Uno: La Subasta.

El Menor de pelo verde se encontraba en una subasta, pero no cualquier subasta, era una subasta humana, bastante retorcido, a decir verdad. El único problema que había allí era que..., el subastado era él, era parte de la mercancía de aquel desagradable lugar.

Se encontraba con los ojos completamente vendados y amarrado de manos y pies, en aquel piso de madera olor roble. En ese gran salón, solo se podían escuchar al subastador casi gritando :"¿¡Quién da más!?", y todas las voces que gritaban a los cuatro vientos una cifra, una cantidad grande de dinero. El Menor no podía hacer nada más que tener miedo y depender de la suerte misma que le deparaba el destino. ¿Cómo llego ahí?, fácil.

Aveces la ambición en un mundo de pobreza puede ser lo peor. Fue vendido por su propia familia, su propia sangre, traicionado y tratado como nada por quien alguna vez llamó papá y mamá. Fueron como mil dagas atravesando el débil corazón del Menor, ¿tan despiadado se podía ser?, pero bueno, ya no se podía hacer nada. No existian las maquinas del tiempo para ir y arreglarlo, lamentablemente.

-¡UN MILLÓN! -. Gritó un hombre robusto, por no decir gordo, y elegante en medio del público, su presencia para muchas personas presentes era causa de rechazo y asco, pero al hombre poco le importaba. El tipo era todo un degenerado.

-¡Un millón!, ¿¡quién da más!?, ¿¡quién da 2!?, ¿nadie? Vendido al hombre a la cuenta de tres, ¡uno!, ¡dos! Y.. ¡tr....!-. Antes de que el subastador pudiera terminar fue interrumpido por un jovén moreno de pelo rojo.

-3 MILLÓNES-. Dijó aquel jovén.

- ¡yo doy 4!, ¡CUATRO MILLONES! .- volvió a intentar competir el hombre.

- ¡6 MILLONES! .- fue su respuesta, a lo que el robusto hombre solo callo viendole con molestia.

El subastador abrió la boca sorprendido y sonrió viendo al menor, pensando: "muchacho, me vas a hacer millonario", extasiado por aquellas cifras y la mini pelea continuo. el subastador cuestiono por última vez quién daba más.

-¿nadie?, Vendido a la 1, vendido a las 2, ¡Vendido a las tres!. ¡¡Vendido al joven pelirrojo!-. Dijó para terminar la venta aquél subastador.

Nadie pudo competir con aquella gran cantidad de dinero, nadie tenia lo suficiente para superarlo.

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CHAN CHAN CHAN, leche con pan papuh :V

Conciencia: muestrate más profesional, por favor.

Nel.