Capítulo Segundo.
La tenue luz solar luchaba con irrumpir por completo la habitación, en pocos segundos empezaría la tragedia. Todo en la habitación eran suspiros pequeños, sabanas calientes y una merecida siesta. ¿Mencioné que empezaría la tragedia? Parecía que el reloj despertador solo le importará una cosa, arruinar las mañanas antes de saber que era de mañana, y sí, eso era lo único que le importaba, era su único trabajo ¿Qué esperaban?
--¡Joder, Jeon! Hace cinco minutos tu alarma suena sin cesar, podrías al menos desconectarla, el ruido llega hasta Marte- Despojo las sabanas del cuerpo inerte de su hermanito.
--Yo haré la cena, mamá- balbuceaba en la almohada, pero no lo culpen, él ni sabía que estaba en la Tierra.
--Hoy es un día importante, no me hagas llegar tarde, Kookie~ssi, apresúrate- sacudía rítmicamente los hombros del ser en la cama.
--Tan solo cinco minutos más- apenas asimilaba el dolor de su brazo izquierdo por dormir sobre el.
--Ayer llegaste de clases y ni siquiera te dignaste a esperar las noticias de tu linda hermana- lo ayudo a reincorporarse en la cama- ni siquiera despertaste por el olor a comida, me sorprendes- fue hacia las cortinas y de un solo tirón le permitió el paso a toda la luz solar que podría entrar a la cómoda habitación.
--¡Me muero, soy un vampiro!- dramatizó y por ende un golpe se llevó.
--Fuera de la cama, hoy te llevaré a clases, ¿adivina quién tiene las llaves del lindo auto de papá?- giro las llaves sobre su dedos.
--¿Por qué papá- deberían dejar de interrumpirlo.
--Hoy es jueves, papá trabaja en casa esos días, vamos, levántate, la falta de comida te hace más tonto- se apresuró a decir la portadora de una aniñada pijama.
Con todos sus sentidos activos y el del olfato volviéndolo loco se apresuró a bajar las escaleras, tanto así que casi se tropieza por las agujetas sueltas de sus botas. En la isla de esta se encontraba una pequeña adolescente con ¿su cabello anaranjado? Esperad, ¿desde cuándo tenía el cabello naranja? Tanto así había durado la <<pequeña>> siesta del Jeon menor, continuaba en la Tierra de eso debía estar seguro.
--¿Cuánto he dormido?- hablo mientras agarraba la jarra del zumo de frambuesa y lo vertía en un vaso.
--Supongo que 12 horas- dijo con cierto tono de extrañez.
--Eso te tomó que clonarás a mi hermana- tomó el brazo de la chica a su lado y simulo que la ahorcaba con esta misma- crees que no sé qué tenía el cabello desteñido, habla, ¿Quién te mando?
--Kookie~ssi, por estas razones no te hablo en la universidad- mencionó con jocosidad.
--Golpe bajo, zanahoria- y el ultimo waffle desapareció.
--Llegaremos tarde, malote- respondió su gran <<pequeña>> hermana.
--Falta media hora, no entiendo, he dormido tanto ¿qué cambiaron el horario?- dijo mientras inspeccionaba su atuendo por aquel comentario de la Jeon.
--¡Decidme porqué me han otorgado este hermano!- simulaba hablar con el techo- hoy será el ingreso de los estudiantes de intercambio ¿lo olvidaste?, Jungkook~ssi, Nael llegará de Japón para terminar sus últimos semestres en Corea- buscaba desesperadamente su teléfono celular entre sus libros.
--No lo he olvidado, solo omití esa información- tercera vez que arreglaba sus agujetas.
--Ajá, cierra la puerta, no quiero tener que buscar por todo el campus mi facultad- cerro la puerta tras de sí y acomodo su cabello en el retrovisor del auto.
