Era muy temprano por la mañana, el sol apenas había salido y Sana se encontraba en un relajante sueño y seguiría así de no ser por el fuerte y constante toque a la puerta de su hogar. Frunció el ceño y a pasos soñolientos salió apurada de su habitación pues no quería que su pequeña se despertara por el constante toque a su puerta.

Cuando abrió la puerta lo primero que vio fue la figura de su cuñada, quien sin esperar más se adentró a su hogar. Parecía alterada.

──¿¡Vistes las noticias!?── Dahyun le preguntó.

──Buenos días para ti también, Dahyun── Sana dijo mientras se le escapaba un bostezo.

──Lo siento, buenos días Sanake── Dahyun abrazó rápidamente a Sana ──Ahora si... ¿¡Vistes las noticias!?

──No, ¿Qué tienen las noticias?── Sana preguntó mientras se lanzaba perezosa a su sofá.

──Sana, ¡tu rostro está por todo Internet!, todos hablan sobre de la inesperada relación de la gran y joven empresaria Chou Tzuyu── contó, causando que Sana se parara de golpe del sofá ──¿¡Cuando pensabas contarme que salías con una millonaria!?

──¿¡Que mi rostro qué!?

Y Sana salió disparada hacia su computador. Cuando su jefa le dijo que posiblemente estaría su nombre junto al de ella en los titulares de revistas, Vlogs y noticias, no mentía.

En su computador miraba todo tipo de notas hablando sobre la relación de la joven empresaria y el cómo había mantenido y ocultado su relación con su asistente por varios meses.

Todo su rostro estaba en la zona de espectáculos y sabía que aquello no resultaría nada bueno para ella.

Adiós a su calma, paz y tranquilidad.

Leyó un último Vlog de "noticias" pues al parecer esa página solo se daba por subir notas amarillistas o con falta de información. Bufó nuevamente mientras escuchaba parlotear a una animada Dahyun por toda la sala.

──¡Soy cuñada de una millonaria!

Sana escuchó decir a Dahyun.

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Al llegar a su trabajo todo pasó tal cual lo había imaginado. Todas las miradas estaban puestas en ella y sólo en ella, todos murmuraban mientras le miraban de pies a cabeza, unos inclusive decían más de una estupidez.

Y es que la la noticia había sido toda una verdadera bomba chisme tanto cómo para los empleados y personas del medio. Nadie podía creer en el romance que la omega y la alfa tenían pues la mayoría pensaba que no llegaría el momento en el que la alfa tendría finalmente algo serio, pues los paparazzi siempre captaban a la joven empresaria con citas casuales y cero formales.

Sana se encontraba realmente indignada y ofendida, no paraba de leer notas donde la mayoría de comentarios eran sobre que ella solo estaba interesado por el dinero de la alfa y por ello mantenía una relación con Chou.

¡Tonterías!

Ella no estaba interesada en el dinero de su jefa, ni de nadie. No se había estado matando el lomo estos últimos cinco años de su vida como para que personas ajenas a ella la tacharan de una interesada.

Para su fortuna ella sabía muy bien que lo poco o mucho que tenía había salido de su esfuerzo y su dinero.

Nadie más que ella sabía las inmensas ganas que tenía de romper la apuesta carita de su jefa a golpes. Pero claro, luego estaba su omega que deseaba que la alfa le llenará de halagos y mimos.

Pero ese era su omega, no ella.

Suspiró de alivio al tomar el ascensor y finalmente llegó al solitario pasillo que le llevaba a la oficina de su jefa.

No quería ver el rostro de Chou, no quería.

Desde que conoció a la alfa solo había completo caos en su vida.

──¡Tonta alfa!── Sana pataleó en su lugar ──¡Tonta, tonta, tonta! Todo es su culpa, pero claro, don tonta que también acepta el trato── comenzó a murmurar quejándose ──Pero cuando la vea me a oír, sólo dejen que la vea y-

──¿Sana?

Uy.

Sana maldijo al instante que escuchó la suave voz de la no tan oportuna alfa. Esta se encontraba tras su espalda y Sana realmente no quería verle.

──Señora...

──¿Qué hacías?── la alfa le pregunta mientras alza una ceja acusadoramente.

──¿Yo?── Sana se señaló a sí misma y la alfa asintió ──Nada... Sólo... Uhg... ¡Sólo me estiraba!

