𔘓 15: another monster?
CAPÍTULO 15
¿otro monstruo?
La noche había caído, los asientos de la camioneta de Kiara no eran de lo más cómodos, por suerte, no había sido un camino largo. Así que en cuanto llegaron a su destino bajaron, era una cabaña en medio del bosque, estaba totalmente oscura.
— Perfectamente esto podría ser el inicio de una película de terror— Susurró hacia Robin.
— Apuesto a que Steve sería el primero en morir— la rubia le siguió el juego contagiando una risa al menor.
Dustin se acercó a tocar el timbre, lo intentó muchas veces, demasiadas a decir verdad y a pesar de fallar seguía gritando a Eddie esperando que este saliera a abrir.
— Bueno, misterio resuelto. Supongo que no está— Steve habló fingiendo decepción.
— Eddie, soy Dustin— grito— Queremos hablar. No hay policías, lo juro. Queremos ayudar.
Nathan alumbró una ventana, se veía el lugar vacío, había rastros de comida en la mesa, pero nada más. Al voltear pudo ver a Kiara con su arco y una flecha tensa.
— ¿No crees que es un poco paranoico? — Nathan la cuestionó mientras alumbraba con una lámpara.
— Después de estar en una base rusa y combatir demagogos en túneles subterráneos de otra dimensión, nadie tiene derecho a cuestionarme— Kiara respondió con un toque de gracia y una pequeña sonrisa.
El chico le regaló una sonrisa divertida antes de voltear a ver a la pelirroja. Ansiaba correr a ella y abrazarla, extrañaba casa parte de ella, sentía su corazón apretarse cada que la veía y no podía estar junto a ella.
— Oigan, chicos— Max los llamó interrumpiendo sus pensamientos.
Todos caminaron hasta llegar a donde Max, metros más adelante vieron una pequeña casa hecha con láminas de metal, parecía ser una bodega.
Con mucho silencio, todos caminaron hacia ahí, aunque las luces de las linternas se colaban por los pequeños agujeros que había en las láminas, parecían ser orificios de balas.
La primera en entrar fue Robin quien se asomó con cautela, cuando todos estuvieron dentro registraron el lugar, había cosas de pesca como redes, anzuelo y demás cosas polvosas. Al centro podían encontrar una canoa con una lona encima.
Steve tomó un remo y cuando nadie lo veía comenzó a golpear el bulto debajo de la bolsa.
— ¿Qué estás haciendo? — Dustin lo cuestionó.
— Podría estar aquí— Steve se justifico
— ¿No sería mejor quitar la lona? — Nathan se acercó
— Si eres tan valiente, quítala tú— El mayor lo atacó.
El chico hizo una mueca, pudo haber quitado la lona, pero no lo hizo.
Ignorando a Nathan, Steve siguió golpeando con el remo. El Fleming se quedó observando un rato a los dos frente a él, era curioso como muchas chicas veían a Steve como alguien extremadamente guapo e inalcanzable pero solo era un joven con actitud infantil que secretamente le gustaba cuidar de sus niños, aunque fingiera que no le agradaban.
— Chicos, miren esto— Max habló, se acercó a una mesa donde había envoltorios de dulces y comida, además de botellas de cerveza vacias— Alguien estuvo aquí.
— Quizá nos escuchó. Se asusto y huyó.
— Tranquilas que Steve le dará con su remo— Dustin lo apunto pues este seguía golpeando la lona con el remo.
— Tal vez te parezca gracioso pero dado que todos nosotros casi morimos cien veces, a mí no me parece gracioso...— se detuvo para mirar a Dustin.
En ese momento alguien se levantó del interior de la canoa, todos retrocedieron asustados al ver cómo está persona agarraba bruscamente a Steve y lo acorralaba contra la pared amenazando con una botella rota su cuello.
Por instinto, Nathan colocó una mano frente a Max protegiéndolo con su cuerpo. Al darse cuenta de su acto solo la miró y tomó un paso de distancia sintiendo como el calor subía por su rostro.
— ¡Eddie!¡Detente! — Dustin gritó desesperado.
Al voltear se dio cuenta que Kiara amenazaba con su arco a Eddie.
— Suéltalo ya— Kiara habló con firmeza mirando fijamente al de cabello largo—. Le disparé a mi mejor amiga, no voy a dudar en dispararte.
Nathan observó la mirada que Eddie le dio a Kiara. Algo en su rostro le hacía saber que podía haber convivido antes, pues más que asustado Eddie se mostró impresionado ante su actitud. Por su parte, le sorprendía que Kiara tomara una actitud tan amenazante como aquella.
— Soy yo— Dustin hablo atrayendo su atención—. Soy Dustin. Él es Steve, no te va a lastimar. Steve mejor suelta el remo.
Y él le hizo caso pues el remo cayó en un golpe seco al suelo, pero eso solo provocó que Eddie apretaba más la botella contra su cuello.
Entonces Kiara disparo la flecha causando un grito de horror de parte de Dustin y un sobresalto del resto en el lugar. Todos miraban asustados y confundidos a la morena pues tenía su rostro tenso. Pero la flecha apenas alcanzó a rasgar el chaleco de Eddie.
— Te lo dije— Kiara habló con voz frívola—. La siguiente irá hacia tu pierna si no lo sueltas ahora— amenazó cargando el arco de nuevo. Incluso a Nathan le causó un escalofrío escuchar a Kiara hablar tan seria.