Una cantidad impresionante de personas estaban por todas partes de la universidad, ni siquiera podían encontrar un aparcamiento libre, ambos sabían que podrían traer problemas consigo por el acto que acabaron de hacer, pero tienen que entenderlos, eran los únicos espacios libres y en menos de cinco minutos se llevaría a cabo el tan esperado evento. Tan poco tiempo en ubicar al menos un rostro conocido de su facultad, un tiempo muy limitado para ubicarse antes de que todo el bullicioso ambiente quede en un silencio sepulcral. Solo necesitaban enfocarse en cada rostro hasta que su cabecilla reconociera al menos uno.
--HaNu, aquí estamos- giraron sus rostros hasta ver el pequeño grupo de su hermana con una gran multitud alrededor. Su pequeña hermana lo miro con ojos lamentosos, pero el menor de los Jeon's solo se hizo un ademan para que se uniera a su grupo.
--¿Probando?- el sonido retumbo por todos los alrededores hasta quedar en total silencio- Demos inicio al evento.
Jungkook dejo de escuchar el gran discurso que tendrían preparado, y se dispuso a buscar exasperadamente algún rostro de su facultad. Todos y cada uno eran erróneos, hasta que giro su rostro y capto la atención de un alto con pelo plateado.
Nael, él pertenece a la facultad de ciencia, seguro se ubicó allí. Ha crecido bastante, por poco y mediríamos lo mismo, sus manos se mueven frenéticamente indicando que me acerque, iba a dirigirme a su lado pero otra mano me ha ubicado en la línea horizontal en la que todos están formados.
--Por favor, queridos estudiantes subid- el portador de esa potente voz dejo el micrófono en el pedestal* y se situó al lado de las escaleras reverenciando a cada estudiante que pasaba a su lado. Poco a poco se ubicaron y un azabache que estaba completamente perdido fue levemente empujado para que comenzará a caminar, con todas sus dudas a flote y su cabeza girando a todas direcciones subió los escalones. Se sentía intimidado muchas miradas se posaban en él y solo lo hacían poner más nervioso.
--Filipinas- alrededor de 7 personas dieron un paso al frente mientras reverenciaban. Países se escuchaban, pasos al frente daban y reverencias recibían, repetían el ciclo sin parar. Algunos murmullos rompían el silencio que los directivos se empeñaban a crear- Matemáticas- ¿Existía algún país llamado así? Porqué cierto azabache estaba más que perdido, se sentía desorientado, y cuando fijó sus ojos en el grupo del frente que elevaba sus brazos creyó comprender todo nuevamente, pobre criatura, no sabía lo que le esperaba- Leyes y derechos- él Jeon menor observó cómo su pequeña hermana levantaba su brazo mientras movía los labios, él sabía perfectamente que no emitía ningún sonido y que trataba de comunicarse con él, su cerebro lucho, sus neuronas batallaron pero su ser seguía sin comprender- Ciencias- he aquí el gran error, cierto chico con botas se emocionó y levanto ambos brazos, llamando la atención de muchos ojos burlones y curiosos, ¡Ay Jeon, la has liado! –Sr. Jeon- escuchar su nombre por medio de esos gigantes parlantes hizo que el azabache bajará las manos cual rocas en el río y se tensará hasta el último vello de su cuello. Un imponente hombre con traje a la medida se posó frente al chico que llamaba la atención de todos los presentes- ¿Qué crees que haces, Jeon?- susurró tan bajo que solo ponía más rígido el cuerpo del menor.
--Yo- en serio, deberían dejar de interrumpirlo.
--Vas a esperar en mi oficina, y no te moverás de allí, ¡ahora!- eso ultimo lo mencionó tan fuerte que todos allí se tensaron al escucharlo.
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*El pedestal es parecido a un trípode para sostener el micrófono, aunque también son conocido cómo columnas.
Tengan un agradable día.
Cualquier error en redacción u ortográfico, hacédmelo saber.
También las dudas o inquietudes.
Estaría maravillad/ si deciden darme su opinión acerca de cada capítulo.
Hasta en un próximo capítulo.
Sonríe un poco más, Love Yourself.
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