declaro algo burlón el Sueco al otro lado de la línea teléfonica.


-Y tú un viejo pervertido...bueno, si fuí, ¿y?, ¿Cuál es el punto?.- preguntó el Mayor.



-¿Te llevaste algo de ahí?.- respondió pícaron, por asi decirse.


-sí, ¿para qué rayos quieres saber?, ¿también quieres acosarlo?, ¿no te basta con Ryan? .- hablo molesto el Mayor.

- así que es un él .- murmuro.- eh, eh, relajate, bueno, solo era una pregunta, no como para que te molestes.- el rubio intento calmar esa agresividad furtiva que siempre llegaba a colarse.

-bueno.....- respondio el mayor para después suspirar.





-se nota el estrés a kilómetros, ¿Qué tal si vamos a aquel Bar en un rato?, ya sabes, tu favorito. No tienes nada que perder.- sugirió el sueco.


-esta bien, solo que, no me hagas beber mucho, ya te conozco y se que te estas aguantando la risa estúpido.- hablo el Mayor.

-JAJAJAJA, bueno, bueno, nos vemos después.- terminó de hablar Félix para luego colgar.



El mayor soltó un largo suspiro. Luego fue directo a tomar una buena ducha para después vestirse casual, unos jeans grises, una camiseta azul, una chaqueta marrón y unos vans rojos. Bajo las escaleras y escucho voces desde la cocina, Ross, Natalia y....¿Sean?, bueno, eso si que le extraño, pero es mejor que conviva, y que mejor que Ross para ello, seguro ella le tomara cariño y comenzara a tratarlo como a un hijo y preocuparse por él.

Sonrió para sus adentros y salió de allí, tomó uno de sus coches, el que menos llamara la atención, pero reluciente y rojo. Subió a el y lo encendió, salio de su mansión y empezo a conducir a el bar donde se vería con Félix, esperaba y no perder el control y emborracharse mucho, tendría cuidado, pues solía hacer cosas de las que se arrepentida al día siguiente, pero necesitaba tomar un respiro, últimamente el trabajo se le ha juntado. Lo único que temía en ese momento era el tomar copas de más y hacerle daño al menor, pues una de las que temía desde que vio al menor era romperlo, era tan frágil a sus ojos.











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