El día en que Stan Marsh descubrió que era un bicolor (Oneshot):

A Stan le gustaban las chicas. Eso lo sabía desde que era un niño, así que en lo que respecta a sus preferencias, nunca tuvo que cuestionar porque la respuesta más obvia tenía que ser la correcta.

Muchos han pasado por eso. Stan era un estereotipo de heterosexualidad. Incluso era el capitán del equipo de fútbol americano—lo que contribuyó su popularidad en el público femenino—; así que Stan, jamás ha tenido que plantearse qué carajos le gusta.

¿Eres una chica que cumple sus requisitos? Felicidades, posiblemente Stan te quiere.

Y ya está, no hay mucho que contar en ese aspecto. Stan disfrutaba como podía de su vida en el bachillerato junto a sus amigos de toda la vida. Eric Cartman, Kenny Mccormick, y su mejor amigo desde la infancia, Kyle Broflovski.

Hasta que un día alguien hizo el comentario incorrecto a oídos incorrectos.

—Besar a un chico no es lo mismo que una chica, créeme—Comenta Kenny, antes de darle un mordisco a su sándwich sin condimentos.

—¿Cómo que no? Los labios son putos labios—Responde Cartman con su almuerzo de pollo frito.

—La mayoría de los chicos no tienen los labios tan finos.

—¿Entonces has besado a varios chicos?—Pregunta Kyle antes de darle un sorbo a su Sprite.

—No tantos—Kenny comienza a contar con sus dedos—Unos...¿dieciséis?

Cartman comenzó a cagarse de risa, mientras Stan y Kyle estaban boquiabiertos.

—¿Tantos?—Responde Kyle sorprendido—Creo que solo he besado a una chica, solo una y ya no me acuerdo de su nombre.

—También yo—Responde Stan con su sándwich a la parrilla entre sus manos—Solo una chica en toda mi vida.

—Que idiotas, yo he besado a más de ocho mil chicas en solo esta semana— Responde Cartman orgullosamente, pero los demás no quieren rebatir semejante pendejada.

Kyle no solía preocuparse por esas cosas. Su vida romántica era como un prado donde a veces llovía y otras quedaba en sequía; mientras que Stan consideraba que no tenía tiempo ni ganas de estar en una relación.

En ese aspecto ambos estaban de acuerdo en que de momento no había ninguna chica que los atrajera.

—¿Y de chicos?—Pregunta Kenny—¿Nunca les ha interesado eso?

—¿Besar a un hombre?—Dice Kyle—No, ¿para qué? Ugh.

—No sabía que te daba asco los hombres—Responde Stan.

—No me dan asco los hombres.

—Entonces te gustan.

—¡No!—Kyle levanta las manos con cierto nerviosismo—A mi no me gustan los hombres, así que no quiero besar uno, así como no quiero besar a una anciana o un perro.

—¿Sabías que una de cada cuatro personas es gay? Significa que hay un gay entre nosotros—Comenta Cartman—Yo creo que es Kyle.

—Deja de joder, no besas ni a tu puta madre—Contesta el pelirrojo molesto, provocando que Cartman se ría.

—¿Te enojaste porque te dijeron gay? Solo un gay se enojaría con eso.

—Solo un gay acusaría a otro de ser gay.

Mientras Kyle y Cartman repetían gay dos veces en cada frase, Stan disfrutaba de su almuerzo al mismo tiempo en que reflexionaba sobre los comentarios de Kenny.

¿Besar a un hombre? Nah. La única forma en la que Stan podría besar a un chico sería si le han pagado o estuviera exageradamente borracho; o ambas.

Los únicos homosexuales que conocía eran sus compañeros Craig y Tweek. Y todos sus amigos han tenido una novia, por lo tanto no podían ser gay...

...aunque haber tenido novia no significa que no les interesen los hombres.

El timbre suena, dando fin al almuerzo. Los chicos se levantan para regresar al salón de clases; entonces Stan aprovecha para hablar con Kyle a solas.

