chapter six | date
— NOVIEMBRE 2024 | primer mes.
📍 ¿NUEVA PAREJA EN EL PADDOCK?
Recientemente, varios medios han informado que Olivia Rosewood fue vista en las playas de Brasil durante la noche en compañía de un piloto de Fórmula 1. Sin embargo, no se trataba de Charles Leclerc, su ex pareja, con quien terminó oficialmente hace un mes, sino de su compañero de equipo: Carlos Sainz.
Según los reportes, ambos habrían compartido un romántico picnic en las playas cercanas de São Paulo, algo lejos del hotel donde se hospeda el piloto. Aunque la playa era supuestamente privada, algunos fans lograron acceder al lugar y capturar fotografías de la posible nueva pareja.
¿Podría este romance generar tensiones entre los compañeros de Ferrari? ¡Cuéntanos tu opinión!
. . .
username1 | No olvidemos que Carlos y Olivia también son amigos, además de su relación con Charles, por lo que es probable que la foto esté sacada de contexto.
↳ username2 en respuesta a username1 | Lamentablemente, la chica que filtró las imágenes también publicó un video en Twitter, donde ambos lucían como cualquier cosa menos amigos; estaban envueltos en una manta mientras se besaban.
username3 | Pobre Charles, ella es definitivamente una bruja, y él ha sido un mal amigo y un pésimo compañero. Me alegraría que tomara distancia de una vez por todas de ambos.
username4 | ¡Misterio resuelto! El rumor de que Charles había sido infiel resultó ser completamente falso. En realidad, ella había estado viéndose con Carlos todo este tiempo.
↳ username5 en respuesta a username4 | Necesito la creatividad de las fans de Leclerc inventando una excusa nueva cada día para defenderlo.
↳ username4 en respuesta a username5 | No es cuestión de imaginación, sino de lógica. ¿O acaso vas a decirme que súperas a tu ex tan rápido? Sin mencionar, claro, que la vieron con su amigo.
↳ username5 en respuesta a username4 | No sé si lo supiste, pero hace un mes todos los medios comentaban que incluso personas cercanas a ellos afirmaban que Charles le había sido infiel varias veces. No soy fan de Olivia ni mucho menos, pero ¿de verdad vamos a culparla por querer seguir adelante con alguien nuevo?
username6 | ¿Desde cuándo, en el mundo de los relacionados con Leclerc, "avanzar" significa liarte con el amigo de tu novio? Parece sacado de un manual.
— ALGUNAS HORAS ANTES.
Olivia sabía que debía cumplir su promesa y asistir a la cita, pero el miedo la invadía. Temía que las cosas se tornaran incómodas entre ellos y que al final tuviera que inventar una excusa para escapar.
Pero cuando sintió sus pies en la arena y Carlos apartó las manos de sus ojos, aquellas manos que habían estado allí desde que llegaron, se dio cuenta de que él era alguien con quien podía sentirse segura, y su miedo desapareció.
Él había organizado todo para que fuera especial, aunque lo había hecho de manera sencilla, lo que lo hacía aún más bonito. La luna iluminaba la manta de picnic sobre la arena, adornada con comida y algunas velas. Olivia agradeció no haber venido con tacones.
— Dime que trajiste algunos sándwiches. — Ella le pidió con ojos suplicantes, arrodillándose sobre la manta.
Carlos soltó una risa y, con un gesto de ostentación, sacó una botella de vino de la hielera. La descorchó cuidadosamente y se sirvió una copa.
— Traje una pizza, lamento romper tus ilusiones.
La baba de la chica casi caía de su barbilla mientras observaba la pizza con queso que Carlos había sacado de la caja. Había sido un vuelo largo, seguido de una tarde en la que se instaló y realizó el check-in en su hotel, así que no era sorprendente que estuviera muriéndose de hambre.
— Más te vale que te comas los bordes. — Él le dice con una sonrisa, observándola devorar su comida lentamente, aunque con cierta ansiedad.
La noche había sido más que perfecta, llena de bromas, pizza, largas charlas en las que Olivia estuvo a punto de manchar a Carlos con vino, risas compartidas y momentos en los que, para ella, fue increíblemente fácil olvidar a Charles, aunque solo fuera por una noche.
No pensar en él era un alivio, al igual que no pensar en cuánto lo extrañaba, en cuánto deseaba que la besara en todos los rincones y que, con su perfecto francés, le dijera que todo estaría bien, que la amaba. Ese dolor nunca desaparecía, solo se ocultaba por un tiempo, exactamente como ahora.
— Lo siento por lo de ayer. — Se disculpó, inclinando ligeramente la cabeza mientras la miraba con una expresión de culpa. — Lamento si te ha hecho sentir incómoda lo qué pasó.
Olivia negó con la cabeza, colocando sus manos sobre las de él y mirándolo con calidez y comprensión.
— No es tu culpa. No fue por eso que reaccioné así. Simplemente, algunos recuerdos dolorosos surgieron en mi mente y me hicieron retroceder, pero no fue por ti, Carlos.
