Fueron varios minutos de silencio, todos mirando sorprendidos a la omega, pero en especial a Tzuyu. Las omegas miraban a la alfa en busca de una explicación, mientras que el padre de Tzuyu y su cuñada seguían estáticos con la boca abierta y totalmente sorprendidos.

Mientras tanto Sana sabía que estaba frita, pues esa mirada asesina que le dirigió disimuladamente su jefa no era realmente amigable. Pero... Y a su favor ella ya le había advertido que no ocultaría la existencia de su amada hija.

Por varios minutos, Sana estuvo explicando su situación y el cómo estuvo por cinco años soltera manteniendo sola a su pequeña y hermosa hija. La señora Chou se mostró sorprendida ante su resumida vida, claro, siempre omitiendo muchos puntos importantes, pues hablar del alfa que la abandonó a su suerte aún seguía siendo un recuerdo amargo.

Shuhua, su cuñada, no tardó en darle un cálido abrazo, siempre susurrándole un "eres una omega muy fuerte" a Sana quien sintió su corazón cálido y sonrió abrazando de vuelta a la hermosa omega. La señora Chou no tardó mucho en unirse al abrazo, quien nuevamente sonreía de oreja a oreja.

Tzuyu simplemente observaba un poco sorprendida la escena.

──Y tú── la señora Chou rompió el abrazo y señaló a su hija ──¿¡Por qué no me dijiste que tu omega tenía una hija!?── la madre de la alfa golpeó levemente el hombro de su hija.

──¿¡Por qué me pegas!?── Tzuyu le preguntó confundida.

──Resulta que ahora no sólo seré abuela por parte de tu hermana, si no también que ahora resulta que también soy abuela por parte de ti ¡Y no me dices!── nuevamente la señora Chou leda un manotazo en el hombro a su hija, pero en esta ocasión fue algo fuerte ──¡Por un momento pensé que ya habías embarazado a Sana y nos lo habías ocultado!── la omega jaló la oreja de la alfa, quien rápidamente se quejó.

──¡Mamá!

──¡No te quejes!── la señora Chou miró mal a su hija ──No quería parecer chismosa, pero ahora me contarás todo. ¿Dónde se conocieron? ¿Ya conoces a su linda hija? ¿Cuánto llevan saliendo?

──Mamá... ¿no crees que son muchas preguntas?

──Responde, Chou── su madre ordenó.

──Hace unos meses Sana llegó a trabajar a la empresa, ahí fue donde nos conocimos── comenzó a responder la alfa bajo la atenta mirada de Sana ──Aún no he conocido a su hija, no tengo el placer... Y llevamos saliendo formalmente por cuatro meses.

Cuatro meses... Lo había olvidado.

¿Tanto tiempo había estado soportado a la estupida de su jefa?, Vaya paciencia que ha tenido.

──Así que llevan saliendo cuatro meses── dice su madre.

──Sí, cuatro meses── responde la alfa rápidamente.

──¿Y porqué no lo mencionaste antes? Pudiste simplemente llamar y decirnos── su hermana se quejó.

──Mis disculpas... Pero quería estar seguro de que todo iría en serio. No quería que Sana fuera algo pasajero...

Las omegas Chillán eternecidas ante las palabrerías recién dichas por la alfa, pero Sana se encuentra algo aturdida y confundida, mientras trataba de calmar a su feliz loba.

──Me alegra saber que finalmente has sentado cabeza y formaste a tu propia familia── su madre le dice con una enorme sonrisa.

Sana no sabe que hacer o decir, así que simplemente deja que la alfa controle la situación mientras ella sonríe.

──Y... ¿Son predestinadas? Sana no lleva tu marca así que supongo que aún no se han enlazado...── su hermana pregunta curiosa.

Tzuyu y Sana se miran fugazmente y la alfa sonríe inconscientemente al ver el lindo sonrojo en las mejillas de la omega.

──Mmh... Sí, somos destinadas.

──¡Qué bien!── la hermana de Tzuyu celebró dando pequeños saltitos ──¿Cómo supiste que ambas eran destinadas?

Sana mira nerviosamente a la alfa, quien se mostraba tranquila ante la situación. ¿Cómo lo hacía? Pues ella ya se encontraba al borde del colapso y sin saber que decir. Pero también debía admitir admiraba lo buen mentirosa que podía llegar hacer su jefa.

──Cuando entró a mi oficina... Su aroma me impregnó por completo, su aroma a manzana acaramelada, tan dulce y agradable al olfato, aturdió por completo mi mente y enloqueció por completo a mi loba, ahí fue dónde lo supe, ahí fue dónde supe que ella era mi omega...

Contó Tzuyu sin lograr desprender la mirada de la miel del omega, quien nuevamente se encontraba con las mejillas rojas, tal cual cómo una manzana.

Después de eso la tarde transcurrió amenamente, la alfa la mayor parte del tiempo le mantenía sujetada de la cintura, logrando poner nerviosa a la omega. La noche llegó y la madre de Tzuyu la había "robado" por unos minutos lejos de la alfa pues quería hacerle un recorrido por la mansión.

Caminaban por los bellos jardines delanteros de la gigantesca casa, con la señora Chou tomándole de brazo.
Era una hermosa y fría noche, y se sentía extrañamente bien ante la compañía de la omega.

──Y dime, querida... ¿A que te dedicabas antes de entrar a trabajar con mi hija?

