Capítulo Tercero.



La incomoda silla en la que se encontraba sentado solo generaba más inquietud en su cuerpo, perforaría el suelo si continuaba moviendo su pie frenéticamente. La humillación la sentía hasta en sus uñas y la preocupación de lo que se avecinaba lo tensaba. Recordó cómo antes de girar y estar rodeados de grandes edificios universitarios, inspeccionó los rostros conocidos, y se sintió más afligido al reconocer la inquietud en sus ojos, todos allí ya sabían lo que sucedería, librarse no era una opción, tenía que afrontar las consecuencias. El silencio que tenía intranquilo al azabache fue profanado por una cantidad razonable de adolescentes que hablaban animadamente pero apenas todos los pares de ojos de posaron en el chico que yacía en la silla, el silencio regreso tan rápido cómo se había marchado. Jeon se removió incomodo en la desagradable silla y pronto los murmullos se dieron a escuchar.

--Sr. Jeon- el nombrado se levantó tan rápido de la silla que le tomo un poco de tiempo equilibrarse- no necesito una explicación para su rebeldía, por eso lo he citado acá, tanto quería llamar la atención de los estudiantes de nuevo ingreso, le daré la oportunidad para hacerlo mejor- aquellas palabras decían problemas en toda su expresión- son un total de cincuenta y nueve estudiantes, trece de ellos no hablan adecuadamente nuestro idioma, pero espero que pueda solucionar el inconveniente. Usted escogerá si los reúne a todos un día determinado, o decide la división en la cual cada uno pertenece.

¿Por qué no me sorprende que ya estén divididos? Sí pertenecías a esta universidad, todas y cada una de tus cualidades son evaluadas para previo etiquetamiento. Puedo pertenecer a la facultad de ciencias por la carrera a la que decidí estudiar, cómo también puedo pertenecer a los deportistas de la facultad por los entrenamientos de boxeo, y aun así también tengo la etiqueta de los nativos coreanos. Pero con todo ello, aun no comprendo lo que querrá transmitirme.

--Disculpad, pero no estoy entendiendo su mensaje.

--Cómo lo esperaba, será el cicerone* de todos aquí presentes, excluyéndome, claro está- mencionó mientras cambiaba el peso de su cuerpo de una pierna a la otra- tendrá hasta el martes.

--Pero hoy es jueves- se atrevió a decir incrédulo.

--Será mejor que inicie desde ahora, cada uno le mencionará sus etiquetas, pueden retirarse.


Jeon estaba desconcertado, tenía que hacer de guía de cincuenta y nueve estudiantes y una parte de ellos ni hablaba bien su idioma, y aun así tendría que asistir normalmente a sus clases y atender cada una de ellas cómo debe. No podría permitirse pasar mucho tiempo, cuando el plazo venciera el debería dar reporte y aquellos pares de ojos que seguían cada movimiento de su cuerpo deberían justificarlo.

--Será mejor que iniciemos de buena manera. Soy JungKook, facultad de ciencias, pero de seguro ya lo sabrán- observo cómo poco a poco cabezas frente a él, asentían- los que me comprender perfectamente ubicarse a mi derecha- pasos tímidos se ubicaban y visualizó los que seguían en su lugar, comenzó a contar cabeza por cabeza hasta llegar a las trece.

--Kook, no creo que sea necesario, todos aquí somos lo suficiente adultos para guiarnos- el azabache sonrió en grande al reconocer su antiguo amigo.

--Pero que dices, Nael, mi cabeza colgará las impecables paredes del director sí sé llegase a enterar de tu ideilla.

--Disculpen, pero en media hora iniciará la primera clase y no quiero llegar tarde- se interpuso una chica bastante rosa.

--Ya que todos estáis reunidos, prefiero ser de guía ahora, ¿alguien puede ser traductor de mis palabras a las personas que no me comprenden?-observo cómo su amigo hablo en lo que supuso ser japonés y cierto grupo lo rodeo y así cinco personas más se dispusieron a ayudar al joven guía- el recorrido del día de hoy será bastante básico, les daré a conocer las diferentes plantas en la cuales verán sus clases, la cafetería, la biblioteca y el gimnasio universitario, al final del recorrido escribirán sus nombres en mi libreta y a su lado la facultad a la que pertenecen, así los dividiré los días para explicarles mejor cada una de las instalaciones y sus funcionamientos, ¿están de acuerdo? ¿Alguna duda?- repaso los rostros frente a él y espero que las seis personas correspondientes tradujeran lo que había dicho anteriormente.

--¿Puedes decirnos donde están los baños? Creo que a todos aquí nos beneficiaría- mencionó sarcásticamente un chico de grisáceas hebras.

--Claro, para los que tenéis miedo de su primer día tanto así que sus vejigas no aguantan, los baños están ubicados en todos los pisos, solo la primera planta tiene tres baños de cada sexo, no será tan complicado encontrarlos, se ubican al extremo de cada planta. ¿Alguna otra pregunta? Que no sea tan evidente, por favor- todos negaron automáticamente pero cierto peligris giro su rostro en busca de una distracción.



El bullicioso lugar, agregando el esparcido olor a comida estaba colmando la paciencia de los Jeon's que trataban de organizar sus tareas asignadas sin mencionar que no eran necesariamente trabajos universitarios. 

--Vamos, Kook, mira el lado positivo tienes tres números de teléfono celular- se acercó el lindo peli-plata y señalo algunos nombres en la libreta de su amigo- y uno de ellos es de un chico. 

--Ese es tu número, idiota- dijo sin levantar la vista de las hojas esparcidas por la mesa.

--Así es, llámame- ¡Auch! cierto golpe debió doler.

--No profanes a mi hermano.

--Pero mi bella Hael, no puedo profanar algo que está más corrompido que mi ser- llevo la botella de agua a sus labios.

--Sabes que no me gusta que me llamen Hael.

--A mí me encanta, se parece mucho a mi nombre- dijo mientras apretaba la mejilla de la mayor. 

--¿Creen que debería juntar a los de matemáticas con los de ciencias?- interrumpió un concentrado azabache- me rindo, odio al Sr. Lee.

--¿Qué ha dicho sobre mí, Sr. Jeon?- definitivamente sería el mejor momento para que una nave espacial lo raptará a otro planeta.


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*Cicerone era una manera (antigua) de decir o escribir, guía.


Tengan un agradable día.

Cualquier error en redacción u ortográfico, hacédmelo saber.
También las dudas o inquietudes.

Estaría maravillad/ si deciden darme su opinión acerca de cada capítulo.

Hasta en un próximo capítulo.

Baila un poco más, Love Yourself.

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