──¿Aquí? ¿En el pasillo?

──¿Si?── respondió dudoso.

──Haré cómo que te creo... Vamos, tenemos mucho trabajo que hacer── dijo mientras se habría paso y caminaba delante de la omega.

──Señora...── Sana miró la angosta espalda de la alfa al verla detenerse ──Sobre las noticias y eso...

──¿Qué?── Tzuyu miró a la omega y esta evitó su mirada, cosa que hizo sonreír divertida a la alfa ──Ah, ¿hablas sobre la noticia sobre nuestra relación?── la omega asiente ──Hablaremos sobre eso en mi oficina.

Dijo y nuevamente retomó sus pasos.

──Estuve apunto de partirle la cara, sólo un poquito más y si le rompía to-

Murmuró Sana, pero cerró la boca al ver que la alfa se había dado la media vuelta para mirarle.

──¿Decías algo?

──No señora── Sana negó con una sonrisa inocente ──Ya le pregunté... ¿De cuál se fuma?, pues ya me preocupa.

──Minatozaki, a mi oficina── ordenó la alfa mientras le miraba ofendida.

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Tzuyu y Sana salieron de la oficina de la alfa, pues la hora para ir por su pequeño retoño a la escuela ya había llegado. Sana caminaba detrás de la alfa, mirando el suelo y pensando el cómo podría presentar a la alfa ante su bebé.

Pero de repente escuchó unas voces, pero no ve nada al ir detrás de la alfa ya que su espalda ancha le tapaba su campo de visión y ella muy alta realmente no era.

──¿Vieron las noticias? ──Sana escucha decir a una voz femenina.

──¿Sobre la señora Chou y su relación?── dice otra chica.

Tzuyu al oír que hablaron de ella, paró en seco causando que Sana chocará contra su espalda. La omega iba a quejarse pero Tzuyu le hizo una seña dándole a entender que guardará silencio.

──Sí, ¿La jefa con esa omega...? Todo están extraño.

Sana ladea cabeza escuchando la conversación.

──Sabía que la llegada de esa omega no sería nada para nada bueno── dice toscamente la fémina ──Estoy segura de que esa omega engatusó a la jefa y sólo la quiere por su dinero.

──Desde que puso un pie aquí se notó que era toda una pobretona, lo más seguro es que ese sea el caso.

Y Sana frunció el ceño y una gran molestia llenó su ser.

Las mujeres claramente no habían notado las presencias de Chou y Minatozaki. Para cuando Sana iba a tomar cartas sobre el asunto y darse a respetar, Tzuyu ya le había tomado de la muñeca y salieron de su escondite.

──¿Así que esto hacen en mi empresa? ¿Chismosear?── Tzuyu les pregunta con notable enfado.

Ambas omegas les miraron y abrieron sus ojos con notable pánico en ellas.

──Señora Chou...

──Mi relación con mi asistente Minatozaki no debe ser tema de conversación en mi empresa. Así que pónganse a trabajar que para eso les pago, por esta vez y solo por esta me haré de la vista gorda y no les despediré. Me entero sobre una más de ustedes dos y están fuera de mi empresa.

──L-lo sentimos, Señora Chou── dijeron ambas chicas al unísono.

──Claro que no── el alfa rueda los ojos ──Ustedes dos encargense de sus propias vidas y dejen las de los demás fuera.

La alfa dio un paso, pero nuevamente se detuvo y miró a la enmudecida de su asistente.

──Pídanle una disculpa.

──¿P-perdón, señora Chou?── las omegas le miraron confundidas.

──Que le pidan una disculpa a la asistente Minatozaki. Ahora.

──Discúlpenos, asistente Minatozaki, n-no se volverá a repetir── ambas omegas rápidamente se disculparon.

──Está bien... Solo paren de hablar sobre mí, no me conocen y simplemente no tienen derecho a hablar u opinar sobre mi vida.

Ambas retoman su camino dejando a las dos omegas estupefactas en su lugar. Cuando llegaron a la recepción de la empresa muchos pares de ojos estaban enfocados nuevamente en ellas, esto no pasa desapercibido por Tzuyu así que rueda los ojos y aún tomando de la muñeca de Sana caminan justo al medio de la recepción.