──Oh... Yo trabajé en varios lugares... En una cafetería, en un bar cómo un barman, trabajé cómo cajera en un supermercado, y también brindé servicios de limpieza a domicilio en casas... Hice de todo un poco── contó sin borrar su sonrisa.

──¿No estudiaste?

──Sí, lo hice── asintió con una pequeña sonrisa ──Tengo un título y en mis pocos tiempos libres cantaba en una cafetería... Pero tuve que dejar todo ello debido a mi embarazo, al principio fue difícil dejar la música pues era algo que realmente me apasionaba, pero hice pequeños sacrificios por mi pequeña... La universidad a duras penas logré terminarla, de no ser por el apoyo de mi hermana, yo no sabría que sería de mí.

La mujer le miró apenada, pero sonrió nuevamente tratando de animar a la omega.

──¿Y tus padres, querida?

Sana baja la mirada y la señora Chou supo que preguntó de más al ver la triste mirada de la omega. A veces se lamentaba por ser tan... Curiosa.

──Ellos al saber de mi embarazo me botaron a la calle pues para ellos era la desgracia y vergüenza de la familia... Eso y también porque no tenía a un alfa a mi lado... Pero mi hermana al enterarse de lo que habían hecho mis padres también se fue de la casa. Así que desde entonces, hace cinco años, no sé nada de ellos.

La mujer asiente apenada y entristecida por la dura vida que ha pasado la omega. A veces las personas más buenas pasaban por obstáculos más duros y la señora Chou no dudo en darle un cálido y fuerte abrazo.

──¿Sabes? Desde ahora nos tienes a nosotros, eres ahora de la familia y no dudes que siempre y cuando necesites algo aquí estaremos para ti── le dice la omega tomándole de las manos ──Me encantaría conocer a mi nieta── la mujer sonríe de oreja a oreja.

Sana pensó que se le haría incomodo el escuchar decir a la señora Chou decirle "nieta" a su hija, pero en vez de eso, un calorcito agradable se le instalaba en el pecho, pues veía la sinceridad en las palabras de la omega.

La señora Chou definitivamente era un amor de persona.

──Espero pronto pueda conocerla, sé que Yoonah estaría muy feliz de conocerle── dijo sincera.

──¡Ya sé!── la mujer dio un saltito de alegría ante su idea ──Puedes traerla el fin de semana, toda la familia irá a la casa del campo y es un hermoso lugar ¡La pequeña podrá jugar todo lo que quiera!

──¿Está segura?── preguntó dudosa la omega ──No quiero molestar...

──No digas tonterías── la mujer niega ──Realmente me haría muy feliz que ambas nos acompañaran al viaje. Anda, acepta querida── insistió.

Sana lo pensó por varios minutos y no logró negarse ante la insistencia de la omega.

──Sí no es molestia, sería todo un placer acompañarles.

──¡Maravilloso! ¡Le diré a mi esposo que compre muchos juguetes para nuestra nieta!── la mujer comenzó a parlotear contenta y Sana sólo reía ante las ocurrencias de la omega.

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──Mi madre me comentó que este fin de semana iremos a la casa de campo── dijo Tzuyu una vez se estacionó frente a la casa del omega ──También mencionó que llevarás a tu hija...

──No pude negarme, tu madre insistía...

──Lo sé, la conozco. Y es por eso que te digo de una vez que mañana todo el mundo sabrá sobre nuestra "relación"── dijo la alfa haciendo comillas con sus dedos ante lo último ──Creo que debo conocer a tu hija...

Dijo y Sana le miró incrédula.

──¿Ahora? ¿Viste la hora, Chou? Mi hija debe estar dormida...

──Señora Chou, sólo te lo recuerdo── dijo y el omega rodó los ojos ──Y no hoy... Es muy tarde... ¿Salimos mañana por la tarde?

──¿Pará qué quiere conocer a mi hija?, El fin de semana la conocerá.

──Lo sé, pero quiero hacer lo menos incómodo posible la situación... Quiero llevarme bien con tu hija, después de todo este Show durará por varios meses...

Sana lo pensó detenidamente y con un fuerte suspiro opta por finalmente aceptar.

──Bien, pero ahora me dará dos días de descanso.

──¿Qué? ¿Estás loca?── la alfa frunció sus cejas.

──Creo es lo mínimo que podría hacer. Literalmente le estamos mintiendo a tu familia y no es cualquier mentira... Y mi tiempo y salud mental siempre está a juego con usted cerca.

──Así que te vuelvo loca── la alfa sonrió de lado, pero la omega nuevamente rodó los ojos.

──De verdad que usted es estresante── bufó ──¿Necesita algo más, señora Chou?

──Puedes llegar una hora más tarde al trabajo, tengo unos asuntos que resolver── dijo la alfa mientras se acomodaba bien en su asiento ──Por la tarde iremos a recoger a tu hija y de ahí nos vamos de paseo...

La omega simplemente asintió.

──Bien, entonces nos vemos mañana, Señora Chou bebita de mami.

──¡Oye!

Sana suelta una carcajada y abre la puerta para salir finalmente del coche.

──¡Qué pase una linda noche, señora!

Tzuyu bufa negando con una sonrisa plantada en su rostro.

──Ahh... Esta omega me volverá loca── dice mientras observa a Sana caminar tranquilamente hasta la puerta de su hogar.