Hace mucho que salió el sol cuando el agente Hill llama al teléfono fijo del apartamento para hacerle saber que está esperando abajo.

Ella dice que llegó tarde porque él podría haber querido descansar lo suficiente. Natasha habría sabido que no durmió la mitad de la noche, piensa. Ella siempre lo sabe.

El viaje a la sede de SHIELD es silencioso. Ya está pensando en cuándo verá a Natasha.

Una vez dentro del edificio, el agente Hill le dice que es libre de ir a donde quiera, como el gimnasio, la piscina y las demás instalaciones; o puede ir a consultar los archivos si quiere encontrar a alguien de su pasado.

De alguna manera, solo puede pensar en esa persona del presente.

"¿Qué hay de  N ... Romanoff?" él pide. "¿Donde esta ella?"

El agente Hill permanece recogido. "Me temo que esto está clasificado, Capitán Rogers".

Él frunce el ceño. "¿Qué quieres decir con clasificados? Ella vino aquí conmigo. Llegamos juntos Debería saber lo que está pasando ".

Hill asiente con una mirada comprensiva y se aclara la garganta mientras niega levemente con la cabeza. Ella no va a ceder, se da cuenta.

"Gracias, agente Hill. Lo tomaré desde aquí" Fury llama desde la puerta. Steve lo mira con dagas

Ella acepta fácilmente sus instrucciones y sale de la habitación. Fury entra tranquilamente bajo la mirada cercana y desconfiada del invitado.

"¿Donde esta ella?" pregunta de nuevo. "¿Cuándo puedo verla?"

Fury toma una respiración profunda, deteniéndose. "No puedes. Y ayer habrías recibido una respuesta completamente diferente ".

"¿Por qué? ¿Que pasó?" Steve pregunta.

"Ella trató de escapar temprano esta mañana".

Steve lo investiga. "¿Puedes culparla? Vi la forma en que la trataste ayer, como ... "

"Como un criminal, capitán. Tal vez quieras tener eso en cuenta" lo interrumpe Fury." En cuanto a tu cuestionable simpatía, no la comparto. Derribó a cuatro de mis agentes, dos de los cuales están en la enfermería con huesos rotos ".

Steve mira hacia otro lado y suspira. Cruza los brazos sobre el pecho. "Ella lo habría hecho peor si su verdadera intención fuera hacerles daño", murmura.

"Bueno, sus métodos dudosos claramente sirven a intenciones dudosas. Se ha reforzado la seguridad ".

"¿Qué significa eso?"

"La Viuda Negra ha sido confinada hasta su audiencia la semana que viene. No puede ver a nadie, y mucho menos recibir visitas ".

Sus pupilas se estremecen y siente una repentina oleada de pánico por lo que sigue siendo su propio trauma reciente. Mira fijamente a Fury a los ojos.

"No puedes mantenerla encerrada en una jaula como un animal. Nadie merece esto ".

Fury es imperturbable. "Entiendo por qué usted personalmente se sentiría tan fuertemente en contra de ello, de verdad, capitán. Pero es mi responsabilidad mantener a todos a salvo. Ella permanece confinada por ahora ".

Pero cuanto tiempo es ahora?

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Los días pasan a paso lento. Sus días consisten principalmente en intentar pasar el tiempo con diversas actividades. Va mucho al gimnasio para desahogarse. Lee los archivos de sus antiguos compañeros una y otra vez. Todavía no puede ver a Peggy; actualmente se encuentra en Londres, pero su familia dijo que pronto vendría a Estados Unidos para una visita. Pero no es hasta un par de meses.

Va a Nueva York por un par de días y recorre las calles que recorrió hace 70 años. Camina por Brooklyn y pronto, a la vuelta de la esquina, encuentra su hogar. Finalmente, reúne el valor para llamar a la puerta del apartamento y pregunta si puede echar un vistazo rápido. El nuevo inquilino está de acuerdo. Pero ya nada es igual. Se han vuelto a pintar las paredes y se ha cambiado la carpintería. Incluso el suelo crujiente ya no cruje bajo su pie: también ha sido reemplazado. Sale antes de lo esperado. Preferiría mirarlo desde la acera, al menos desde allí, se ve igual que él recuerda.

Un niño que pasa corriendo junto a él trae consigo una ola de recuerdos, en su mayoría de él y Bucky jugando béisbol en la carretera en los días de verano.