Stan y Kyle han hablado de prácticamente de todo. Conocen al otro en casi todas sus facetas, desde las más vergonzosas hasta las más cotidianas; incluyendo las más delicadas, como un bajón emocional o de tristeza profunda.

Stan mantenía una cierta máscara ante todos. Una donde es un adolescente normal, serio, con un sentido del humor pendejo, disfrutando de las cosas más simples como videojuegos, juegos de mesas, comida chatarra y ser el capitán de fútbol americano.

Pero Kyle conocía su verdadero yo. El Stan que a veces se sentía débil, el que buscaba sentirse bien incluso unos momentos antes de sentirse mal; el derrotado por un cúmulo de pesadez que se extendía por su pecho hasta el resto del cuerpo.

Y también de forma viceversa. Kyle decía no fingir ante los demás, lo que ves es lo que hay. No suele cambiar su personalidad dependiendo quien esté a su alrededor; aunque de manera inconsciente suele mostrar otras facetas.

El Kyle que maldice por todo, el que se estresa con facilidad, el que le gusta tener la última palabra y aunque no lo admita, le gusta que los demás sepan que él tiene la razón. Pero con Stan no necesita estar tan a la defensiva, puede relajarse y dejarse llevar. Con Stan, Kyle no necesita sobrecargar sus pensamientos y discursos.

—A ti te gustan las chicas ¿no?—Pregunta Stan cuando se acercó al pelirrojo.

—Pues sí salí con una es porque sí—Responde Kyle de manera sarcástica—¿Es por lo que dijo Cartman? No soy gay.

—No creo que lo seas, pero lo que dijo Kenny...

—¿Tú eres gay?

—¿Yo? Obvio que no—Aquello sonó más vanidoso de lo que realmente quería—Aunque...

—¿Aunque?—Kyle detiene sus pasos haciendo que Stan también se quede de pie en el pasillo—Lo estás...¿considerando?

—¿Por qué te pones rojo? No dije que lo estaba considerando.

—Pero lo estás pensando.

Carajo, Kyle lo conoce demasiado bien, más de lo que quisiera.

—Okay, después de clases, iremos a descubrir tu bicuriosidad, ¿de acuerdo? Solo quédate tranquilo.

—No estoy asustado ni nada ¿sabes?—Dice Stan con una sonrisa para calmarlo.

—Ya sé, pero yo sí estoy asustado—Añade Kyle antes de entrar al salón de clases, confundiendo al pelinegro.

¿Kyle tiene algún problema con eso? Stan no creía que su amigo fuese sensible con esos temas.

(...)

Después de salir de clases, Stan y Kyle fueron al parque, donde un montón de personas caminaban, charlaban o corrían. Los chicos se sentaron en una banca para observar a la gente.

—Creo que la señal más obvia es si te gusta alguien de tu mismo sexo—Dice Kyle—¿Alguien de aqui te parece guapo?

—No, y aunque así fuese, no significa nada, soy hetero.

—Considerar besar a un chico significa algo.

—Sería por la anécdota.

—Una cosa no quita la otra, dime, ¿alguien de aquí te parece guapo?

Stan echa un vistazo a las personas. Había chicos pero ¿cómo saber si uno era guapo? Los chicos son...chicos. Solo eso.

—No, nadie guapo.

—¿Y nunca te ha atraído un chico aunque sea de manera física?

—No, y si así fuera te lo habría dicho.

Para Stan, o eras feo o estabas bien. Sus amigos estaban bien, la mayoría de sus compañeros también estaban bien; ¿había alguien arriba de un bien?

Kyle, supongo.

—¿Entonces solo quieres besar a un chico porque si?—Kyle no parecía convencido pero Stan terminara haciendo lo que quiera diga lo que diga—¿Y quieres que sea con alguien en específico?

Stan de nuevo estaba confundido y Kyle de nuevo tenía el rostro enrojecido.

—¿Con un conocido? Mierda, claro que no—Stan lo decía con tanta obviedad que hizo sentir estúpido al pelirrojo—Debe ser con alguien que cuando me arrepienta o me acobarde al último minuto, no pueda decírselo a nadie.