──Todos, escuchenme── ordena y Sana le mira ──Mi asistente, Minatozaki Sana y yo estamos en una relación. Sé que eso ya lo deben de saber por las estúpidas notas de chismes, pero quiero aclarar que yo fui quien escogió a esta omega, yo fui quien fue detrás de esta omega. Así que les advierto que si vuelvo a escuchar o saber nuevamente que hablan estupideces de mi Sana o de mí, están fuera de mi empresa.

──Señora Chou... Esto no es necesario── el omega jala con cuidado la manga del traje de la alfa para captar su atención, pero esta en vez de hacerle caso, le pega a su cuerpo sujetándola fuertemente de la cintura.

──Aparte de mí y a partir de hoy, Minatozaki Sana tiene autoridad sobre ustedes. La tratarán con respeto y le darán su lugar cómo mi pareja ¿Les quedó claro?

Sana abrió sus ojos con sorpresa y se quedó estática al escuchar por primera vez la voz de mando de la alfa. Todos los empleados a sintieron automáticamente y sumisos ante la alfa.

──Pasen la voz para los que no estuvieron presentes, y vuelvan al trabajo── ordena.

Tzuyu una vez se asegura que sus empleados retomaron su trabajo, toma la mano de la omega y en silencio se dirigen hasta el auto de la alfa.

──Gracias por lo de hace un rato── Sana se suelta del agarre ──Pero no creo que eso haya ayudado realmente... Me seguirán viendo cómo "La omega que engatusó a su adorada jefa"

──Ellos te verán cómo mi omega desde ahora, te darán todo el respeto que mereces ¿no quieres eso?

──No quiero ser visto cómo la omega que lo tiene todo gracias a su jefa y por ser su pareja. Realmente prefiero que el mérito sea mío...

──¿Por qué no simplemente me dices un simple gracias y ya?

──Porque esto no lo hizo de corazón. Sólo lo hizo para quedar bien y levantar su estupido ego de alfa.

──Yo no hice esto por mi ego y mucho menos para quedar bien. Si no se te olvida, de ti es quien estaban hablando mal.

──Sí no lo hizo por su ego... Entonces ¿por qué lo hizo?── la omega le preguntó confundida a la alfa.

──Lo hice porque era lo correcto...── la alfa no le miró y sus orejas se pusieron rojas ──Lo hice porque mi loba me ordenó protegerte.

Dijo y rápidamente se dirigió a su auto. Estaba avergonzada.

Sana se quedó estupefacta y boquiabierta en su lugar.

¿Qué lo había hecho porque su loba qué?

──Minatozaki ¿no vas a entrar?── Tzuyu le preguntó desde su auto.

──¿Uh?── Sana le miró avergonzada ──Sí, ya voy...

Una vez se adentró al lujoso auto de su jefa, sus fosas nasales se inundaron ante el aroma a canela y chocolate de la alfa. Todo el auto olía a ella y su loba aullaba de felicidad, causando que Sana se mareara de pronto por el intenso aroma de Chou.

──¿Dónde queda la escuela de tu hija?── pregunta la alfa con la mirada en su GPS.

Sana le dice la dirección y Tzuyu asiente tecleando algo. No decían palabra alguna pero sus sonrojos, el revoltijo en sus estómagos y sus lobas aullando, decía más que mil palabras.

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Una vez llegaron a la escuela de su pequeño, el profesor Wang le saludó amablemente y con su típica sonrisa brillante. Rápidamente anunció su llegada y con ello Yoonah obtuvo el visto bueno para poder salir del plantel, pero antes de ir con su madre se fue despedir de su adorado profesor Wang. Quien con un dulce abrazo y un tierno besito en la mejilla por parte de la menor se despidieron.

Yoonah una vez vio a su madre corrió lo más rápido que sus cortitas piernas le permitían hasta ella. Sana simplemente sonrió enternecida a su pequeña pues se veía adorable con su unifome y su mochilita de Sullivan.

──¡Mami! ¡Mami!── Yoonah se lanzó a sus brazos con una enorme sonrisa en su pequeño y tierno rostro ──¡Venistes por mí!

──Así es, mi amor── Sana besó las regordetas mejillas de su pequeña, sin poder ocultar su enorme felicidad, felicidad que sólo tenía al estar con su amada hija ──¿Cómo te fue, mi cielo? ¿Te portaste bien?

──¡Si! ¡Gané una estrellita dorada por entregar mis tareas a tiempo!── contó feliz la menor.