— Fue por Charles. — Lo dijo de inmediato, como si no fuera lo suficientemente obvio como para adivinarlo. — Siento que es miedo, o tal vez lo extrañas tanto que te resulta difícil comenzar algo nuevo con alguien. Quiero decir, no es un secreto para nadie que, al menos en su momento, lo querías, e incluso creo que todavía lo sigues queriendo, aunque te castigues por ello.
Olivia permaneció en silencio por un momento, asimilando la verdad que Carlos acababa de soltar. Nadie podía culparla. Apenas había pasado un mes desde su separación, luego de una relación que había durado años. No era extraño que tuviera dudas, que lo extrañara, o que le costara acostumbrarse a la idea de no estar ni vivir con él.
Sin embargo, estaba experimentando algo nuevo con Carlos, y eso le resultaba fascinante. Nunca antes había sentido que alguien fuera tan atento y caballeroso con ella. Mientras que Charles escuchaba sus problemas y la apoyaba, Carlos era completamente diferente. Con él, incluso se le hacía más fácil olvidar a su ex, y esa era, sobre todo, la parte que más le gustaba de él.
— No quiero hablar de Charles, Carlos. Esta noche es nuestra, no tiene por qué arruinarla, no tiene derecho a hacerlo. — Ella le habló, y él asintió, reconociendo que tenía razón.
Los dos amantes se besaron después de que Olivia le diera permiso para hacerlo. Disfrutaron del calor de sus cuerpos y de los suaves besos sobre la cálida arena, envueltos en la manta que él había traído, pensando en que a ella le daría frío. Ella rió, apreciando lo atento que él era y cómo parecía haberlo planeado todo.
No era un beso cargado de intenciones sexuales, como el que se habían dado el otro día en el hotel. Era solo un momento entre ellos dos, disfrutando de la compañía mutua, entregados al frenesí de cómo sus labios se encontraban y se movían suavemente el uno sobre el otro.
De repente, el sonido de un teléfono capturando una imagen y los destellos de un flash desde una distancia considerable interrumpen todo. El impacto los obliga a separarse de inmediato, aunque ya es demasiado tarde para evitar que la fotografía haya sido tomada.
Las personas se dispersan rápidamente al notar que Olivia y Carlos se dieron cuenta de haber sido fotografiados. Aunque inicialmente el español amagó con ir tras ellos, la mujer lo detuvo.
— Menuda suerte la nuestra joder. — Carlos se quejó, fijando la mirada en los ojos de Olivia. Ella lo observaba en silencio, con una expresión que reflejaba una preocupación profunda, casi inquietante.
— ¿Qué haremos ahora?
El español la observó, incapaz de encontrar las palabras para decirle que no había nada que hacer. Esas fotos probablemente ya estaban subidas a internet, y quizá, en el peor de los casos, atraerían tanta atención mediática que todo el mundo empezaría a hablar del asunto.
— Liv...
Ella se cubrió la frente con preocupación, abrumada por todo lo que estaba sucediendo. No podía dejar de pensar en cómo reaccionarían los medios y, peor aún, en cómo lo harían sus seres cercanos, especialmente él, ante todo lo que estaba ocurriendo.
— ¿Cómo se lo explicaremos a Charles?
La simple pregunta bastó para que Carlos se enfadara casi de inmediato. Era inconcebible que Olivia estuviera actuando de manera tan infantil al plantearla. Parecía no importarle el impacto en su propia reputación; lo único que parecía relevante era lo que el piloto monegasco pudiera opinar.
— ¿Me estás jodiendo, Liv? Nos acaban de tomar unas fotos jodidamente comprometedoras que podrían estar en la portada de medio internet ahora mismo, ¿y tú sigues pensando en él? Dices que no tiene derecho a arruinar nuestra noche, pero, por alguna razón, siempre terminamos hablando de él por algo tuyo.
Las palabras de Carlos impactan a Olivia como un balde de agua fría. Aunque no logra discernir si está actuando por celos, tiene claro que su molestia es completamente válida. Sin embargo, ella permanece en silencio, observándolo, y eso basta para que la ira de Carlos aumente, empujándolo a querer marcharse.
— Espera, Carlos. ¿A dónde vas?
Él se da vuelta para mirarla, y Olivia se siente intimidada tanto por su mirada molesta como por la diferencia de altura entre ellos. Estaba asustada, no porque creyera que Carlos pudiera hacerle daño—Dios, él jamás le pondría un dedo encima—, sino porque temía que sus palabras fueran crueles y la hirieran. Últimamente, odiaba cómo se estaba acostumbrando a que todo lo que le dijeran le doliera.
— Mira, Liv, es complicado para mí estar con alguien que claramente extraña o desea a otra persona. No creas que no me doy cuenta de lo mucho que piensas en él todo el tiempo.
Las palabras fueron tan dolorosas como ella había imaginado. Supuso que Carlos las había querido decir desde el momento en que comenzó aquella pequeña y fugaz chispa entre ellos, pero no se atrevió. Ahora, tenía que soportar escuchar aquello, conocer cómo se sentía él y no saber qué responder.
— Te deseo buena suerte, ojalá puedas explicarle a Charles lo que ocurrió entre nosotros.
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