—Entonces sería mejor a alguien de mucha confianza que guarde tu secreto.

—Básicamente te lo pediría a ti, y esa no es opción.

Entonces Kyle hizo esa mueca, una que Stan reconoció de inmediato. La de ofendido.

—¿Qué? ¿Qué tiene de malo besarme? Deberías saber que la última vez que besé a alguien, enloqueció tanto que hasta cambió de personalidad.

—No dije que besabas mal, dije que no deberíamos besarnos.

—Pero no dijiste porqué.

—Porque somos amigos—Stan frunce el ceño—No quieres besar a tu mejor amigo ¿o si?

Kyle seguía sonrojado y Stan no entendía porqué.

—Creo que es mejor que besarte con un desconocido.

Entonces Stan hizo esa mueca, una que Kyle reconoció al distante. Esa que decía "sabes que odio que me digan que hacer".

—Oye, no hablo de coger ¿sabes? Es un beso, un beso y nada más sin importancia, los besos no son importantes.

Kyle envidia la facilidad con la que Stan puede desprender lo sentimental de lo físico. En cambio él necesita de la previa conexión con la otra persona antes de intentar algo físico, y para Kyle, los besos son íntimos.

—Como amigo creo que es mi deber decirte que lo pienses bien, pero bueno, haz lo que quieras—Responde Kyle como punto final, antes de cruzarse de brazos—Solo no quiero que hagas algo de lo que después te arrepientas...

Así es Kyle Broflovski, protector. Stan es débil contra esa amabilidad, por eso siempre termina haciendo lo que Kyle espera que haga.

Lástima que hoy no es el caso.

—Lo pensaré, te lo prometo—Stan sonríe para calmarlo—No haré nada que no quiera, en serio.

Kyle tuvo que conformarse con eso.

(...)

Stan sabía que iba a acobardarse en el último segundo. Sabía que cuando tocaría besar al afortunado —o desafortunado, depende de quién pregunte—, caminaría un par de pasos hacía atrás, se daría la vuelta, y se marcharía.

Tan solo estaba esperando un incentivo. Esperaba llegar tan lejos para después no hacer nada; por eso, cuando llegó a un bar gay, supo que ese sería el momento de echarse a correr.

Pero no corrió, en su lugar se sentó frente a una mesa, fingiendo que revisaba algo en su móvil.

¿Cómo putas un joven menor de edad entró a un bar? A los adultos de South Park les vale un testículo ese tipo de detallitos.

Y ahí estaba, Stan Marsh haciéndose pendejo en un bar; pidió una coca-cola porque su estómago estaba tan apretujado por los nervios que no había lugar para el alcohol.

—(Es un beso, ni que estuviera a punto de contratar una prostituta)—Piensa mientras observa a los demás clientes—(¿Y si alguien me reconoce? No quiero que la escuela se entere que estuve aquí).

¿Debió haber venido con lentes de sol y una gorra? Como si estuviera a punto de comprar drogas o planeando asaltar un banco.

—(Sólo cálmate)—Se dijo así mismo—(Esperarás unos minutos y después te irás).

Pero sabía que no tenía intención de irse, había algo en todo esto, una magia que lo hacía quedarse. Era como su propia aventura secreta.

Y justo cuando creyó que nada pasaría está noche, un chico joven a lo lejos le sonríe. Stan no tuvo tiempo para reaccionar...

...Y menos cuando el desconocido comenzó a caminar hacia su mesa.

(...)

Kyle se encontraba en su habitación, frente al ordenador mirando Netflix, pero ni siquiera Stranger Things pudo distraerlo.

Estaba preocupado por Stan. Su mejor e idiota amigo está por ahí en quien sabe dónde, besándose con quién sabe quién.

—(Sólo un imbécil besaría a un desconocido por curiosidad)—Piensa Kyle mientras pausa la serie—(Espero que sea desagradable y no tenga ganas de repetirlo).

Kyle llevaba todo el día mintiendo. Mentiras con Stan y mentiras consigo mismo. Quería camuflar su mentira con "es que estoy preocupado".