La cafetería favorita de él y de su madre todavía está a una cuadra, pero se ha convertido en un bar de jugos y batidos orgánicos. Sin embargo, la amplia ventana con vistas al puente todavía está allí. Pide una copa y se sienta en el taburete alto. Se queda allí todo el día, y con un bolígrafo, incluso dibuja el esqueleto del puente en la servilleta de papel compostable.

Quizás esta tarde habría sido más agradable si hubiera tenido a Natasha para hacerle compañía. Le habría contado la docena de anécdotas y recuerdos que guarda cada esquina.

Y ella habría escuchado, está seguro.

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De regreso de su corto viaje a la ciudad de Nueva York, irrumpe en la oficina de Fury. Se para frente a su escritorio.

"Déjame verla", dice. "Ha sido una semana. No puedes mantenerla confinada para siempre ".

"Esa no es mi decisión. Estoy siguiendo órdenes de mis superiores ".

"Déjame hablar con ellos", dice en voz alta después de una pausa.

"Eso no será posible".

"He terminado de hacer las cosas a tu manera", grita mientras lanza el artículo que está sobre el escritorio al otro lado de la habitación. Se estrella contra el suelo seguido de silencio. Fury lo mira con frialdad. Steve está mirando el objeto en el suelo.

"Está bien, Capitán", dice antes de llamar a un agente. "Llévelo a ver a Romanoff en el confinamiento".

El hombre asiente y va a esperar fuera de la oficina.

"Tienes veinte minutos", dice Fury.

Steve finalmente desvía sus ojos hacia él.

"Quien esté detrás de esto está equivocado", dice. "Solo lo está empeorando. Natasha traicionó a sus superiores para dejarme salir. Podrías elegir convertirla en aliada, pero no lo hiciste ".

"Ese no es tu juicio", dice Fury.

Steve levanta la mirada y luego sale de la habitación.

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Caminan por una docena de pasillos antes de llegar a un pasillo con luces cegadoras. Dos agentes fuertemente armados custodian una puerta. No les sorprende verlos como si ya estuvieran informados. Steve toma la mano y toma una respiración profunda. De alguna manera teme lo que encontrará al otro lado.

En el interior hay una habitación desnuda con altas paredes blancas, una mesa y dos sillas en el centro. Nada más.

Natasha está sentada en la silla de enfrente. Ella mira hacia arriba con una expresión aturdida y desgastada, círculos oscuros manchados debajo de sus ojos. Parece esperar otro largo interrogatorio.

Ella parpadea al verlo en su lugar.

"¿Steve?" ella murmura

Asiente y se sienta en la silla de enfrente. Quiere pasárselo a ella, pero las piernas están atornilladas al suelo, al igual que la mesa.

"¿Cómo estás?" ella pregunta.

Resopla tristemente. "¿Como estoy?" repite, resoplando mientras trata de ocultar sus emociones. "No importa."

Ella lo mira con una expresión un poco dudosa. "Pensé que después de lo que pasó en San Petersburgo, es posible que no quieras volver a verme".

Él sacude su cabeza. "Por supuesto que no. Ahora entiendo por qué querías irte ". Él mira alrededor de la habitación. "La forma en que te tratan aquí es repugnante. Lo siento." Él la mira a los ojos, más allá de sus círculos oscuros y el cansancio en sus ojos. Se da cuenta de que no intentó lo suficiente para ayudarla. No ha hecho lo suficiente. "Lo siento", repite.

Natasha lo mira atónita. "Sé que no eres tú".

Él alcanza sus dedos y los aprieta en sus palmas. "Tenías razón", dice. "Los gobiernos y sus líderes. Todos mantienen sus motivos ".

"No debería importarte", comenta con una mirada de asombro. "¿Por qué te importa?"

Su voz se quiebra un poco. Parece que es un concepto que no puede comprender.

"Me importa", responde. "Por eso estoy aquí hoy".

Ella se ríe tranquilamente. "Esto podría ser el síndrome de Estocolmo", dice con una sonrisa juguetona que logró reunir.

"No lo es", responde con total naturalidad. "Nunca te tuve miedo".

Ella arquea una ceja. "Parece que estoy en el negocio equivocado".

Ambos sonríen. Casi se sentiría como si todo fuera normal, pero nada lo es.

"Al menos estás en casa. Me alegro de que estés en casa ", susurra.

Él besa sus manos, y otra vez. "Te sacaré de aquí, lo prometo".

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