──Aahh, mi bebé es muy responsable e inteligente── Sana besó nuevamente las mejillas de su hija ──Estoy muy orgullosa de ti, mi cielo── dijo y miró en dirección a la alfa, quien se encontraba apoyada en su auto mirándoles ──Mmm... ¿Recuerdas que tenía que presentarte a alguien?

──Sí, mami── lamenor asiente.

──Bien... Vamos con ella.

Sana baja a su pequeña de sus brazos y le toma de la manito, guiándola hasta la alfa quien ahora les esperaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

Yoonah le miraba curiosa, pensando en que el aroma de la alfa, pues era el mismo con el cual su mami siempre venía impregnada hasta la ropa.

──Bebé... Ella es Tzuyu, Tzuyu ella es Yoonah, mi hija── presentó.

──¡Hola Yoonah!, es un placer por fin conocerte── Tzuyu saludo amigable y con una sonrisa.

──Chewy── Yoonah dijo bajo las confusas miradas de las adultas ──¿Le puedo decir Chewy?── Tzuyu le mira con sorpresa, pero luego asiente con una enorme sonrisa y por alguna extraña razón sintió una extraña calidez ante el apodo de la menor.

La niña era tan encantadora. Justo como su madre.

Piensa la alfa.

──¿Usted es la señora gruñona?── pregunta Yoonah y Sana agranda sus ojos.

──¿El señora gruñona?── Tzuyu le pregunta confusa y mira a Sana, quien evita su mirada.

──¡Si! ¡El señora gruñona!── Yoonah asiente con su cabecita ──Mami siempre se queja sobre una alfa gruñona y mami nunca está cerca de alfas que no sea mi tía Momoring── cuenta inocentemente.

──Oh... Creo que el apodo de Chewy me gusta más...── murmura la alfa mirando acusadoramente a la omega.

──¿Pero si es la señora gruñona?

Indaga nuevamente la menor, completamente interesada en saber.

──¡Yoonah!── Sana le habla y pucherea al ser expuesta por su angelito.

──Sí, soy yo...── Tzuyu le responde a la menor apenada.

Entonces Yoonah frunce las cejas y Sana sonríe automáticamente.

──¡Usted es mala!── Yoonah corre hacia su madre para "protegerla" aunque la pequeño le llegaba al omega hasta la mitad de sus muslos ──¡Hace que mami se enojé y esté triste! ¡Y mami no puede estar triste! ¡Mami debe ser feliz siempre!

Y bueno... Tzuyu tal vez, y sólo tal vez se sintió culpable.

A la omega se le partió el corazón al ver que su pequeña se había dado cuenta sobre sus problemas, si bien siempre trataba de mostrarse lo mejor posible ante su pequeña, la omega no era consciente de que su pequeña se levantaba a altas horas de la noche mientras ella seguía trabajando con las enormes montañas de trabajo que la señora Chou le dejaba de un día para otro, mientras las lágrimas de frustración eran visibles en su rostro y cientos de maldiciones le eran dichas a su jefa.

Debía ser más cuidadosa.

Tzuyu se agachó a la altura de la menor, quien seguía su ceño fruncido, cosa que le causó ternura a la alfa al ver que la menor quería parecer "intimidante".

──Yo...── la alfa no sabía por dónde empezar ──Yo de verdad lamento haber puesto triste a tu mami── Tzuyu miró a la omega ──Sé que hice mal y lastimé los sentimientos de tu madre... Pero he de admitir que me hace feliz el saber que tu madre tiene a alguien que lo cuide también cómo tu lo haces── Tzuyu dijo esta vez mirando a la pequeña ──Quiero compensar mi error y por ello espero me permitas llevarlas a ambas al parque de diversiones...

Yoonah no logró ocultar su emoción ante las palabras de "parque de diversiones"
Pero no aceptó hasta ver que su madre asentía con una pequeña sonrisa y le alzaba sus pulgares dándole su aprobación.

──¿habrá un carrusel?── preguntó aún con su pucherito y cejas fruncidas.

──Habrá todos los que quieras── Tzuyu asintió aliviada, no quería que la menor la odiase por ser una hija de puta con su madre.

La pequeña asintió feliz y olvidó todo lo anteriormente sucedido. Sana simplemente negó mientras todas se adentraban al auto y Sana se aseguraba que su pequeña tuviera puesto de forma correcta el cinturón de seguridad.

Esto de verdad sería toda una ventura.