—(Si Stan descubre que le gusta, entonces descubrirá que me gustan los chicos)—Piensa mientras sale de su habitación y baja a la cocina —(¿Stan podría ser bisexual? Nunca en mi puta vida consideré esa posibilidad).

A Kyle no le importa si su mejor amigo es bisexual. Kyle es la última persona que podría quejarse de algo como eso, porque él mismo...

—(Carajo, no quiero que se bese con alguien)—Piensa mientras se sirve un vaso de agua—(Pero no soy su niñera, él puede hacer lo que quiera).

Kyle sube de nuevo a su habitación. Ignora su terrible presentimiento y sigue viendo la serie. Continúa camuflando sus verdaderos pensamientos.

Porque eso que Kyle dice ser preocupación, en realidad es algo completamente distinto: celos.

(...)

—Descuida, yo cumpliré los dieciocho dentro de un mes—Dice el desconocido mientras saca un cigarrillo—Ninguno de los dos deberíamos estar aquí, y sin embargo, así es.

El desconocido se llama Erd, vive en Denver, y algunas veces viaja hasta South Park solo para que nadie lo reconozca en este bar. Stan rápidamente lo evaluó con la mirada, quería saber qué con quién mierdas va a aplastar los labios.

Erd estaba bien—es decir, no era especialmente atractivo—, tiene el cabello castaño claro y viste con chaqueta de cuero. Lo que más llamó la atención de Stan era que fumaba.

—Supondré que si estás aquí...—Comenta Stan pero Erd lo interrumpe.

—¿Es que soy gay? Pues si, bien gay, de esos que quieren estar rodeado de penes—Erd observa la incomodidad en el rostro de Stan—¡Es solo una broma! Pero si, soy gay.

Stan sonríe un poco. Entonces piensa en cómo dar a entender que no tiene intención de conocer a Erd, sino besarlo y salir corriendo.

—Yo no soy gay—Stan lo dice tanto para Erd como para consigo mismo—Sólo que hoy me surgió una duda, él...besar a un chico.

El rostro de Erd rápidamente cambió, como cuando te cuentan un chiste malo.

—Ya, eres de esos "curiosos"—Dice Erd—¿Sólo quieres el beso? ¿Porqué quedarse en la punta del iceberg?

—Oye, yo no te voy a tocar la punta de nada—Responde Stan con cierta firmeza—Solo el beso, ni siquiera tiene que durar, unos segundos me bastan.

—¿Y si después de eso necesitas más?—La sonrisa burlona de Erd lo acompaña una calada a su cigarro.

Stan comenzaba a caerle mal Erd, así que decidió ir al grano para largarse lo más pronto posible.

—¿Besarías a un desconocido?—Pregunta Stan de golpe—Solo dos segundos, nada más.

Erd le dio otra calada al cigarro. Vuelve a sonreír y entonces se pone de pie.

—Bien, cómo quieras, vamos a un sitio más tranquilo.

Stan creía que sería ahora cuando su cuerpo le obligara a irse, pero entonces se pone de pie y sigue a Erd.

(...)

Kyle tiene un corazón débil en ciertos aspectos, así que no soportó la incertidumbre. Decide llamar a Stan.

Algo normal, solo un "Hola, ¿ya calmaste tu homosexualidad?".

Sentado sobre la cama, con el móvil entre las manos, Kyle buscaba una excusa para no llamar a su amigo. Sabe que Stan detesta que le digan que hacer, y Kyle Broflovski no tiene ninguna autoridad sobre él; ¿por qué le molesta tanto que Stan experimente un poco?

—(Porque no lo hizo...conmigo)—Kyle se acuesta sobre la cama, mirando el techo mientras la culpa comienza a invadirlo—(Mierda, no puedo creer que esté pensando en esto, siempre es lo mismo, Stan se aleja un poco de mi y eso me aterra, ¿qué mierda pasa conmigo?)

Kyle siente como la mezcla de emociones arden en su pecho, temiendo que terminen de explotar dentro suya.