Al parecer aquella mirada frívola fue suficiente para que Eddie soltara a Steve, Kiara no dudo en acercarse a él.
— ¿Qué hacen aquí? — Eddie preguntó sin bajar la botella.
— Te estamos buscando— Dustin respondió
— Queremos ayudar— Robin habló con voz temblorosa.
— Eddie, estos son mis amigos. Conoces a Robin, de la banda— Dustin presentó a lo que ella imito el sonido de una trompeta— Ella es mi amiga Max. La que nunca quiere jugar calabozos y dragones. Él es Nathan, el chico lindo que atrae chicas lindas cuando se sienta a comer con nosotros— El chico soltó una risa ante la presentación que Dustin le había dado.
Pero era cierto, debido a su atractivo muchas chicas se acercaban a preguntar si podían sentarse solo cuando Nathan llegaba a juntarse con el club.
Aquello Max no lo ignoró, podía sentir un hueco en el corazón y como su rostro se había endurecido, al igual que su entrecejo se frunció. Escuchar que otras chicas comenzaban a fijarse en Nathan la hacía sentir... celosa.
— Eddie, estamos de tu lado— Dustin habló con calma. Pero el Munson miró asustado a Kiara.
— No fue nada personal— dijo intentando sonreírle—. Pero no lo soltabas
— Lo juro por mi madre— exclamó el de rulos— ¿Cierto, chicos?
— Si, por la mamá de Dustin— Robin y Steve hablaron a la par.
Tras un momento largo de tensión, Eddie soltó la botella sacando un suspiro de alivio al resto. Pero el chico aún se veía desorientado, con la mirada perdida. Dustin fue el primero en acercarse.
— Queremos saber qué pasó— dijo la rubia
— No me van a creer— Eddie sollozo.
Nathan pudo ver en sus ojos el miedo que sentía, la confusión, se veía realmente perturbado pues su mano temblaba y se había deslizado por la pared hasta llegar al suelo y quedar en posición fetal.
— Haz la prueba— Max habló
Nathan recuerda haber convivido con Chrissy una vez, fue en una clase de Química donde les toco hacer un experimento juntos. Después de eso ella solo lo saludaba en los pasillos, pero no llegaron a convivir realmente.
Aun así, podía describir a Chrissy Cunningham como alguien alegre, llena de vida y muy social.
Por su parte, sabía lo extraño que era Eddie Munson, solía tener una personalidad curiosa que causaba repulsión de parte de los demás, pero no era un asesino.
Mientras Eddie relataba los sucesos, Nathan se sentía asqueado y perturbado por cómo había sido la sádica muerte de Chrissy, ella no merecía una muerte como esa, ni siquiera merecía morir.
— Creen que estoy loco, ¿no? — cuestionó al ver las miradas sorprendidas de todos.
— No, no creemos que estés loco— Dustin habló primero.
— ¡No me mientas, viejo! — Eddie exclamó alterado— Se cómo suena
— No te mentimos— Max comentó con seriedad.
— En verdad te creemos— Nathan le siguió.
— Lo que voy a decirte puede ser un poco... difícil de asimilar— Dustin volvió a hablar con la misma calma de antes. A eso Eddie asintió con dificultad— ¿Viste que la gente dice que Hawkins está maldito?
— No están tan equivocados— Kiara habló
Con mucha calma, Dustin explicaba la situación del otro mundo, de las criaturas, al decirlo en voz alta sonaba como algo fantasioso, pero era una realidad horrible en la que aquellos jóvenes vivían y cada año volvían a enfrentar.
— Creímos que estos monstruos se habían ido, pero regresaron— Nathan habló esta vez—. Por eso teníamos que encontrarte, necesitábamos estar seguros si realmente regresaron.
— Esa noche, ¿viste algo? — Robin cuestionó— ¿Partículas negras? — Pero Eddie negó.
Nathan estaba asustado, no podía creer que había la posibilidad de volver a vivir algo tan horrible como lo sucedido en el verano pasado. Aún tenía algunas pesadillas con aquel monstruo.
— Yo intente despertarla. No se movía— Eddie volvió a hablar.
— ¿Era como si estuviera en un trance? — Kiara habló, todos la miraron confundidos, preguntándose como sabia eso.
Y es que Nathan tenía la ligera sospecha de que Kiara ocultaba cosas pues su actitud nerviosa en ciertas situaciones llegaba a delatarla.
— ¿Cómo lo sabes? — Max preguntó.
— Porque también le paso a Walker, un niño al que cuido— explicó— ¿A qué hora fue lo de Chrissy?
— Después del partido.
— Fue a la misma hora— Robin apunto lo obvio— ¿Le paso algo más? — cuestionó mirando a la morena.
— No, pero salió del trance y estaba demasiado asustado— respondió.
— ¿Entonces es un tipo de maldición? — Nathan preguntó.
— La maldición de Vecna— Dustin comentó.
— ¿Quién es Vecna?— Steve preguntó.
— Un muerto viviente— Nathan respondió recordando el personaje de calabozos y dragones— de mucho poder.
— Un mago oscuro— Dustin agregó.
Si era real la hipótesis que planteaban, el peligro que corrían era aún mayor del que Nathan imaginaba.
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