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Narrador omnisciente:
Sus pasos no podían escucharse en la habitación, ya que andaba en esta en calcetines, la gente ya se encontraba a salvo y resguardada después de unas horas.
Los sótanos estaban llenos, nadie había resultado herido gracias a los que se fueron a combatir, eran al rededor de las tres de la mañana y ninguna había pronunciado palabra alguna.
Akita se encontraba sentada en una silla cerca de una mesa de madera, con una cobija en su espalada mientras su mirada se perdía en el fuego rojo de la fogata
— Akita tomate el té, se enfriara — dijo la peliblanco quien había cuidado de ella después de haberla encontrada tumbada en la nieve, justo en la entrada
— el té — susurro ella mirando su vaso — ¿dónde estoy ahora?
— el golpe debió ser fuerte, también no se cuanto tiempo estuviste ahí, seguramente te fuiste a despedir de Zendo — pensó _________ en voz alta
— el se fue … — volvió a susurra para después comenzar a llorar en total silencio para que ella no pudiera escucharla
— ¿Akita? — suerte que ella corrió para sostenerla antes de que callesé al suelo, aun estaba mal
— dejame ayudarte — dijo una de las aldeanas que estaba por ahí llevando cobijas
Ambas la recostaron sobre la cama mas cerca, esperaron unos minutos hasta que se durmió completamente, eso habían creído, _________ le dio las gracias y ella se retiró. Al menos se esperaría hasta que se le bajase la fiebre.
Se sentó en una silla a un lado de la cama y esperó pacientemente, Akita aún dormida deliraba un nombre, un nombre que _________ conocía mas que a nadie, un nombre que hasta hace unas horas una persona era dueño de este.
Lloyd … no te vallas
La peliblanco miro a Akita confundida, ¿por qué lo menciona ahora?, ¿por qué en estos momento?
— Akita, ¿qué pasa? — pregunto colocando una de sus manos en su frente — ¿puedes escucharme?
— pude sentirlo — volvió a decir de la misma forma — un beso sin amor, no es lo que quería…. No lo quería
— un beso, ¿de quién? — estaba muy confundida, no entendía nada — Akita, puedes hablarme
Sin embargo ya no recibió respuesta, ella se había quedado totalmente dormida y no decía nada así que no insistió mas.
Se quedo callada unos momentos y después miro su mano, donde llevaba el anillo y sonrió recordando ese momento, Lloyd ahora era su prometido y cuando este regresara seguramente se casarían y tendrían nuevamente una familia y sin dejar aun lado que Zane regresaría con el.
Al pasar una hora __________ dormía tranquilamente en la silla a la espera de que Akita pudiera despertar
Narra Zendo:
Las horas parecían transcurrir lentas a medida que mi conciencia se perdía entre la multitud, las llamas quemaron a la mayoría de mis soldados y dos de las lechuzas estaban sobre Lloyd quien no se dejaba atrapar por ellos.
Aunque este actuaba raro ante ellos, como si en vez te atacarlos los evitara y su concentración no me estaba gustando.
— ¡que te ocurre, debes matarlos no evitarlos! — grite mientras mi brazo derecho se desangraba por la herida
— ya lo se … — dijo ayudandome mientras nos levantábamos del suelo
— Lloyd … no vamos a poder ganar — dije — y lo sabes, aun son muchísimos y solo nos quedan 10 soldados de nuestro lado
— bueno, si así debe ser ¿qué mas podemos hacer? — cuestionó con una sonrisa triste mirando el entorno — yo los extrañaba …
Aquello último lo dijo en susurros, mas para el que para mi y desde luego me confundí
Narra Lloyd :
Tuve que dejar a Zendo por un momento mientras retomaba el reencuentro con ellos. No podía creerlo, era como un milagro poder volver a escuchar sus voces, quería abrazarlos y decirles que lo lamentaba mucho, que nunca fue mi intensión destruir todo lo que habíamos logrado, había mucho por decir
— si sigues de esa manera realmente vas a morir — dijo uno de ellos y a juzgar por su voz y esa fuerza tan monstruosa sabía quien era — ¿eso quieres? Podría hacerlo
— y por que no lo has echó — dije — hace un momento estabas apuntó de matarme mientras ayudaba a Zendo, ¿qué te lo impidió?
— el emperador desea muchos esclavos para el ejército y tu eres fuerte, tienes una gran fuerza y no pareces tener mas de veinticinco años — dijo mirándome fijamente. Su piel era de hielo, casi translúcida así que si yo le daba un golpe el se regeneraría rápidamente
— se que ustedes no tienen compasión por nadie — dije mirando sus ojos sin vida — Cole, has echo cosas terribles
Este me miro aterrado, molesto y a la vez confundido
— ¿¡como me llamaste!? — cuestionó — ¡yo no te conozco, extraño!
— bueno, pero yo a ti si — respondí — tu elemento es la tierra no, algo así
Dije mientras le mostraba que yo también podía hacerlo. Creí que con eso el podría reconocerme pero no fue así, por que de inmediato me ataco, tuve que esquivarlo y brincar a la rama de un árbol cerca
— ¡baja, ahora quiero respuestas! — ordeno señalándome con su enorme Oz — ¡baja!
— claro bajaré, con una condición
— ¿qué quieres? — preguntó
— llevame con el emperador, y deja ir a los demás. Soy mas valioso que todos ellos ya lo has visto — dije mostrándole mis otros tres elementos — tengo yo también el mismo poder que aquel que congelo todo este reino, llevame y prometo seguirles por siempre
— ¿y cómo puedo confiar en ti?
— puedo decirte como es que as vuelto a este lugar, decirte quien fuiste a la vez que te digo las últimas noticias de tu padre, y quienes son los que te acompañan — después señale a los otros dos
— tu líder no te dejara ir, es terco — dijo el bajando la Oz — así que no creo poder llevarte ante el
— a Zendo no le importa mi vida, solo protege a los suyos, es un buen líder — explique — así que no importa lo que tu hagas conmigo
Narrador omnisciente:
El bando de hielo retrocedió cuando una de las lechuzas anuncio algo a los últimos 7 solados en pie
— por desgracia para nosotros debemos irnos, por orden de nuestro emperador — dijo kai — creó que ya han tenido suficiente, vallanse ahora y juramos dejarles en paz
— no lo creo, seguro nos seguirán cuando estemos cerca de nuestro hogar — dijo Zendo
— tu debes ser su líder, si de verdad amas a los tuyos te iras ahora — dijo Jay — el chico de cabello rubio esta muerto, trato de hacer un trató con uno de nosotros pero no le funcionó, ¿no es así Cole?
— quería ver a nuestros emperador, no podía permitir tal cosa — dijo seriamente — ¡largo, el era nuestro objetivo y ya quedo resuelto! ¡Largo ya!
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