Pensar en Stan es pensar en la vergüenza. Kyle no sabe en qué momento comenzó a sentir algo por su mejor amigo, fue un despertar de emociones agridulces. Quería abrigar la idea de que era algo pasajero.

"Eres un adolescente y solo tienes las hormonas alborotadas" pensaba. Pero el flechazo no se fue, sino que se intensificaban.

En otras circunstancias, Kyle habría tratado de gustarle a la otra persona, como sucedió con la primera chica a la que besó pero esto es distinto. No quería enamorarse de su mejor amigo, su amigo hetero que por supuesto lo rechazaría.

—(¿Y si Stan es bi, entonces yo tendría una oportunidad?)—Piensa aun con el móvil en las manos—(Estoy seguro que incluso así no le gustaría).

"No quieres besar a tu mejor amigo ¿o si?" había dicho Stan, y honestamente Kyle no lo entendía.

—Voy a llamarlo, solo quiero saber que está bien—Dice Kyle mientras se incorpora y lo llama a su número—(Si Stan descubre que es bi, entonces lo apoyaré como el buen amigo que soy).

Cuando Kyle descubrió su bisexualidad, no quería decírselo a nadie porque no creyó que fuera necesario. Pero si Stan necesita apoyo entonces Kyle quiere que sepa que él estará ahí.

(...)

Stan ya no estaba seguro de nada. Erd lo llevó al estacionamiento del bar, donde la oscuridad lo cubría todo.

—Entonces, el hetero quiere saber como es besar a un chico—Dice Erd en u tono burlón—Aunque el mero hecho de que quieras experimentarlo ya te resta heterosexualidad.

—Me gustan las chicas—Aclara el pelinegro con cierta tensión en la voz.

—Si estás tan nervioso, puedes cerrar los ojos e imaginar que soy una chica—Dice Erd mientras se acerca a Stan.

Stan no estaba seguro, para él los besos no son íntimos, es como un abrazo o un agarre de manos, entiende que algunas personas—como Kyle—, los consideren algo de mayor importancia, pero Stan no. Pero ahora mismo quiere quitarle toda la importancia posible porque de lo contrario, se sentirá mal consigo mismo por permitir esto.

Erd le cae mal, incluso si lo conoce desde hace quince minutos, apenas entra en la categoría de "conocido"; no quiere besarlo. Solo quiere irse y sentirse seguro con alguien.

O mejor dicho, sentirse seguro con Kyle.

—Aquí vamos—Dice Erd mientras toma los hombros de Stan y se inclina para empezar, por suerte Stan se aparta—¿Qué sucede?

—¿Sabes qué? Ya no quiero hacer esto—Pero Erd no se mueve—¿Qué? Dije que no, me voy.

—¿Viniste hasta acá, me lo propusiste y ahora ya no?

—Exacto.

—Aja, eres hetero pero tambien eres marica.

—Bien, ya me tengo que ir—Pero Erd lo toma por la muñeca—Aja, ¿y ahora me vas a obligar? Eso sería patético.

—No, pero no estás siendo sincero.

—No tengo porque darte explicaciones, pero bueno, no me caes bien.

—¿Y qué esperabas? Tú mismo querías besarte con un desconocido.

—Pues cambie de idea—Stan se suelta del agarre y comienza a caminar.

—Entonces ya tienes a alguien en mente, Stan, tú no eres hetero.

—¡Tuve novia!—Exclama mientras continúa caminando, ni siquiera sabía porque tenía que justificarse ante un idiota que jamás volvería a ver.

—¡Eso no significa nada!—Grita Erd desde el estacionamiento—¡Estás desesperado para que un hombre te bese! ¡Eres de varios colores Stan!

Stan lo ignora y sigue caminando. Sus manos se congelan y sigue caminando. Quiere darse la vuelta y decirle a Erd que se equivoca pero sigue caminando. Debería enfrentarse al nuevo hecho pero sigue caminando. Quiere restarle importancia y pensar en un "todo esto me da igual" pero no puede y sigue caminando.

Lo que sí está completamente seguro es que solo quiere ver a Kyle cuánto antes.

(...)

Kyle ha llamado a Stan cientos de veces, y no sería exageración. Lo ha llamado en mitad de la madrugada para preguntarle mamadas, o entra en su habitación por la noche nomás para contarle algo que no lo deja dormir.

Cuando se trata de Stan, Kyle no piensa dos veces en nada.

—(Sea lo que sea que decida Stan, yo lo apoyaré)—Piensa Kyle antes de marcar el número, y le sorprende lo rápido que el pelinegro responde—¿Stan? Hola...

—Hola, voy a tu casa.

—¿A estas horas?—No es como si importara—¿Estás bien? Te escuchas agitado.

—Estoy bien, ¿si puedo ir a tu casa? Es que creo que...eh, me vendría bien algo de, no sé, ¿consuelo? Carajo, perdón, mejor hablemos mañana.

—No, ven—Kyle intenta que su voz no se escuche tan desesperado—Está bien, si necesitas algo sabes que te escucho.

—Okay, entonces te veo en un rato.

Kyle no tiene tiempo para seguir estando celoso, porque ese sentimiento ha sido reemplazado por una enorme capa de preocupación.

(...)

Pasados unos quince minutos, Stan llegó a casa de los Broflovski. Claro que no entró por la puerta porque no quería explicar porque necesitaba ver a Kyle. Tampoco quería arriesgarse a que sus padres supieran porque había salido tan tarde y donde había estado.

"—Estuve en un bar gay, con la intención de besar a un chico ¡no homo!", Stan no quería dar explicaciones.

Así que entró por la ventana, que por suerte estaba abierta.

—Hola—Saluda Kyle mientras observa el pelinegro, esperándolo con una soda de coca-cola.

Stan y Kyle son de esos que toman refresco en plena noche.

—Hola—Stan se sienta en la cama junto al pelirrojo; Kyle no necesita ni preguntar si está bien porque es obvio que no.

—¿De qué quieres hablar?

—Pasó algo extraño en el bar...

—¿Fuiste a un bar?—Kyle ya estaba preparando sus regaños pero Stan se adelanta.

—Lo sé, fuiste estúpido Stan, obvio iba salir algo mal Stan, te dije que no era buena idea Stan.

Entonces Kyle entiende que su amigo ya tiene demasiado líos en la cabeza como para que lo entorpezca más.

—¿Y qué sucedió?—Pregunta el pelirrojo.

—Pues era un bar gay—Eso último hizo que Kyle se sorprendiera—Oye no me mires así, no sabia donde mas buscar.

—Stan, no te estoy juzgando—Kyle muestra una sonrisa amigable, puede que sea mandón, pero también es empático.

—Okay—Stan sonríe un poco—Pues conocí a alguien, era un chico un poco gracioso, y cuando le propuse pues...mi plan, estaba de acuerdo.

Kyle tiene sentimientos encontrados, pero los hace a un lado. No puede reprochar nada porque no es culpa de Stan que Kyle sienta algo más que una amistad.

—¿Y qué pasó?—La sonrisa de Stan desaparece, lo que preocupa a Kyle.

—No pasó nada, me arrepentí.

—Lo dices como si fuera malo.

—Me hizo sentir tan estúpido, en realidad no quería ir, no quería besar a nadie.

—¿Entonces por qué lo hiciste?

—Porque necesito saberlo, Kyle yo...—Las manos de Stan tiembla—Yo...yo creo que soy...no sé, ¿un no hetero?

—¿Por lo que dijo Kenny? ¿No es lo mismo besar a un chico que a una chica?

—Eso solo fue una excusa, en realidad es algo que llevo tiempo pensando—Stan mira a Kyle directamente a los ojos.

—¿Y porque no me lo habías dicho? No tiene nada de malo, tampoco te trataré diferente.

—Lo sé, tu siempre...—Stan desvía la mirada—Tu siempre me has tratado bien, eres la única persona con la que puedo ser completamente yo.

—Lo mismo digo—El rostro de Kyle se enrojece un poco—¿Pero entonces porque no me habías dicho nada?

—Porque no quería lidiar con eso, aunque mis padres me traten igual, aunque mis amigos me traten igual, no quiero lidiar con eso.

—¿Lidiar? Ser no hetero no tiene nada de malo.

—Lo sé, creo que solo no quiero tratarme diferente a mi mismo.

—Pero es que no hay nada que tratar—Kyle le pone una mano sobre el hombro—Solo has descubierto algo nuevo de ti mismo, nada más, sigues con tu vida, esta bien si no quieres darle importancia, y también está bien que se la des, Stan, no has cambiado ni nada, sigues siendo Stan, y me alegra que así sea.

La sonrisa de Stan regresa, solo necesitaba que alguien lo guíe aunque sea un poco. Y por supuesto Kyle toma ese rol.

—Gracias Kyle, parece que hablas por experiencia propia.

—Pues...—Ahora es turno de Kyle de sincerarse—Yo también soy no hetero.

—¿Eh?

—Desde hace unos años, creo que desde niño, no sé, me puede gustar una persona sin importar que tenga entre las piernas.

Stan no tenía ni idea, pero tampoco le sorprendió.

—Vaya, así que Kenny no es el único de colores en el grupo—Responde el pelinegro.

—Oye, eres un no hetero, no puedes criticar—Bromea Kyle con una sonrisa provocando que Stan suelte una risa.

—¿Entonces te ha gustado un chico?

—No necesariamente, pero si fuera mi tipo, no me molestaría salir con él.

—¿Y quién sería tu tipo?

Stan parece demasiado interesado en ese detalle.

—Pues...—El rostro de Kyle se vuelve a colorear, no creyó que llegaría el día en que hablara de estas cosas con Stan—Supongo que una buena persona, ya sabes, debe saber respetar, escuchar, no temer decir lo que piensa.

—¿Alguien parecido a ti?

—No, debería ser alguien tranquilo, puede que sea cerrado con sus emociones, pero es solo que no se expresaría con palabras.

—¿Cómo se expresa entonces?

—Con sus gestos, con su nivel de nerviosismo o por sus comentarios sarcásticos, sería sumamente cínico.

—¿Te gustan los cínicos?

—Solo me gusta cuando se trata de él—Kyle observa los ojos azul oscuro de Stan—Quizás sea algo inestable pero puede que...sea el único que me conoce en su totalidad.

Ambos están demasiado cerca, Stan espera a que su amigo continúe. Quiere seguir descubriendo aquel lado nuevo de Kyle.

Pero Kyle tiene otras intenciones...

—Ese chico sería afortunado—Dice Stan mientras se acerca un poco más al pelirrojo—Una persona así teniendo a alguien como tú...debería saber lo afortunado que será.

—Stan...—El corazón de Kyle latía con fuerza, no estaba seguro de que estaba pasando, ni mucho menos en qué momento Stan comenzó a sonreír así.

—Kyle, si esa persona existe, hazle saber lo que sientes, mereces que alguien te corresponda.

Kyle hace caso al consejo. Así que se inclina, toma a Stan de los hombros y lo besa.

Los labios de Kyle son rosados a diferencia de los delgados labios de Stan, pero se complementan. Se tocan de una manera suave mientras Kyle se prepara para recibir el rechazo de Stan.

Kyle siempre ha deseado y temido este momento. El momento en que su mejor amigo conociera esa parte que Kyle ha mantenido oculta la mayor parte de su vida.

Que Stan no sea hetero no significa nada; que ahora pueda alejarse sigue siendo posibilidad.

—¡Lo siento!—Exclama Kyle tras separarse del pelinegro—Mira, fue un impulso, finjamos que no pasó.

—Kyle...

—No tienes que decir nada, creo que es mejor que te vayas—El pelirrojo se pone de pie.

—Kyle, no tienes que...

—¡Lo siento otra vez!—El pelirrojo lo interrumpe pero Stan lo toma de la muñeca.

—Kyle, por favor cállate y escucha lo que tengo que decirte—Responde Stan con una sonrisa—No estoy enojado.

—¿Y porqué no?

—Porque no.

—Eso no ayuda pendejo.

—Calla, me besaste.

—Si, pero...—Kyle desvía la mirada, no quiere afrontar el hecho—Sólo dilo y ya, terminemos con esto.

—No, primero dilo tu.

—No.

—Ok.

Entonces un largo silencio se forma en la habitación, con ambos mirándose como si tuvieran la respuesta escrita en la cara.

Permanecen así cinco minutos pero se siente como si fueran horas. Stan está cruzado de brazos y Kyle oculta las manos en los bolsillos. Ninguno de los dos tiene intención de decir algo, pero tarde o temprano alguien tiene que perder.

—Bien, tu ganas—Dice Kyle tan nervioso como si tuviera una soga alrededor del cuello—Me gustas, ya está, lo dije.

—Ok, un poco gay de tu parte—Stan se sienta en la cama, confundiendo al judío—Kyle, esta noche estoy descubriendo muchas cosas, algunas buenas y otras malas.

—¿Cuáles son las malas y las buenas?—Kyle se sienta al lado del pelinegro esperando lo peor.

—Las malas, uno, que los bares gays no son tan geniales como pintan en las películas, dos, que no todos los gays son agradables como también pintan en las películas—Stan estira los brazos con una media sonrisa—Tres, que no conocía del todo a mi mejor amigo, lo cual me molesta, porque quiero pensar que te conozco al 100%.

—Porque es así.

—¿Entonces porque no me habías dicho que también te gustaban los hombres?

—Porque nunca salió el tema, casi nunca hablamos de esas cosas, además no creo que te interese, es irrelevante.

—Igual me hubiera gustado haberlo sabido antes, pero ahora lo sé—Stan sonríe de manera amable—Y no te trataré distinto por eso, pero si te trataré diferente por otra cosa.

—Por el...¿beso?

—Si, eh...—Stan quiere mostrar una seguridad que no tiene—No estoy molesto, estoy impresionado, literal podrías enamorar a quien sea, ¿porqué te gusto yo?

—Contigo me siento seguro y no tan seguro al mismo tiempo—Kyle desea que su enrojecimiento desaparezca—Has sido el único chico que me ha gustado, y eso es extraño, pero no tienes que decir nada, quiero que sigamos siendo amigos.

Escuchar a Kyle Broflovski decir todo eso provoca que el pecho de Stan se sienta extraño. Kyle siempre lo hace sentir halagado con tan pocas palabras, es la única persona que aprecia sus pequeños esfuerzos. El único que sabe alejarse cuando es necesario y el único que se acerca cuando no puede pedir ayuda.

Stan es cerrado con sus emociones, y aun así Kyle lo lee con solo un vistazo. Stan puede un poco tonto pero hasta él sabe que no darle una oportunidad a Kyle seria un crimen.

—Tú también me has gustado en cierta forma—Comenta Stan mientras pone una mano sobre la espalda de Kyle—Creo que todavía no tengo una palabra para definirlo, pero sí sé que me gustó que nos besáramos.

—Un poco gay de tu parte—Responde Kyle con una sonrisa antes de inclinarse de nuevo, Stan corresponde el beso.

Stan se sintió aliviado. Las cosas buenas que descubrió esta noche son: 1) Que por suerte el primer chico que lo ha besado ha sido Kyle 2) Que ahora siente que conoce a Kyle un poquito mejor 3) Que tiene la oportunidad de tener la relación que siempre quiso tener.

—Entonces...¿saldrías conmigo?—Pregunta Kyle, y Stan sonríe como si la pregunta no fuera obvia.

—Si, me gusta lo que estamos formando aquí.

Se vuelven a besar. Esa noche Stan Marsh no solo descubrió sus colores, también descubrió que los colores de Kyle Broflovski podrían combinarse con los suyos.

Fin

Oneshot basado en una experiencia real <3 Espero les haya gustado!!! Me esforcé bastante y neta no pensé que quedaría un pelín largo jsjs pero igual disfrute escribirlo.

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